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BOLETÍN LITERARIO MAL DE OJO - NÚMERO 15 - ABRIL 2014

O J O E D L A M

PECADOS CAPITALES CON TEXTOS DE JAIRO GUERRA - MARCO MASSONI- NECHI DORADOJULIÁN SCHENINI- KATHERINE MEDINA- ANA KARINA- ISABEL GUERREROCARLOS SALDIVAR- BELISARIO VENEGAS- SOFÍA DÍAZ - YOYITA.

Número 15

MAL DE OJO

Abril 2014

peregrinación del animal humano a la civilización CONTENIDO Peregrinación del animal humano a la civilzación

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Amor y muerte Jairo Guerra

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Juego de niños/Orgasmo 5 Jairo Guerra Lujuria Marco Massoni Hablar de paz Nechi Dorado

6 7

Fricción Fracción Julián Schenini

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La estupidez/ No Ana Karina

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Pecados capitales Katherine Medina Constructo Isabel Guerrero El octavo vicio Carlos Saldívar

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Mi primer orgasmo Belisario Venegas

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La persona Sofía Díaz

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Gabriela Rembrandt Rouge, pecas Yoyita

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Dentro de todo lo que se pueda decir del ser humano, podría afirmar que en cuestiones de creación laberíntica, el sujeto es experto. Con la clara necesidad de dar un sentido a su existencia, se propone esquematizar líneas imaginarias en geografía, culturas, ideas, conductas, emociones y todo cuanto se pueda nombrar en el universo entero.

El análisis que éste puede establecer en cuanto a las leyes y ejes que fijan nuestra realidad, forma parte de la travesía innata que teje nuestro mismo acontecer.

Para los seres humanos, y solo para ellos se hace indispensable la clasificación de la conducta. En la fuerte dependencia de modelos de explicación que sirvan a ejemplo de todo, trazar personajes imaginarios perfectos e idóneos, se transforma en clave para la interpretación del sí mismo.

De este modo, atendemos a una acción más elevada y sabia, rechazando actitudes reales de convivencia social. Actos indebi2

dos se colocan por debajo de los valores humanos, haciendo el contraste perfecto entre los opuestos.

Narciso en su propia biología, el humano tiende a la ideación de lo quisiera ver de sí y de esta carencia toma la censura negándose a sí mismo. En este accionar in-consciente infringe a los demás entes la misma represión.

Comienza la peregrinación del animal humano a la civilización.

Se gesta el cielo con ojos poderosos controlando el espacio, y todas las aberraciones humanas se quedan colgadas en son de la moral del sacrificio. El odio infame asomado en la envidia, la intolerancia soberana impuesta sobre los pueblos, las ansias frenéticas de poder económico, la gula de recursos naturales, la falta de solidaridad entre hermanos, el abuso y diferenciación de género, mezclados a la amargura esencial de la rabia, más que pecados, han servido de base para transformar esquemas mágicos y armonizadores en

burdas y aberrantes leyes explotadoras de humanos.

En escala mayor o menor, la posibilidad de revolcarse en una o en todas las formas de pecado ha estado desde siempre allí.

La literatura y el arte en general, lo ha reflejado en su mayor expresión al desvestir a personajes impregnados con esta misma «humanidad».

En los mismos infiernos de Dante, paseamos históricamente de un lado a otro, sin dejar de atender a la constumbre, ni ausentarnos del placer.

De manera sádica o masoquista la imagen del sujeto se tiñe con tintes variados de bondad y envidia, de libertad o codicia, de felicidad e ira, de perdón o soberbia, de gula o reflujo, de reflexión o pereza, de lujuria y amor.

En esta edición Mal de Ojo vuelca su atención a la mirada pecaminosa de la humanidad, aquella que permite esclarecer espejos coloridos de nuestra propia realidad.

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p o e s í a

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AMOR Y MUERTE Una erupción volcánica insinúa tu primer orgasmo el de la sangre.

El campanario de la santa iglesia repica en tu laberinto de cristal ahumado las palomas revolotean espantadas.

En cámara lenta tu cuerpo de piel salta y flota por la ciudad.

El vértigo recorre la oscuridad busca un asidero en el vacío.

Las vísceras se debilitan estrangulando la risa de la serpiente acuática de falo placentero la risa del amor, la del amante, la de la muerte tan cercana al amor que por culpa de este paraíso fuimos expulsados de la vida eterna.

Hoy, después del holocausto te busco en los féretros en los campos de batalla en las hambrunas y en la peste, te busco hasta el desespero en todos los osarios en el de Cristo y Magdalena en los de Shakespeare y en los anónimos y yo buscador de unicornios solo hallo cenizas.

Ahora, antes del exterminio sin tu cuerpo ni tu nombre dime entonces cómo te podré matar Amor.

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JAIRO GUERRA

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orgasmo Ciega tus ojos y contempla la penumbra, olvida el laberinto, agudiza los oídos y escucha el murmullo de fondo el eco profundo que dejaron los difuntos en el último segundo.

Ahora desnúdate y deja que la brisa te vuelva cometa cabalga un haz de luz y explota en destellos.

Emana el humor descarga las entrañas escancia en mi cuerpo tu fragancia y como libélulas acopladas sembraremos de polen los estambres del placer.

juego de niños Navegando al igual que las sinfonías las muñecas de trapo danzan en el bosque cercano muy cerca de tus pestañas allí donde la muerte crece como ceiba y el amor no es más que un orgasmo donde los infantes liban el placer el juego y los senos de una madre.

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JAIRO GUERRA

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lujuria Las miradas c cruzaron Una golpe eléctrico atravesó Nuestro aliento Sin palabras nos fuimos acercando Gravedad d los cuerpos.

Nos ocultamos En el silencio d la noche Que brillaba como tu sojos.

Nos fuimos enredando Enlazando como cisnes Los peces del tiempo.

Una fuerza misteriosa Nos cubría Nos atraía Como una daga que atravesaba El corazón T fui atravesando Por todos los poros Abiertos al cielo.

Terremoto corpóreo Pasaba por tu espalda Una y otra vez las replicas Emergían d tu alma Hasta el nacer d mi espesura.

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MARCO MASSONI OYARZÚN

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HABLAR DE PAZ En esta cruel dicotomía que es la vida, donde un imperio feroz nos crucifica, hablar de paz no es fácil, se me ocurre enredada en un cruel paradigma de mentiras.

Y sin embargo la sueño, la deseo, la espero, mientras garabateo un poema -que sin dudas, no es bueno-.

Nombro un fusil que estalla en las entrañas de la vergüenza, por la patria vulnerada.

Nombro a la PAZ que me demoran en entuertos, mientras lloro a mis hermanos encarcelados. Muertos.

Y me atrevo a gritar sin miedo, convencida, que si la paz no se alcanza por las buenas, yo prefiero ir a buscarla

Invento alguna triste melodía, leo un diario y me indigno, siembro flores, las riego, venero a mis muertos e incentivo a mis vivos a continuar su búsqueda, a despejar la niebla que la blinda en una fortaleza de oprobios.

Abrazo a algún anciano que encuentro en el camino, recojo de la calle a un perro flaco y herido.

¡Cómo sea!

Enseño a leer a un niño, a la vez que le pido que nunca se haga amigo del miedo tampoco del silencio, y de paso susurro que la paz no se busca genuflexo o tendido, Sino de pie. ¡Erguido!

Y en el contrasentido constante que es mi vida: … hablo de PAZ y nombro las noches estrelladas, besando las sábanas y los ríos.

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NECHI DORADO

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FRICCIÓN FRACCIÓN Bobo soy, reflejo de tu tez.

Te planteo ser lúdico, una bestia lúbrica.

Podes suspirar la vibración.

Sentir nuestro tacto Prueba de nuestra soledad Estaciones, cuatro por año, me sobran las próximas 150, son tuyas. Instantáneamente destaparte 54.750 sueños, despertarte 54.750 amaneceres.

Todos en una noche.

VIVITE el mañana de ayer, hoy.

Si tu Venus encrespa mi Marte reí, bromeá sobre la efervescencia de mi hombría.

Mentirme en voz baja te pido.

Y de la música…la música.

El caer del sudor es lluvia por deseo.

Todo escrito por tu frágil mano, tu dulce extremidad inerte, dibujando pentagrama en mi pared.

Prometo corto placer jurando su repetición.

Contemplación de nuestro ajeno, luego recordar.

Te quiero faltar el respeto, cojerte el amor

JULIÁN SCHENINI 8

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LA ESTUPIDEZ La estupidez me cuelga a jirones, atrapada en una gaza mojada de jugo de sangre.

La estupidez me cuelga, sangra y pudre como una costra herida en su segundo golpe.

La estupidez me rechaza y me expulsa a gritos, no puede con mi testarudez y capricho.

La estupidez me sigue, me abriga como una manta que calienta en malos tiempos, se hace necesaria, se vuelve condición. ¡Maldita y bastarda, hija de puta estupidez!

La condición no me acomoda y renuncio a lo cotidiano. ¿Por qué quieren que me incorpore?

NO ¡No! Absoluta negación.

No hay casa, ni trabajo.

No hay familia, no hay dinero, ni comida, menos moda. . ¡No, no, no, no!

No hay amigos, tampoco soledades.

No hay amor. Tampoco libertad. ¡Oh no, oh no!

No hay teléfono, ni tierra, ni aire.

No hay nada. Tampoco la otredad. ¡No, no, no, no!

No hay vacíos. No hay cigarros, ni papel, ni lápiz. Tampoco agua, menos tierra!! ¡No, no, no, no! ¡No hay cervezas!

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ANA KARINA

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pecados capitales Soy tu lado más perverso y deseo ocultarme en tu cuerpo para gozar de ti.

Vestra sum, latus perversissimi et in vestra corpore abscondere volui ad fruendum te

Comiendo ansias no se quitan las ganas de devorarte entero.

Manducare anxietatem non remota sunt desiderium ad devorandum te totum

Amo el reflejo que veo, es tan brillante como la tumba de monarcas del primer invierno.

Ego quasi reflexio video, est lucente, sicut ad monumentum priorum regum in hieme

Aborrezco tu nombre, tus ojos, tu olor, y cada cosa tuya, porque no me pertenecen.

Odi nomen tuum tuos oculos, odore totus, quia ego non pertinent

Las monedas tintinean en el bolsillo y cada diez pasos se detiene a contarlas temiendo que no estén completas.

Nummos, tintinnaculus in sinu eius condenda et decem clausuris numerare gressus timens, qui dicuntur non perfecissem

Odio el mundo y la vida pues todas esas cosas son principio de dolores.

Odi mundi et vita haec autem omnia initia sunt doloru

Aplazando el presente, no se obtiene tiempo para el mañana.

Cunctantem hodie, tempus non dabit tibi cras KATHERINE MEDINA 10

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NARRATIVA 11

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co n s t r u ct o De a poco fueron robándole espacios, atándolo a la deuda, a la creencia, a la verdad indiscutible del progreso, el deseo del pobre.

De a poco fueron quitándole la tierra, escupiendo su agua con toxinas de espanto, cortando su mirada, devolviéndolo al desamparo.

De a poco fueron vendando sus ojos, crucificando su razón, vendiéndolo al pecado, inventándole mundos imaginarios, con dioses y musas, con vírgenes y santos.

De a poco lo fueron condenando bajo las imágenes irreales de caballos muertos, de esclavos idóneos, de partículas remotas y senderos ya trazados.

Fueron robándole su nombre, quitando poco a poco su piel, manchando con dinero sus manos, entregándole la espada y la carne, la bomba y el diluvio, reduciendo su mente al consumo.

Poco a poco van caminando por su tierra, con un cigarrillo en la boca, con la libreta digital y el auto, las llamadas telefónicas para hacer tratos, las corbatas amarradas, los zapatos bien lustrados, el doble idioma, la firma y el contrato.

Ahora vas tú caminando descalzo, detrás del monstruo, como un esclavo, llorando por tu tierra, gritando en silencio, bajando el puño, hundiendo tu espalda, fumando un cigarrillo, poniéndote corbata, lustrando tus zapatos, comprando libretas, firmando contratos, pisando la tierra de tu hermano masacrado.

ISABEL GUERRERO 12

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EL OC TA VO V IC IO Caminé durante horas por el tenebroso círculo de fuego donde se ubicaban aquellos seres.

Me crucé de nuevo con La lujuria, una criatura que se convertía en dos cuerpos y realizaba todo tipo de actos sexuales consigo misma, al mismo tiempo se asfixiaba en fuego y azufre. Me aterré. Enseguida apareció La gula, un ente obeso que devoraba todo tipo de alimañas. A continuación, surgió La avaricia, una figura cubierta de joyas que intentaba escapar de una olla con aceite hirviente. No soporté tantas aberraciones, empero, seguí avanzando.

Vi a La pereza, reposando en una fosa llena de serpientes. Después La ira se plantó frente a mí e intentó golpearme, mas no lo consiguió pues algo invisible la tenía cogida y la desmembraba. Luego La envidia, que estaba congelándose en una laguna de hielo, me pidió ayuda y me miró con ojos hambrientos, deseaba ser yo. Huí de ese lugar y me topé con La soberbia, el peor vicio del grupo. Su belleza era destrozada por una monstruosa rueda gigante. El horror consumía mi cuerpo, me oriné, defequé, vomité. Me dije que yo no debía estar ahí, que yo no era un pecado capital.

En el siglo IV un religioso habló de ocho oscuras pasiones humanas, las siete que he visionado y una más: la cobardía, la cual permite que los demás sufran, que es incapaz de sacar fuerzas de sí para exigir justicia, que se somete a la porquería del mundo, dócil y cabizbaja.

Aunque en los siglos subsiguientes un sacerdote y un papa ya no consideraron a la cobardía como un pecado capital, hay alguien que aún sí y Aquel me ha traído a este infernal sitio donde, como tantos cobardes, sufro el castigo de observar impotente y asqueado los suplicios horrendos que padecen los otros siete vicios.

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CARLOS ENRIQUE SALDÍVAR

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mi primer orgasmo Estaba revisando la escasa cantidad de comentarios que recibo por las cabezas de pescado que escribo y no resistí la tentación de compararlos con otros, más comentados. De inmediato, caí en la cuenta de que mis creaciones adolecen del ingrediente que apasiona multitudes, el sexo y resolví por lo tanto enmendar el rumbo.

Pero, como no domino bien el tema, he llegado a la conclusión de que debo seguir ciertos parámetros que se desprenden de las publicaciones: 1.- Debo quedar siempre como atleta y no demostrar cansancio. ¿Se han fijado que cada huevón, (amigo, en chileno), que escribe sobre erotismo, no descansa jamás?

2.- No debo dormir en toda la noche y llegar hasta el amanecer, ya que no debo omitir la mañanera. (Esta huevá si que me va a costar un poco, porque apenas pongo la cabeza en la almohada, empiezo a roncar como loco).

3.- Y por último, ser creativo y dominar variadas posturas, como el vuelo del cóndor, con un pie detrás de la puerta, el salto del tigre y muchas otras que existen, según me han contado.

Vamos a ver como resulta mi primera obra califa…

MI PRIMER ORGASMO Nunca se borrará de mi mente la noche de mi primer orgasmo y lo que la mayoría de mis lectores, seguramente recuerdan como un hecho sublime, embriagador, yo lo evoco como uno de los momentos más impactantes de mi juventud… &&&&&&&& La fiesta del cumpleaños de mi madre estuvo bastante regada y una de sus amigas invitadas se quedó a pasar la noche, una, por lo tarde que era y otra, por encontrarse un poquitín pasada de copas…

Dormía yo plácidamente en mi lecho de estudiante, cuando de pronto, una mano se deslizó silenciosamente por entre las sábanas interrumpiendo mi sueño. Me quedé estático conteniendo la respiración, mientras la mano misteriosa se deslizaba suavemente por mis piernas. En la semipenumbra de mi habitación, era posible distinguir la figura de Eva, que así se llamaba la dama en cuestión, de rodillas al borde de mi cama buscando algo por debajo de las sábanas.

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¿ Se le habrá perdido algo?, pensé extrañado y estuve a punto de preguntarle que sería lo que había extraviado, cuando su mano aterrizó sobre mi “chingue”, lo que hizo detener mi corazón abruptamente.

No me voy a detener en detalles, pero solo les puedo decir que aprendí de golpe que el sexo no es solamente “echar a pelear los miones”, como decía mi abuelo y que intervienen otros aspectos que por aquellos días, eran considerados antinaturales y propios de un degenerado.

Abreviando, la comadre era por lo visto, harto “degenerada”, porque me hizo cochinadas que no me atrevo a contar. Pa´más remate exigía besos, después que su boca anduvo por….No, no se los voy a decir porque me da una terrible vergüenza y se van a reír de mi.

Pero, lo peor,… vino al final. No sé qué cresta hizo conmigo, pero, lo que si recuerdo clarito, es que de pronto sentí que se me iba la vida mientras yo desfallecía sin poderlo evitar. Cuando recobré la noción del tiempo, Eva ya no estaba dejándome abandonado en un mar pegajoso de fuertes olores y sumido en culpas y remordimientos.

Como pude y todo tembleque, me arrodillé ante una imagen del Corazón de Jesús que había sobre mi velador y comencé a golpearme el pecho, al tiempo que musitaba…

- Yo pecador, me confieso a…. * Huevones, en chileno: amigos, bobos, amermelados, inocentones.

BELISARIO ABELARDO VENEGAS

la persona

Había una vez una persona sin nombre ni boca. No podía hablar ni tocar, así que veía y escuchaba con su mente y su imaginación. No tenía relato ni amor y pensó ¿qué seré? ¿Un ser sin habla?¿ yo que soy?

Así que el hombre se fue de la bondad y pasó al malhumor y al enojo. La persona sin nombre y sin habla se enojó y se puso el nombre de La Ira y fue tanta la rabia del hombre que explotó.

SOFIA DÍAZ 15

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MAL DE OJ O Lente de lector Derechos exclusivos de sus autores ©Todos los autores Gráfica y diseño © Editorial E-Lit. Santiago de Chile http://editorialelit.blog.com Correo electrónico: elit.correo@gmail.com Teléfonos: (56) 9-97844084 (56)9-78247700 Agradecemos a todas las personas que colaboraron en este número: Jairo Guerra, Marco Massoni, Nechi Dorado, Julián Schenini, Katherine Medina, Carlos Saldívar, Belisario Venegas, Sofía Díaz, Yoyita, Sr. H. y Rodrigo Adasme.

En el ojo del huracán Difusión cultural

Registro fotográfico de Editorial E-Lit. Fotografía de portada: Como pecas pagas.

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