AÑO 8 Edición n° 102 2023
PUBLICACIÓN EXCLUSIVA DE SAN DIEGO COUNTRY CLUB
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Edición de Contenidos
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Newsletter N.o 188 / 2023
Comunicamos a Uds. que hemos coordinado con la firma VACUNAR una nueva jornada de vacunación que se llevará a cabo el día sábado 15 de Abril, en nuestro House Principal desde las 10 horas.
Los interesados podrán registrarse a partir del día de la fecha y hasta el día domingo 9 de Abril a través del siguiente link de autogestión para la carga de datos, pudiendo solicitar inclusive vacunas de calendario:
https://www.vacunar.com.ar/turnos/index.php?p=Mg==
Respecto a los precios y coberturas de las vacunas solicitadas, las operadoras de la firma VACUNAR se contactarán con los interesados y en caso de que se deba abonar, le indicarán valor y medios de pago.
Los turnos asignados serán informados por personal de la firma VACUNAR por correo electrónico el día VIERNES 14 de ABRIL.
Saludos cordiales,
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Por cualquier consulta, favor de contactarse con el Centro de Atención al Socio. Club de Campo San Diego | Acceso Oeste, km 42,5 - Moreno.
Cómo plantarlos en canteros y macetas para que crezcan fuertes. Tips según cada especie.
Los tulipanes, jacintos, narcisos y azucenas prosperan en los suelos de mediana fertilidad. En cambio, las fresias, crocus y amarilis necesitan suelo más fértil.
Los bulbos de otoño se desarrollan bien en suelos humiferos, arenosos y con buen drenaje que les dé el sol de la mañana.
Para plantarlos en canteros hay que remover el terreno profundamente (20 a 25cm) y agregar arena con resaca de rio, mantillo o humus de lombriz. Luego colocar el bulbo con el ápice (punta) hacia arriba.
Los bulbos de tulipán, narciso y jacinto se entierran entre 15 y 20 centímetros, los de crocus y azucenas entre 2 y 7 centímetros.
Se llena el hoyo con el mismo suelo del cantero, emparejando y apretando la superficie y luego se riega. Se fertilizan con 5 a 10 gr. de fosfato diamónico por planta, una semana después de la aparición de los brotes.
Las plantas se dejan en el terreno hasta que las hojas se secan.
Se levantan los bulbos del terreno y se mantienen en lugar fresco y oscuro.
También se pueden cultivar en maceta y obtener la floración en interiores. Se debe utilizar una maceta con 10cm, como mínimo, de profundidad. Se pone una capa de piedritas, encima una mezcla de partes iguales de tierra negra, resaca de rio o mantillo y arena. Los bulbos se plantan dejando la punta por donde van a brotar a nivel de la superficie.
La maceta se coloca en lugar oscuro, fresco y aireado hasta que broten. Cuando eso ocurre se trasladan a un lugar luminoso.
Se riega periódicamente sin anegar.
Newsletter Nro. 190 / 2023
Se recuerda a Uds. que las áreas comunes de nuestro Club denominadas ESPACIOS COMUNES VERDES y/o DEPORTIVOS NO PUEDEN SER UTILIZADAS en forma privada ó con fines particulares sin previa autorización emitida por la Administración.
En igual sentido, es importante destacar que el uso de los ESPACIOS DEPORTIVOS debe realizarse con la INDUMENTARIA ADECUADA para cada deporte y según los reglamentos vigentes para el desarrollo de cada actividad, siendo las Comisiones deportivas las que auditan su cumplimiento y deben informar sobre las infracciones detectadas.
Es fundamental respetar las normas de convivencia establecidas preservando la estética y la distinción de SDCC observando los derechos de todos los socios de nuestra comunidad.
Para evitar MULTAS y SANCIONES solicitar información al Centro de Atención al Socio.
Saludos cordiales,
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Informamos a Uds. que ante la aparición masiva del mosquito Aedes aegypti (dengue) se ha decidido reforzar a las habituales tareas integrales de fumigación de los días sábados, un día adicional de fumigación semanal.
No obstante ello, solicitamos vuestra colaboración tomando las siguientes medidas complementarias :
• Eliminar todos los recipientes en desuso que puedan acumular agua (como latas, botellas, neumáticos).
• Dar vuelta los objetos que se encuentran en el exterior y pueden acumular agua cuando llueve (baldes, palanganas, tambores, botellas).
• Cambiar el agua de bebederos de animales.
• Mantener los patios, piletas y jardines limpios, ordenados y desmalezados.
• Fumigar los espacios de la propiedad privada.
Para mayor información facilitamos el siguiente link:
https://www.gba.gob.ar/dengue/
Cordialmente,
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En primera persona, un socio de San Diego cuenta la gran experiencia de correr los 42 km en la ciudad más linda del mundo usando la camiseta argentina. Las permanentes referencias a Messi y a la Selección.
Siempre soñé con correr la Maratón de Paris. ¿Qué corredor no va soñar con correr en la ciudad más linda del mundo? Y este año por suerte se alinearon los planetas.
Empecé a entrenar a principios de diciembre, un mes después de correr la Maratón de Frankfurt. Así que tuve 4 meses de entrenamiento que incluyeron más de 800km en 4 países y 6 ciudades, con días de invierno (menos 3 grados) y tremendos días de verano (con más de 38). Aproveché el desnivel de Angostura para hacer la pretemporada y reemplazar con cuestas el gimnasio.
A fines de enero, algunos problemas físicos me hicieron ajustar algunas tuercas: mucho trabajo de kinesiología (¡gracias Gabi Ziegenbein!), mucha “mano y dedos” para sacar dolores (¡gracias Miguelito!) y buena planificación de carrera con Dani Rodríguez, que lidera el San Diego Running Team. ¡Y con estos ajustes salimos adelante!
Cuando planifiqué la carrera aún no eramos campeones mundiales… ni Francia segundo. Y me planteé si correr con la camiseta argentina era una buena idea. La verdad es que casi siempre lo hago y me pareció que no era ofensivo. Pensé que a lo sumo me comería alguna puteada.
MÚSICA PARA ACOMPAÑAR LA LECTURA DE ESTA NOTA. NUESTRA PLAYLISTAunque la historia fue muuuuy distinta… ya lo van a ver.
La noche anterior a la carrera no podía pegar un ojo. Eran las 2 de la mañana y yo seguía dando vueltas en la cama. Los maratonistas siempre nos ponemos nerviosos antes de las carreras. No importa cuánta experiencia tengas… cada Maratón es como si fuera la primera.
El reloj sonó a las 7 de la mañana. Había dormido algo más de cuatro horas… pero estaba ya enchufado… en modo “Maratón”. Caminé 10 minutos desde el hotel hasta el Arco del Triunfo de donde salía la carrera. ¿La organización? Perfecta. Los corrales estaban identificados por colores en función de tu tiempo estimado, pero había una cantidad de gente tremenda (55.000 corredores) y se hacía difícil llegar. Ni bien entré al corral, me sorprendió que habia mingitorios redondos, abiertos y sin paredes, de un metro y medio de alto y con cuatro posiciones. Te paras a hacer tus cosas y chicos y chicas pasan al lado tuyo como si nada. ¡Sin nada que te tape! Me pareció increíble.
Mi corral ya estaba lleno y se me acerca un runner con la camiseta de la selección francesa y señalando su camiseta y la mía me dice: “La finale du monde” y me pide sacarnos una
foto. Acepto y le pido yo también sacarnos una selfie. Nos damos la mano, nos felicitamos por nuestras selecciones y nos deseamos suerte en la carrera. “¡Con la facha que tiene este pibe seguro que va a ser la foto que más likes va a tener en mis redes sociales!”, pensé. Y me reí para distenderme un poco.
Hay tanta gente que, pese a que estamos separados en corrales, cada corral también sale en tandas. Cada dos minutos van soltando grupos de a 1.000 corredores aproximadamente. Como estaba al final del corral salí casi 10 minutos después que los que estaban al principio.
Los primeros kilómetros son impresionantes: arrancas corriendo por Champs Elysees, luego pasas por la Plaza de la Concordia, Place Vendome, la Opera Garnier, Galeries Lafayette, Museo del Louvre y Plaza de la Bastilla. Todo París en los primeros 10 kilómetros. El espacio para correr es poco porque está lleno de gente de ambos lados de la calle.
En el km10 nos metemos en los bosques de Vincennes, que es en las afueras de la ciudad, por lo que hay mucha menos gente y más espacio para correr. En el km15 pasamos por el castillo… imponente. ¡Imposible no parar para sacarse una foto! Aun nos quedan 5km más por los bosques para volver a entrar en la ciudad. La temperatura es perfecta (unos 12 grados) y encima hay una pequeña llovizna que hace que el aire esté más húmedo y se pueda respirar mejor.
Volvemos a entrar a la ciudad y pisamos la marca del km21
y volvemos a pasar por la Plaza de la Bastilla. Hasta ese momento solo había escuchado gritos de aliento cada vez que pasaba con mi camiseta argentina con el 10 en la espalda: “Allez Messí” (con la í acentuada), “Allez Ezequiel”, “Allez Argentina”, me gritan. Pero cuando entré en la Bastilla un grupo de afrofranceses me empezó a gritar: “uh uh uh uh” bajando sus pulgares. ¿Lo mejor? La reacción de un grupo de chinas (o coreanas) que estaban al lado que los taparon al grito de “Meeeessi Meeeessi Meeeeessi”, mientras hacían la típica alabanza que le hacen a Leo en los estadios. Les hago una reverencia y me agarro el corazón como agradecimiento. La adrenalina al palo. Y así, sin darme cuenta, empiezo a acelerar el paso y a bajar los 6 minutos por km. En ese momento empezamos a bordear el río Sena y vamos corriendo no por la calle, sino por las pasarelas que están al costado del agua. Arriba, a unos 4 o 5 metros de alto, en la calle, la gente aplaude y grita alentando a todos los corredores.
Ya vamos por el km27 y nos metemos en un túnel por debajo de la calle, por donde van habitualmente los autos. Está todo grafiteado con pinturas fluorescentes que iluminan mucho más el camino que las pocas luces que hay en los techos. Empieza a hacer calor y a faltar el aire y cuando estoy pensando que esto se termina siento que viene desde atrás, a lo lejos, el grito de una muchedumbre que se va acercando rapidísimo. Me doy vuelta, no entiendo lo que pasa y de repente los gritos me pasan por encima y todos a mi alrededor gritan. ¡Es la ola que se hace en los estadios de futbol… pero con gritos! ¡Una ola de gritos! Insólito. Lo vuelven a hacer una y dos veces más. Y lo disfruto como loco… agitando los brazos. Todo ese circo me ayuda a entretenerme hasta ver la luz y el fin del túnel. Ahí me agarra un francés y me abraza mientras corremos. Me habla pero no le entiendo nada. Le digo que no hablo francés. “Soy del norte de Francia”, me dice en perfecto inglés. “Y Messi es mi ídolo… como el de muchos aca” y me empieza a hablar maravillas de Leo. Le pido filmarlo y acepta con gusto “for my argentinian friend!”, me dedica. Al terminar, me saluda y acelera el paso.
Ya estamos en el km31 y la torre Eiffel, a nuestro costado, está más linda que nunca. La máquina está funcionando a
pleno, a buen ritmo. Ya hay mucha gente caminando y no hay mucho espacio para correr porque está lleno de gente que grita y grita de ambos lados.
Con un francés venimos parejos de ritmo y pasando gente a lo loco. El grita “Allez Allez” para que se corran y yo el típico grito argento de “Vaaaamoooo Vaaaaamoooo” (sin la s obviamente). Seguramente nadie entiende los gritos, pero los corredores se van abriendo y vamos pasando… volando. Meto record en el km34 y nuevo record en el km35. Ahí entramos ya en la última parte de la carrera que son los bosques de Boulogne que tienen una fuerte subida los primeros kilómetros.
No puedo mantener el ritmo y empiezo a aflojar un poco. La cabeza me hierve… me pongo a hacer cuentas de la velocidad que tengo que hacer estos últimos kilómetros para bajar las 4hs30 minutos. Si bien no era mi objetivo, la verdad que lo tengo ahí cerca y me entusiasmo en poder lograrlo. Decido aguantar hasta el km 38 y luego caminar, pero en el 38 siento que puedo un poco más y decido ir hasta el 39 corriendo como pueda. Ya no doy más. Miro mis piernas y no puedo entender cómo aún se mueven. Están disociadas de mi cabeza. Como en los dibujitos animados que cortan a los personajes en dos partes y que las patas van para un lado y el torso para otro. En el 39 empieza otra subida y digo voy hasta el 40 y ahí si camino. “Es el último esfuerzo!”, me aliento. Al llegar al km40 veo que la tendencia cambia y de a poquito no solo empezamos a bajar… sino que volvemos a entrar a la ciudad. Está lleno de gente gritando y alentando. Escucho otra vez los “Allez Messi” y un “Vamos Argentina carajo!” de un compatriota infiltrado en la muchedumbre. Vuelvo a acelerar y veo la marca del km41. Y empiezo a empujar como puedo los últimos metros hasta ver, a lo lejos, la Avenue de la Grand Armée donde termina la carrera. Al doblar, la avenida esta llena de gente de ambos lados. ¡Parece un recital en la 9 de julio! Te sentis un rock star. Indescriptible. ¡Una locura! Agitan banderas, gritan, mueven porras, filman, sacan fotos. Veo el globo de la llegada y atrás… el Arco del Triunfo. ¡Tremendo! ¡Emocionante… increíble… eterno! Bajo el paso… quiero disfrutar este momento… a los costados miles de personas golpeando los carteles de publicidad que hacen un ruido hermosamente ensordecedor. Alzo los brazos y cruzo el globo. El reloj marca 4hs25 minutos.
Me agarro la cabeza… ¡no lo puedo creer! ¡Todo valió la pena! ¡Soy feliz!
Se me pasan miles de imágenes y momentos por la cabeza. Disfruté esta carrera como pocas. Pero no solo los 42kms. Disfruté cada entrenamiento y cada salida que hice para llegar hasta acá. Disfruté de cada persona con la que compartí los entrenamientos, de sus historias y de sus sueños. Y ahora siento felicidad plena de haber podido correr en la ciudad más linda del mundo y haber podido disfrutar cada metro y cada paso que dí.
Hay un infierno de gente. Quiero grabar un video con lo que siento en ese momento pero me interrumpe un francés que grita por Argentina y me quiere dar la mano. Y luego otro. Finalmente lo logro, con la poca voz que me queda. Empiezo a sentir mucho frío. No te dan capas y no tengo abrigo. Voy caminando a Champs Elysees para encontrarme con Maru porque quería sacarme una foto con la camiseta argentina, la medalla y el Arco del Triunfo atrás. Nos encontramos y nos damos un abrazo. Cruzamos a la mitad de la avenida y nos ponemos a hacer las fotos en las islas que están en el medio y que separan Champs Elysees en dos.
Y mientras poso para las fotos, orgulloso con mi medalla y mi remera, escucho desde una de las veredas: “Muuuuuchaaaachos…. ahora nos volvimo a ilusionar!” y tres chicas que cantan, me saludan y agitan sus dos brazos como si estuvieran en la cancha. Y si, pienso… ¿cómo no volverse a ilusionar? Acabo de terminar mi Maratón 17, una de las que más disfruté. Una irrepetible, que quedará siempre en mi corazón. Y me ilusiono con llegar a las 20… ¿por qué no? Si de ilusiones y sueños vivimos. ¡Y eso es lo que nos hace sentir vivos! ¡Y ser felices!
Ezequiel Mirazon tiene 53 años y es socio de San Diego desde 1997
La reflexología es una terapia natural complementaria que aspira a promover el restablecimiento del equilibrio energético del organismo, a través de la estimulación de todos los órganos y sistemas del cuerpo desde las zonas reflejas en los pies.
Se la conoce como un método ancestral y natural de curación. Consiste en la manipulación delicada, pero firme, de los pies a través de las más de 7000 terminaciones nerviosas que se encuentran en la planta del pie. Este estímulo evoca una respuesta involuntaria y favorable en el área refleja que se trabaja en el cuerpo. Despierta al médico interno, ya que estimula al organismo a realizar su propio proceso curativo.
Esta terapia tiene por objeto prevenir y tratar condiciones de salud en todos los órganos y sistemas del cuerpo, especialmente, como paliativo en el tratamiento del dolor.
Beneficios comprobados de esta terapia son: inducir a un profundo estado de relajación, aliviar tensiones y flexibilizar articulaciones, reducir el stress, reducir el dolor y la inflamación, sosegar el flujo de pensamientos y calmar la mente, activar la circulación sanguínea, eliminar toxinas, mejorar el sueño y elevar el sistema inmunológico.
Decimos que el abordaje es Holístico, ya que entendemos a la persona como un todo mente-cuerpo-emociones-ambiente integrado, con una historia personal y
todo aquello que lo conforma tal cual es. Y es complementaria a cualquier tratamiento médico.
Por otro lado, contamos con la Lectura de pies, donde observamos cómo la persona “camina” la vida. Entender cómo piensa, siente, y hace para tener y concretar en su vida, a partir de su esencia; es decir, a partir de las herramientas y capacidades que le son propias para desenvolverse, expresándose desde su ser.
Los tratamientos de Reflexología regulares promueven el bienestar y ayudan a mantener el equilibrio energético y la salud emocional. Pueden recibirse de por vida como medicina preventiva ya que no tienen contraindicaciones por ser una terapia natural.
La Reflexología es mucho más que un masaje; es una forma de conectarse con aspectos internos, profundos y sutiles de uno mismo.