Editor: Rael Salvador l Diseño: Arturo Corpus l raelart@hotmail.com / palabra@elvigia.net
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DOMINGO 17 de enero de 2016 / Núm. 249
DOMINGO 17 de enero de 2016
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GATUPERIO
NOTAS DE UN MARGINADO
DE UN SUPERMERCADO
eljorjolo@gmail.com
Suplemento Cultural
No. 249/ 17 de enero / 2016 Director General Santiago Garín Walther
Por Gerardo Sánchez G.
Construir con llantas, enfatiza el profesionista ensenadense, es retoENCABEZADOS por el arquitecto mar los conocimientos de arquitecegresado de la Universidad Autóno- tos, ingenieros, albañiles artesanos ma de Baja California, David Bonilla mexicanos, con propuestas que sean Sánchez, un grupo de profesionistas capaces no sólo de atender la proensenadenses tendrán participación blemática ambiental, sino también en la XV Muestra Internacional de social, con familias que carecen de Arquitectura en la Bienal de Venecia un hábitat digno y sin la posibilidad económica de acceder a la arquitec(Biennale di Venezia) 2016. “En la riqueza de nuestro legado tura tradicional. La arquitectura, concebida dentro arquitectónico habitan la fuerza y valor suficientes para dar solución de las Bellas Artes –comenta–, pero a los retos del mundo de hoy”, dice con soluciones y aplicaciones prácla frase introductoria del proyecto ticas, que atiende circunstancias 0151BV titulado “Caminando sobre específicas sociales, económicas, culturales, ambientales y geográla huella de los ancestros”. Bonilla Sánchez explicó que su pre- ficas. sentación aborda la construcción de En la Biennale di Venezia 2016, a inmuebles con llantas usadas –en el realizarse de mayo a octubre del precual trabaja desde hace quince años–, sente año, habrá muestras cinemaen un método de bajo costo y fácil tográficas, de danza, música, teatro, aplicación, y en el cual se conjugan la artes plásticas y otras expresiones cularquitectura, la proturales del quehatección ambiental, cer humano y es, “Visión social de apoyo una visión social de según el arquitecto a los sectores más apoyo a los sectoBonilla, la primera pobres y la óptica de res más pobres, el vez que un grupo construir con lo que se sentido común y de ensenadenses tiene a la mano” la óptica de consestarán presentes. truir con lo que se “Hay varias batiene a la mano. tallas que necesitan ser ganadas y Indicó que la selección de esa pro- diversas fronteras que necesitan ser puesta ensenadense no es casual, pues expandidas para mejorar la calidad refleja la postura del chileno Alejandro de lo construido y la consecuente Aravena, director artístico o “curador calidad de vida de las personas. (...) maestre” de dicha exhibición, quien Historias exitosas que valen la pena plantea que se tiene construir con lo de ser contadas y casos ejemplares que existe en el entorno para hacer que merecen ser compartidos donde que la arquitectura sea asequible –que la arquitectura hizo, es y hará una diferencia en esas batallas y frontepueda conseguirse– y accesible. De otra manera –dice Aravena ras”, escribió Alejandro Arevena en y coincide Bonilla– el arquitecto y la convocatoria para la mencionada la arquitectura se vuelven ajenas y muestra. Enhorabuena. elitistas. elsopordelbuitre@hotmail.com
Director Editorial Enhoc Santoyo Cid Gerente Administrativo Alfredo Tapia Burgoin Editor Rael Salvador Críticos / Colaboradores Héctor García Mejía, Marcela Danemann, Ruth Gámez, Federico Campbell (†), Olga Aragón, Jorge L. Osiris Fernández, Gerardo Sánchez, Sergio Gómez Montero, Elia Cárdenas, Jesús López Gorosave, Paúl Nazar, Lauro Acevedo, Heberto J. Peterson L., Iliana Hernández P., María Eugenia Bonifaz de Novelo, Ana M. Mora, Herandy Rojas, Ramiro Padilla, Daniel Salinas, Óscar Ángeles Reyes, Gerardo Ortega, Deÿ López, Aldo Calderoni Etcheverri, Jaime E. Delfín V., Manuel Quintero, Martín Caparrós, Eduardo Cruz Vázquez, Miguel Lozano, Jhonnatan Curiel, Óscar Villarino Ruiz, Alberto Manguel, Daniel Iván Arellano G., Carlos Patiño, Joatam de Basabe, Jorge Calderón, Leobardo Sarabia Quiroz, Magdalena Calderón, Enrique A. Velasco Santana, Jorge Valenzuela, Guadalupe Beatriz Aldaco, Gerardo Navarro (Nemónico), Andrea Torres, Concha Moreno, Fabiola del Castillo, Liz Durand Goytia, Alfonso García Quiñones, Leila Guerriero y Onix Galel. Corresponsal en Francia Cony Singüenza Corresponsal en Italia Ferdinando Scianna Corresponsal en Chile Ramón Ángel Acevedo, “Rakar” Corresponsal en Argentina Patrick Liotta Fotografía Enrique Botello Correo electrónico raelart@hotmail.com palabra@elvigia.net Ilustración: Cortesía
M
e agrada ir a comprar la despensa. Compro cosas que sé no necesitan refrigerarse, pues aún no tengo refrigerador, porque así de descuidado soy con las cosas que son elementales para vivir cómodamente en una casa. Por lo general voy cada dos semanas, cuando la alacena ya está medio vacía, y compro enlatados, pasta para preparar espaguetti, mayonesa, leche, huevos y algunas otras cosas que creo necesarias para tener al menos una comida buena al día. No hago listas de lo que voy a comprar y tampoco voy por una o dos cosas. Tomo un carrito y me paseo más de una vez por cada pasillo, casi al ritmo de la música más bien mala que sale de un lugar que desconozco y que no trato de buscar. Dejo de aventar cosas al carrito cuando creo estar cerca de los trescientos pesos, cantidad que no sé por qué decidí gastar en alimentos, pero que me parece buena y que rara vez excedo. Aquel día fui por la tarde, ya estaba oscuro. Cuando me acerqué a la caja con mi carrito lleno y empecé a dejar las cosas sobre la banda, el guardia salió apurado por la puerta de entrada. La cajera fue muy amable y, como de costumbre, miré su gafete y la llamé por su nombre y la observé atentamente mientras me cobraba. Ella murmuró una maldición, pues había marcado una sola lata de atún, de las ocho que eran, y ahora tenía que marcar una por una. Entonces apareció el guardia con una bolsa
de pan, seguido por una mujer envuelta en algo que a mi me pareció un reboso que se detuvo al llegar a la puerta y comenzó a gritarle con coraje al guardia. Gritaba que se tragara todo el pan, si así quería, que ya ni se podía con la gente, que si no veía cómo estaba ella de jodida y demás cosas. Todos mirábamos la escena. La mayoría asustados, yo con una tranquilidad, que creo he ganado a fuerza de ver tantas escenas como esas. El guardia comenzó a explicar a alguien que estaba detrás de mi que la mujer se había llevado el pan sin pagar. La gente rió. Al poco rato la mujer regresó y desde afuera seguía gritando cosas al guardia. Después se fue y volvió a regresar varias veces, hasta que ya no se escuchó más. Me terminaron de cobrar y cuando salí de la tienda, la mujer estaba del otro lado de la calle y seguía gritando. Una señora pintaba las escaleras del super con pintura gris y me preguntó qué había pasado. Le dije lo que había dicho el guardia y ella dijo que mejor le hubieran dado el pan, que no era para tanto. Yo sonreí y la miré un rato, se veía cansada y parecía una buena persona. Entonces pensé en decirle que algo parecido pasaba en aquella novela de Víctor Hugo que empieza con un hombre que roba una pieza de pan. Pero pronto pensé que ella no había leído Los miserables y que seguramente ni siquiera sabría de su existencia, así que me despedí amablemente y comencé a caminar hacia mi casa, escuchando a la mujer que seguía del otro lado de la calle gritando con un coraje que sólo la gente que vive en la misera puede tener.
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Por Jorge Valenzuela
ARQUITECTURA, ARTE, COMPROMISO SOCIAL
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NOCTI-VAGAS
ALEATORIEDADES
EL REGRESO DE EL ZURDO
¿QUÉ ES LA POESÍA? Sergio Gómez Montero* Por Daniel Salinas Basave
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cabeza. ¿Qué pasaría si la poesía desapareciera EL INSTANTE PRECISO en que se lee un de la faz de la tierra? Sin duda, nos dice Basave, libro es irrepetible. La forma en que se pro- la existencia humana se tornaría desolada, induce esa mágica comunión con el lector está completa, triste. regida por circunstancias únicas. De ahí que la Cierto, la poesía, afirma el autor, no es la única relectura sea, las más de las veces, una nueva razón de vivir, pero sí es uno de los motivos aventura, el redescubrimiento de un camino esenciales que dignifica y embellece la existenque creíamos andando y que de pronto nos cia de los seres humanos. da la impresión de estar pintado con otros Con esta premisa en las alforjas, emprendemos colores, iluminado por otra luz, habitado por el camino en busca de la esencia de lo poético. otro espíritu. El mundo de la poesía se configura no solo con En los últimos meses me he dado a la tarea el poeta, sino también con el lector, con el intérde releer algunos libros de Agustín Basave prete, con el crítico y en este caso, con el filósofo Fernández del Valle y la relectura ha ido más y al filósofo lo que le interesa es ir a las últimas allá del redescubrimiento. Especial emoción causas y a los supremos principios del poema. me ha producido el Desentrañar la significación y adentrarme nueel sentido del vamente en las complejo verbal. páginas de ¿Qué es la poesía?* To¿Acepta usted el dos hablamos de reto? poesía y si buceaPoesía no es un lenguaje de lo mos un poco en la memoria, caesentimental cualremos en cuenta quiera, señala de que somos Basave. Tampoco capaces de mebasta decir que la morizar, al menos poesía es el arte parcialmente, un poema que que se manifiesta por la “La pluma de Agustín evoca imágenes y toca fibras palabra, aunque ciertamenBasave se adentra en te que la poesía es arte. A lo sensibles de la misma forma las profundidades de largo de más de 360 páginas que una vieja canción puede un abrupto bosque Basave nos lleva por la signiproducir, al menos por unos abriendo un sendero ficación y sentido de la poesía, segundos, la resurrección de con preguntas” antes de emprender un mágiun instante. La poesía está ahí, oculta pero omnipreco peregrinaje por las páginas sente, acechando nuestras vidas, saliendo al de Byron, Petrarca, Huidobro, Dante, Schiller, paso en el entorno más improbable. Pero acaso Baudelaire, Machado, Quevedo, Unamuno, no hemos tratado de respondernos a nosotros Poe, López Velarde y Neruda, entre otros mismos, más allá de una aburrida definición de tantos. curso de literatura, qué es realmente la poesía. Es una inmejorable puerta de entrada a la He aquí las preguntas y respuestas de un filó- obra de más de 40 libros de Agustín Basave sofo que escarba en el fenómeno poético. Fernández del Valle, un Quijote de la filosofía La filosofía nace del cuestionamiento y el au- que ya no está entre nosotros. Basave murió tocuestionamiento. Mayéutica pura. La pluma el 14 de enero de 2006. Su último libro, La de Basave se adentra en las profundidades de civilización del amor, llegó a la imprenta en un abrupto bosque abriendo un sendero con forma póstuma. Su herencia es eterna y hoy, a preguntas, pues es sólo mediante el perpetuo diez años de su partida, en cada relectura dessigno de interrogación que se logran desente- cubro, aún con más intensidad, a un verdadero rrar los grandes misterios. ¿Qué es la poesía? enamorado de la sabiduría. Así, partiendo de esta pregunta fundamental, danibasave@hotmail.com Basave nos regala su introducción filosófica a la poética. Aunque las contraportadas suelen mentir, debo ¿Qué es la poesía? Introducción filosófica a la poética, admitir que la de este libro planteó una idea de Agustín Basave Fernández del Valle (Fondo de Cultura aterradora que se quedó dando vueltas en mi Económica).
DESDE RAFAEL BERNAL (y lo que hay previo a él) hasta Élmer Mendoza hoy, la novela policiaca en México ha tenido momentos de gran lucidez en las novelas de Paco Ignacio Taibo II o en las de César Güemes y otros. Por eso hoy, cuando una nueva novela policiaca** de Élmer aparece y en ella el personaje principal vuelve a ser el Zurdo Mendieta la curiosidad del lector despierta para darle seguimiento a las nuevas andanzas que, gracias a la imaginación de Mendoza, va a emprender el personaje emblemático del escritor. Con el sinaloense, pues, la novela policiaca encuentra en México situaciones singulares (muchas de ellas vinculadas con el narcotráfico) que tienen su génesis casi siempre en Culiacán (lugar de donde el escritor es originario) y que lo mismo se desarrollan allí, que van y pueden desembocar aún fuera del país, como su novela más reciente, en donde buena parte de la trama se desenvuelve en la ciudad de Los Ángeles, en E.U. Esa marcada división en dos etapas de este libro, hace que la primera parte se desarrolle de una forma explosiva, dada la participación directa de Samantha Valdés, jefa del cartel del Pacífico en términos novelísticos, quien sufre un atentado que la pone al borde de la muerte y en las garras de policías y militares durante su recuperación en un hospital de Culiacán. Es allí donde, una vez más, siguiendo los consejos de Belascoarán Shayne (el personaje emblemático de las novelas de Taibo II), interviene el Zurdo para lograr que la “jefa” logre salir sin mayores sobresaltos de la complicada situación en la que se encontraba. Pero la anécdota no tiene la misma fuerza en la segunda parte, pues la recuperación del hijo de Mendieta –secuestrado en Los Ángeles y paseado por Tecate y Tijuana, para ser finalmente liberado en la ciudad californiana– carece del mismo impacto narrativo de la primera parte del libro, por más que esporádicamente participen allí miembros de las principales agencias de seguridad de E.U. Allí las acciones son vacuas, carentes de interés, muchas de ellas planas, a pesar de que, en sus páginas aparecen ocasionalmente compas como Blancarte, Sergio Rommel, Gabriel Adame y otros varios compañeros de Tijuana, Tecate y Mexicali. Pero a pesar de eso, la segunda parte de esta novela no levanta.
Sin duda, este libro del escritor sinaloense lleva a pensar en lo que Vicente Francisco Torres escribe en la parte introductoria de su ensayo sobre novela policiaca en México: ¿puede, la novela policiaca en general, considerarse un género con suficiente calidad imaginativa o debe situarse como un género menor? ¿O el dilema debe centrarse sólo –añado de mi cosecha– en torno a novelas bien o mal escritas? Por ejemplo, ¿en el caso de esta novela, qué sentido tenía insertar dos historias dentro de ella, restándole así tensión a la trama y haciendo pensar que la primera parte de esa trama, por debilidad, no pudo ocupar todas las páginas del libro y que la segunda parte es sólo un relleno para darle la extensión editorial requerida? Dudas imposibles de resolver en una reseña, pero que están allí, latentes, una vez terminada la lectura del libro. Una lectura necesaria para darle seguimiento a un autor destacado en el género de la novela negra en el país. gomeboka@gmail.com *Un lector que siempre regresa. **Besar al detective, de Élmer Mendoza (Literatura Random House, México, 2015).
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P A R A NO LEER COMO EL PATO DONALD
Interesante y profundo el análisis que Armand Mattelart hace sobre la evolución de los medios de comunicación desplegados en Internet para ejercer presión política Por Iliana Hernández Partida “El gran enemigo del conocimiento no es la ignorancia sino la ilusión del conocimiento”. Stephen Hawking.
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l sociólogo belga Armand Mattelart, estudioso de los comportamientos de las masas y su respuesta a los estímulos de los medios de comunicación; define la Global Information Dominance (Dominación Global de la Información) como un fenómeno que parte de la cúpula del poder y se infiltra en las vidas de los ciudadanos sin presión aparente, sin repercusiones detectables: la vida se desarrolla en aparente calma aunque en las capas subterráneas de las comunidades existen fenómenos que promueven el cambio y el estancamiento también. Mattelart precisa el Soft Power o poder blando como la capacidad de engendrar en el otro el deseo que alguien quiere que anhele, lograr que crezca en el individuo la facultad de llevarle a aceptar normas e instituciones que producen el comportamiento previsto,
este poder blando modela las preferencias y utiliza medios aparentemente controlados por el individuo pero que son operados y provistos por otras inteligencias que tienen sus proyectos fuera de visibilidad social. Es interesante el profundo análisis que Mattelart hace sobre la evolución de los medios de comunicación, por ejemplo la aparición de la Netwar, desplegada en la red Internet para ejercer presión política y activista; sólo recuérdese el caso de los neozapatistas en 1994, donde por primera vez se orquestó y difundió la posición de los insurgentes en un medio que era capaz de llegar en tiempo real a todos los países y provocar con ellos un despertar al poder que emana de la imagen, de la interconectividad existente. La Guerra del Conocimiento es lo de hoy, los activistas se han convertido en “hacktivistas” o expertos en tecnologías aplicadas para el robo o intervención de la información privada de los países en pugna, la promoción y los llamados a los movimientos políticos en las redes sociales son más efectivos que la entrega de volantes en la calle o las reuniones clandestinas en donde los insurrectos arriesgaban la vida, el salto de mata era arrojar una moneda al aire y apostar el día a día por la causa. En un escenario más consciente, los mandatarios pueden participar de la Ciberwar o Guerra Limpia (1995), y tener a la vista las consecuencias de una guerra con deter-
«La “culpa” de los desastres y guerras proviene de una entidad que tiene un rostro muy borroso, pareciera que nadie es realmente culpable de los con�ictos»
minado armamento o estrategias de combate, ya pueden calcular de antemano las pérdidas humanas y las consecuencias para sus territorios en la empresa de la guerra. ¿Esto es bueno para la población o establece que llegará el momento en que los dirigentes se jueguen el todo por el todo? El Poder Solitario, que se ejerce desde una esfera de poder desconocida, según Mattelart es muy real en cuanto no es palpable, ya que si se cuestiona sobre él a las personas en la calle, se cae en cuenta que la “culpa” de los desastres y guerras proviene de una entidad que tiene un rostro muy borroso, pareciera que nadie es realmente culpable de los conflictos y que la responsabilidad se diluye entre decisiones y mandatarios que un día están y otro no. Respecto a la información como moneda de valor corriente, es saludable cuestionarse: ¿Cuál es su valor realmente, al tener a la mano tantos datos y textos que deberían reflejarse como en conocimiento útil para el desarrollo y mejor vida para las comunidades?, ¿qué estamos haciendo con esa producción incansable de conocimiento?, ¿cómo percibe una persona de un lugar remoto las puertas de oportu-
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nidad que se le abren para educarse o mejorar la manera en que vive? Mattelart sugiere que el conocimiento que está al “alcance” de cualquiera en la red está precondicionado, prediseñado a quien llega, los algoritmos se mueven bajo los hilos del poder acéfalo que surte de la información “ideal” para los usuarios según sus perfiles que ya son conocidos en bases de datos que provienen de medios tan “inofensivos” como las cuentas de correos electrónicos, las redes sociales, los historiales de consultas en los buscadores más populares, se puede decir que se nos da lo que nos merecemos de acuerdo a nuestro estrato y posibilidades económicas. Como ejemplo, hice una búsqueda de drones para tener una idea del precio promedio en diferentes sitios de Internet, a partir de ese momento toda la publicidad que llegó a mi correo electrónico y a mis redes sociales tenía que ver con la cotización y modelos de drones disponibles en mi rango de consulta, situación que se prolongó por más de un mes en los anuncios contiguos a mis consultas en la red. Es el poder suave, ese que se va inmiscuyendo en las vidas de todos los que conocemos. Es imparable y se rige por nuestras preferencias manifiestas. Para dar un equilibrio a esta abrumadora ola informativa es deseable que se ejerzan las cuatro virtudes cardinales de la sociedad informacional, propuestas por Mattelart: la primera es descentralizar, o sea trasladar y diseminar la información de un solo centro de poder, luego globalizar: crear las
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condiciones para que el conocimiento se comparta de un extremo del planeta al otro. Por último armonizar; hacer cumplir el derecho de todos a Internet para empoderar con estas herramientas a quienes estén sufriendo o manifiesten el deseo de un cambio. La gran esperanza es que se geste, bajo estas condiciones de constante supervisión de los poderes del estado, una conciencia de red mundial solidaria, que la pantalla no adormile la potencialidad de los nacidos en la era de las computadoras, que el consumismo por la imagen no venza a la acción en la vida real, que la comuni-
«La experiencia de leer, crear textos en línea, buscar y encontrar información tendrá que ser un tema de más cuidado entre los ciudadanos»
cación virtual no sea más importante que la conversación y la resolución de problemas simples con el vecino de al lado o la discusión entre familiares, la conciliación debe superar a la red y sus buenas voluntades. Es claro que un poder “blando”
tendrá mayores dificultades de inmiscuirse en una sociedad que tiene una relación más profunda con la lectura, porque idealmente se tendría que leer para alcanzar la autonomía intelectual, utilizar correctamente el lenguaje escrito para tener una buena comunicación en una sociedad letrada, para dejar volar la imaginación y recrear el espíritu. Será interesante ser testigo de cómo las sociedades del conocimiento lidian con los diferentes textos escritos y la permanente evolución que ya se ve en el lenguaje, los neologismos y la incorporación de elementos icónicos como parte ya rutinaria de la comunicación virtual. La experiencia de leer, crear textos en línea, buscar y encontrar información tendrá que ser un tema de más cuidado entre los ciudadanos. ¿Qué buscamos y para qué? ¿Qué leemos y para qué? Las preguntas tendrían que tener su equivalente en una respuesta que sobre todas las cosas apuntara al bienestar del que busca y lee, en la manera en la que interactúa con los seres reales que se encuentra en la calle y con los que tiene que convivir, la respuesta está en los adelantos que se reflejen en la salud de las personas y su medio ambiente, en la conservación de las riquezas naturales y la sustentabilidad en los territorios en peligro, si no es así hay que replantearse las preguntas y las lecturas, ¿a dónde nos llevará el mar de conocimientos sin regulación ni elección consciente? premoniciones@hotmail.com
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FOTO DE LA SEMANA: BLANCO
CUENTO
CIUDAD Y NATURALEZA Por Heberto J. Peterson Legrand
perfilan sus vehículos hacia ese otro mundo de la naturaleza para ir develando, conforme ño tras año, Oswaldo vivía viendo los ama- avanzaban por caminos y campo abierto, la neceres y el ocaso de los días entre los espa- belleza que la flora en su más elocuente expresión se hacía presente, la diversidad también de cios que la jungla urbana le permitía otear... Era una cucaracha o ratón que se deslizaba la fauna, en sus ágiles movimientos, especies y entre las estructuras recorriendo calles y ave- formas despertaban la admiración. Hubo trayectos que recorrieron a pie y desde nidas, siempre callejeando las mismas rutas que casi podría transitar con lo alto de algunos cerros admiraban a lo lejos los ojos cerrados, o el piloto lagunas, ríos y bosques que los esperaban para automático de sus carros, si acampar. éstos lo hubieran tenido. No Oswaldo recordaba una de sus lecturas donejercitaba su cerebro dándole de un médico decía que el ejercicio ayudaba a nuevos retos, nuevos caminos, liberar tensiones, oxigenaba el cerebro y purificaba la sangre, y, reflexivo, se decía a sí mismo: nuevos obstáculos. La rutina, la sensación de “La teoría sin la praxis es estéril, no da fruto seguridad que le inspiraba la alguno”. ciudad iban haciendo parte Hicieron en la noche una fogata, comieron y de su vida un tanto mediocre; atrapado en su bebieron e interpretaron música con algunas pequeño mundo, su cosmovisión se iba redu- guitarras y armónicas que llevaban, y no faltaron ciendo y lo iba convirtiendo en un hombre un quienes entonarían algunas de las canciones. tanto medroso, miedoso, inseguro fuera de su Ya en el interior de su carpa, Oswaldo le decía usual entorno. a Rosa, su esposa: “Dejé ir los Para fortuna de sus hijos, éstos años y te arrastré conmigo. eran la antítesis de él. Siempre No los puedo recuperar, “No ejercitaba su pero sí darle calidad a los buscaban nuevos horizontes, cerebro dándole querían ver más allá, ellos que tenemos por delante”. nuevos retos, nuevos Pasó el tiempo y eran ahora querían sentir, oler y respirar caminos, nuevos Oswaldo y Rosa quienes preese otro ámbito que es la natuobstáculos” guntaban: “¿Cuándo? raleza. Bien decían los griegos, que el hombre mientras más Nosotros ya hicimos el cerca está de la naturaleza y vive en armonía equipaje y queremos ir a tonificar nuestros con ella será más sano. pulmones”. Si los hijos de Oswaldo no fueran como son Les decía Oswaldo a sus hijos: “No me vayan éste seguiría atrapado en su mundo de metal a entender mal, esto no quiere decir que tenemos que hacer el 100% de lo que ustedes nos y cemento. Romper las inercias, quebrar los hábitos ad- proponen. También queremos expresar nuesquiridos, superar miedos, dar ese paso que le tro criterio y ver respetado nuestro espacio de abriría o dilataría el horizonte de Oswaldo y su libertad”. Ciudad y naturaleza se armonizan cuando las esposa, a quien arrastró siempre en su camino porque sumisa hacia lo que éste “sugería”, era personas tienen la capacidad de hacerlo. tarea que los hijos se habían propuesto. Un día organizan una pequeña caravana y petersonheberto@live.com
Foto: Jesús López Gorosave.
A
Jesús López Gorosave Es medico jubilado, con gusto por la fotografía. Radica en Ensenada, B.C., y es colaborador de El Vigía. La Foto de la Semana es un reconocimiento que se otorga por el mayor número de votos, avalando el dominio del tema, en el sitio de Facebook Fotografía Diaria.
LLUVIA
Por Elia Cárdenas La lluvia ancló sus amarras en el /puerto Tiene días aquí, no desaparece Decidió quedarse Parece que su estancia será por mu /cho tiempo Tiene un romance con el puerto Le prodiga su cuerpo en varias /formas Hace gala de su infinita variedad Se presenta de manera suave como /húmeda brisa
Se ornamenta con gélidos vientos Comportándose como toda /enamorada Canta con fuertes sonidos Cuando se enoja con él lanza trozos /de hielo No la detiene nadie Es bella, fuerte, necesaria En ocasiones temible, no vive sin /ella Cuando no viene la extraña Es un romance complicado. bioelia@hotmail.com
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POESÍA
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DIABLO GUARDIÁN: del libro a la TV
“Nadie aseguraba al amigo que ese dinero lo vería de vuelta, ya que era una posibilidad remota la de que Xavier obtuviera el premio...”
Por Joatam de Basabe
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¿A
lguna vez te han besado con los labios cubiertos de wasabi? A Xavier Velasco sí. Y fue así como nació Violetta, el personaje protagónico de la novela que ganó el Premio Alfaguara en 2003. A casi 13 años de la publicación de Diablo guardián, los lectores de habla hispana siguen enamorándose de esta historia que nos presenta la vida de una chica quinceañera, mexicana, que prueba nuevos aires partiendo a los Estados Unidos, no sin antes pegar un gran golpe económico y emocional a sus padres. Pero, ¿existió una Violetta en realidad que narró los capítulos pares? ¿O todo lo que está en el libro salió de la imaginación de Velasco? Fue gracias a que en pasados meses Xavier Velasco impartió una charla en el Centro Cultural Tijuana (Cecut) y a la amabilidad de Jeanette Sánchez, que tuve la oportunidad de hablar con el autor capitalino de 51 años de edad. Mi pregunta fue: ¿Cómo le hiciste para crear a Violetta? Y es que es un personaje con tanta vida, con tanta presencia, con tanta humanidad que parece más real que algunas personas que andan por ahí, de carne y hueso. Y la explicación es la siguiente. Aunque practicaba la escritura desde los nueve años, como un vicio secreto, resulta que es hasta la década de los ochentas cuando a Xavier Velasco comienza a estudiar la mente femenina. En esos tiempos era roquero, amigo de Saúl Hernández, líder de la banda Caifanes, y como parte de esa pasión, escribía canciones y a la par la biografía del grupo, que se publicó en 1990: Una banda llamada Caifanes. Una década después, con tres libros bajo el brazo, Xavier se propuso por fin comenzar con una novela que exigía de la puesta en práctica de todos los conocimientos que tenía con respecto a la personalidad de las féminas. “Pero por más que quería, no podía ver el rostro de la protagonista, no podía escucharla”, confiesa el autor. Hasta que por
fin, una madrugada, después de las tres, salió en su coche y comenzó a “escribir sin papel, hablando”. Frente a un puesto de tacos se encontró a una rusa que le preguntó si hablaba inglés. Se le ocurrió ofrecerle aventón a su hotel y cuando llegaron ella le invitó a subir. Le ofreció vino y tallarines. Se quedó ahí toda la noche. Así fue que Xavier Velasco vivió un romance de tres días con una completa desconocida a quien se entregó alocadamente por un momento efímero. Como en una relación formal, le presentó a su perro –su amigo inseparable–, comieron sushi y se besaron con intensidad. La chica le dijo que cobraba por sus servicios, pero que con él haría
una excepción. Cuando todo terminó, Velasco sólo se quedó con la sensación de unos besos ardientes sabor a wasabi, una personalidad rebelde, el rostro de una chica indolente, una voz con un inglés mocho y el nombre que llevaría su personaje: Violetta. A pesar de que la escritura creativa era su pasión, Xavier Velasco tenía que subsistir económicamente, así que se dedicaba al periodismo, la redacción publicitaria e incluso llegó a ser director creativo de una revista de “aristócratas”. Fue hasta que se decidió por completo a escribir la vida de Violetta y Pig, cuando se aísla de todos sus anteriores oficios y se dedica de lleno a escribir lo que, tres años después, lo llevaría a la fama mundial. ¿Pero cómo sobrevivía mientras tanto? En un inusual acuerdo con un amigo de la familia, Velasco comenzó a recibir una cantidad mensual que sería pagada una vez que se publicara el libro y ganara el Premio Alfaguara. Obviamente, nadie le aseguraba al amigo que en realidad ese dinero lo vería de vuelta ya que era una posibilidad remota la de que Xavier obtuviera el premio, sin embargo él decidió tomar el riesgo y apoyarlo durante un año y medio con cheques mensuales. Al término del plazo, Velasco aún no terminaba de escribir las 500 páginas que conforman la novela, así que siguió por su cuenta escribiendo medio año más, hasta que, a pesar de un montón de deudas, vio coronado su esfuerzo con la obra concluida. Lo primero que hizo fue presentarla a su “patrocinador” y luego entregarla al
concurso que daría resultados hasta abril del año siguiente (2003), fecha en la que le fue entregado el premio dotado de 175 mil dólares. En las hojas se plasmaron dos historias. Los capítulos nones pertenecen a la vida de Pig, un tipo introvertido pero rebelde, que consume drogas, goza fastidiando a los demás y lo más importante: se enamora de Violetta. Los capítulos pares son los que narran las aventuras de Violetta, una chica extrovertida sin miedo a nada, que harta de sus padres huye de su casa con más de 100 mil dólares que les roba y los despilfarra en ropa, drogas y lujosos hoteles de Nueva York y Las Vegas. En el trayecto conoce a cientos de hombres a los que utiliza para conseguir dinero y más drogas, hasta que decide regresar a México a pagar la deuda con sus padres y es entonces que conoce a Pig y su vida da un giro inesperado. A título personal, me atrevo a decir que los capítulos nones son mucho más densos y mucho menos saboreables que los pares, al grado que casi se antoja leer sólo los apartados de Violetta, los pares. A más de 200 mil ejemplares vendidos y varias reediciones en distintas editoriales, Diablo guardián le ha dejado a Xavier Velasco más satisfacciones de las que hubiera imaginado, la más reciente de ellas es la guionización de la novela, para llevarla a la pantalla chica en formato de serie televisiva. Para el papel protagónico Xavier Velasco ha propuesto a Martha Higareda, a quien considera que le queda como anillo al dedo, sin embargo será la televisora y la casa productora quienes se encarguen del tema puesto que serán ellos los realizadores del proyecto. Desde 2012 se habla de que será una producción México-Colombia y se dice que este 2016 será el año de lanzamiento. Con nueve títulos publicados a la fecha, actualmente Xavier Velasco se encuentra trabajando en otro par de libros. joatam24@gmail.com
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EN SÉNECA EL MONSTRUO EN UNA FLOR
“En lo más profundo del invierno, finalmente aprendí que en mi interior habitaba un verano invencible”. Albert Camus.
GENEROSA A LA VISTA, igual al iris boreal cuando danza en su cima, la literatura se refleja en las páginas de la literatura; donde el clamor de la noche se convierte en fulgor, William Ospina ha escrito uno de los libros más bellos, profundos y significativos de la literatura en habla hispana, ensimismándonos en una inquietud propia del Romanticismo. Las estaciones del “Cura rojo”, siguiéndose las unas a las otras –primaverno, veroño, otera e inviano–, igual a un tren de burbujas que avanza en el placer de su vórtice iridiscente, no posee la refinada musicalidad de El año del verano que nuca llegó (Literatura Random House, 2015). La armonía de una catedral de pensamientos luminosos narra lo suscitado en la ya célebre Villa Diodati (a orillas del lago Lemán, en Suiza) en 1816, donde se concentra aquella memorable noche de tres días –consecuencia de la erupción de un volcán en Indonesia–, placenta que amasa la carne de las tinieblas con la esencia de la lucidez, reuniendo a lord Byron, Polidori, Percy Shelley, Mary Wollstonecraft (recién escapada con Shelley), Lewis… Nidal de relámpagos efervescentes, que dará a luz las creaturas emblemáticas de nuestros miedos más atávicos: Frankenstein, el Vampiro, el Monje… En el eclipsado escenario se observa la obstinada existencia de lord Byron, quien arrastra la pezuña como un demonio y, tierra herida en cuerpo y alma, deja el surco pecaminosos para sembrar sus actos y sus versos en la historia del erotismo y la poesía; la delicada presencia del transparente Shelley, soñando el agua de sus cadenas y la pira donde su
NUMERALIA
2012, La edad de la punzada. 2010, Puedo explicarlo todo. 2006, Éste que ves.
corazón prometeico arderá transformado su legado en sublime; Mary Wollstonecraft de Shelley, mecida aún por los brazos de William Blake y quien, anárquica de nacimiento, aprendió a leer su nombre en una lápida; John Polidori, el joven médico al servicio del suicidio, creador de un imperio de succionadores de sangre; Monk Lewis, que no frustra su propia lujuria y la recrea en los paredones cicatrizados de la iglesia y el convento… Y, desde luego, la orquestadora del evento, la amante de 16 años del incestuoso Byron, la rosa y luminosa Clara Clairmont, hermanastra de Mary. La tormenta y el ímpetu (Sturm und Drang) del Romanticismo literario europeo, en el santuario de su dimensión testimonial, se encuentra mágicamente retratado por la tinta narrativa de Ospina: visitas a los lugares que se alzan como emblemas, personales meditaciones de
hotel, consultas a los herederos involucrados, libros en su coto de poder y otras maravillas del realismo extraordinario hacen del relato una obra maestra que lubrica su encanto con la tibia y fragante miel del Olimpo. En un enroque que sólo Borges sabe dar nombre –“algo, que ciertamente no se nombra con la palabra azar”–, el ocaso de Shelley se transmuta en el
raelart@hotmail.com
“Arrastra la pezuña como un demonio y, tierra herida en cuerpo y alma, deja el surco pecaminosos para sembrar sus actos y sus versos en la historia del erotismo y la poesía”
Ilustración: Louis Edouard Fournier.
Por Rael Salvador
de Byron: cada uno terminó por morir de la muerte del otro. En su libro homenaje, Memorias de los últimos días de Byron y Shelley, Trelawny rescata para que Ospina refiera y yo transcriba: “Trelawny contó crudamente que el cadáver de Shelley se había abierto en el fuego, dejando a la vista el corazón, que el hueso frontal se había partido y el cerebro bullía y hervía ante sus ojos. Byron, que estaba presente, no soportó el espectáculo. Y lo que más sorprendió a Trelawny fue que, cuando el cuerpo era cenizas, y no quedaban más que fragmentos del cráneo, el corazón permanecía intacto. Él mismo rescató del fuego esa reliquia, y se quemó la mano con el corazón de su amigo”. El año del verano que nuca llegó es un ensayo, novela y cuaderno de viaje, que no sólo está realizado con el conocimiento finísimo de la época y de la estética, “sino con esa precisión y esa abnegación que –en palabras del mismo Ospina– sólo los dioses tienen cuando se distraen de su eternidad y crean cosas tan exquisitas e innecesarias como el universo”. William Ospina, mitad ángel y mitad demonio –Shelley posesionado por Byron–, no cuenta las cosas, las hace existir: las resucita.
Para leer a Xavier Velasco 2005, Luna llena en las rocas. 2004, El materialismo histérico. 2003, Diablo guardián.
1995, Los hijos de Ziggy Stardust. 1993, Cecilia. 1990, Una banda nombrada Caifanes.