Héctor Banda/Cortesía
DOMINGO 7 de enero de 2018 / Núm. 348
PASIÓN POR EL CINE MEXICANO POR ESTEFANIA IBAÑEZ PÁGINAS 4 Y 5
EL RECUENTO DEL AÑO Por Liz Durand Goytia Página 2
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Cortesía
EL RECUENTO DEL AÑO
DOMINGO 7 de enero de 2018
Suplemento Cultural de Periódico
Dirección General Ignacio Solorio Arroyo Gerente Administrativo Alfredo Tapia Burgoin Director Editorial Enhoc Santoyo Cid Gerente comercial Oralia Tinoco González Coordinadora de publicidad Luz Mar Bárcenas
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Por Liz Durand Goytia* stamos en fechas en las que la reflexión nos toma por asalto cuando nos hacemos cargo de que ha terminado un ciclo e inicia uno nuevo. Hacemos consideraciones acerca de lo que hicimos, lo que dejamos de hacer y lo que emprenderemos, a veces de manera poco realista o no muy comprometida, pues a la mera hora muchas intenciones se quedan en la lista y son borradas por el tiempo y el olvido. Pero lo que hicimos ahí está: donde pusimos cada cosa y cada empeño. Pienso que no se trata de hacer gran-
“Hacemos consideraciones acerca de lo que hicimos, lo que dejamos de hacer y lo que emprenderemos, a veces de manera poco realista o no muy comprometida, pues a la mera hora muchas intenciones se quedan en la lista y son borradas por el tiempo y el olvido”.
des cosas una vez, sino de hacer cosas pequeñas constantemente. Es nuestro granito de arena que a lo largo de una vida, aún si no fuera larga, se acumulará para tener la importancia con que revestimos nuestras acciones al darles una finalidad: crear conciencia, hacer crecer, dejar una huella o en fin, todas esas intenciones que tenemos al hacer lo que intentamos. Generosas intensiones Por lo pronto, aquí en el puerto la actividad cultural está en pleno crecimiento; vemos varios colectivos trabajando con artistas, fotógrafos, poetas, escritores, pintores y músicos en beneficio de nuestra sociedad: lecturas, conciertos, publicaciones, festivales están creando sus nichos en diferentes localidades con la participación de muchos jóvenes que entienden que debemos acercarnos y aprender y gozar del arte entre todos. Esperemos que este año consolide muchas de estas generosas intenciones y que los eventos sean cada vez para más gente no sólo asistiendo para disfrutar sino también para compartir conocimientos. Todos para todos, como los mosquete-
“Por lo pronto, aquí en el puerto la actividad cultural está en pleno crecimiento; vemos varios colectivos trabajando con artistas, fotógrafos, poetas, escritores, pintores y músicos en beneficio de nuestra sociedad: lecturas, conciertos, publicaciones, festivales están creando sus nichos en diferentes localidades con la participación de muchos jóvenes que entienden que debemos acercarnos y aprender y gozar del arte entre todos”. *Poeta.
ros, es lo que podría llevarnos adelante frente a una situación en la que muchas necesidades no están siendo cubiertas por las instituciones. Esperemos o exijamos que hagan lo que tienen que hacer, pero sin olvidar que nosotros, ciudadanos, tenemos también la oportunidad de compartir nuestros saberes con nuestra comunidad.
Editora Estefania Ibañez Coordinadora Diseño Ana Salgado de Anda Diseño Lydia Sánchez Olachea Críticos / Colaboradores Hugo García Michel, Minerva Muñoz, Gerardo Sánchez, Rolando Ísita Tornell, Miguel Nuñez, Isaac Rosas, José de la Rocha, Sofía González, Liz Durand, Álvaro Díaz, Marcela Danemann, Lauro Acevedo, colaboradores de la UNAM, Rod Moro, Marco Moreno Corral, Oscar Gómez, Mike SuLe y Lesli Mejia. Correo electrónico palabra@elvigia.net Teléfonos para publicidad 120.55.55, ext. 1030 publicidad@elvigia.net Ensenada, B.C. México.
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¿CÓMO SE ORIGINA UN ECLIPSE? “Algunos eclipses solares totales han sido de gran importancia científica como el que ocurrió el 29 de mayo de 1919”. *Instituto de Astronomía-UNAM, campus Ensenada, B. C.
Por Manuel Álvarez*
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e forma un eclipse solar cuando el Sol, la Luna y la Tierra se alinean en ese orden; la mayoría de los eclipses solares los vemos como “parciales”, algunos “anulares” y pocos son “totales”. También hay eclipses de Luna y para otros objetos celestes se llaman “ocultaciones”. Algunos eclipses solares totales han sido de gran importancia científica como el que ocurrió el 29 de mayo de 1919. Seis minutos duró la totalidad; se llevó a cabo un importante experimento liderado por el astrofísico inglés Arthur Eddingron, que marcó un hito en el desarrollo de la Física (tanto teórica como experimental); se midió con mucha precisión la posición exacta cercanas al Sol. La trayectoria de este eclipse total cubrió la zona del cúmulo de las Hyades que estuvo bien determinada y los cúmulos que Sir. F. W. Dyson, Astrónomo Real de Bretaña hizo, señalaba que la trayectoria del eclipse de ese 29 de mayo pasaría sobre esta región del cielo. Física clásica La Física Clásica (newtoniana), y los cálculos desarrollados por Einstein señalaban que la fuerza de gravedad sobre la trayectoria de la luz alrededor de un cuerpo masivo como el
Pasado evento
Sol, produciría una pequeñísima desviación en la posición de las estrellas alrededor de este campo gravitacional. La minúscula diferencia (1.75 segundos de arco) entre estas dos hipótesis era posible medirla durante el eclipse total de Sol de mayo de 1919; Eddington planeó hacer esta determinación. Dos grupos de observadores medirían desde lugares distintos (para asegurar un cielo despejado) la posición de las estrellas del cúmulo para compararlas con su posición “verdadera”, (medida seis meses antes [o después] del día del eclipse). En los dos lugares hubo clima favorable y Eddington pudo medir y comparar sus mediciones con las predichas teóricamente. Mediciones en el poblado de Sobral en Brasil y en la Isla Príncipe en el Golfo de Guinea al oeste de África permitieron que Eddington encontrara que la desviación medida, corroboraba el resultado predicho por la Teoría General de la Relatividad. Se comprobó experimentalmente la predicción de Albert Einstein sobre la acción de la fuerza de gravedad en la trayectoria de la luz alrededor de un cuerpo masivo como el Sol y se pudo diferenciar de lo predicho utilizando los conocimientos de la Física clásica que propuso Newton.
Los eclipses son eventos astronómicos comunes que sólo pueden ser vistos de manera ocasional; pero hay algunos que pueden ser observados por millones de personas, como fue el caso del Eclipse total de Sol del
lunes 21 de agosto de 2017. Este eclipse de Sol fue visible en casi todo el continente americano. La sombra de la Luna de menos de 100 kilómetros de ancho para este eclipse de Sol atravesó los Estados Unidos desde Oregón al Oeste.
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PASIÓN POR EL CI MEXIC
El joven Hoze Meléndez de significado de ganar un pre presente trabajo de la actua cualidades que hacen difere
Por Estefania Ibañez
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n el 2008 el joven de Mexicali, Ho Meléndez, se alojó en Tijuana para es diar la licenciatura en Teatro; posteri mente decidió buscar nuevos escenar en CDMX, lugar donde actualmente reside Al paso de los meses de 2017, Hoze realizó d rentes producciones. Fue la película “Alma nados” de Jack Zagha que le brindó el galard del Ariel a “Mejor Coactuación Masculina”. En la cinta, Hoze desempeña el personaje N un joven despreocupado que adquirirá un n vo trabajo en un almacén. A su lado particip señor Lino (José Carlos Ruiz), un hombre co prometido, el cual está por jubilarse y tie la encomienda de enseñar algunos proces a Nin. Ellos trabajan durante días y la per nalidad de ambos los hace entrar en algun confrontaciones. Hoze mencionó que se identifica con este p sonaje, en el aspecto de un joven que está en búsqueda de una oportunidad de trabajo, pu la actitud conformista que muestra el per naje Nin, no va con él. “Me identifico poco, después me despego personaje porque se queda en la comodid de un trabajo que no lo hace feliz.
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N INE ICANO
Mexicali, habló del emio Ariel, así como del ación en México y las ente a un actor
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“Al hacer la película me di cuenta de lo valioso que es tener un trabajo que te haga feliz, como lo es mío, el cual disfruto mucho”, compartió.
Su inicio en el cine
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Romper paradigmas
Hoze inició en la actuación hace diez años y contó que en esa época era impensable que una persona del Estado pudiera depender del teatro. “Se trata de romper tabúes. La disciplina es importante, por ejemplo, a mí no me gusta revisar el celular cada segundo, aunque no esté la cámara, porque debe haber disciplina y concentración”, determinó. La persistencia y visión a participar en grandes producciones son particularidades que distinguen a Hoze, quien asegura trabajar con
“Es importante compartir trabajo a través de las redes sociales, pero no las considero como una pieza clave, porque el trabajo por sí solo habla”
Las primeras películas en las que Hoze apareció fueron “Pares y Nones” (2013), del director Gregorio Carrillo, y Los Hámsters (2014), de Gilberto González Penilla, las cuales le han dejado una importante enseñanza. “Pares y Nones es una película en que entregamos parte de nuestras ideas y corazón, es una producción que hicimos entre amigos. “En Los Hámsters me enfrenté a un mundo más profesional, con equipo técnico y de producción. Las dos tienen un valor y estoy orgulloso de estar en ellas”, explicó Meléndez. A pesar de que Hoze considera que es vital el talento de un actor, no descarta el estudio de la actuación para poder disfrutar de esta carrera. “Más que importante es necesario. El talento puede existir en una persona, pero no se debe dejar de preparar; la práctica da muchas herramientas, pero es importante tener libros, ser consciente de las técnicas, saber de teóricos del teatro para poder actuar, pero con ese bagaje detrás”, subrayó.
abajo mexicano
nte, el ambiente de la actuaMéxico se integra de nuevos Hoze expresó que le interear con dos personas que se zan por su excelente trabajo. ios pero me gustaría muajar con Noé Hernández, es
un actor talentoso y ser humano con calidad y Adriana Paz, una excelente actriz”, compartió. Del movimiento actoral que se gesta en los municipios de Baja California, Meléndez destacó que los escenarios naturales del Estado son únicos y se pueden aprovechar para hacer películas.
Hoze Meléndez.
valores en cada proyecto con el que se involucra, pues considera que cada compañero merece respeto por su labor. “Cada proceso y personaje son diferentes. En el enfoque de trabajo profesional siempre debe haber respeto por el trabajo de cada quien; estar concentrado siempre, es decir, cuidar el trabajo de los demás además del tuyo”, puntualizó. Hoze Meléndez ha compartido durante esta década de trayectoria su pasión y amor por el cine que se hace en México. Durante el 2018 será parte de innovadores proyectos, en los cuales propondrá lo mejor de sí.
Agencia Reforma y Cortesía
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EL CAÑÓN DE DOÑA PETRA
Relatos
La merienda del señor Verde Por Javier Sáez Castán
—¡Oh, es tarde! ¡Verdaderamente tarde! ¡Espero que los otros no hayan llegado todavía! Pero sólo estaba el señor Púrpura. El señor Azul y el señor Pardo aparecieron algo después. El último en presentarse fue el señor Negro. Sólo faltaba el señor Verde ¿Dónde se habría metido? Aquella invitación era inusual. —¿No me ven, señores? Los estaba esperando. Y ahora, pasen a mi casa, por favor. El señor Verde los guió hasta el salón. —Los he convocado porque quiero que vean algo muy intrigante. Tal vez haga falta su colaboración — les dijo. El señor Verde acompañó a sus invitados a través de las cortinas de un largo pasillo. Estaba muy oscuro y todos encendieron sus linternas, excepto el señor Negro. El señor Verde descorrió la última cortina y mostró a sus invitados una puerta con un letrero. —Lo descubrí por casualidad, haciendo limpieza. Afortunadamente está escrito en latín, así que todos podemos leerlo.
El letrero decía:
Aviso a los señores colores: ¿Se atreverán a descubrir el verdadero color de las cosas? Crucen la puerta y lo verán. Pero recuerden: se trata de un viaje sin retorno. Los invitados quedaron estupefactos. Durante treinta y tres segundos todo quedó en un silencio profundo. Pero al fin se decidieron. —¡Adelante! —¡Adelante! —¡Adelante! —¡Adelante! —¡Adelante! —¡Adelante! Al otro lado de la puerta los deslumbró una luz desconocida. No era verde, ni azul. Tampoco era amarilla, ni purpura, ni parda. Y, por supuesto, tampoco era negra.
Entonces vieron un mundo nuevo. Ninguno de ellos había imaginado jamás un mundo multicolor. ¡Era simplemente maravilloso! Y tanta belleza, despertó en ellos un inmenso apetito. A partir de esta primera merienda, hubo muchas otras en casa del señor Verde. Durante los encuentros conversaban animadamente mientras consumían importantes cantidades de mermelada de diferentes sabores y colores. —¿Saben una cosa, amigos? Me encanta el verde, pero era tan aburrido que el cielo siempre fuera verde. Venezuela, Madrid, Ediciones Ekaré, 2007.
Archivo
Por Marta Aragón*
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a primera vez que fui al Cañón de Doña Petra fue por 1955 o 1956, no lo recuerdo bien. Fue en un paseo al campo, con mis compañeros de escuela. Nos fuimos a pie y la pasamos muy bien. Entonces no sabía que se trataba de este lugar tan conocido en Ensenada. Recuerdo las piedras, los encinares, los arbustos y la carretera inconclusa que iría a Tecate o al Valle de Guadalupe. La segunda vez, fui como en 1958 por el tramo de carretera construida en terracería que terminaba unos tres kilómetros delante de donde terminaba la calle Ruiz. Volví en 1963 cuando mi papá compró el Rancho de los Murillo que se encontraba asentado al fondo del cañón y colindando con el Rancho Madrigal que estaba situado más al fondo, pegado a los cerros y poblado de espesos encinos. Desde esa fecha fui muchas veces al cañón de Doña Petra, recorrí muchas veces las vereditas que lo cruzaban, hasta que en 1994 se perdió el rancho por reveses económicos. Mi contacto directo con el cañón fue con el rancho de Juan Murillo. Allí había una fila de higueras muy viejas y sarmentosas que en el verano se llenaban de higos negros muy dulces, unas casitas muy antiguas hechas de adobe y el resto de una huerta de frutales que ya no producían nada. De allí salían unos caminitos, bordeados de cerros, que nos encantaba recorrer porque tenían un aire misterioso, ya que allí proliferaban los cipreses que daban al ambiente un aroma resinoso. Pero antes de seguir por estas veredas corría el cauce seco de un arroyuelo que se llenaba de aguas cristalinas en los años llovedores. Este cauce estaba bordeado por un bosque que ahora sé se llama ripario. Era como una bóveda alta hecha por las frondas de enormes encinos y esbeltos alisos de troncos blanquecinos y hojas palmeadas que se volvían doradas a finales del otoño. En el centro de aquella techumbre de ramas verdes y espesas, brotaba un pequeño
aguaje que proporcionaba agua a los que vivían en las casitas. Aprendí a reconocer a muchas plantas de las que sólo sé el nombre común, siendo las más llamativas los encinos y los alisos que son árboles de gran tamaño, de los que los encinos son los más productivos ya que producen grandes cantidades de bellotas de las que los nativos preparaban una bebida conocida como atol de bellota, a’al swi para los kiliwa, y cuyas hojas son perenes pues siempre están verdes, de un verde oscuro. Los alisos en cambio pierden la hoja y sólo resalta su tronco claro en medio de las oscuras frondas del encino.
Ya no es el mismo
Durante el mes de diciembre, caminar bajo estas frondas, es muy agradable, ya que el suelo cruje por las hojas secas que tapizan el suelo en donde a veces, pueden encontrarse diversas variedades de hongos e insectos. Junto a estos árboles hay una gran variedad de arbustos entre las que sobresale el fusique que es de hojas alargadas y que en diciembre produce unas frutillas rojas muy llamativas porque tienen un aire muy navideño. Dentro de las plantas que recuerdo y que en algún momento pude reconocer, se encuentra el trompo, la crucesilla, el brasilillo, la islaya, el ciprés, una variedad de pino nativa, el lentisco, el sauco y el saladito. También había una gran cantidad de flores silvestres como la amapola de California, la amapola blanca y una de color lila más tardía para florecer; los cocomites que son una especie de lirios pequeñitos, algunas clases de
margaritas, una especie de ciclamen silvestre y otras flores cuyos nombres desconozco, no así la mostaza y rábanos silvestres. También había musgos y líquenes, escasos, pero los había. En cuanto a los animales había lagartijas, víboras de cascabel, culebras toperas, ranas, sapos, camaleones y una especie de coralillo blanco con negro. Había conejos, liebres, ardillas, zorrillos, zorras y gatos monteses. De aves, había codornices, pájaros belloteros, gorriones, colibríes, lechuzas, tecolotes, gavilanes y cuervos; en los veranos anidaban algunas golondrinas. Palabras más, palabras menos. Esto es lo que yo recuerdo que había y por supuesto, no podía faltar y menos cerca de mí, una leyenda de un tesoro enterrado. Hace unos días fui para allá, al cerrar este 2017, por supuesto no sabía por dónde andaba, porque las aguas residuales cambiaron la fisonomía del Cañón en su parte inicial, que ahora es muy espeso, pero con alisos negros y densos por la contaminación y la plaga. Recuerdo las ruinas de una casa de adobe a la orilla del camino. Lloré cuando vi aquello cubierto de casas, el crecimiento desordenado de la ciudad que decidió no proteger esa belleza natural. La prístina belleza se ha perdido, pero nadie puede detener el avance, yo sólo guardo el recuerdo de ese lugar cuando estaba en un estado más natural que el actual, y mucho quisiera, como ensenadense, que pudieran mantenerlo para las generaciones futuras. *Escritora y grabadora.
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ES FRANKENSTEIN, CLÁSICO DE 200 AÑOS Teresa Martínez Agencia Reforma
la novela de Mary Shelley”.
Reflexión filosófica l miedo de que la tecnología La ciencia fue un interés de la rebase al ser humano pare- época victoriana y lo valioso de ce muy reciente, pero hace 200 Frankenstein es que una mujer se años surgió un clásico literario adentra en el tema, dice Susana que ahora es referente en la cien- Ruiz, catedrática de literatura. En la obra también se encuencia ficción: Frankenstein o el moderno Prometeo, de la escritora tra una reflexión sobre el prejuiMary Shelley. cio, ahonda Ruiz. La novela se “Está la republicó el 1 de flexión filosófica enero de 1818 y en torno a la huahora es un hito manidad, sobre “Nos presenta temas en la literatura quiénes somos, que nos siguen qué nos consde terror. “Nos presenta tituye. Nunca angustiando: la muerte, temas que nos pensamos en los avances científicos, siguen anguscómo está hecho las posibilidades de tiando: la muery de qué está hemodificar las fronteras te, los avances cho el otro”. científicos, las Frankenstein de la biología, la posibilidades es testimonio trascendencia humana y de modificar las de que para la qué es el hombre” fronteras de la segunda década del siglo 19 ya se biología, la trascendencia huplanteaban los alcances de la mana y qué es el tecnología, rehombre”, indica el escritor Ramón López, experto lacionados con la ilustración y la en literatura. modernidad, relaciona el crítico La idea de la novela surgió dos literario Víctor Barrera Enderle. “El contexto nos muestra cómo años atrás de su publicación, cuando los autores de la época se estaba cambiando el imaginaShelley, Lord Byron, John Po- rio del sujeto moderno, estaban lidori Claire Clairmont y Percy surgiendo miedos, estaban camShelley se reunieron por tres días biado otros, la idea del mundo en Villa Diodati, en Ginebra, en había cambiado”, explica. 1816. “Supuestamente el ser humaTras una apuesta entre ellos no estaba tomando el control de sobre quién escribiría la mejor su propia vida, pero eso también historia de horror, Shelley crea creó una angustia”. Frankenstein, y Polidori el cuenEn la novela, indica el crítico, la relación con la tecnología es to “El Vampiro”. “Es cierto que su génesis es el más metafórica, nunca se deshorror gótico, pero Frankenstein cribe el procedimiento minuciotambién cae en la ciencia ficción”, samente, pero sí se sugiere y eso define López. le da un carácter filosófico a la “Buena parte de los escritores obra. de ciencia ficción, que hablan Han cambiado las circunstande la transformación del ser cias, pero los miedos que inspihumano a través de métodos raron la creación de Frankensbiológicos y tecnológicos, to- tein siguen presentes en la man como primer antecedente humanidad.
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LA GENTE YA NO MIRA AL CIELO Ana Gabriela Rezc Agencia Reforma
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on esto no quiero hacerme el chistoso. Yo no propongo nada. Quizá sería el candidato presidencial más malo entre los peores candidatos presidenciales de la historia. Pero con esto, en serio, no quiero hacerme el chistoso. Ya habrá gente muy capaz que se ocupe de la crisis política, de la crisis económica, de la crisis ética o la insuficiencia jurídica. Yo por mi parte, me ocuparé de otras cosas. Más chiquitas. Como de los puercoespines, de las rayas en el piso demasiado juntas, de los últimos osos polares vivos y del cielo, por ejemplo. La gente ya no mira el cielo. En serio. Es espantoso ir caminando por la calle y darse cuenta de que las personas han dejado de mirar el cielo. Y esta no es ninguna fruslería. Y sí, utilicé la palabra fruslería, porque, de verdad, ésta no es para nada una fruslería cualquiera. Atribuyo esta desgracia a la pre-
“Ahora la gente prefiere caminar viendo el piso o su teléfono, saben que arriba ya no hay nada, si acaso el nombre de una marca famosa o la cartelera del cine. Ahora las alturas se han convertido en una marea de tonos metálicos y letras inconvenientemente luminosas”. * Alumno de séptimo cuatrimestre de Escritura Creativa y Literatura en la Universidad del Claustro de Sor Juana, elegido por su universidad como su mejor estudiante del 2017.
ocupante reproducción -en masa y con violencia- de edificios en obra negra con anuncios que dicen, por ejemplo: “Aquí se construye la torre de departamentos El Diamante” o “Condominios en preventa” o “Nuevo edificio residencial. Trato directo”. Y es peor cuando estos avisos de venta o preventa van acompañados de frases horrorosas que indican lo tremendamente bien que lo vas a pasar viviendo ahí y ponen imágenes de perros lanudos. El cielo se ha perdido entre sonrisas inverosímiles de niños rubios y edificios colosales que anegan el cielo de colores opacos. Ahora la gente prefiere caminar viendo el piso o su teléfono, saben que arriba ya no hay nada, si acaso el nombre de una marca famosa o la cartelera del cine. Ahora las alturas se han convertido en una marea de tonos metálicos y letras inconvenientemente luminosas. Queda poco del azul del cielo y del vuelo de los pájaros y demás cursilerías concernientes al caso.
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Isaac Rosas
Ayeres Mujer en aparente reflexiรณn frente al mar de Playa hermosa, en Ensenada.
Memoria Regional Paisaje de las cumbres vistas en las inmediaciones del Ejido Piedras Gordas, en Ensenada.
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