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Perros que trabajan | Palabras, hechos y opiniones

Palabras, hechos y opiniones

Jenny M. E. Aragón Leyva Experta en Intervenciones Asistidas con Animales Directora de “Dejando Huella Educando”, Querétaro.

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Wicca, Schanuzer, Perro de Terapia

Alo largo de los 20 años que llevo trabajando en el ámbito de las Intervenciones Asistidas con Animales una constante en cualquier lugar, evento o ciudad es la confusión de términos, definiciones y funciones entre los distintos Perros de Asistencia y Perros de Terapia.

Es por lo anterior que soy particularmente insistente en el correcto uso de los términos. Considero que si las personas inmersas en el medio no somos capaces de hablar con claridad y precisión, más allá de contribuir con información útil y veraz, estaríamos contribuyendo a la confusión y desinformación -que sí tiene consecuencias- especialmente para los usuarios de Perros de Asistencia y para quienes llevamos años trabajando en la profesionalización de las Intervenciones Asistidas con Animales. No se trata de hablar todo el tiempo con terminología técnica, cuando has verdaderamente internalizado un concepto, tienes la capacidad de simplificarlo, describirlo y explicarlo de diferentes formas y en distintos grados adecuando la información al interlocutor. Lo que hay que evitar es usar un término por otro, es muy común que los términos Perro de Asistencia y Perro de Terapia se usen como sinónimos o que Perro de Asistencia y Perro de Servicio se usen de forma indistinta como si su función fuera igual, o incluso que se equipare un Perro de Apoyo Emocional con un Perro de Asistencia o de Terapia.

Otro punto frecuente de generación de confusión y desinformación, es la falta de distinción entre hechos y opiniones. Las recomendaciones que hacemos los profesionales del área, deben estar basadas en hechos e investigación y nuestra opinión profesional en la experiencia y análisis de cada caso en particular. De lo contrario, contribuimos con la cultura del sensacionalismo y amarillismo que se

basa en información anecdótica y rumores. Es entonces cuando una “buena” experiencia de una persona -que en sí misma constituye una singularidad- se vuelve una receta para la mayoría. Creer que hay una solución única, en temas de seres vivos, es un absurdo. Sin embargo, la información estadística sí puede ayudarnos a acortar caminos e incrementar niveles de productividad y eficiencia de manera real y sostenible.

Desafortunadamente en nuestro país hay poca información estadística de los temas relacionados a tenencia de mascotas, personas con discapacidad usuarias de perros de asistencia, de profesiones que incluyan perros de terapia en su actividad profesional. Igualmente hay poco interés, promoción y recursos destinados a investigaciones sobre el vínculo humano-animal, beneficios de la zooterapia, impacto de los Perros de Asistencia y Perros de Terapia en sus usuarios, beneficiarios, familias, instituciones, etc.

Si adicionalmente consideramos que en México no hay una legislación específica y explícita sobre los protocolos requeridos para acreditar de manera oficial a los Perros de Asistencia y los Perros de Terapia, esto da como resultado que exista mucha gente con muy buena intención, pero sin la preparación, visión y actualización constante que demandan estos perros de trabajo. Entonces, todo ese amor puede transformarse en riesgo para los usuarios, los mismos perros y terceros que van desde otras personas, otros animales, comercios, transportes, etc.

De ahí que podamos encontrar situaciones que más allá de ser extrañas o simpáticas, incluso rayan en el maltrato animal y/o la negligencia profesional. A veces porque el “experto” no conoce ni respeta los límites y la ética en su campo específico cayendo en el intrusismo laboral. Muchas otras también, porque quien solicita el servicio y/o perro de trabajo no se informa, no investiga, no analiza como lo haría para comprar un reloj, un auto o un videojuego comparando, preguntando e incluso solicitando una prueba de manejo y garantía.

Francia, Schnauzer, Perro de Terapia

París, Chihuahueño, Perro de Terapia Si ambos lados usan las mismas palabras, pero el significado es diferente para cada uno, es claro que hablan, pero no se comunican:

A – Necesito comprar un Perro de Apoyo Emocional B – Claro, te podemos preparar un Perro de Asistencia A – ¿Quiero que sea cachorro para certificarlo? B – Lo puedes preparar tú mismo con un tutorial y luego lo traes A – Y me va poder acompañar a todos lados, ¿verdad? B – Si, los Perros de Terapia tienen libre acceso por ley A – ¿Y va a tener una identificación? B – Todos los Perros de Servicio tienen una credencial oficial…

Estos 8 renglones están llenos de errores, pareciera una conversación fluida, pero no tiene un ¿por qué? ni un ¿para qué? y es un desastre garantizado. Estas palabras no corresponden a los hechos ni a la realidad del tema y sí dominan opiniones sin fundamento.

Si te interesa conocer más sobre los programas de Intervenciones Asistidas con Animales, no dudes en comunicarte con nosotros y con gusto te podemos dar una asesoría y/o capacitación.

Jenny M. E. Aragón Leyva jenn_aragon@yahoo.com.mx

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