Fotografía: Debby Termonia
NOVIEMBRE 2023 | NÚMERO 24
Entrevista
Rob Riemen
“La cultura es una invitación, igual que el amor” Por Rael Salvador
2 Noviembre 2023 / Número 24
Palabra: Año II Con más de 500 folios impresos, avocados por entero a la Cultura, Palabra cumple su Segundo Aniversario: 24 páginas, 24 horas al día, 24 números… Lo digno de la apropiación de conocimientos —seguido de la exigencia de su más relevante propósito: la lectura meditada— es un hecho de responsabilidades siempre misteriosas, pero eficientes. Desde el Acrópolis del primer número, hospitalidad de un puerto de páginas vivas —donde lo efímero se sobrecoge en la tinta de lo indeleble, como exigían los dioses—, Palabra nos llevó por estos veinticuatro meses a coloquios con Homero, Heráclito y Sócrates, Joyce, Walter Benjamin, Sartre o Mongar, entre tantos otros (pienso en Gabriel Trujillo Muñoz, Iliana Hernández, Sergio Gómez Montero, Eduardo Cruz Vázquez, Daniel Salinas Basave, Fernando Mancillas, Óscar Ángeles Reyes, Enrique Botello o el joven Eric Rodríguez Ochoa…). Y así, para quienes supieron entrever rutas de acceso en los contenidos, el “delirio en oferta” —esa enunciación resuelta y decidida, pero sobre todo sostenida— resultó un corto sendero a la lógica de la vida: para aprender, leer; para dilucidar, saber. En la entrevista de este número —exclusiva para Palabra, la cual agradezco más allá de su libertad y destino— la sabia sensibilidad de Rob Riemen nos dice: “La cultura es una invitación, igual que el amor es una invitación. No se puede obligar a nadie a amarte. Lo mismo ocurre con la cultura y las obras de arte; puedes ignorar su llamada, pero si escuchas con atención y aceptas la invitación, te ayudarán en el proceso de convertirte en humano”. Celebro, una a una —como se acaricia la espiritualidad del Yapa Mala tibetano (antesala del Rosario católico)—, las palabras que nos forman y nos conforman, sobre todo estas últimas que revindican la belleza y la verdad, nobleza de espíritu para combatir esta era en el arte de ser humanos. R.S. Entrevista a Rob Riemen: “La cultura es una invitación, igual que el amor” / Rael Salvador Portadas de discos: viajes de la imaginación / Gabriel Trujillo Muñoz Mundos por conquistar / Enrique Botello Dos años de Palabra / Diazmuñoz, de película / Eduardo Cruz Vázquez Entre etopeyas y prosopografías / Lauro Acevedo Storytelling y la crisis de la narración, en Byung-Chul Han / Fernando Mancillas Treviño Correa, Fuente y Rodríguez. Más notas de la literatura en Baja California / Óscar Ángeles Reyes Siqueiros, el eterno rebelde / José Carrillo Cedillo Y si la guerra continúa Herman Hesse y la razón de papel / Eric Rodríguez Ochoa El Quijote mestizo / Daniel Salinas Basave
págs. 3 a 5 págs. 6 a 10 pág. 11 pág. 12 y 13 págs. 14 a 16 pág. 17 págs. 18 y 19 págs. 20 y 21 pág. 22 pág. 23 pág. 24
Palabra no responde a colaboraciones no solicitadas ni asume como propias las opiniones de sus columnistas y comentaristas. La opinión de la revista literaria se encuentra reflejada en su editorial. Todas las imágenes y fotografías que aparecen en la presente edición son utilizadas con fines informativos. El equipo editorial se ha dado a la tarea de indagar los derechos de autor correspondientes o su procedencia, consciente de su obligada autoría. En caso de omitir algún crédito, ofrecemos una disculpa y agradeceremos la información brindada para incluirla en una posterior edición. raelart@hotmail.com
Director General Arturo López Juan Director de Información Enhoc Santoyo Cid Director Editorial Gerardo Sánchez García Gerente Administrativo Alfredo Tapia Burgoin Coordinadora de Publicidad Ma. Del Socorro Encarnación Osuna Coordinadora de El Vigía Digital Sandra Ibarra Anaya Editor PALABRA Rael Salvador Corrector Manuel Quintero Diseño Editorial Arturo Corpus Fotografía Enrique Botello Colaboradores Carlos Mongar, Sergio Gómez Montero, Gabriel Trujillo Muñoz, Federico Campbell (†), Daniel Salinas Basave, Leobardo Sarabia, Santiago M. Zarria, Manuel Quintero, Enrique Botello, Héctor García M., Óscar Ángeles Reyes, Fernando Mancillas, Raúl Lara, Iliana Hernández, Ruth Gámez, Herandy Rojas, Miguel Lozano, Carlos-Blas Galindo, Alberto Manguel, Jeanette Sánchez, Martín Caparrós, Alfonso Lorenzana, Elizabeth Cazessús, Eduardo Cruz Vázquez, Eric Rodríguez Ochoa, Manuel Apodaca, Stasia de la Garza, Jennyfer De la Cerda, Lauro Acevedo y José Carrillo C. Corresponsales en el extranjero Ferdinando Scianna (Italia); Cony Mollet-Sigüenza (Francia); Ramón Ángel Acevedo, “Rakar” (Chile); Patrick Liotta (Argentina); Héctor García Mejía (Los Ángeles). Corresponsal en Tijuana Enrique A. Velasco Santana Av. López Mateos, No. 1875. Ensenada, B. C. México. Teléfonos para publicidad: 120.55.55, extensión 1023.
3
ENTREVISTA A ROB RIEMEN
“La cultura es una invitación, igual que el amor” Con motivo de su obra más reciente El arte de ser humanos. Cuatro estudios, el escritor neerlandés nos habla acerca de la paz, los valores universales, el cultivo del alma y de mantener viva la visión de una sociedad más humana POR RAEL SALVADOR*
E
l escritor Rob Riemen (Países Bajos, 1962), fundador y presidente del Nexus Institute —foro independiente de vocación internacional, creado en 1994 con objeto de fomentar el debate filosófico-cultural y la reflexión intelectual—, plasma en sus ensayos filosóficos, tanto de manera crítica como poética —nobleza de espíritu que se caracteriza en sus publicaciones—, los pormenores del comportamiento del ser que busca en un tiempo desesperado reconciliarse con su humanidad. Los libros de Riemen —hombre de semblante siempre afable y atención devota— han ofrecido a sus lectores aquellos rudimentos del alma que, tanto para la ciudadanía común como para la de letras —sobre todo en este siglo XXI—, los lleven de su participación espiritual, ya sea a través del arte o la elevación de la nobleza, al entusiasmo de la acción. Además de Nobleza de espíritu. Una idea olvidada (Taurus, 2016) —traducido ya a 18 idiomas—, ha publicado en español: Para combatir esta era (Taurus, 2018). También edita la revista cuatrimestral Nexus. El arte de ser humanos. Cuatro estudios (Taurus, 2023) es su obra más reciente. En entrevista para Palabra, el presidente del Nexus Institute responde, en tiempos de guerra y reflexión, a los planteamientos que conforman el cuerpo de su obra, afincada en la filosofía, la educación y la cultura. Rael Salvador: Si pensamos que el mal —como sabemos, cifrado en violencia, iniquidad, guerras— puede tener una solución favorable al traducir el acto humano en una acción directa: intervenir con recursos y voluntad, como quien apaga el fuego o salva una cosecha. ¿Qué esperamos ante este mundo en caos? ¿que la indecisión y la confusión también nos paralicen? Rob Riemen: Hace poco leí lo siguiente en un ensayo del poeta alemán Bertolt Brecht: “La cuestión clave, de hecho, es la siguiente: ¿cómo podemos convertirnos en bes-
Rob Riemen en su estudio.
tias, ser bestias de tal manera que los fascistas teman por nuestra dominación? Una bestia es algo fuerte, terrible, devastador; la palabra en sí emite un sonido salvaje. Pero, ¿quién creería que se puede luchar contra la barbarie siendo unos ángeles? Esto sería lo mismo que intentar parar un golpe de sable con el puño desnudo. Tenemos que comprender que la bondad también debe ser capaz de herir... Entiéndanme, no estoy diciendo que tengamos que ir a matar a Hitler. Eso sería bestial, pero no inteligente, en su lugar, tenemos que usar armas asesinas, o de lo contrario, la plaga del fascismo continuará hasta el fin de los tiempos, o al menos hasta el fin de nuestro tiempo. ¿Cómo podemos los escritores adquirir una escritura que mate?”. Me fascina esta cita porque muestra la lucha de un intelectual que desea combatir el fascismo. Sueña con matar, pero se niega a usar armas reales, al tiempo que se pregunta si existe una escritura que pueda matar... Bueno, sabemos que, sin la acción militar, la
lucha contra Hitler y cómplices nunca se habría ganado. Es notorio que, si más gente hubiera escuchado, y si más políticos hubieran sido valientes y no se hubieran dejado engañar por Hitler en los años 20 y principios de los 30, probablemente no habría tenido lugar la Segunda Guerra Mundial. Dicha contienda fue posible por la traición de “Munich” en 1938, cuando políticos idiotas y los cobardes aceptaron las exigencias de Hitler, engañándose a sí mismos y defraudando a su pueblo. Para responder a Brecht: sí, escribir puede matar y un buen ejemplo es el famoso artículo de Emile Zola “J’Accuse” con el que comenzó la lucha en Francia para defender a Dreyfus. Importa quién escribe qué y cuándo. Thomas Mann advirtió a los alemanes contra el fascismo muchos años antes de que Hitler llegara al poder, cuando lo consiguió el lavado de cerebro estaba en ciernes y era demasiado tarde. Sabemos que cuando el mal gobierna tenemos que tener luchadores, caballeros, o personajes valientes como el Zorro, gente que quiera luchar para proteger la dignidad humana.
Fotografías: Debby Termonia
4
mas Mann, Albert Camus, Leone Ginzbur, George Steiner, por citar sólo algunos— y que han generado, en beneficio, virajes en la Historia del siglo XX. ¿Cómo se consigue esa sensibilidad comprometida que nos permita ir directamente a la belleza y vivir en la verdad? R.R.: Dejemos que el filósofo romano Cicerón sea nuestro maestro. En sus Disputas tusculanas escribió la famosa frase a la que debemos la idea y la palabra cultura: “Cultura animi philosophia est —el cultivo del alma humana es la búsqueda de la sabiduría”. Sólo cuando nos demos cuenta de que somos humanos porque tenemos un alma y que el cultivo de nuestra alma, de nuestro espíritu dador de vida, que también exige esta búsqueda de la sabiduría para elevarnos de nuestra naturaleza animal, de nuestros instintos básicos como el miedo, la codicia y el resentimiento, entonces descubriremos la belle“Lo que todos los seza y la verdad que nos elevará a res humanos tenemos vivir una vida que valga la pena en común [es] la caser vivida. pacidad de vivir en la verdad, de hacer justiR.S.: En tu reciente publicia, crear belleza y tecación, El arte de ser humanos. ner compasión hacia los otros” Cuatro estudios, te refieres que ser humanos es en sí un arte, quizá el mejor de ellos para combatir esta era de estupidez y fascismo. ¿Valen los libros para esta lucha de entre lo preferible y lo detestable, lo que nos alivia y lo que nos enferma, lo que nos hace peores o mejores personas…?
Todo lo antes dicho para expresar que nunca debe mos dejarnos paralizar por el caos del mundo, porque es un deber moral de nosotros, los intelectuales, ver a través de él y mantener viva la visión de una sociedad más humana. Surge entonces la pregunta de cómo luchar... R.S.: Lo decía Raymond Aron: “La nuestra no es nunca una batalla entre el bien y el mal, sino entre lo preferible y lo detestable”. Riemen, una historia que se repite: los recursos políticos de la ONU (Organización de las Naciones Unidad) fracasan cada vez que Estados Unidos ejerce su derecho al veto, sin más remedio que acatar las resoluciones del Consejo de Seguridad, obligatorias para todos los países —como lo acabamos de ver en el conflicto asimétrico de Israel enfrentado a Palestina—. Donde la democracia no es una práctica, ¿las recomendaciones de cierta lógica para llegar a la paz tienen como resultado el fraude al Derecho Internacional y, a su vez, el deterioro del humanismo?
R.R.: Supongo que el verdadero problema es la corrupción, y la verdad es que todo es susceptible de corromperse, no sólo el Derecho Internacional, sino también la democracia, la diplomacia, las relaciones, etcétera. Fue Lord Acton quien dijo atinadamente: “El poder corrompe y el poder absoluto corrompe absolutamente”. Eso es cierto para Estados Unidos, China, Rusia, para las grandes empresas y demás. La única manera de alcanzar la paz es recuperar la noción de que existen valores universales, al poder superar todas las ideologías que quieren dividir a la gente y el reconocimiento de que nuestra verdadera identidad no se basa en lo que me hace diferente de los demás (raza, género, nación, posición social, religión), sino en lo que todos los seres humanos tenemos en común: la capacidad de vivir en la verdad, de hacer justicia, crear belleza y tener compasión hacia los otros. R.S.: No son pocos los protagonistas que se han ocupado en educar para el humanismo y la nobleza de espíritu —Tho-
R.R.: Probablemente soy el único intelectual al que le impresionó la película Barbie, que considero una obra maestra. No quiero entrar en todos los detalles, pero quienes han visto la película saben que, al principio, cuando las Chicas-Barbie están bailando, la Barbie estereotipada (Margot Robbie) de repente grita alegremente: “¡Hey, hay alguien aquí que haya pensado en la muerte recientemente!”. La música se detiene y las Barbies se quedan heladas: ¡cómo puede la Barbie estereotipada decir algo tan horrible! Somos Barbies, somos guapas, encantadoras, sexys, ¡vivir es diversión, felicidad! ¿Quién puede pensar en algo tan horrible y feo como la muerte? Sin embargo, ¡este único pensamiento es el comienzo del proceso de Barbie para convertirse en humana! Sólo nosotros, los seres humanos, somos conscientes de la muerte, nos damos cuenta de que todos somos mortales. Sabemos que moriremos, que nuestros seres queridos también morirán, que no sabemos cuándo desaparecerá la vida. Nos enfrentamos por definición a las grandes preguntas, ¡incluso a las malditas preguntas de la vida! Entonces, ¿dónde encontrar respuestas?, aquellas que tanto necesitamos para tomar las mejores decisiones, para saber qué es lo correcto, para intentar encontrar una respuesta a las preguntas: ¿Por qué? ¿Por qué me pasa esto a mí? ¿Qué hacer ahora? ¿Cuál es el sentido de mi vida? Bien sabemos que la ciencia, la tecnología y la economía nunca podrán ayudarte con las grandes o malditas preguntas de la vida. ¡Pero las obras de las Musas sí pueden! Las obras de los filósofos pueden responder. La obra de los pensadores puede dar res-
5
Rob Riemen: Un libro para enfrentar la estupidez
puestas. Nunca hay garantías, pero los clásicos son, por mucho, la mejor ayuda que puedes tener. R.S.: Dondequiera que se presente, como un negro musgo de fuego, la guerra provocará la desgracia y la mutilación, el dolor y la locura. Y con fuego en la roca la vida, lo dejó escrito Ayn Rand, la especie humana sólo tiene dos capacidades ilimitadas: “sufrir y mentir”. En ese escenario, en ese pináculo que nos recuerda a Nietzsche, ¿permaneceremos fieles a la libertad espiritual o sucumbiremos nuevamente al vertiginoso abismo que nos mira? R.R.: Mis disculpas por referirme de nuevo a una película de Hollywood, pero al final de Indiana Jones y la Última Cruzada, sucede que el personaje de Jones y los nazis desean apoderarse de la copa de la “Última Cena”, el Santo Grial que promete la vida eterna. Luego viene la escena en que tanto el nazi como Indiana Jones se encuentran donde hay al menos cien copas, entonces el Caballero de 700 años les dice: “Tienen que elegir, ¡Háganlo sabiamente!” —porque la elección equivocada significa la muerte instantánea en lugar de la vida eterna—. Lo mismo ocurre con nosotros en nuestra búsqueda de la vida: tenemos que elegir, constantemente tenemos que decidir, pero mejor que elijamos sabiamente, si queremos hacer justicia al don de estar vivos. R.S.: Nuestro dilecto George Steiner nos ha advertido en su bello y profundo libro Lenguaje y silencio, que no nos engañemos: los embrutecidos nazis leían con lánguida exquisitez la poética sublime de Goethe y Schiller, disfrutaban de la primavera que hay en La clemencia de Tito, mientras distraídamente acariciaban la tersidad láctea de unas tetitas frágiles, como las jóvenes y alegres notas de Mozart, para luego, muy de mañana, partir a los campos de concentración, Auschwitz o Treblinka o Dachau… Capitulación incondicional, la vida dañada continúa su peregrinaje de bestia en el escenario cansado de otra guerra famélica. Se ha ofrecido año con año el Premio Nobel de la Paz, pero no la paz. Rob, imperturbable idiotez, ¿la miserable belleza de la paz es sólo un trofeo de guerra? R.R.: El querido George fue un amigo entrañable y un maestro para mí. He pasado muchos ratos en la mesa de su cocina hablando del mundo, de nuestro trabajo y de la vida. Conozco muy bien su famosa afirmación de que “las humanidades no humanizan”, y en cierto sentido tiene razón. Para quien quiera tener una prueba, lea el libro Kaputt de Curzio Malaparte sobre Hans Frank, encargado de los asesinatos en Auschwitz, que era un gran conocedor del arte renacentista y devoto de la música de Chopin. Sin embargo, mi contraargumento a Steiner era y es: la cultura es una invitación, igual que el amor es una invitación. No se puede obligar a nadie a amarte. Lo mismo ocurre con la cultura y las obras de arte; puedes ignorar su llamada, pero si escuchas con atención y aceptas la invitación, te ayudarán en el proceso de convertirte en humano.
POR RAEL SALVADOR*
D
esde hace tiempo el debate está sobre la mesa.
E n un lugar del mundo, los ecos de diversas voces críticas tejen un manto de ideas y se deja oír la luz de los pensamientos como si leyéramos, sobrepuesto a un alfabeto de estrellas brillantes, un cielo de misiles estallando. “La guerra siempre comienza con el mal que quiere aniquilar el bien, y luego se transforma en la lucha del bien para aniquilar el mal”, nos dice el ensayista, fundador y presidente del Nexus Institute. En ese punto geográfico, Rob Riemen se deja guiar —tanto por Sócrates, Ovidio, Marco Aurelio, como por Nietzsche, Thomas Mann o George Steiner— y encamina ese discurrir de razonamientos — tropel de reflexiones seculares—, afianzando y sosteniendo el paso, el cincel y la tinta para ofrecer propulsión, remos de avanzada, a la magra travesía de los siglos en el siglo XXI. Observa, escucha, se detiene y medita, hay la fértil soledad de los encuentros, entonces se mueve a partir de lo que escribe: en el rumor que deja en las palabras, sus frases reconstruyen en el edificio de la existencia nuevas ventanas al mundo. Su reciente libro, El arte de ser humanos. Cuatro estudios, ofrece prueba fehaciente de lo anterior. Prosa pulcra, equilibrada, determinante, poética en ocasiones, donde la emoción suscrita en Nobleza de espíritu. Una idea olvidada y Para combatir esta era, se entrecruza en reflejos de páginas sin límite, haciendo observable el aura de la lectura (la luz de cuando en verdad se lee).
raelart@hotmail.com
Un preludio donde la Tristia de Ovidio es la belleza para este andar en el libro, seguido del Primer estudio: La guerra como aprendizaje: Carta a mis estudiantes mexicanos. Segundo estudio: De la estupidez a la mentira. Tercer estudio: Sobre la valentía y la compasión. Cuarto estudio: El miedo y la musa.
Traducción, del inglés: Iliana Hernández
Sí, la lucidez de Walter Benjamin emprendida por
*Escritor y editor
Rob Riemen: fervor iridiscente que se antepone al repugnante conservadurismo cultural, con su canon de parálisis múltiples, acotando en géneros sectarios aquello que en la Historia debería ser bandera, entonces no ha de sorprendernos que estas ideas y estos sentimientos —que arman el fascismo— “se propaguen especialmente en círculos de profesores, estudiantes, periodistas, escritores y abogados, algunos de ellos en puestos de poder”. Como bien sentencia la poeta y periodista palestina Adania Shibli, merecedora del premio Litprom —que le ha sido cancelado en la Feria del Libro de Fráncfort a raíz de la escalada bélica palestino-israelí—: “En una comunidad sin acceso a libros te volverías primitivo e incivilizado como el ocupante [Israel] quiere”. Y eso es lo que intentamos entender en las páginas de El arte de ser humanos. Ante la interrogante: “¿Se puede premiar una novela que retrata a Israel como una máquina asesina?”, nos vemos obligados a reconocer que “la guerra también es el campo de batalla del corazón humano, que tiene que elegir entre el valor y la resistencia, por un lado, y la cobardía, la traición y el conformismo obsecuente con los poderes de turno, por el otro”. Herencia viva de valores humanísticos trastocados en estupidez y mentira que, como un cubilete en juego —la más de las veces salpicando lodo y sangre—, incuban el miedo a la libertad, ya que no sólo la guerra provoca miedo, sino que también ocurre a la inversa: “el miedo causa guerras”. ¿El humanismo liberal revisionado? ¿Una confrontación de visiones del mundo sin posible acuerdo? Lo que leo es la presencia de un intelectual en el escenario del caos, con un mensaje sugerente y emotivo, por demás valiente —como alguna vez lo fue Émile Zola en el “Caso Dreyfus”—, de combatividad, independencia y pasión. Subrayo: Combatividad, Independencia y Pasión. Palabras puras, que no necesitan de los adjetivos para desnudar el alma con una corona de laureles prestada.
6
Portadas de discos: viajes de la imaginación Además de dar detalles de una grabación y títulos de canciones, las carátulas son un lenguaje de signos y texturas que sintetizan lo que el oyente recibe
POR GABRIEL TRUJILLO MUÑOZ*
A
llí están, en mi adolescencia, aquellos personajes y paisajes: un grupo de jinetes atraviesa desfiladeros de alabastro; una mano dibuja, en las paredes de una cueva, una explosión nuclear; la señora muerte toca el violín con pasión y alegría; una niña juega con un avión de metal, de diseño afilado; un mundo flotante con grandes cascadas cayendo al vacío. El rock me cautiva primero por las portadas de sus discos antes que por sus sonidos. Mis recuerdos infantiles de la música de rock son dispersos pero indelebles: los Beatles tocando “All you need is love” en la pantalla del televisor una navidad de 1967, los radios de transistores con su música pop, desde los Osmonds a la familia Partridge, desde los Monkees a los Jackson Five. El rock-pop que escucho entonces, en una ciudad lejana de la frontera norte de México, lo asocio con Disneylandia. Es como una nieve americana de sabor sintético. Sabe bien, pero es falsa. La radio, en cambio, es otro mundo. Allí está la KAMP de El Centro, California, con los grupos del momento. Pero en mi casa lo que reina es un viejo tocadiscos Zenith monofónico. El rock sigue siendo para mí, en aquellos inicios de los años setenta del siglo XX, una presencia lejana, un culto del que oigo hablar, pero en el que no he sido bautizado. Unos años más tarde, ya en la preparatoria, Mario Macalpin, un compañero de clase, se apiada de mi falta de conocimientos musicales. Macalpin, el “beatlemaniático” del grupo, toma su papel de guía musical y me pone, en una sola tarde y en su casa, todos los discos de los Beatles: desde el primero hasta el último. Y no sólo eso: me va explicando los cambios de sonido, las letras de sus canciones, la novedad de sus hallazgos musicales, sus búsquedas de nuevos sonidos e instrumentos. Y, sobre todo, me va mostrando las portadas de sus discos de larga duración como piezas de un misterio mayor. Es una sesión maratónica que me enseña algo fundamental: nada se queda como está. Todo evoluciona hacia formas más complejas, más íntimas, más discordantes. Crear, lo entiendo ahora, es experimentar, es no quedarte con lo que ya sabes, es continuar ensayando nuevas rutas expresivas, nuevos paisajes y sonoridades. Vuelvo al grupo de jinetes que atraviesan desfiladeros de alabastro y me doy cuenta que ese paisaje mágico no es una simple fantasía. Allá, afuera, en el horizonte montañoso que rodea a Mexicali, la música no es una forma congelada en el tiempo: es vida en movimiento, es ritmos en aceleración
Entre 1940 y 1965 las portadas muestran la vida como diversión, sofisticación, viajes por diversos países, vitalidad y humor.
constante. Stairway to Heaven con su viejo harapiento. Clo- visuales, hay que entender que, desde la Segunda Guerra se to the Edge con su abstracción verde brillante. Con la voz Mundial, los discos se vuelven un fenómeno de masas que de Robert Plant. Con la voz de Jon Anderson. Los portavo- vive, como negocio, entre la diversión popular (unida a los ces de mi imaginación. Los chamanes de mi tiempo. ¿Y a bailes de moda, como el swing, con las grandes bandas de qué viene todo esto? A que la música también es un lengua- Duke Ellington o Benny Goodman) y la percepción de que je universal que siempre se ha acompañado de imágenes la música es, intelectualmente hablando, un arte que va de poderosas, de jinetes con sus guitarras eléctricas, de bardos las composiciones de música culta hasta los nuevos sonidos con sus sintetizadores al hombro. Cada una de esas carátu- del cool jazz, es decir, los discos se vuelven, a mediados del las, en sus paisajes y retratos, en sus colores y siglo XX, en objetos de expresión individual, en narrativas, representa un arte que comenzó símbolos de distintas formas de acercarse a los “Las portadas son como ilustración y terminó definiendo los fenómenos musicales de cada cultura, socieventanas abiertas, gustos visuales de varias generaciones de dad o movimiento artístico. Las portadas, enespejos maravillosos, tonces, cumplen por una parte con dar a conojóvenes y adultos, desde la Segunda Guerra caminos a comarcas desconocidas. Viajes cer los detalles de una grabación, los títulos de Mundial hasta nuestros días. En cierto sensin fin que unen lo las canciones, los intérpretes principales, pero tido, como a mí me pasó de adolescente, las visual y lo auditivo van más allá de eso: son un lenguaje de signos portadas de discos son un destino definitivo desde la privacidad para los peregrinos en busca de un mundo y texturas que tratan de servir como síntesis de de cada quien y cada aparte, de una realidad inconmensurable, de lo que el público va a recibir al comprar tal o uno” una música que pertenece a todos, de un arte cual disco. Por eso, desde un principio, como que pasó de las márgenes al centro de nuesen el cine, responden a un negocio en auge y tra cultura. Veamos cómo sucedió. a la vez son avisos de que su oferta musical va en distintas direcciones: la música para adolescentes, para hombres de Fenómeno de masas, lenguaje de signos y texturas mundo, para mujeres románticas, para buscadores de nueEntre las primeras grabaciones de sonido, en la antepe- vos sonidos. núltima década del siglo XIX, y la aparición de las portadas de discos con fines comerciales en 1940, median casi sesenEstos diseños no nacen sólo para mostrar los contenidos: ta años. Entre la producción masiva de acetatos (discos de su misión es ser una publicidad que se comunique direc78 revoluciones por minuto) en 1902 y el uso del arte gráfi- tamente con el comprador potencial y le ofrezca los tópico para venderlos no sólo por su música sino como objetos cos que capten de inmediato su atención, ya sean estos una
7
pintura moderna, una fotografía callejera, una muchacha sensual o un grito puro de libertad sin concesiones. Gran parte de estas carátulas, especialmente las diseñadas entre 1940 y 1965, nos muestran la vida como diversión, sofisticación, viajes por diversos países, vitalidad y humor. Son, en todo caso, el sueño de la imaginación desatada en amores, placeres y convivencia. Invitan a entrar en la música de cada melómano a través de sus imágenes intrigantes, seductoras, persuasivas. Brindan colorido o personalidad a toda clase de composiciones y tendencias en cada género musical. Las primeras portadas de discos eran apenas ilustraciones literales de su contenido. Caricaturas que ofrecían un atisbo de instrumentos musicales, figuras humanas, micrófonos y labios, manos tocando o el rostro sonriente de cantantes o directores de orquesta. Destacan aquí diseñadores como Alex Steinweiss (el que da comienzo, en Columbia Records, con Smash Hits by Rodgers & Hart, el primer disco con portada de la historia), Jim Flora o Robert M. Jones, cuyos diseños establecieron pronto las normas tradicionales de las carátulas de discos a nivel mundial. Este nuevo arte se impuso en cuanto terminó la Segunda Guerra Mundial y empezó la era de la posguerra, con su sociedad de consumo en plena explosión demográfica. Las portadas sirvieron para impulsar a las nuevas celebridades musicales, desde Frank Sinatra hasta Billie Holiday. Los rostros de las nuevas estrellas de la música pop se convirtieron en imágenes familiares que terminaron en las salas de la clase media alrededor del mundo. Para la década de los años cincuenta, los diseños de las carátulas de discos fueron volviéndose más osados, más creativos, especialmente en el mundo del jazz. Un sello como Blue Note Records y diseñadores poco conocidos, como Reid Miles y un joven llamado Andy Warhol, impulsaron un nuevo tipo de portada, uno donde el nombre del álbum fuera tan importante como el nombre del compositor o del intérprete. Pronto esta nueva estética impregnó los álbumes de jazz de diferentes sellos discográficos, que hicieron frente al colorido de las carátulas de los acetatos de música pop, con un diseño de colores primarios en contraste, con un arte minimalista, dando así a conocer las obras seminales de Miles Davis, John Coltrane, Thelonius Monk, Ornette Coleman o Charles Mingus. Arte de equilibrios sincopados, de improvisaciones justas, de ritmos visuales que impusieron una imagen de líneas arquitectónicas en ruta a nuevos confines contrapuntísticos, a nuevas exploraciones del piano, el saxofón o la batería. Música que hace del silencio el más bello sonido del mundo. Pero la revolución de este arte publicitario, que muchos ni siquiera se dignan a nombrar arte, va a cambiar de forma imprevista. Algo se rompe en este mundo idealizado en 1956. Es entonces que aparece algo que se mueve de una manera menos sofisticada y más primitiva. Algo que grita y escandaliza a las buenas conciencias. En 1956 llega, a la escena musical, el rock and roll de la mano de Elvis Presley. Allí da comienzo una revolución que, en escasos diez años, cambiará por completo el significado de la música popular en el mundo. Del tono empresarial a la declaración de principios En 1956 una portada típica era la de un músico con su
instrumento en la mano o la de una cantante de curvas sinuosas, con su belleza fatal y fumando un cigarrillo. Es el viejo imperativo de la ilustración corporativa o el estribillo de que el sexo vende. Pero con la llegada del rock and roll hay un nuevo concepto por vender: la rebeldía. El problema, claro, es que los departamentos publicitarios de las grandes firmas discográficas (Columbia, Decca, RCA, etcétera) no saben cómo vender algo que no va con su ideología. Son los propios músicos, que van tomando control de sus propias carreras, los que van presionando para que las carátulas de sus discos digan lo que piensan, lo que son, lo que les gusta o les disgusta. Allí está el caso paradigmático de los discos de Bob Dylan, que van del joven folklorista al poeta maldito que no le importa lo que piensen de él y de su música, que busca su propio camino sin pedirle permiso a nadie: desde el cantautor de protesta que va, en The Freewheelin´ (1963), caminando por una calles de Nueva York con su amiga del brazo, como un adolescente sin ataduras, pasando por el cantante como intelectual en la portada de su disco Bringing It All Back Home (1965), hasta el espíritu roquero, iconoclasta, de Highway 61 Revisited (1967), que termina en el punto de origen: como un cantante country, campirano, de la vida rural en Nashville Skyline (1969). Pero la mejor forma de ver estos cambios radicales es contemplar las portadas de los discos de los Beatles de 1963 a 1970. Allí se sintetiza toda la década de los años sesenta del siglo XX en su explosiva creatividad. Todo comienza con With The Beatles (1963), con fotografía en blanco y negro de Paul, John, George y Ringo. Aquí todavía estamos en una imagen corporativa de un fenómeno juvenil de masas, de ídolos para quinceañeras. Se vende un grupo de músicos pero, por sus claroscuros, podemos considerar que tienen algo más que ofrecer que melodías pegajosas y conductas acartonadas. Pronto las cosas cambian y los Beatles van buscando ampliar las fronteras de su música y el significado de la imagen que quieren proyectar de ellos mismos tanto al mundo del arte como entre sus millones de seguidores. En los Beatles no tardará en unirse el entretenimiento del orbe del espectáculo con el arte contemporáneo como experimentación continua y permanente. Apenas tres años más tarde, en Rubber Soul (1965), los compradores de sus discos podían ver carátulas que implicaban la distorsión de los sentidos. Y en Revolver (1966), Sgt. Pepper´s Lonely Hearts Club Band (1967) y Magical Mystery Tour (1967), es la psicodelia en pleno la que se hace arte conceptual que amalgama todas las influencias del grupo en ese momento: desde la filosofía hindú hasta las ideas contestatarias, pasando por sus ídolos musicales, literarios o cinematográficos e incluyendo las ideas creativas que reciben los integrantes de los Beatles de personajes históricos que son ejemplos a seguir, desde Gandhi a Fred Astaire, de Carlos Marx a Marilyn Monroe, de Edgar Allan Poe a Marlo Brando. La famosa portada del Sgt. Pepper´s Lonely Hearts Club Band es un panteón cultural puesto a los ojos del mundo gracias al artista Peter Blake y el fotógrafo Michael Cooper. Suma de una era optimista y en cambio permanente. Luego viene el retorno a lo esencial: el álbum doble de 1968, titulado The Beatles, con su carátula en blanco, el “White Album”; Abbey Road (1969) con un retrato del cuarteto de
Alex Steinweiss diseñó la primera portada de un disco en la historia (arriba), en 1940. La estética de los álbumes de jazz consistía en un diseño de arte minimalista (centro, abajo).
Liverpool cruzando una calle como simples paseantes; y Let It Be (1970), con sus rostros a todo color. El viaje mágico y misterioso de la banda más importante de la música de rock ha terminado donde empezó: con una imagen de los miembros del grupo ya sin cara de adolescentes, ya peleados entre sí, ya hartos de ellos mismos.
8
Contemplar las portadas de los discos de los Beatles sintetiza la explosiva creatividad de los años sesenta del siglo XX.
Si hay un momento en que las portadas de los discos dejaron su tono empresarial y se volvieron declaración de principios podemos señalar, además de los álbumes de los Beatles, las portadas de artistas como William S. Harvey (diseñador) y Joel Brodsky (fotógrafo), que hicieron la de Strange Days (1967) de The Doors, con sus personajes de circo y que era, hasta cierto punto, un homenaje a la fotografía de su contemporánea, Diane Arbus, la artista neoyorquina especializada en captar a los freaks de su entorno. O el trabajo del gran Robert Crumb con Cheap Thrills (1968) para el grupo Big Brother and the Holding Company, que representa una historieta con la saga del grupo y de su cantante principal, Janis Joplin. Y hay que precisar que la psicodelia, con el uso de drogas como el LSD o la marihuana, que gustaba de mostrar paisajes oníricos donde todo podía suceder, no es la influencia única en esta década. También están las portadas de discos que son proclamas de los problemas que aquejan al mundo, como sucede en las carátulas de Crown of Creation (1968) y Volunteers (1969), del grupo Jefferson Airplane, que representa el rock contestatario de San Francisco, California, en donde podemos ver que la corona de la creación que va a recibir la humanidad es un hongo termonuclear o que hay que ponerse en pie de lucha para combatir la guerra de Vietnam a través de la desobediencia civil. Estamos ante una cultura alternativa que subvierte la cultura oficial y el procedimiento básico para lograrlo es la autogestión, la cooperativa, la comuna. Y para comunicar su mensaje la vía más expedita y barata es hacerlo por medio de carteles para conciertos de grupos subterráneos, afiches de temática política contra el sistema imperante, folletos que reproducen
consignas y las portadas de los discos de sus artistas favoritos, esos que aún no se han vendido a las grandes corporaciones, esos que aún no anuncian los productos de las grandes compañías, esos que tus papás no ven con buenos ojos.
lo macabro que une en sus obras lo orgánico y lo artificial, los símbolos de la vida y la muerte en formas sensuales y perversas (Hans Ruedi Giger) y la del colectivo Hipgnosis, que representa la unión creativa entre el Colegio Real de Artes de Londres, la Escuela de Cine de Londres y la escena musical de Gran Bretaña. Son tres estilos diferentes de visualizar la música en las carátulas de los discos de estos años y con los principales grupos de rock del momento.
Artistas visuales y conceptuales La década de los años setenta transforma el panorama de la música en más de un sentido. Los jóvenes que compran discos de rock quieren sentir la realidad, vivir la experiencia del Roger Dean (Inglaterra, 1944) ha creado, desde 1968 a la mundo sin tapujos, sin medias tintas. El rock es sinónimo de liberación sexual, de uso de drogas, de regreso a la naturaleza. fecha, un sinnúmero de portadas de discos que se han vuelto Es entonces que la ecología se vuelve punto de encuentro para legendarias. Pero tal vez sus mejores trabajos abarcan el pesalvar al planeta y a sus especies en extinción. Pero también es riodo de 1970 a 1980 y se concentran en tres agrupaciones sinónimo de escapatoria: del mundo opresivo de familia-es- diametralmente distintas: Osibisa, un grupo de fusión de cuela-trabajo se salta a orbes más amplios, más rock, jazz y música africana, donde las imátolerantes, más abiertos con lo diverso, lo extragenes que inventa para ellos responden a una “El rock me cauño, lo minoritario. Las portadas de los discos de zoología alternativa, como en Osibisa (1971) y tiva primero por las David Bowie, Lou Reed o T. Rex lo atestiguan. Woyaya (1971); Uriah Heep, un grupo de hard portadas de sus disrock, con sus pinturas fantásticas para los discos antes que por sus cos Demons And Wizards (1972) y The MagiEs entonces que ver la carátula de un disco sonidos” cian´s Birthday (1972), y Yes, una de las banes un viaje de la imaginación. Se reutilizan ilustraciones populares, carteles de cine, fotografías das más representativas del rock progresivo, antiguas, arte decorativo, las obras de los grandes pintores junto con Emerson Lake & Palmer, Genesis y King Crimson. como Dalí, Escher o Magritte, así como los símbolos de los Dean produjo para Yes las portadas clásicas de sus álbumes mitos de oriente y occidente. Todo se vale. Todo es trampolín Fragile (1971), Close to the Edge (1972), Tales From Topograpara entrar a otras dimensiones, a otros reinos encantados. phic Oceans (1973), Relayer (1974) y Drama (1980). Mundos Las portadas son ventanas abiertas, espejos maravillosos, ca- que se despliegan en su hermosura paisajística como espacios minos a comarcas desconocidas. Viajes sin fin que unen lo habitados por criaturas pasmosas, por civilizaciones perdidas, visual y lo auditivo desde la privacidad de cada quien y cada por lugares fuera de la realidad tal y como la conocemos, tal uno. En esta década tres rutas se abren paso: la del creador y como la concebimos. Sean océanos con sus pirámides maque imagina mundos mágicos (Roger Dean), la del artista de yas, montañas de agua luminosa o frágiles naves aéreas, aquí
9
Además de la psicodelia, otra vertiente de las portadas de los sesenta son proclamas de los problemas que aquejan al mundo, dejando el tono empresarial hacia la declaración de principios.
podemos entender que la música es un viaje al país del nunca jamás. En tiempos más recientes, Roger Dean ha trabajado para grupos como Asia, Focus y la Orquesta Filarmónica de Londres, así como en videojuegos como Infestation, Amnios y Tetris. Hans Ruedi Giger (Suiza, 1940-2014), por su parte, no le interesaba ilustrar cuentos de hadas. Este artista suizo, muy cercano al teatro del absurdo y a creadores como Ernst Fuchs, Salvador Dalí, Alejandro Jodorowsky y Moebius, se ha hecho famoso como diseñador de películas de horror y ciencia ficción, desde la fallida Dune (1976) hasta Alien (1979). Pero en el arte de las portadas de discos se dio a conocer con Brain Salad Surgery (1973) del grupo Emerson Lake & Palmer. Su trabajo básico fue con aerógrafo y se dice que sus paisajes son la expresión de ciertas obsesiones fetichistas en relación al cuerpo humano como objeto biomecánico. En Brain Salad Surgery podemos contemplar una realidad donde la belleza de una mujer fantasmal da paso a una visión esquelética-metálica de la misma. Arte sin caretas, donde cada pieza es un instrumento de tortura, donde
cada detalle hiere la mirada. Tal vez por eso su obra posterior para carátulas de discos se centró en grupos de rock metálico o industrial, como Magma, Celtic Frost, Danzig o Carcass. En cambio, Hipgnosis es un estudio de arte londinense, fundado en 1968 por Aubrey Powell y Storm Thorgerson, que se convirtió en esa década en el centro del arte de las portadas de discos a nivel mundial y que, con nuevos creativos, se sostiene hasta 1983. Este colectivo creó algunas de las imágenes icónicas más conocidas de la historia de la música de rock, como la del disco de Led Zeppelin, Houses of the Holy (1973), con ese paisaje granítico donde los niños del futuro/pasado se arrastran, o las portadas con elementos pictóricos antiguos, como las que hicieron para el grupo Renaissance entre 1973 y 1982. Pero su mayor realización siguen siendo las portadas del grupo Pink Floyd desde 1969 a 1977, entre las que destacan sus imágenes, casi siempre simbólicas, como en Ummagumma (1969), The Dark Side of the Moon (1973), Wish You Were Here (1975) y Animals (1977), que establecen un nuevo paradigma de las carátulas como espacios de reflexión sobre la condición humana en llamas, la luz en su prisma de
colores o la relación de los animales y las fábricas en su matadero diario. Crítica del mundo sin obviedades, desde una perspectiva que permite entrar a los temas de nuestra civilización a través del dinero, el poder, la competencia despiadada o la burocracia insensible. Cambios de paradigmas y el regreso al origen De nueva cuenta, con la llegada de un nuevo movimiento contestatario, el arte de las portadas de disco va a comenzar desde cero. Y el año de este terremoto no es otro que 1977, cuando aparece en escena el movimiento punk y su lema: hazlo por ti mismo. Ahora el nuevo paradigma creativo son los diseños simples, las fotografías sin retoques, el corta y pega, que con eso basta. Es el triunfo de lo simple, lo rudimentario, incluso de lo amateur, sobre lo sofisticado o lo artístico. Pero aún en estos casos, las aportaciones de diseñadores como Arturo Vega (The Ramones), Ray Lowry (The Clash) o Bob Heimall (Patti Smith) no dejan de unir el arte del diseño con la sencillez de las imágenes de grupos y cantantes que desprecian todo artificio y que quieren decir las cosas sin pelos en la lengua. Allí Never Mind the Bollocks (1977) de Sex
En los setenta tres rutas se abren paso: la del creador que imagina mundos mágicos, la del artista de lo macabro que une lo orgánico y lo artificial y la de la unión creativa como espacios de reflexión sobre la condición humana.
10
Tres momentos de fines de los setenta a la fecha: con el punk el triunfo de lo simple y lo rudimentario; el impacto del disco compacto digital y diseños no grandilocuentes; y el regreso a los orígenes con el formato del disco de vinilo.
Pistols marca la diferencia y establece que la música sólo necesita frases filosas, palabras como escupitajos, rostros como injurias, gestos de franco insulto y desafío. La violencia se hace presente como una reacción visceral al estado del mundo, a la vida como ruina y deterioro, a la política como bazofia y engaño. Es el triunfo del dadaísmo corrosivo que no cree en obras de arte sublime sino en vida a ras de tierra, en la violencia como lenguaje cotidiano, en la voz de los de abajo como protesta social.
mala son Blue Note y ECM. Sólo basta ver las portadas de obras como Lumi (1987) de Edward Vesala, Twelve Moons (1993) de Jan Garbarek, Nine to Get Ready (1999) de Roscoe Mitchell, Coruscating (2000) de John Surman, Jumping the Creek (2005) de Charles Lloyd o Bold As Light (2010) de Stephan Micus para comprobarlo.
Y en el plano individual podemos hablar de diseñadores como Robert Fisher y su portada para el disco Nevermind (1991), de la banda Nirvana, con su niño sumergido persiLas dos últimas décadas del siglo XX traen otros cam- guiendo la carnada perfecta de nuestra época: un billete bios significativos: el disco de vinilo, de grabación analógica, de dólar. O el arte graffiti de Paul Cannell en la carátula de se vuelve obsoleto ante la entrada, a mediados de los años Screamadelica (1991), del grupo Primal Scream, así como los ochenta, del disco compacto digital. Esto imestilos retro y vintage de creativos como Tommy pacta al arte de las portadas porque el disco Steele o Vartan, provenientes ambos del centro “Las portadas de compacto es de menor tamaño y los discos de artes de la Escuela de Diseño de Pasadena, discos son un destino de larga duración, que podían ser vistos como California. Vartan, en especial, se ha ganado definitivo para los peel reconocimiento unánime con las portadas cuadros de una exposición, ahora se han vuelto regrinos en busca de tan pequeños que ya no requieren un gran trade discos recopilatorios del blues tradicional y un mundo aparte, de bajo artístico, al menos en sus detalles o en su del jazz pionero para sellos tan históricos como una realidad incongrandiosidad. A la vez, las décadas finales del Chess o Verve. mensurable, de una siglo pasado traen nuevos movimientos musimúsica que pertenece a todos, de un arte que A la vez, el arte de las portadas de discos se cales en ascenso, desde la música tecno-electrópasó de las márgenes nica hasta el hip-hop, pasando por la música ha vuelto un claro homenaje a otros movimienal centro de nuestra alternativa independiente, la música ambientos pictóricos o tendencias visuales. Allí están, cultura” tal y el grunge, entre otros. De la música tecno como ejemplos, la carátula de Viva la Vida or salen portadas influenciadas por corrientes arDeath and All His Friends (2008) de Coldplay tísticas cercanas a lo abstracto, como el suprecon su apropiación de la pintura de Eugène Dematismo, el constructivismo o la escuela de Bauhaus. Destaca lacroix en clave revolucionaria francesa o Fleet Foxes (2008) aquí Peter Saville y el “sonido Mánchester” con portadas para del grupo del mismo nombre, con su homenaje a Pieter BrueJoy Division, New Order, Ultravox, Pulp o Suede. ghel o You Could Have It So Much Better (2005) del grupo Franz Ferdinand y su imitación de los carteles revolucionaEn el último cuarto del siglo XX surge otra escuela de arte, rios soviéticos. Toda la historia del arte se encuentra a nuestra donde lo sublime como instante de asombro y recogimien- disposición ahora que nada escapa, gracias a las redes sociato, como paisaje imantado en su trascendencia visual, como les, del escrutinio público. prodigio lumínico que exhibe su belleza misteriosa, profunda, interior, se presenta en los discos del sello alemán ECM La llegada del siglo XXI parece marcar el fin de era de las (Editions of Contemporary Music). Los diseñadores de esta portadas de discos: al volverse todo una reproducción digital discográfica, especializada en música clásica contemporánea, al gusto de cada escucha y más con la aparición de iTunes, grupos étnicos, jazz europeo y experimentos electrónicos, son servicio que permite descargar el repertorio musical munBarbara Wojirsch, Dieter Rehm y Burkhart Wojirsch, quie- dial canción por canción, haciendo que los álbumes parezcan nes han hecho una labor artística tan impresionante, tan objetos arcaicos, anacrónicos. Lo que lleva a que la cantante fuera de serie, que el crítico Richard Evans ha dicho que los islandesa Björk proponga, con su disco Biophilia (2011), que únicos sellos discográficos donde jamás ha visto una carátula sea una aplicación interactiva, un videojuego sobre la crea-
ción del universo. Al mismo tiempo, con el auge de la música pop como glamour, fama y celebridad, el trabajo de mostrar lo auténtico, lo real, lo reflexivo incluso, se sostiene en discos como Back to Black (2006) de Amy Winehouse, Leaving on a Mayday (2008) de Anna Ternheim o Lazaretto (2014) de Jack White. Y si vemos más cerca podemos constatarlo en la portada del álbum Vida (2015) de Cast, el grupo mexicalense de rock progresivo, obra creada por el legendario Paul Whitehead, el ilustrador de portadas para grupos como Genesis, Renaissance, Le Orme, Van der Graaf Generator y Akacia. Estamos ante imágenes que nos muestran las heridas de lo humano o los amores rotos a la vista de todos. La vulnerabilidad que es la historia diaria de nuestro paso por el mundo. Y como en el trabajo creativo de Whitehead, nos ofrece casas viejas, bosques oscuros, naves cósmicas. Paisajes que van de lo gótico a lo contemporáneo, de lo real a lo simbólico, del surrealismo a la ciencia ficción. La última gran sorpresa, a partir de la segunda década del siglo XXI, es el regreso del disco de vinilo a la escena musical. Mientras el disco compacto, que había dominado por un cuarto de siglo, reduce sus ventas, el viejo disco de vinilo vuelve a dar la batalla, saca de nueva cuenta su formidable arsenal de ideas, visiones y proclamas. Y su regreso señala el retorno del arte de las portadas de disco como se hacían en los tiempos dorados de los años sesenta y setenta del siglo anterior, con obras tan significativas como las que hoy proponen grupos e intérpretes como Temples, Tame Impala, Flying Lotus, Mastodon o Ty Segall. Como la serpiente Uróboros, el diseño de los discos actuales responde a un imperativo sencillo pero poderoso: mostrar quién está detrás de tal o cual música, exponer los horizontes de la vida que cada grupo o cantante quiere compartir con nosotros desde su experiencia personal, expresando el destino humano como regreso a los orígenes, como voluntad creativa, como sabiduría vital. No somos diferentes a ti, parecen decirnos. O mejor aún: lo que ves es lo que imaginas escuchar.
angel.gabriel.trujillo.munoz@uabc.edu.mx
*Escritor y poeta, autor de Espantapájaros y Tijuana city, tres novelas cortas
11 Foto: Cortesía
XX BIENAL DE FOTOGRAFÍA DEL CENTRO DE LA IMAGEN
Mundos por conquistar POR ENRIQUE BOTELLO*
H
siempre y que es común que a veces no tengan respuestas claras.
ace unas semanas se dieron a conocer los resultados de la XX Bienal de Fotografía del Centro de la Imagen, con una selección de 25 proyectos con temáticas diversas, el jurado otorgó los premios de adquisición, uno para Fernando Montiel Klint y el otro para Rogelio Séptimo. Este certamen convoca a los protagonistas de la fotografía en el territorio nacional y, a decir de los organizadores, “brinda la oportunidad de conocer y dejar memoria de la escena fotográfica contemporánea en el contexto nacional”.
Fernando Montiel Klint.
road trip peninsular, los encuentros de Montiel Klint con la naturaleza serán harto distintos. Muy atinada fue la selección de proyectos, un cuerpo de propuestas muy divergentes, pero que al final dan testimonio del pulso de la fotografía en México en el casi primer cuarto del siglo XXI. chocorrol_@hotmail.com *Fotógrafo y docente de la Facultad de Artes (UABC) Fotos: Fernando Montiel Klint
Aún sin la explicación que da Montiel Klint, las fotos evocan a una mirada provocadora, una mirada que ha evolucionado pero que siempre ha estado en sus propuestas. Había tenido la oportunidad de ver su trabajo seleccionado en otra bienal y sobresalía por los recursos de montaje que utilizaba; recuerdo que había una pantalla con un GIF de una escena de una terraza en el que se veía el efecto del viento. En esta ocasión, el montaje también es muy interesante, las posibles lecturas en horizontal y vertical que tiene el acomodo, son sobradamente atractivas. Los contrastes de colores de fondo de las imágenes El trabajo de Séptimo, es una serie de retratos que las hilan con puntadas que van de pares y nones, parten de la memoria colectiva de las comunidades pu- para rematar con la imagen de un Caracara a marépechas en torno al Lago de Pátzcuaro y herramientas nera de gorrión entrenado sobre un paño azul, que de Inteligencia Artificial, un trabajo pulcro en escala de finalmente se cuelga a la pared sobre un gráfico de grises. Un trabajo que confirma la posibilicalibración de lentes, rayando en un sudad de crear realidades alternas de manera rrealismo contemporáneo. “La apuesta de Ferinfinita y controlada. nando Montiel Klint Curiosamente, he tenido una relación es una reconsideraLa apuesta de Fernando Montiel Klint cercana con Fernando y un par de expeción de su relación con es una reconsideración de su relación con riencias cercanas a la naturaleza, una en el mundo natural” Tlacotalpan en el épico encuentro de 20 el mundo natural: “Me perturba mi distanciamiento con la naturaleza”, escribe fotógrafos, por convocatoria del Museo en su presentación. Al experimentar estados de con- Cuatro Caminos, en la que trabajamos en el mismo ciencia alterados se reencuentra con el humano que equipo, y la otra durante un viaje de un poco más de es, y se pregunta: ¿Qué es el hombre? ¿Quién soy yo? diez días que hicimos por la península de Baja Cali¿Cómo me relaciono con la tierra? ¿Qué es el ser? fornia, en un contacto muy cercano con el desierto y Cuestionamientos primigenios que existen desde el mar. Seguramente, si repetimos la experiencia del
12
La Cultura no se de
¡Lo que no está en PALABRA se lo
Cuadro: Homenaje a Carlos Pellicer (1994).
FEBRERO-MARZO 2022 | NÚMERO 4
Por Manuel Quintero
ABRIL 2022 | NÚMERO 5
MAYO 2022 | NÚMERO 6
Ilustración: Héctor García Mejía
[Año I]
JUNIO 2022 | NÚMERO 7
JULIO 2022 | NÚMERO 8
Foto: Archivo Palabra
Benjamin, historia y apocalipsis
Cony Sigüenza Rael Salvador
Cony Sigüenza Rael Salvador
OCTUBRE 2022 | NÚMERO 11
NOVIEMBRE 2022 | NÚMERO 12
AGOSTO 2022 | NÚMERO 9
una antagonista del mainstream Por Carlos-Blas Galindo
SOBRE LA ESTUPIDEZ 2.0 Por Carlos Mongar
Foto: Hammer Museum, UCLA
EPIDEMIA,
Literatura de aprendizaje en Leobardo Sarabia Foto: Issa Jensen
Marta Palau,
Ilustración: Demócrito, el filósofo que ríe, por Johannes Moreelse (1630).
SEPTIEMBRE 2022 | NÚMERO 10
Gabriel Trujillo Muñoz Eduardo Cruz Vázquez Rael Salvador
13
detiene:
se lo lleva el viento! Pintura: La bota, de Rodney Zelenka
DICIEMBRE 2022 | NÚMERO 13
FEBRERO 2023 | NÚMERO 15
ENERO 2023 | NÚMERO 14
Foto: Archivo Palabra
MARZO 2023 | NÚMERO 16
RODNEY ZELENKA en Ensenada
Biografías y autobiografías Por Gabriel Gabbriel Trujillo Muñoz
Foto: Archivo Palabra
Foto: Archivo Palabra
Por Sergio Gómez Montero
Por Carlos-Blas Galindo
[Año 2]
JUNIO 2023 | NÚMERO 19
ABRIL 2023 | NÚMERO 17
MAYO 2023 | NÚMERO 18
EL INCENDIO QUE HABITAN las escritoras de Baja California Por Elizabeth Cazessús
SubPaisaje abstracto
Indagaciones sobre lo sucedido en 1963
Literatura bajacaliforniana:
prejuicios, negaciones, orfandades y críticas Por Gabriel Trujillo Muñoz
Pintura: Mona Lisa a los 12 años, óleo de Fernando Botero, 1959.
OCTUBRE 2023 | NÚMERO 23
NOVIEMBRE 2023 | NÚMERO 24
Fotografía: Debby Termonia
Fotografía: Gerardo Mon el Klint: Weltschmerz: el mundo real no puede sa sfacer los anhelos del espíritu II. De la serie: Finlandia. Baja California / 2020
Por Chiara Acri
SEPTIEMBRE 2023 | NÚMERO 22
Por Gabriel Trujillo Muñoz
Foto: Editorial Ar ficios
Foto: Giampiero Acri
Foto: Archivo Palabra
HORACIO ENRIQUE NANSEN
Recuperar un fantasma:
Fernando Botero 1932-2023
Por Iliana Hernández Partida
Entrevista
Rob Riemen
“La cultura es una invitación, igual que el amor” Por Rael Salvador
14
MI MOTOR, LA MÚSICA
Diazmuñoz, de película La biografía del maestro director de orquesta mexicano es un desafío para sus lectores, para su audiencia POR EDUARDO CRUZ VÁZQUEZ*
“A
ver cómo me va”, soltó ante una Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes abarrotada. Ese jueves 20 de julio iniciaba el periplo del libro Miriam Kaiser: Una guerrillera por amor al arte. Atisbos de la gestión cultural en México, de Angélica Abelleyra, publicado por la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL, 2023). En efecto, una biografía como reportaje novelado en la que una enorme figura de la cultura mexicana dio rinda suelta a su historia, a sus 87 años, convencida de que no guarda secretos porque, dice, “no llevan más que al desastre”. Son las ventajas de narrar un testimonial, un privilegio que es también un enorme riesgo. Una experiencia extrema que, al abordar Mi motor, la música (UANL, 2023), la biografía del maestro Eduardo Diazmuñoz bajo la batuta de Brenda Elizondo, me hizo volver a cuatro entrañables amigos, dos de ellos diplomáticos en vida y los otros dos músicos ya fallecidos. En retiro, los embajadores Jorge Alberto Lozoya y Luis Ortiz Monasterio han entregado a cuentagotas el acervo privilegiado de sus quehaceres. Más Ortiz Monasterio que Lozoya. Mis esfuerzos por apoyarles para elaborar un documento total han sido infructuosos. Más Lozoya que Ortiz Monasterio refiere al necesario silencio que se debe guardar sobre muchos acontecimientos del ejercicio diplomático, entreverados no pocas veces con las vivencias personales. Cada vez que puedo les insisto. Lo seguiré haciendo. Vamos a quienes partieron. El 9 de febrero de 2009, mientras dormía, viajó a la tierra de sus desvelos místicos Jorge Reyes. No muy lejos de la noche de su muerte le insistía en preparar un libro para celebrar sus seis décadas de vida en 2012. En la noción de que sobra tiempo para ciertas decisiones, mi carnal michoacano no pudo contar su vigoroso y sensacional proceso creativo. Es la fecha en que no ha sido posible encarar un legado fundamental para la historia de la música mexicana. Mi otro cercano, Daniel Catán, que lo fue porque Diazmuñoz me llevó a él, también partió en el silencio de su creatividad el 9 de abril de 2011, seis días después de su cumpleaños 62. La comprensión incesante de sus alcances como compositor, el intentar ser cómplice de sus empeños, el buscar contar noticiosamente sus impresionantes hallazgos operísticos, no me alcanzó para expandir nuestras conversaciones sobre más detalles de su paso por esta tierra. El vacío biográfico sobre Daniel Catán que, al paso de los años, se torna tanto inexplicable como absurdo, encontró el colmo, justamente, tras mirar la tremenda
película que es Mi motor, la música, en cuyas páginas de guion Diazmuñoz entrega a Elizondo un pedacito de lo que juntos construyeron en los muchos años compartidos, con la presencia de sus esposas, dos geniales, inteligentísimas y bellas mujeres: Mayte Martínez y Andrea Puente. Si de Reyes y de Catán llegan a editarse sus volúmenes biográficos, quienes podrán darle cierto molde, así como reaccionar ante la pluma del biógrafo, en cualquier sentido del contenido, serán sus familiares y amistades cercanas. Es la básica y feroz diferencia a
cuando se narra, para fines de divulgación, de cara al transcurrir de la cotidianidad. No es que una modalidad sea más pertinente que otra, justa o inconsistente, que bastante hemos visto en lo ocurrido con otras personalidades de la vida cultural nacional o de otros países, con sus productos biográficos convertidos en libros, películas, obras de teatro, retrospectivas de arte e incluso en pleitos en los juzgados. Lo que subrayo es que el calibre de lo contado pega distinto teniendo los pies en la tierra. Las vistas del análisis que es factible aplicar sobre lo biografiado son numerosas,
15
Eduardo Diazmuñoz en un recreo del Instituto Patria (1963). El futuro director de orquesta en sus tiempos de corredor de autos. En la imagen por la carrera México-Toluca en 1970. En familia, durante una boda en Xalapa, Veracruz. Don Vidal Díaz Muñoz y doña Elvira Gómez; Sara, Ricardo y Eduardo Diazmuñoz.
cual producción de largometraje, y por lo mismo Mi mo- de lo que ocurre en el campo de la música. tor, la música se convierte en un desafío para sus lectores, 1 La integración de un ser musical. Vertebral resulta para su audiencia. el haber logrado delimitar las etapas de la formación del Las secuencias, que son 14 capítulos en los que se divide biografiado. Sin duda es central para la apropiación de las la obra, son piezas de un guion complejo. Diazmuñoz y nuevas generaciones de músicos, sobre todo de los anheElizondo ponen en páginas un conjunto de hechos cuya lantes de la dirección orquestal, que podrán tomar nota de mayoría de sus protagonistas viven o bien tienen descen- lo que implica consumar una profesión. dientes en las primeras butacas. Salvo las excepciones evi2 Elementos del desarrollo sectorial. Me refiero a la dentes, las menciones como alusiones propician que el inserción del fenómeno musical, desde la amplia cobertestimonio de mi amigo entrañable que es Eduardo Diaz- tura de un creador como Diazmuñoz, en el acontecer culmuñoz, diseñe un juego de reacciones. tural del país. La panorámica ofrecida linda en hallazgos Si la biografía convencional se reserva un uso de fuen- propicios para el análisis como en la profundización de tes, citas y testimonios para una arquitectura más hacia lo una historia por escribir, la de los conjuntos orquestales. 3 La diáspora. Como pocos directores de orquesta en ensayístico como a la trama literaria, lo elegido por Brenda Elizondo se abre hacia el collage variopinto de episodios México, la vida del biografiado pone en relieve la trascencon su variedad de coprotagonistas. dencia de la diáspora creativa, así como el costo de ser Ella construye la vida del cabo hasta donde llega a los 70 parte de ella. Un ir y venir que remata Eduardo con una años el rabo del director de orquesta, compositor, rockero, expresión durísima: “La primera vez me regresé por ideabaterista, gestor cultural, internacionalista, administrador, lista, la segunda por pendejo y esta tercera vez pues a lo fotógrafo, corredor de autos, educador, pedamejor por una combinación de las dos cosas”. gogo, hijo, hermano, esposo, padre, líder gre4 Vicisitudes del clima laboral y del lidemial, confabulador de proyectos y demás verrazgo gremial. Dentro del aún enorme catá“Si la biografía tientes de un Diazmuñoz total que se pinta logo de temas proscritos en el medio musical convencional se recon una paleta pletórica de colores y grandes de nuestro país, se encuentran los relativos serva un uso de fuentes, citas y testidosis de humor, no pocas veces, negro. a las relaciones laborales entre los músicos monios para una arDe ahí que Mi motor, la música toque los de un conjunto orquestal y el director titular, quitectura más hacia terrenos de la crónica periodística, de la encomo con las autoridades de ambos. lo ensayístico como a trevista de perfil y del compendio de sucesos También lo que implica ser concertala trama literaria, dor en un entorno de trabajo con pares. que determinan como acompañan la ruta selo elegido por Brenguida por el protagonista de la información. Diazmuñoz no rehúye nombrar los límites da Elizondo se abre Quien acuda a las 383 páginas de la becuando dice, por ejemplo, “La gran mayohacia el collage variopinto de episodios ría llega el lunes al ensayo y toca a primera lla edición de la UANL saldrá de la sala edicon su variedad de bestia (primera vista)”. ficada por Elizondo con la certeza de que coprotagonistas” la “biopic” cumple su misión. En lo escrito En otro ejemplo, al referirse a su experiencia como por la selección fotográfica como por con el director japonés Seiji Ozawa, recuerda las fuentes documentales, el personaje logra dejar el final que “Se puso como loco (…) Yo vengo del tercer mundo”, o abierto. La saga del hombre al que rige la triada de “la mú- en otro extremo, “No, y cada vez que sale mi nombre en la sica, los coches y las mujeres”, continúa bajo la consiga de (Orquesta Sinfónica) Nacional, dicen que no, que no voy”. que “Si miento no puedo estar a gusto conmigo mismo”. 5 Emocionalidad, humor y jerga expresiva. Este bloque es nodal, ya que en las intervenciones de Diazmuñoz Virtudes de una estructura radica la conexión con los espectadores de la “biopic”. Si Advierto en la vida contada por mi tocayo los siguientes para quienes lo conocen, lo han escuchado y compartido bloques que contribuyen a la labor de quienes estudian y el discurso es la confirmación de uno de los componentes difunden la historia del sector cultural y particularmente de su legado, para el resto del público será una revelación.
Mi tocayo es poseedor de una estructura muy lograda al fijar su personalidad, sus alcances y limitaciones. Hay una línea de erudición como también de sencillez que toca lo popular. Es fanático de recurrir a dichos, a sentencias y a la construcción de su lógica discursiva de modo coloquial. Citemos algunos ejemplos: “O sea ¡cabrense callones!”, “Los calendarios eran bastante relajientos”, “Y les decía, es lo que ustedes piensan ¡babosos! Y para acabarla de amolar…”, “Uta, empecé a llorar”, “Pero ella me jugó chueco” y “No me morí, pero pudo haber pasado”. A contrapelo de Miriam Kaiser quien asegura en su biografía “Que México es el país de la Virgencita de Guadalupe a quien rezas para tener soluciones. Que en este país no se pueden planear los proyectos a largo plazo y que el único largo plazo es el sexenio”, Eduardo Diazmuñoz, suelta que “Y pues México es como es”, “Porque en este país, más que en otros, si no hay voluntad política no pasa nada”. Es la nación del modelo bautizado por el maestro Luis Herrera de la Fuente como el “sistema métrico sexenal”, mantra que a lo largo de su vida Diazmuñoz ha hecho propio. 6 Coloquio familiar como ejercicio de libertades. Tomar la decisión de hacer públicos muchos de los sentires del clan Diazmuñoz no es asunto menor. Quedan sus aseveraciones para la posteridad y para ser ampliadas en lo que, sugiero, sea más adelante una edición corregida y aumentada de Mi motor, la música. Partamos de una de las definiciones centrales por parte de Mayte, citando antes lo que le dijo Miriam Kaiser a la periodista Angélica Abelleyra, a propósito de su matrimonio con el dibujante Héctor Xavier Hernández y Gallegos (1921-1994), con quien concibió cinco hijos: “Siempre digo: un artista no debería tener hijos, un creador es para construir sus mundos y no para estar en los asuntos terrenales. No guardo rencores, fue mi responsabilidad gozosa ser padre y madre”. Escuchemos ahora a Mayte: “(…) Creo que por naturaleza todos los artistas son egoístas. Si su mundo es el arte, y es lo más importante para ellos, entonces ¿para qué se casan? ¿para qué tienen hijos? (…) El amor que él tiene por la música, yo no lo tengo por nada, sólo lo tengo por mis hijos”.
16
Credencial como presidente de la Sociedad de Alumnos del Conservatorio Nacional de Música del INBAL, ciclo 1976-1977.
Eduardo Diazmuñoz y su par, el norteamericano Leonard Bernstein en Tanglewood, Berkshire Music Center, 1979.
La familia Diazmuñoz-Martínez: Trasina y Eduardo Jr, Mayte y Eduardo.
Epílogo Si algo he aprendido de mi tocayo es tanto a observar Si bien esta reseña no es el lugar para contar la his- como apasionarme por mirar a los directores cuando diritoria compartida con mi tocayo, no puedo dejar de dar gen la orquesta. Un particular privilegio que sólo ofrecen algunas señales al respecto. Quien me acercó a Eduar- contadas salas de concierto. Por eso y por lo que repredo fue mi hermano Humberto, un abogado que pudo sentan en la oferta musical de la Ciudad de México, desser pianista y es un enorme melómano. Hacia el año de hace lustros ocupo la misma butaca en la zona de coro de la sala Nezahualcóyotl del Centro Cultude 1986, cuando era titular de la Orquesta ral Universitario de la Universidad Nacional Sinfónica del Estado de México (OSEM) “De ahí que Mi moAutónoma de México (UNAM). me sugirió entrevistarlo para la sección tor, la música toque cultural del El Nacional, donde iniciaba Cada sábado, casi sin falta, acudo para los terrenos de la crómi oficio de reportero. apreciar lo que diversidad de directores nica periodística, de hacen de la Orquesta Filarmónica de la Desde entonces, como bien se dice para la entrevista de perfil ilustrar los afectos y complicidades duradeUNAM o de la Orquesta Sinfónica de Miy del compendio de ras, no hemos dejado de cultivar nuestros annería. De sus directores titulares, huéssucesos que determidares. Cierto, en su biografía aparecen un par pedes e invitados he llegado a memorizar nan como acompañan la ruta seguida de referencias a esos momentos. Son muchos cada gesto, cada audacia interpretativa, así por el protagonista de e intensos los episodios que nos unen tamcomo cada fracaso suyo o de los integrantes la información” bién al lado de Mayte. Batallas, éxitos y sindel conjunto. sabores. Son los menesteres de los rostros del tiemCon estas cuartillas también correspondo po, como ilustra la concertadora Lydia Tár, la al gesto de Eduardo cuando, en 1991, acudió a presentar protagonista de Tár, el peliculón dirigido por Todd Field mi primera antología periodística titulada Desde la fron- (Estados Unidos, 2022): “Eso espero. Pero el tiempo es tera norte, un serial de numerosas estampas de la cultura clave. El tiempo es la parte esencial de la interpretación. de los estados fronterizos de México, en la Sala Manuel M. No puedes empezar sin mí. Yo arranco el reloj. Mi mano Ponce del Palacio de Bellas Artes, al lado de otros grandes izquierda da indicaciones, pero la derecha, la segunda hermanos como Andrés Ruiz, Leobardo Sarabia, Sergio mano, marca el tiempo y hace que avance. Pero, a diferenGómez Montero y Federico Campbell, quien falleció el 15 cia de un reloj, a veces mi segunda mano se detiene, lo que de febrero de 2014. significa que el tiempo se detiene”.
A propósito de la afirmación del académico norteamericano William Dawson III, de considerar a Eduardo el Leonard Bernstein mexicano, le he propuesto que, en los años por venir, haga un ejercicio que me parece enriquecería su herencia al medio musical de México. Me refiero a seguir el molde de esa magnífica pieza que es Música, sólo música (Tusquets, 2020), el diálogo entre el escritor Haruki Murakami y el director Seiji Ozawa. Sería apasionante leer sobre sus compositores favoritos, como de los secretos que conducen a identificar el oficio de un solista, las piedras en el camino de un concierto y las curiosidades de una buena grabación. Así es Diazmuñoz: que nuestros motores no desfallezcan, que jalen con la potencia que imponen cumplir a toda velocidad los años por venir, los que alguien, en algún lado, sabe tenemos definidos en el calendario de este planeta. Por lo menos conmigo sabes que, si quieren volver a transarte con una supuesta alteración en la máquina de tu auto de carreras, me cae que ahora sí la hacemos de tos. angol97@yahoo.com.mx *Periodista, gestor cultural, ex diplomático cultural, formador de emprendedores culturales y ante todo arqueólogo del sector cultural Fotografías, cortesía de Eduardo Diazmuñoz.
17
ARTEOFICIO
Entre etopeyas y prosopografías POR LAURO ACEVEDO*
M
áscaras somos, no cabe la menor duda, en este laberinto de los caracteres humanos: Personares (personas, personajes), objetos para sonar. Cada ser humano tiene la plasticidad de los rostros, los rastros y los momentos de verdadera intención. Poseemos esa rara propensión al disfraz, tal vez como un acercamiento hacia nuestra identidad central. La psicología humana deja de ser un lugar común, para convertirse en una especie de torbellino donde, en el vórtice, apenas se pueden vislumbrar las características de los hechos y el símbolo de las verdades.
en otro suceso que nos deja con los ojos abiertos y atentos a seguir leyendo. Sí, la novela es un verdadero logro de intercalación y una muestra de cómo lo que creemos está enraizado en nuestra visión de encuentro con las letras escritas, hasta obscurecernos ciertos datos. Novela muy bien estructurada, donde es notoria una propensión a las etopeyas, figuras literarias que consisten en denotar el interior de los personajes, sus sentimientos, sus razones de existencia, sus motivaciones para actuar de alguna u otra manera. Y, por otro, la propensión equilibrada a las prosopografías, figuras literarias también, que consisten en datificar las características externas de los personajes.
Todo ocurre y no ocurre, las historias parecen terminar donde comienzan y todo se desvanece en unos cuantos hechos, para encontrarse en otros que, por parecer distantes, no son más un flash back de la realidad imperante.
Dada la interacción de situaciones interiores y situaciones exteriores de los participantes en esta novela, se logra el desarrollo de una historia que tiene como un sello distintivo el suspenso y la sugestión, para que el lector siga leyendo con más curiosidad La novela como un subgénero del gécada vez, hasta llegar a la conclusión de “Todo ocurre y no nero narrativo, que es el más antiguo la obra, mientras se inmiscuye entre los ocurre, las historias del mundo, pues desde tiempos muy reestambres rojos de la magia y la leyenda. parecen terminar donmotos existió el contador de historias, el de comienzan y todo cuentero de la tribu, el que mantenía la En cuanto a la toponimia, es decir a se desvanece en unos los lugares donde se sitúan los hechos atención de los grupos de pobladores que cuantos hechos…” gustaban, a la luz de las antorchas, escunovelados, debemos hacer notar que la char sobre seres sobrenaturales con ponovela es una especie de homenaje a la deres que, según sus hechos, serían catalogados como ciudad y puerto de Ensenada, pues los datos de inbien y mal. vestigación, que son notorios en las acciones en toda la novela, suceden precisamente en esta ciudad, inLa novela La sombra del Dragón, de César Cervan- cluyendo los roles de los personajes: principales, setes, es eso: un conjunto de cuentos entrelazados para cundarios y comparsas. conformar una historia que nos mantiene al vilo de las páginas y en sobresalto de sentir que, en cada cuenteLa novela incluye en su desarrollo varios momentos cillo, la novela termina; pero al salto de unos cuantos de clímax y, así, sorpresa tras sorpresa, se van corrienrenglones, inicia de nuevo otro giro para integrarnos do los telones de esta obra hasta llegar al cierre des-
enlace después de haber creído que fueron varios los cierres de telón final. Felicito a César Cervantes, el autor de La sombra del Dragón, por legarnos esta novela que considero la primera de su tipo escrita en este puerto. Esperamos las próximas que, de seguro, conseguirán atraparnos en su lectura como La sombra del Dragón ahora lo hace. enardecidavoz@gmail.com *Poeta y escritor, autor de Arboranza. Yo, la multitud
18
Storytelling y la crisis
de la narración, en Byung-Chul Han POR FERNANDO MANCILLAS TREVIÑO*
La huella es la aparición de una cercanía, por lejos que pueda estar lo que la dejó atrás. El aura es la aparición de una lejanía, por cerca que pueda estar lo que provoca. En la huella nos hacemos con la cosa; en el aura es ella la que se apodera de nosotros. Walter Benjamin, Libro de los pasajes
C
on la indagación de las huellas diseminadas por Walter Benjamin (15 de julio de 1892, Berlín, Alemania-26 de septiembre de 1940, Portbou, España) en Byung-Chul Han (1959, Seúl, Corea del Sur) exploramos la crisis de la narración ante la proliferación del storytelling como storyselling. A lo largo de la historia, cuando las narraciones nos acogían en un espacio social que nos hacía sentir en el mundo como un hogar, al otorgar sentido a nuestra vida, a través de su soporte y orientación de sentido, nos encontrábamos con la vida misma como una narración significativa. ñas reuniones multiculturales de amigos, que festejan Mientras las narraciones son promotoras de co- la convivencia misma, libre de cualquier contradicción munidad, el storytelling como mensaje publicitario patente. La cultura capitalista en la Modernidad Taro propagandístico genera consumidores o acólitos, día ha intensificado la vida emocional de los sujetos sin constituir ninguna comunidad. Es por ello, argu- con la producción masiva de mercancías emocionales menta Byung-Chul Han que: “El capitalismo recu- o “emodities”. rre al storytelling para adueñarse de la narración. Le somete al consumo. El storytelling produce narraCon un experimentado equipo de investigadores, ciones listas para consumir. Se recurre a la socióloga Eva Illouz (30 de abril de él para que los productos vengan asocia1961, Fez, Marruecos), en su obra Capi“La cultura capidos con emociones. Prometen experientalismo, consumo y autenticidad. Las talista en la Modercias especiales. Así es como compramos, emociones como mercancías (2019), exnidad Tardía ha intensificado la vida vendemos y consumimos narrativas y pone los resultados de un conjunto de emocional de los sujeemociones. Stories sell, las historias venestudios empíricos sobre la comercialitos con la producción den. Storytelling es storyselling, contar zación de las experiencias emocionales masiva de mercanhistorias es venderlas”. Por lo tanto, el de la sociedad contemporánea en: a) cías emocionales o El turismo como industria emocional storytelling es una figura emblemática emodities” del “marketing”. en la demanda de relajación; b) La industria musical en la racionalización de De esta manera es como el storytelling —en los la gestión emocional; c) La emocionalización de la mensajes publicitarios, como los de la Coca Cola— nos industria del cine, específicamente el género de teprometen felicidad y entusiasmo por la vida en peque- rror como comodificación del miedo; d) Las tarjetas
postales en la elaboración de estados de ánimo; e) Las tarjetas de saludos como “commodities” emocionales; f) La comodificación de las emociones en la psicoterapia; g) La conformación de “psiudadanos” felices en el régimen moral neoliberal; y h) La crítica posnormativa de la autenticidad emocional en la vida interior de la cultura ordinaria. Por otra parte, viviendo en una sociedad informatizada donde lo que interesa es el cúmulo infinito de datos y noticias en los medios de comunicación de masas y en las redes sociales, que se renueva diariamente, no hay tiempo y espacio para la reflexión y narración cualitativa. Lo que importa es saltar de una novedad a otra, entre más espectacular y escandalosa mejor. En ese sentido, la crisis narrativa de la Modernidad Tardía proviene de una sobresaturación de informaciones en el mundo social, como señala Walter Benjamin: “Que el arte de narrar escasee se debe, en buena medida, a la difusión de información”. En el mundo digital en el que vivimos nos encontra-
Fotos: Archivo Palabra
19
mos en una comunicación sin comunidad. Ante ello, Byung-Chul Han señala: “Con la actual hiperactividad, que busca espantar el aburrimiento, nunca alcanzamos un estado de profunda relajación espiritual. La sociedad de la información está generando una época de alta tensión espiritual, ya que el aliciente de la sorpresa es la esencia de la información. El tsunami informativo se encarga de que nuestros órganos sensoriales estén permanentemente estimulados. Ya no son capaces de pasarse a un estado contemplativo. El tsunami informativo fragmenta la atención. Impide la demora contemplativa, que es constitutiva del narrar y de la escucha atenta”. En su obra anterior, Vida contemplativa (2023), el autor celebra la inactividad como un modo de esplendor de la existencia humana. La inactividad genera un resultado desindividualizador, desubjetivizador y desarmador, en el que el desapego en el sujeto, produce un ámbito lúdico de despreocupación, en el mejor sentido señalado por Rousseau. De tal suerte, que la dialéctica de la inactividad propuesta por Byung-Chul Han, como una zona de indeterminación, nos habilita en la generación de algo todavía inexistente, de inactividad en la actividad, que abre un horizonte de posibilidades del surgimiento de lo enteramente distinto.
Sin embargo, Byung-Chul Han no se conforma con el acto contemplativo per se. Desde su perspectiva vivir es narrar. En la narración se origina la fuerza potencial de nuevos orígenes. Cualquier práctica transformativa de la vida social se sustenta en una narración. Byung-Chul Han es uno de los más prominentes filósofos del pensamiento contemporáneo. Nació en 1959, en Seúl, Corea del Sur. Estudió filosofía en la Universidad de Friburgo y literatura alemana y teología en la Universidad de Múnich. En 1994 se doctoró en la Universidad de Friburgo con una tesis sobre Martin Heidegger. Fue profesor de Filosofía en la Universidad de Basilea en 2000. En 2010 fue profesor de Filosofía y Teoría de los Medios en la Escuela Superior de Diseño de Karlsruhe. A partir de 2012 es catedrático de Estudios Culturales y Filosofía en la Universidad de las Artes de Berlín (UdK). La obra de Byung-Chul Han en español abarca más de 20 títulos publicados por la editorial Herder, entre ellos: La sociedad del cansancio, La sociedad de la transparencia, El corazón de Heidegger, Caras de la muerte, Filosofía del budismo zen, El aroma del tiempo, Loa a la tierra, La desaparición de los rituales, En el enjambre, La expulsión de lo distinto, La agonía del Eros, Buen entretenimiento, Psicopolítica, Hegel y el poder, Muerte y alteridad, La sociedad paliativa, Hi-
perculturalidad, Topología de la violencia, Sobre el poder, La salvación de lo bello, Por favor, cierra los ojos, Capitalismo y pulsión de muerte, y el más reciente, La crisis de la Narración. En la editorial argentina Caja Negra: Shanzhai. El arte de la falsificación y la deconstrucción en China (2016) y Ausencia. Acerca de la cultura y la filosofía del Lejano Oriente (2019). En editorial Taurus: No cosas (2021), Infocracia (2022) y Vida contemplativa (2023). Walter Benjamin, Libro de los Pasajes, Madrid, Ed. Akal, 2016, 1102 páginas. Byung-Chul Han, La crisis de la narración, Barcelona, Ed. Herder, 2023, 108 páginas. Byung-Chul Han, Vida contemplativa, México, Ed. Taurus, 2023. Eva Illouz, Capitalismo, consumo y autenticidad. Las emociones como mercancías, Madrid, Ed. Katz, 2019, 291 páginas.
fernamancillas@yahoo.com *Profesor-Investigador de la Universidad de Sonora
20
CORREA, FUENTE Y RODRÍGUEZ
Más notas de la literatura en Baja California En Mentiras que no te conté (Editorial Universidad de Guadalajara), Elma Correa Neri despliega as novedades literarias se coci- una narrativa muy ágil que no nos deja descanso, nan lentamente, lo mismo que un universo pop muy femenino en donde no deja tardan en llegar. En el mundi- de estar presente el camino a la fatalidad. No todos llo de la literatura en Baja California sus cuentos me parecen redondos —específicamen—¿debo de decir «planeta» para ser te aquel con el que abre, en donde el final inverosípolíticamente correcto?—, las primicias mil mata el fenomenal trabajo con la parte de los son escasas, y suelen venir con una carga sentimental personajes—, y es posible encontrar imágenes simy publicitaria que las hace engañosas. Compartimos plonas que parecieran aspirar a despertar la risa vulun espacio en el que las porras van de un lado a otro, gar —«le piso los juanetes», probablemente por su incluso a sí mismos, bajo la consigna de sobrevivir y íntima conexión con el lenguaje coloquial—, adedestacar en lo posible; un «me gusta» vale más que más de algunos lugares comunes —«una noche demil palabras. jamos de ser jóvenes y nos convertimos en adultas»—. Sin embargo, predomi“Tres autoras oriunEn ese contexto, es normal ver la aparina la fortaleza de una descripción fresca, das o radicadas en el ción de poemarios, algunos libros de ensaun lenguaje muy rico que parece el de la Estado, ganadoras enyos, escasos libros de cuentos, muy pocas generación —¿cuál?—, voz de la mujer tre el 19 y el 21: Elma novelas; más matracas y algarabía que desque se entiende como parte de esa revoCorrea (Premio Nacioaparece en un suspiro. Es como una rueda lución que se grita no sólo en las calles. nal de Cuento “Juan en la que caminamos con mayor o menor José Arreola”, 2021), arrebato; a veces nos lleva. Puedo imaginar Mentiras que no te conté se ubica Ana Fuente (Premio Dolores Castro, 2019), a un grupo de entusiastas escritoras y esplenamente en territorio fronterizo, ya y Montserrat Rodrícritores que llevan la producción literaria sea en la geografía de la Baja y el otro guez (Premio Nacional de la comunidad, aunque halen en diferenlado, o en el lenguaje del que hace gala de Novela Breve “Amates direcciones, y sin embargo representan Correa, recordándome vagamente la do Nervo”, 2021)” la movilidad y la publicación de las ideas y versatilidad y las libertades de la litede la ficción también. ratura de la onda —y la voz de los más jóvenes—, jugando entre el castellano y el inglés, Creo que así conocí a Elma, a Ana y a Montse- incluso el francés. Fabuloso el contexto multiculrrat, en algunas de esas presentaciones, festivales, tural en donde se desarrollan sus cuentos, en el festivalitos o reuniones en donde sólo aterrizan que abundan referencias de la cultura popular, la los fanáticos o despistados. O quizá en alguna pu- música, el cine y la misma literatura; oleada de seblicación de esas que ahora abundan en las redes ñales de quien está conectada con el medio. sociales. La diferencia, definitivamente no sutil, es que las tres resultan ganadoras en el ámbito A Mentiras que no te conté la encuentro como un nacional. caleidoscopio de lo moderno, a veces clímax diluidos, suaves, pero con un ritmo constante que nos atan a la Aquí mis notas, y algo más —como nombre lectura; otras, versiones frescas y ligeras de la banalidad de changarro en la colonia— sobre tres autoras y el mundo del narco, a veces tonos sobrios y descarnaoriundas o radicadas en el Estado, ganadoras en- dos, en general referencias limpias de la realidad que tre el 19 y el 21: Elma Correa (Premio Nacional se convierten en una alternativa para lectoras y lectores de Cuento “Juan José Arreola”, 2021), Ana Fuente en cualquier ámbito; para buenos lectores, debo insistir. (Premio Dolores Castro, 2019), y Montserrat RoMentiras que no te conté se lee a la velocidad de la dríguez (Premio Nacional de Novela Breve “Ama- navegación. En el inframundo de la obra, encontramos una dido Nervo”, 2021). versidad de personajes que son el reflejo de los tiem*** POR ÓSCAR ÁNGELES REYES*
L
Elma Correa.
pos, quizá la perspectiva desde las alturas —prepotente— de una generación que intenta profundizar en la mierda y la belleza de cada día con recursos propios, pero más en la mierda, aunque la belleza sea una condición para entenderla mejor; generación que no mira atrás y que sale del espacio local, no hay más remedio, vía ideas y nuevas propuestas estéticas. *** La ley Campoamor (Nitro Press), de Ana Fuente Montes de Oca, es una colección de cuentos de voz muy clara, íntima e inteligente. Si Elma Correa es visceral frente a lo masculino, Ana Fuente desnuda lentamente al macho, lo destripa y expone; sin embargo, su gracia no está únicamente en la elegancia para desarticularlo y mostrar su condición —ya regresaremos a ello—, sino en la creación de atmósferas a un ritmo de cuentos logradísimos que van desde el microcosmos norteño —que se agiganta con personajes coherentes, muy vivos—, a los viajes que nos sacan de la geografía y visión de la frontera, en el juego bien ganado de la expansión del contexto literario. Ana Fuente representa a la escritora que se forma fuera de Baja para mostrarnos una imagen de nosotros mismos, en el tiempo en el que la pluralidad y sus reflejos están en todos lados; deliciosa burla
Fotos: Archivo Palabra
21
vejez e infancia —en una doble línea narrativa que se puede resumir como agridulce— con momentos que pretenden salvar a la humanidad corrompida, incluida una perra de nobleza legendaria —«perrita», diría el agua—, y el aburrido objetivo de llegar y ver el mar por primera vez, promesa hecha a una madre que se convierte en la de todos los mexicanos. Diría que se trata de una novela que se constituye en un paisaje urbano marginal de Tijuana, a la que le falta barrio. ***
Ana Fuente.
Montserrat Rodríguez.
de lo cotidiano, destrucción del glamour, incluso ecos de la “narcoliteratura”. Sin etiquetas de norte o sur, con estilo propio, se apropia de lo común para hacerlo memorable, colección de momentos humanos, basura y tesoro de algunos —me incluyo—.
sica del héroe griego viajero— por la canalización del río Tijuana. Novela corta, su peculiaridad reside en la voz narrativa, a cargo de la propia agua de la canalización, ni más ni menos; valiente Montserrat Rodríguez Ruelas.
Retorno: a lo largo de los cuentos de Fuente, enconA la manera de la novela fragmentaria, escruputramos al arquetipo del hombre, y las verlosamente escrita, vamos avanzando siones que se derivan, quizá para preguntaen su lectura completando una cons“Las propuestas mos: ¿de cuál tipo somos?, o ¿con qué tipo trucción de expresiones con propia literarias de Correa, convivimos? Sin embargo, en el equilibrio fuerza, a veces sólo frases que se deFuente y Rodríguez de sus textos encontramos a la misma dijan hundir como plomo en el cuerpo no nacen de lo consiversidad femenina que nos hace recordar de la narración: «La saliva no es agua derado norteño, en lo la frase «no falta un roto para un…», como de mar». Diría que un ejercicio literaque no tendrían que ubicarse por herencia una imagen del desequilibrio/equilibrio rio devenido en una neurosis creativa —ni por afinidad—, que muestra nuestra sociedad; es decir, no que da lugar a un premio nacional, pues sus motivaciones se queda en la comodidad del retrato de la en donde es posible encontrar algunacen de otras búsmujer en medio de la estupidez masculina. nos elementos demasiado habituales quedas y otras inquieen la cultura popular: la sabiduría de tudes” La ley Campoamor nos involucra los viejos, el extravío de los jóvenes; la en laberintos humanos rebosantes tragedia de la juventud en un medio de desconcierto, donde el lector termina por violento, y, por cierto, la esperanza. cuestionar su propia naturaleza. No obstante, ¿qué elementos encontramos de Al margen, en el placer que genera leer a Fuen- fondo? te, está el gusto de entender el ritmo de su narrativa y saber que en cada final «algo» va a suceAnte el escenario de la hidro-narrativa, es válido der, algo que probablemente sacudirá nuestras preguntarnos: ¿qué puede decirnos el agua?, no únientrañas. Fantástica doble versión de los eventos camente como entidad humanizada, sino como el ele—cóncavo y convexo, en la estructura del libro—, mento en el que se fundamenta la vida. Se trata de una una promesa de su narrativa de largo aliento, que apuesta de la autora que rebosa de candidez. Narradova de la mano con los interrogantes que nos hace- ra, casi omnisciente, a tropezones, el líquido nos narra mos a partir de su lectura: de nuestra naturaleza, solemnemente las peripecias de un joven enfrentado de la bondad y la maldad, de la vida misma y el a una realidad que lo sobrepasa; a veces con voz existiempo; coqueteo sabroso con el género de la no- tencial, a veces ciega e inútil, otras melodramática, el elemento llega a tomar la voz de Ulises, devaneos que vela, existencial por sí misma. resultan chocantes en ese universo bien diseñado en un primer momento. *** Estructuralmente limpia, armada con un buen Aunque es de noche (Universidad Autónoma de Na- sentido de los tiempos, retoma los elementos de una yarit), aborda el viaje del joven Ulises —referencia bá- novela complaciente con la época: homosexualidad,
Entender la literatura que se hace en Baja California requiere de muchas más lecturas y lectores. Las propuestas literarias de Correa, Fuente y Rodríguez no nacen de lo considerado norteño, en lo que no tendrían que ubicarse por herencia —ni por afinidad—, pues sus motivaciones nacen de otras búsquedas y otras inquietudes —lo que probablemente les da sustancia y originalidad—. A partir de su robusta literatura —Elma podría decir corpulenta o bien alimentada—, plantean una imagen de la realidad que no deja de chocar, fastidiar, apedrear, a la literatura que ellas llaman de los señores —¿será que las mujeres tienen en este momento un discurso social bien fuerte, a diferencia de la parte masculinamadura que perdió lo papi chulo?—. Una idea más incluyente me hace creer que vamos, más ellas que otros, en un flujo creativo en el que es posible prevalecer no únicamente por pasión, sino por la posesión de una inteligencia que nos permite visualizar, y mantenernos en contacto, con muchos nodos en una red que es a la vez un monstruo. Como cierre, queda la siguiente propuesta para las mujeres y hombres encargados de la renovación y revalorización de la cultura en México —a la manera de uno de los señores-escritores que alguna vez colonizaron las antiguas llanuras literarias, y léase en el tono de la legendaria Por mi madre bohemios—: para beneplácito de las multitudes, todos nuestros proyectos literarios deberán contemplar o incluir al menos: una prostituta que ha dejado el alcohol y que estudia la preparatoria abierta, un perro —mestizo, con no pocas garrapatas— que con bondad extraordinaria dé la vida por sus dueños (dígase mejor «compañeros humanos»), un personaje de la calle cuya historia se insinúe legendaria y al menos un poeta perteneciente a un pueblo originario; se dirá «comunidad» en vez de pueblo, y, porque la comunidad —la culta y la que está en vías de desarrollo— lo demanda, se usará lenguaje inclusivo no redundante. Que así sea.
todoestodo@gmail.com
*Escritor y biólogo por la UAM
22
ESCRIBIENDO CON PINCEL
Foto: Archivo Palabra
Siqueiros, el eterno rebelde POR JOSÉ CARRILLO CEDILLO*
A
rtista al servicio del pueblo. “¡No hay más ruta que la nuestra!”. Así finalizó su arenga, gritando ante el micrófono, el maestro David Alfaro Siqueiros en el patio de la Academia de San Carlos, lleno de estudiantes y maestros. La tarde del 13 de julio de 1964, después de que una comisión fue a esperarlo a su salida al quedar en libertad del Palacio Negro de Lecumberri —tenebroso edificio con una oscura leyenda de torturas, y famoso por múltiples sucesos en su interior— para pedirle que aceptara ir directamente a San Carlos (Angélica, su esposa, lo convenció al enterarlo que yo la visité el día anterior, en su casa, en la calle Tres Picos, para informarle que le preparábamos, ante la noticia de su liberación, un homenaje) donde teníamos listo el templete y las sillas, además el micrófono para darle una cálida recepción a la libertad, todo esto bajo el apoyo y simpatía del director de la escuela, el pintor Roberto Garibay Sida y auspiciado por el grupo “Diego Rivera”, del cual era yo miembro fundador; esa tarde fui elegido para fungir como maestro de ceremonias y estar atento a cuando arribara la comitiva e iniciar. Un día antes, se reunieron en el local de la Sociedad de Alumnos de la escuela, varios —ya para entonces— famosos intelectuales que, convocados por el comité central del Partido Comunista Mexicano, acudieron para iniciar una huelga de hambre para reforzar, mejor dicho, exigir al gobierno, la liberación de los llamados “presos políticos” encarcelados en el sexenio del licenciado Adolfo López Mateos, acusados por el artículo 145 de la Constitución, de “disolución social”, mismo delito que se le imputó al maestro y que por ello fue sentenciado a ocho años de prisión, de los cuales cumplió cuatro en esa fecha, y fue acusado por ser el presidente del Comité Pro Liberación de dichos presos, y por ese hecho él pasó injustamente a ser también “preso político”. De los presos más renombrados: Demetrio Vallejo, Valentín Campa —ambos dirigentes del Sindicato Ferrocarrilero Mexicano— y Filomeno Mata, periodista y el preso de más edad, hijo del también periodista del mismo nombre, que tiene una céntrica calle con su nombre, en recuerdo de la férrea oposición en contra de Porfirio Díaz, que también lo mandó a la misma cárcel, por cierto. De los asistentes a la huelga, en San Carlos (de la que al parecer no quedó registro histórico), recuerdo a Rosario Castellanos, Elenita Poniatowska, Carlota Rosado Bosque, el pintor Xavier Guerrero y su esposa (que no recuerdo su nombre), los hermanos Elizalde —el poeta y el actor—, Carlos Monsiváis, Raúl Alvarez Garín y Manuel Terrazas (si olvido a alguien, ruego mil disculpas, pues cito de mi flaca memoria, sucesos ocurridos hace 60 años); sorpresivamente, e ignoro quién los compró, llegaron cinco colchones nuevos para que descansaran las damas.
El maestro Siqueiros, dice la historia, pisó en su vida seis veces la cárcel, prácticamente como consecuencia de sostener contra viento y marea su ideología comunista. Se le criticaba el tener un elegante auto Mercedes Benz azul prusia y se defendía diciendo que no es requisito ser paria para ser un buen militante, pues no era un secreto que aportaba mucho de su dinero para sostener al partido, sobre todo en su larga trayectoria en la clandestinidad. Así, ocuparon las sillas: el maestro y doña Angélica Arenal de Siqueiros y el maestro Chávez Morado. El primer orador que presenté fue Manuel Terrazas, miembro del Comité Central del Partido, seguidamente el maestro Chávez Morado y cerró el maestro festejado. No se llamaba David Para ser sinceros, debo decir que no se llamaba David, este nombre lo adoptó a petición de su primera esposa, se llamó José Jesús Alfaro Siqueiros y nació en Ciudad Camargo, Chihuahua, el 29 de diciembre de 1896. A la edad de 16 años ingresó al ejercito donde alcanzó el grado de coronel; una vez que egresó de San Carlos, donde fue alumno, siguiendo la tradición, fue a Europa a unirse a la tropa de extranjeros (las Brigadas Internacionales) contra la dictadura de Francisco Franco; después, en 1922, trabajó en Barcelona, en donde fue invitado por el secretario de Educación, José Vasconcelos, a
repatriarse para pintar un mural en San Ildefonso, junto a Rivera y Orozco. En esa época fundó el periódico El Machete y convocó a formar el Sindicato de Pintores y Escultores. En 1940, fue acusado de ir al frente de 20 hombres a asesinar a León Trotsky, por lo que se exilió en Cuba. Al regresar a México, vivió en Cuernavaca, donde tenía un taller experimental; en 1958 inició el mural que se encuentra en el Castillo de Chapultepec, titulado: Del porfiriato a la revolución. Coincidió que a la mitad del trabajo fue aprehendido y encarcelado, luego de su liberación, terminó el mural; también pintó un interesante mural de su nueva técnica “poli angular” en el Hospital de la Raza en la Ciudad de México, y su último mural en el Poliforum La Marcha de la Humanidad del que, por cierto, inició sus bocetos mientras estuvo preso, además de otras obras, pues le permitieron tener sus materiales en su celda en el Palacio Negro. Falleció en su casa de Cuernavaca, Morelos, el día 6 de enero de 1974. Donó su propiedad de la calle de Tres Picos 18, colonia Polanco, en la Ciudad de México, para un museo con entrada libre, que en la actualidad alberga muchas de sus obras.
jcarrillocedillo@hotmail.com *Artista plástico y autor de La Turicata, columna de El Vigía
23
Y SI LA GUERRA CONTINÚA
A mi madre: María del Carmen Ochoa que ha leído durante muchos años a Hesse, su autor preferido por excelencia POR ERIC RODRÍGUEZ OCHOA*
Q
uerido(a) lector(a) vivimos en la era de la rapidez: el tiempo nos consume o nosotros consumimos el tiempo. Va a encontrar en las siguientes líneas una reflexión que ya nos advertía el literato Hermann Hesse, amigo de Thomas Mann la exploración de las complejidades de la psique humana, desentrañando los misterios del amor, la identidad y el propósito en un mundo en constante cambio. Su profunda comprensión de la naturaleza humana —algunos académicos consideran que no existe como tal una «naturaleza humana» sino múltiples pero respondo a ello, si existieran “múltiples naturalezas humanas” vasta con tener la idea general de una común a todas, para establecer la base social de un Estado que toma en consideración una “naturaleza” que es el conjunto de los subconjuntos de las «múltiples naturalezas humanas»— y su habilidad para capturar la esencia de la condición humana que lo posicionan como una figura clave en el canon literario del siglo XX y desde luego, la reflexión a la guerra que nos acontece hoy en día.
Rorty en La filosofía y el espejo de la naturaleza, considera —y es una de las tesis principales— que la filosofía debiera abandonar la tribuna de la razón y centrarse al oficio del saber que lo ha abandonado. Sin embargo, la objeción a la tesis del filósofo está en que ese espejo, como la mente humana que refleja la realidad desde los griegos, pasando por Descartes y Kant, no refleja absolutamente nada más que el vacío y la soledad. No hay una realidad que reflejar, en todo caso la realidad misma se impone ante ese espejo. Un misil se dirige a mi ventana y por mucho que el espejo de mi mente refleje la realidad si el misil me impacta el espejo también se rompe. No hay nada producto de mi imaginación sino la invención que, como afirmó Francis Bacon, la historia como ciencia de la memoria ha inventado mi yo, mi discurso narrativo. La fragilidad humana La fragilidad del espíritu humano es un tema recurrente en la obra de Hesse. A través de sus personajes, el autor ilustra la vulnerabilidad inherente del ser humano y la capacidad de resistencia frente a la adversidad. La narrativa revela cómo la guerra y la violencia pueden erosionar la voluntad y la esperanza de las personas, al tiempo que muestra la capacidad de algunos individuos para preservar su humanidad a pesar de las circunstancias desgarradoras. La vulnerabilidad emocional y física de los personajes resuena como una representación conmovedora en tiempos de conflicto y trauma.
La imagen del vacío Y sí, la guerra continúa; 12:35 p.m, Hesse invita a los lectores a reflexio“No hay una reapensaba en el futuro próximo, miré a mi nar sobre cuestiones fundamentales de lidad que cuestionar ventana, observaba edificios pálidos, sin la vida y la humanidad. La obra cuessino un cuestionationa la naturaleza del sufrimiento, la vida, hasta me sentí parte de ellos. Miré miento a la realidad esencia del perdón y la posibilidad de el día nublado, lo miré largamente y enque nos toca” tre la basta biblioteca que he atesorado, redención en un mundo desgarrado dirigí la mirada en esa obra de Hesse. por la guerra y la desesperanza. HesDe niño viví entre libros, academia, y los se desentraña las complejidades de la nombres de los más grandes literatos, no me resul- psique humana y sus respuestas al sufrimiento, taban extraños, aunque no sabía qué habían escrito ofreciendo una visión profunda y matizada de la exactamente, hoy, hablaré de la narrativa del libro condición humana. que refleja la lucha del individuo por mantener su humanidad en un mundo afectado por el conflicto y Medio Oriente y otros conflictos globales la desesperanza como la que estamos viviendo: son La resonancia de “Y si la guerra continuase” en el tiempos de guerra y lo que podamos decir de ella, contexto del Medio Oriente y otros conflictos globales es un espejo que nos retrata mutuamente a todos. radica en su capacidad para proporcionar una perspectiva emocional y humana. La narrativa sirve como Así, Hermann Hesse se sumerge en los efectos devas- un recordatorio poderoso de la importancia de la emtadores de la guerra, explorando el trauma y la desilusión patía y la compasión en la construcción de puentes enque enfrentan los personajes en un mundo marcado por tre comunidades y culturas divididas por la violencia y el caos. Las palabras clave que definen la obra incluyen la desconfianza. Esta obra resalta la necesidad de busguerra, humanidad, trauma, desesperanza y redención. car la redención y la esperanza incluso en los momen-
Foto: Archivo Palabra
Hermann Hesse y la razón de papel
Hermann Hesse.
tos más oscuros, brindando un mensaje de resistencia y humanidad en tiempos en donde, como ahora, la guerra es un hecho real, que escapa de algunas tesis filosóficas que promueven que la realidad está «en mí» (desde la antropología, dentro del sujeto) no hay una realidad que cuestionar sino un cuestionamiento a la realidad que nos toca. La obra del escritor Hesse sirve como ese testimonio atemporal de la capacidad del espíritu humano para resistir y encontrar significado en medio del sufrimiento. Después de todo: ¿y si la guerra continuase? Bibliografía Hesse, H. (2005). Y si la guerra continúa. Buenos Aires, Argentina: Editorial Losada. Rorty, R. (2000). La filosofía y el espejo de la naturaleza. Madrid, España: Cátedra. profesorericrodriguezochoa@outlook.com *Filósofo y teólogo con estudios y certificaciones en Criminología y Psicoanálisis. Profesor universitario, investigador y escritor
24
El Quijote mestizo Paradojas de la aleatoriedad o el destino. Si en 1590 se hubiera concedido a Cervantes la licencia de ir al Nuevo Mundo, el autor hubiera podido acabar al fondo del Atlántico POR DANIEL SALINAS BASAVE*
solicitar la concesión de cuatro puestos vacantes en Indias. Al parecer Cervantes no o primero fue un Déjà vu traumático al levar anclas y dejar atrás el puerto de pensaba conformarse con poco o con ser un simple subalterno, pues deseaba ocupar la Cádiz. Desde su retorno, tras el largo cautiverio en Argel, Miguel de Cervantes contaduría del Nuevo Reino de Granada, la gobernación de Soconusco, la contaduría Saavedra no había vuelto a hacerse a la mar, pero ahora —sobornos e influen- de las galeras de Cartagena de Indias, o el corregimiento de la ciudad de La Paz. La cias de por medio— había por fin conseguido la licencia real para trabajar en la Nueva petición, formulada en el año 1590, forma parte del “Expediente sobre los méritos y España como recaudador de impuestos en las encomiendas. servicios de Miguel de Cervantes Saavedra”. Veracruz lo recibió con la hostilidad de su temporal y la sensación de embrujo irrumpió hasta el momento de probar el primer mango y el primer aguacate y beber una Paradojas de la aleatoriedad o el destino. Si en 1590 se hubiera concedido a Certaza de xocolatl. Al bordear el Pico de Orizaba y más tarde al enfilar rumbo a la Ciu- vantes la licencia de ir al Nuevo Mundo, el autor del Quijote hubiera podido acabar al dad de México a la sombra de los volcanes, se creyó inmerso en un enfondo del Atlántico, pues habría viajado en la enorme flota capitaneada cantamiento. Lo sedujo la dulce musicalidad del náhuatl, los ojos de las por el Almirante Aparicio de Arteaga, integrada por 60 naves de “El Quijote amemujeres mestizas y el colorido caos de los mercados callejeros, aunque el las cuales 13 naufragaron en medio de tormentas. ricano pudo haber existido. Fueron tres trabajo acabó devolviéndolo a las burocráticas pesadillas. Descubrió que las ocasiones en que Cervantes no pudo nunca viajar a América, pero su Quila hacienda pública era tan corrupta en Castilla como en la capital del viMiguel de Cervantes jote lo hizo muy pronto. Siempre creí que El Ingenioso Hirreinato, que mil y una manos eran untadas de dinero sucio y que el peso solicitó licencia para dalgo arribó a Veracruz en agosto de 1608, tres años desde la ley sólo caía sobre los desfavorecidos, o —en caso de purga— sobre ir a vivir a Las Indias los funcionarios menores como él. pués de su publicación en España en la valija del novelista Mateo y las tres veces le fue Sin mentores ni padrinos, no tuvo a quién recurrir cuando las cuentas Alemán, autor del Pícaro Guzmán de Alfarache, quien formanegada” no cuadraron y no pudo evitar ser procesado por malversación de fondos ba parte del séquito del arzobispo y futuro virrey novohisy compartir calabozo con indios apóstatas, salteadores de caminos y evapano Francisco García Guerra, pero hoy sabemos gracias a sores del diezmo. Quiso matar el ocio carcelario dando forma a su siempre postergada los estudios de Luis González Obregón y Francisco de Icaza, que Galatea, pero lo que de su pluma surgió fue la historia de un mestizo ilustrado llamado fue en octubre de 1605 cuando llegaron a la Nueva España los Alonso Yaotecatl, devoto lector del Amadís y de Tirante el Blanco, pero también de primeros ejemplares de la recién publicada novela, según anota las crónicas indígenas sobre la conquista, quien se enfrascó tanto en su lectura, que Eduardo Aguilar Chiu en su artículo Las andanzas de Cervantes se le pasaban las noches leyendo de claro en claro, y los días de turbio en turbio, y así, en América, publicado en la revista Istmo en noviembre de 2016. del poco dormir y del mucho leer, se le secó el cerebro, de manera que vino a perder el juicio. Salió entonces a los caminos a desfacer entuertos, a auxiliar a los desvalidos y se danibasave@hotmail.com creyó una encarnación del caballero Galaor y Quetzalcóatl, tuvo un escudero otomí y se enamoró de una campesina tlaxcalteca llamada Aldonsa Cihuapilli a la que convirtió en *Ensayista y periodista. Reside en Tijuana desde 1999. dama de sus pensamientos y acaso su Quijote mestizo se transformó en la primera gran Autor de Juglares del bordo, El lobo en su hora, novela americana o acaso no se publicó nunca y nutrió los anaqueles de la descomunal Bajo la luz de una estrella muerta biblioteca donde yacen los libros que pudieron haber sido. ¿Imaginan ustedes esa gran ucronía? Pues el Quijote americano pudo haber existido. Fueron tres las ocasiones en que Miguel de Cervantes solicitó licencia para ir a vivir a Las Indias y las tres veces le fue negada. A partir de 1587 el “Manco de Lepanto” vivió en Sevilla y estuvo en contacto constante con aventureros que iban y venían del Nuevo Mundo con alforjas cargadas de fascinantes historias. Las referencias a América no faltan en la obra de Cervantes. Se pueden leer en El celoso extremeño, La española inglesa, El licenciado Vidriera o en el mismo Quijote donde en la segunda parte se habla de los diestros jinetes mexicanos.
L
De acuerdo con la catedrática María José Villanueva, en 1590 Miguel de Cervantes envió una carta al Consejo de Indias en la que expone sus méritos y servicios hechos en Italia, en la batalla de Lepanto y su cautiverio en Argel, con motivo de