Palabra Revista Cultural TE01

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Martes 16 de noviembre a miércoles 15 de diciembre de 2021

Editor: Rael Salvador | raelart@hotmail.com | palabra@elvigia.net Martes 16 de noviembre a miércoles 15 de diciembre de 202 2021 TERCERA ÉPOCA | Número. 1

La sociedad de la desolación

POR SERGIO GÓMEZ MONTERO >>> PÁGINA 6

Aforismos de la epidemia POR LEOBARDO SARABIA >>> PÁGINA 11

Ensenada: la educación en el Distrito Norte de Baja California POR GABRIEL TRUJILLO >>> PÁGINA 13

ENTREVISTA POR ARTURO LÓPEZ JUAN / PÁGINAS 4 Y 5


Martes 16 de noviembre a miércoles 15 de diciembre de 2021

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REVISTA CULTURAL

Director de Planeación y Negocios: Arturo López Juan Gerente Administrativo: Alfredo Tapia Burgoin Director Editorial: Gerardo Sánchez García

Editorial | Rael Salvador pág. 3

Coordinadora de Publicidad: Ma. del Socorro Encarnación Osuna

Entrevista a Alma Delia Ábrego Ceballos, titular de la Secretaría de Cultura de Baja California | Arturo López Juan

págs. 4 y 5

Coordinadora de El Vigía Digital: Sandra Ibarra Anaya

La sociedad de la desolación | Sergio Gómez Montero

pág. 6

Literatura de mente | Columna de Fernando Reyes Trinid

pág. 8

Reglas para un nuevo mundo | Iliana Hernández

pág. 9

Aforismos de la epidemia | Leobardo Sarabia

pág. 11

Sobre las traducciones | Cony Sigüenza

pág. 12

Ensenada: la educación en el Distrito Norte de Baja California

| Gabriel Trujillo pág. 13

La Bolera: ícono del Parque Revolución | Columna de Arnulfo Estrada

pág. 15

Huesito de chabacano | Olga Aragón pág. 16

Editor: Rael Salvador Correctores: José Barbosa Manuel Quintero Diseño Editorial: Anna Rivera León Fotografía: Enrique Botello Colaboradores / Críticos: Carlos Mongar, Sergio Gómez Montero, Eduardo Cruz Vázquez, Gabriel Trujillo Muñoz, Arturo López Juan, Federico Campbell (†), Daniel Salinas Basave, Leobardo Sarabia Quiroz, Santiago M. Zarria, Arnulfo Estrada Ramírez, Jorge Ortega, Manuel Quintero, Enrique Botello A., Héctor García Mejía, José Barbosa, Fernando Mancillas Treviño, Benjamín Pacheco López, Magdalena Calderón Guillén, Iliana Hernández Partida, Olga Aragón, Cony Mollet-Sigüenza, Ruth Gámez, Vanessa Rodríguez Magaña, Marcela Danemann, Jazmín Félix, Herandy Rojas, Antonio Flores Schroeder, Francisco Moreno, Fernando Reyes Trinid, Joatam de Basabe, Eduardo Urías, Enrique A. Velasco S.

¡Oh sorpresa!, ¡se terminó el gas! | Jazmín Félix

pág. 17

Corresponsal en Italia: Fernando Scianna

Pídele a un escritor que te escriba | Benjamín Pacheco

pág. 19

Corresponsal en Francia: Cony Mollet-Sigüenza

De la imagen primitiva a la obra de arte | Francisco Moreno

pág. 20

Corresponsal en Chile: Ramón Ángel Acevedo ‘‘Rakar’’

Extranjero en puerto | Eduardo Urías pág. 21 Palabras desde Ensenada | Óscar Ángeles Reyes Diez años de Pluma Joven | Columna de Joatam de Basabe

pág. 22

Mi hermano, mi hermana: un drama italiano | Fernando Mancillas Caso Enrique Servín | Antonio Flores Schroeder

pág. 23

Zweig y el Señor de la Montaña | Daniel Salinas Basave

pág. 24

Corresponsal en Argentina: Patrick Liotta Corresponsal en Los Ángeles: Héctor García Mejía Corresponsal en Tijuana: Enrique A. Velasco Santana Dirección: Av. López Mateos, No. 1875. Ensenada, Baja California. México. Teléfonos para publicidad: 120.55.55 ext. 1023


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Foto: Ruth Gámez

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Lo que no está en Palabra se lo lleva el viento ESTAMOS DE NUEVO con Palabra, ahora en su versión de revista literaria: 24 páginas, tiraje amplio y periodicidad mensual. Los contenidos, como en sus épocas anteriores, permanecen en su carácter de no pasar inadvertidos. Porque el crítico literario –quien toca con su precisión poética el espectro de las artes– es el único que, sin necesidad, se atreve a perder amigos y a generar enemigos. “Con frecuencia quien se dedica a comentar libros ajenos preferiría crearlos y encuentra una curiosa compensación en discutirlos. En este sentido, la crítica es la forma más fecunda de la impotencia. También es la más generosa”, sentencia Juan Villoro. Estamos en Palabra, precisamente porque la Cultura –en todas sus manifestaciones– no puede ni debe vivir de espaldas a la sociedad que la genera. La Cultura se encuentra en la reconstrucción del gran eje de la Historia, la cual observamos como un rescate donde pende el sonido de nuestras pasiones artísticas, literarias y políticas. Esa relevancia conjunta que se ofrece cuando la agudeza equilibra el ojo y la diana. Las empresas culturales, como son los suplementos literarios, han reunido en su momento a los mejores críticos, poetas, escritores, artistas e intelectuales del país y del extranjero. En ellos Neruda dio a conocer sus poemas de Canto general; Alfonso Reyes su traducción de la Ilíada; Borges, ficciones de su libro El Aleph. Recordemos que Juan José Arreola publicó “El guardagujas” un domingo de suplemento y Rulfo algunos textos que luego aparecieron en El llano en llamas. La característica principal de esta noble tarea es que el ejercicio de la crítica está al servicio de los lectores —fomentada y recibida a través del intercambio de la reflexión— y no sujeta al gusto de directivos, editores o autores. Cuando se dice que se hace crítica, casi siempre se pagan favores, se ajustan cuentas o se hace negocio sin ningún recato. Palabra ha mantenido inamovible su carta moral al respecto y responde al principal criterio editorial de El Vigía: “Periodismo con la gente”. Un suplemento cultural exige imaginación, tiempo y reflexión: imaginación, para abrir párrafos de luz; tiempo para madurar el silencio que hay en toda oscuridad, de tal manera que el recogimiento de la reflexión florezca en sueños… Porque mediante los sueños nos hacemos contemporáneos de todas las culturas. Cada página de Palabra es una voz rebosante, un creador vuelto halo aromático de tinta, ideas, papel, trazos, senderos... La mano del editor no es otra que una exquisita transparencia de seda zurcida en su propia seda, o como diría, con justicia reconocida, la editora Andrea Palet: “El trabajo conjunto con un autor –el corte, pulido, escarmenado y musicalización de un original, la paternidad de las ideas, la organización de un conocimiento para transmitirlo por escrito– es de una intensidad y una intimidad tales que, como los secretos de familia, se resiente al ser expuesto a la luz del día”. Agradezco al equipo de trabajo de Palabra –colaboradores, críticos, diseñadores, correctores, fotógrafos, impresores, repartidores, lectores, tú, Usted, ella…–, sobre todo porque no hay más familia que el gusto de aceptar la paternidad de los borradores, estos mapas generosos –auténticas cartografías del alma– que se han convertido en el motivo primordial de nuestras palabras.

Rael Salvador Editor de Palabra Palabra no responde a colaboraciones no solicitadas ni asume como propias las opiniones de sus columnistas y comentaristas. La opinión de la revista literaria se encuentra reflejada en su editorial. *Todas las imágenes y fotografías que aparecen en la presente edición son utilizadas con fines informativos. El equipo editorial se ha dado a la tarea de indagar los derechos de autor correspondientes o su procedencia, consciente de su obligada autoría. En caso de omitir algún crédito, ofrecemos una disculpa y agradeceremos la información brindada para incluirla en una posterior edición.


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Fotos: Archivo Palabra

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Encontrar en las artes y la cultura una dimensión de utilidad social, no simplemente de difusión o promoción artística Por Arturo López Juan*

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er muy creativos y encontrar formas para acceder a las comunidades donde la cultura jamás ha llegado antes y atender así el rezago cultural y el sentir de artistas y creadores; todo esto de la mano de las distintas instituciones artísticas, es ésa la instrucción de la gobernadora Marina del Pilar Ávila Olmeda, explica Alma Delia Ábrego Ceballos, titular de la Secretaría de Cultura (SC). No hay dinero que alcance, reconoce, y enfatiza: “Pero tenemos un gran reto enfrente, una gran encomienda y una convicción profunda de servicio a la comunidad, de encontrar en las artes y la cultura una dimensión de utilidad social. No simplemente de difusión o de promoción artística, sino que, juntos, de la mano con

artistas e ilustradores estemos en las colonias más desfavorecidas de Baja California”. Se trata, subraya, de incidir en la realidad para cambiar la cosmovisión de la vida en niños, niñas, adolescentes, y adultos mayores que en este momento necesitan de manera urgente tener una esperanza ante la situación del país. “Estamos muy conscientes, no solamente del rezago social, sino cultural y artístico, y de cómo todas estas expresiones no han tenido un canal para poder llegar a todas esas comunidades”, establece. Con el arte y la cultura se construye o se reconstruye el espíritu, afirma Ábrego Ceballos. “Vamos a trabajar con la parte más delicada y sutil que son las artes; Baja California tiene un talento tremendo. Conozco amigos de veinte años atrás, escultores, poetas, pintores, artistas plásticos; de lo visual, digital –ahora con las nuevas tecnologías–. Han surgido muchos artistas emergentes, jóvenes con un gran impulso y talento, pero que no

tienen canales para que su produc- de coreógrafos y bailarines ya están ción artística se dé a conocer, que no trabajando en una colonia, pero el de logran llegar a la comunidad”. enfrente no lo sabía y también estaPara la funcionaria allí estará el ban en una escuela pública. Entongran reto, para el que busca contar ces se pulverizan mucho las ayudas con medios de comunicación como y apoyos, cuando quizá debimos El Vigía, que durante trabajar en conjunto años ha aportado tanto desde una visión instiy ha hecho una tradición tucional, de una forma “Nuestro foco en Ensenada en este más estratégica”. van a ser los sentido. Se trata sin luDe ese catálogo de gar a dudas de un medio artistas, creadores, va niños, niñas, ampliamente participaa salir una numerosa adolescentes y tivo en la esfera del arte cantidad de agrupacioadultos mayores, y la cultura y en el imnes independientes ima través de pulso a grandes activos portantísimas, que son como la música, donde valores con los que la una estrategia destaca la orquesta de Secretaría de Cultura intersecretarial; Baja California que nase va a poner a trabajar trabajar en ció en Ensenada hace muy de cerca, adelanta equipo, que 30 años; a la cultura del Ábrego Ceballos. vino, a pintores, artistas Asimismo, señala que no sólo son las y creadores. se piensa establecer un instrucciones sino Adelanta que lo privínculo más allá de las el espíritu del mero será elaborar un llamadas de teléfono y nuevo gobierno” inventario para contar las felicitaciones. Anuncon registros y tener una cia que hará convenios visualización de quiénes de colaboración para son –artistas, creadores, incidir en todos los rinpromotores–, saber qué están ha- cones de la entidad, aprovechando ciendo en todo el estado. que los municipios tienen un fuero “El primer paso es ese diagnósti- y una capacidad de gestión donde el co, un catálogo, para identificarnos estado no llega. Y viceversa, tomará unos con otros. Pasa que un grupo de la participación de las comunida-


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ta, tanto, que ninguna institución estatal, municipal ni federal ha dado batería a la cantidad de iniciativas independientes de la comunidad artística y cultural de Baja California, reconoce la nueva responsable de la política cultural del gobierno estatal. Con 27 años de relación con el sector cultural y artístico, Ábrego Ceballos se declara RESTRUCTURA lista para trabajar de la mano con la comuDE LA SECRETARÍA nidad en el rescate de los espacios públicos A la secretaría, anuncia, se hará una res- y la cultura urbana y dar así respuesta a tructura orgánica y adminissus necesidades de cara a las trativa y al Instituto de Cultura nuevas tecnologías de la pro“Haciendo una modernización organizaducción digital de contenidos cional y administrativa urgenque es una parte notoriamente equipo con te, lo que va a permitir afianzar relevante. los directores lazos con los municipios. Considera que la cultura se de cultura de La titular de la Secretaría debe llevar al siguiente nivel cada municipio reconoce la diversidad cultupara que, además del reconoral de la entidad, las variadas cimiento, los artistas puedan se podrán expresiones artísticas de cada trabajar en todos estos nuevos tejer alianzas municipio y sus característiproductos. estratégicas cas, como San Quintín; toLuego de los últimos once que permitirán dos esos jornaleros agrícolas, años viendo día con día cómo cuya comunidad posee una el arte cambia la vida de las una cobertura fuerte carga cultural que progeográfica mayor personas, las construye, insviene de los pueblos tradiciotruye, las troquela de una a la que se tiene nales a los que pertenece. manera diferente, se crece dissolamente con En Ensenada, toda la cultura tinto, por eso, precisa: “Nuesla estructura del tro foco van a ser los niños, del vino y la música; Mexicali que está por convertirse en niñas, adolescentes y adultos Estado” la capital de la música y ser mayores, a través de una estradesignada como una ciudad tegia intersecretarial; trabajar creativa. en equipo, que no sólo son las instruccioTijuana ofrece las artes plásticas, destaca nes sino el espíritu del nuevo gobierno”. en la música, es la sede de la Orquesta de Baja California, subraya, y añade: “TeneDurante la entrevista la titular de la Semos grandes activos que vamos a poner a cretaría de Cultura y El Vigía hicieron el trabajar en conjunto. Ha hecho mucha fal- compromiso de difundir todas estas actita este trabajo articulado y organizado con vidades artísticas y culturales a través de la presencia de la secretaría en cada uno de un espacio permanente de difusión. Esto los municipios”. habrá de ser para los que ya se realizan y Entre las líneas de acción, indica, está el para los que puedan construirse juntos, y rescate de espacios públicos. Atender todas los nuevos proyectos en el terreno digital; las expresiones artísticas, desde la práctica el acuerdo se extiende a la pretensión conde patineta y las manifestaciones del arte junta de construir una agenda para el beurbano como el hip hop, hasta hacer que neficio de Baja California. los chicos empiecen a rapear a través de la literatura; que aprendan a hacer décimas. arturolj1@gmail.com Hay toda una metodología en la forma de hacer artistas emergentes de talla interna*Es periodista con 45 años de trayectocional que se tiene en Baja California, y que ria en medios escritos, radio, televisión e están en los primeros lugares de esas prointernet. Nació en el estado de Veracruz puestas urbanas. en 1959, ha sido subdirector del Diario del Se tiene que rescatar la pintura muralisPapaloapan de Tuxtepec, Oaxaca; ta, que de alguna manera es un catalizador jefe de redacción del Presente de Villaherde expresión de la propia comunidad y a mosa, Tabasco; corresponsal de El Unila que no se ha dado la atención que le coversal de México, jefe de información de rresponde, dice. La Voz de la Frontera, fundador y director La comunidad artística es muy robusgeneral de El Vigía

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des las propuestas mejores. De este modo, haciendo equipo con los directores de cultura de cada municipio se podrán tejer alianzas estratégicas que permitirán una cobertura geográfica mayor a la que se tiene solamente con la estructura del Estado, considera Ábrego Ceballos.

Octavio Gutiérrez, director del CEART en Ensenada la falta de recursos en la institución para rehabilitar las l nombramiento de Oc- arcas vacías que dejó la antavio Gutiérrez García terior administración. Así, el como director del CEART trabajo por hacer es mucho y en Ensenada las estrategias para resolverlo abre la po- deben atender las prioridades sibilidad de del centro y las necesidades que el aletar- de la comunidad de artistas, gado centro pues un tema urgente es la reviva con creación de público, aspecto nuevas pro- que deben atender todas las puestas. He instituciones involucradas en trabajado con él en algunos la cultura. proyectos institucionales y Debe entenderse que la propersonales –cuando fue di- fesionalización del gremio rector general artístico es tamdel Instituto Mubién importante, nicipal de Cula pesar de “Lo importante pues tura (Imcudhe) que la Universies esperar a ver en el periodo dad Autónoma cómo resolverá la de Baja Califorde Marco Antonio Novelo–, y nia (UABC) tiene falta de recursos puedo decir que la carrera de artes en la institución donde quiera en cuatro campus que ha estado para rehabilitar las del estado, no ha arcas vacías que mostró siempre podido consoliprofundo interés dar las condiciodejó la anterior y pasión desmenes para que su administración” surada; es decir, egresados consise lo ha tomado gan insertarse en en serio. Tengo la certeza el mercado del arte o en actide que se abrirá un debate vidades relacionadas; por un al respecto, pero al hom- lado, porque no hay las conbre lo respalda su intensa diciones y, por otro, porque capacidad de trabajo y una el perfil de los egresados tiene continua profesionalización deficiencias en los cuestiones en el ámbito de la cultura; de promoción, administrapor éstas y otras razones la ción y gestión de recursos. Es aceptación pública de Oc- un buen momento para vintavio para ocupar el puesto cular y cambiar el rumbo de ha sido generalizada pues las artes en Ensenada. se lo reconoce por su actitud de trabajo en labores de chocorrol_@hotmail.com gestión. Aun así, como es natural en estos casos, han *Nació en Ensenada, Baja aparecido algunos detracCalifornia. Fotógrafo del setores, no obstante Gutiérrez manario Zeta y otros medios está preparado y por algo ha nacionales e internacionales. participado en asuntos de poEs docente de la Escuela lítica cultural. de Artes, UABC. Publicó en Ahora, lo importante es es2010 Vitis Terrae, poesía & perar a ver cómo resolverá fotografía

Por Enrique Botello*

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Ilustración: Teoría Crítica

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La vida cargada de adicciones arrastra con ella al cúmulo de tristezas que caracteriza al capitalismo: un presente que agobia y destruye, así como una falsa plataforma hacia un futuro que nunca va a existir y por ello es siempre una ilusión Por Sergio Gómez Montero*

La utopía perdida

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nicio hoy estas nuevas colaboraciones en Palabra con el inmenso júbilo que me causa hacerlo, pues el renacer del suplemento significa no sólo volver e tener un escaparate para comunicarme con mis lectores, sino retomar una tradición que en el puerto se remonta a fines del siglo xix y principios del siglo xx, cuando esta Atenas del Pacífico ya se significaba por la intensa vida cultural que en ella existía como parte de una sociedad que le otorgaba a esta actividad en su conjunto un lugar preponderante en la cotidianidad de aquel entonces. Así pues, hoy que renace Palabra, uno como

colaborador siente que su tarea es altamente significativa ya que da continuidad a la tarea intelectual que siempre ha acompañado a esta ciudad. Así pues, felicidades a quienes impulsan la tarea –los buenos amigos Rael Salvador y Arturo López Juan–, deseando que dure mucho tiempo el renacimiento de Palabra. Hoy reinicio mis colaboraciones con un término teatral. Pues, las mías, mis notas aquí, andarán entretelones para mostrarse y –como si precisamente anduvieran entretelones– no para sorprender a veces o para eludir el juicio de quienes, sorprendidos, no logran ubicarnos en el escenario. Para que, al aparecer, se sientan sorprendidos al vernos de pronto e improviso.

Todo parte de lo que permite el escenario. Así, hoy quiero decir que hasta antes de la pandemia – febrero de 2020– podía uno, con certeza relativa, plantearse un conjunto de utopías –quizá todas irrealizables, pero ello no importaba– porque el ambiente en que uno vivía no se encontraba tan contaminado, como hoy, por la desolación. Es decir, uno podía entonces –hasta antes de la fecha mencionada– dejarse llevar por el optimismo, yéndose con la expectativa de que el futuro seguramente iba a ser mejor, si no en lo social, al menos en lo individual. Pues el pensamiento jugaba sin restricciones con la idea de que, a la vuelta de la esquina, en el futuro inmediato, podía existir otro mundo mucho más alentador que el presente. Hoy, la desolación ha cancelado esa expectativa.

Frente a esa desolación, años atrás estamos tramon¿qué hacer hoy? Hablar con tando con dificultad. En él el pesimismo de los filósofos las pesadumbres de la vida de la contemporaneidad – diaria parecen ser el nuevo Chul Han, Zizek, Castoriadis, paradigma que afecta tanto Bauman, entre otros varios– desde lo individual a lo colecsólo nos conduce a recono- tivo y donde la única visuacer que, en efecto, lo que lización de esperanza radica hoy sucede nos ilustra sobre en el hecho de la capacidad el proceso de de pensar en cómo la sociela pesadumdad individuabre, el cansan“El pensamiento lista y basada cio existencial, jugaba sin en el consumo y que para sarestricciones con desenfrenado lir de ello se la idea de que, descrita por requiere de un Lipovetsky, a conjunto de a la vuelta de la lo único que transformacioesquina, en el futuro condujo fue a nes políticas inmediato, podía la sociedad de profundas que existir otro mundo la desgracia y conmuevan y esa desolación mucho más alentador cambien tanto que hoy prela esfera social que el presente” domina y de la como la indivicual, aparentedual, para que mente, aún no ambas esferas, sabemos cómo escapar ni en una vez transformadas, se delo individual, mucho menos diquen a construir en conjunen lo colectivo. to las nuevas utopías. Dar ese paso, de lo individual a lo colectivo, que es profundamente político y complejo puede ser, sin duda, una de las características destacadas del Antropoceno, este nuevo ciclo vital que desde

Así, las tesis aquí propuestas en estas notas tienen esas características. Parten, sí, de un pesimismo profundo, herencia única y deleznable del sistema social –económico, político, ideológico–


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hegemónico desde la Edad Media a nuestros días –el capitalismo– que nada digno de mencionarse le ha redituado a un género humano cada vez más cansado y agüitado y, mucho menos, a un planeta que tenemos al borde del término final, por la manera desmedida, irracional y salvaje con que hemos explotado sus recursos y lo seguimos haciendo, sin que nadie –o demasiado pocos– tomemos conciencia, aparentemente, de ese ecocidio; de sobra está mencionar el informe preparado por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) sobre el cambio climático: IPCC Climate Change 2021. Vivir al borde del precipicio, insisto, pareciera ser la característica central del Antropoceno –“El término Antropoceno se ha creado para designar las repercusiones que tienen en el clima y la biodiversidad tanto la rápida acumulación de gases de efecto de invernadero como los daños irreversibles ocasionados por el consumo excesivo de recursos naturales”, subraya la ONU al definir el término–, etapa en la cual su característica central, en términos filosóficos, es que la utopía ha sido vencida

altos intereses a quienes llegan a caer en sus garras. De ellas, pues, no hay ninguna que se salve: todas son igualmente destructivas y salvajes, ya que su satisfacción plena no se alcanza hasta ver destruido al ser humano en desgracia.

Lectura de Byung-Chul Han

por el pesimismo, toda vez que el género humano terminará su existencia…antes de que él termine con el planeta Tierra.

Un mundo de tristezas

La tristeza de nuestros días que se acumula no sólo ante las puertas cerradas de los hospitales, sino en calles y casas también.

Fotos: Cortesía

Puede decirse que es uno de los rasgos más característicos de nuestra organización social capitalista. Es cierto, es la que nace un poco después de la Edad Media, caracterizada precisamente por esa enfermedad y esa cauda de tristeza que desde entonces arrastra y que, por ejemplo a Dante, en Florencia, lo lleva a escribir su famosa aún Divina comedia, un verdadero himno a la tristeza y a la desesperanza, y que quizá, si Dante hubiera vivido en la época

contemporánea, ante tanta desolación quién sabe qué canto al dolor y a la desesperación hubiera pergeñado. Por eso, en este mundo de tristezas en que vivimos, uno no sabe en dónde se encuentran la alegría y la felicidad, y si ellas existen, si son entidades concretas y sensibles o si son inventos de nuestra fantasía desbordada, pues lo que en un momento se nos presenta como tales, no tarda, en el siguiente instante, en mostrar su verdadero rostro repudiable, como sucede a veces –aunque no siempre, es cierto– en las relaciones con la otra o lo que es hoy más común: las adicciones que comienzan, siempre, mostrando una cara llena de sonrisas, pero que, después de un tiempo, muestran su rostro verdadero terrorífico y voraz; sea el juego, las drogas o el alcohol. Ninguna adicción tiene un verdadero rostro amable y condescendiente; todas, en verdad, no perdonan y cobran

Para nosotros, hoy, lo más común de esas adicciones son las drogas, y por los daños que vemos que causan a seres cercanos a nosotros, muchos de ellos resultan consumidos por la ingesta, o muertos por un ajuste de cuentas aquí, en la puerta de nuestra misma cuadra. Pero las adicciones no se quedan allí. Hay quienes están hoy destruidos por su adicción al juego –los casinos– o al alcohol –México, tiene un muy poco honorable primer lugar en el consumo de cerveza– o las sodas, o a los alimentos altamente condimentados o al sexo o a lo que sea. Como si lo importante fuera ser adictos, que ya luego vendrán las otras cosas; lo demás, lo deleznable y triste de la serie coreana El juego del calamar. Esa vida cargada de adicciones arrastra con ella al cúmulo de tristezas que caracteriza al capitalismo, el que, por esencia, pareciera estar negado a la felicidad, pues una de sus raíces primordiales es una adicción más, el dinero –triste y dolorosa como todas; habría que preguntárselo a Bill Gates si no, por ejemplo–, pues ella, como cualquier otra adicción no es, en realidad, sino un cúmulo de tristezas. La adicción, así, se entiende como un refugio fugaz frente a un presente que agobia y destruye, así como una falsa plataforma hacia un futuro que nunca va existir y por ello es siempre una ilusión. No, no es que la felicidad no exista. Es sólo que ella debe ser inmune a cualquier tipo de adicción.

El tufo de la violencia

Termino, con ésta, la serie de notas que escribí acerca de lo que denominé sociedad de la desolación. No porque los temas sobre ella –la sociedad de la desolación–


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Slavoj Zizek

se hayan agotado –el mundo de tristezas que acumula esa sociedad es, casi, infinito y, por tanto, los temas sobran–. Es sólo que me tocó mencionar algunos de los que consideré relevantes, como el de hoy, que, en efecto, no es exclusivo de la contemporaneidad, sino que, en el pasado también, se ha manifestado con brutalidad en diversas épocas y lugares, y puede que en el futuro –si hay género humano para entonces y planeta Tierra– se manifieste asimismo de maneras diferentes. Es decir, la violencia entre humanos nos ha acompañado desde tiempos remotos –el patrón del macho alfa– y ha marcado nuestra existencia de una forma determinante, quizá por-

que nuestra sobrevivencia implica una lucha tanto con el medio en el que hemos vivido –la caza y la agricultura– y eso conduce a la pugna incluso entre los de la misma especie –grupo, manada, gens– para preservar el dominio territorial, como, poco después, para mantener la vigencia del orden en el manejo de la ciudad. Por una u otra razón, ya en la ciudad

el monopolio de la violencia fue una cantes –ante la ausencia de autoridad facultad propia del Estado, aunque, en esos lugares– arrasaran indistinlos enemigos de éste, también con tamente con habitantes civiles y con violencia revolucionaria han querido, otros narcotraficantes del lugar? siempre, imponer un ¿Aquí, en Ensenada, en orden diferente al que la ciudad, cómo olemos subsiste en la ciudad y violencia extendida de “La violencia entre la es ése el origen de difehoy y que antes no exishumanos nos ha rentes ordenamientos. tía, hasta que los comanacompañado desde dos negros de la policía Pero, sea como sea, lo que aquí interesa tiempos remotos –el o la lucha entre cárteles tocar es algo muy conhizo presente? ¿A qué patrón del macho se creto: ¿puede olerse la olía Apatzingán cuando alfa– y ha marcado las hordas de la autollaviolencia –particularnuestra existencia mada Familia michoacamente la violencia humana– cuando ella se na la atosigaban? de una forma manifiesta? determinante” Desde luego, es difícil Es decir, por ejemsaber a qué huele la vioplo, ¿había algún olor lencia porque la respuescaracterístico en los bosques de Ja- ta, finalmente, sólo los muertos quizá pón cuando los ejércitos de samu- en esos días de violencia podrían darráis se enfrentaban entre ellos?, ¿a la. A los sobrevivientes sólo nos quequé olían los burgos fortificados de la da, como respuesta, decir que el olor Edad Media cuando eran asediados de la violencia en las calles de poblapor grupos hostiles enemigos?, ¿qué dos y ciudades de nuestro México de olor se percibía en las trincheras de hoy, se identifica a plenitud con la la Primera Guerra Mundial antes de ausencia de autoridad –los policías un ataque con cañones ametrallado- o militares que allí existen es como ras y morteros?, ¿Hiroshima y Naga- si no existieran, pues ellos están resaki percibieron algo en el ambiente fundidos en sus cuarteles como si la antes de la explosión de la bomba violencia no fuera cosa de ellos y allí, atómica? Por lo común, en su inicio la violencia no oliera. O será que ellos la violencia implica silencio para con- también están coludidos con los macretar el factor sorpresa, aunque los leantes– en esos lugares, en esos lares aullidos y alaridos posteriores la ha- en donde ella establece su presencia cen muy sensible. Pero entre la quie- y su ley. tud del ambiente y el silencio con que se inicia, ¿la violencia podrá olerse? gomeboka@yahoo.com.mx ¿La olieron acaso los pobladores de Aguililla, Reynosa o Valparaíso –en *Sólo estructurador de historias nuestros días, en nuestros poblados– cotidianas. Profesor jubilado de la antes de que las hordas de narcotrafiUPN/Ensenada

Foto: Cortesía

LITERATURA DE MENTE Por Fernando Reyes Trinid* EN ESTA NUEVA columna relacionaré aspectos de las teorías psicológicas y los procesos psicoterapéuticos de las emociones con las distintas manifestaciones del quehacer literario. La literatura y la psicología estuvieron relacionadas por varios siglos. Hasta el siglo xx aún se tenían integrados los estudios de psicología en las escuelas superiores de filosofía y letras. Los dramaturgos griegos, luego Shakespeare o Molière, crearon personajes

para encarnar la envidia, los celos, la avaricia o la pasión desbordada. Los Evangelios están plagados de parábolas para ejemplificar la buena y la mala conducta. Baruch Spinoza comparó una esponja con el equilibrio homeostático de nuestras emociones. William James hablaba, como si se tratara de dos señores, de las emociones “pulcras” –“virtud, sabiduría, caballerosidad”– y las emociones “groseras” –“el amor, la ira, el miedo”–. El absurdismo –que resulta el mismo sentido de la vida– de Camus recurrió al mito de Sísifo, y

el existencialista Sartre a las moscas como metáfora de las Erinias, que son nuestros remordimientos, culpas y deseos de venganza. Freud y sus complejos, Jung y sus arquetipos. Ambos se inspiraron en la mitología griega de la cual vienen también algunos preceptos –basados en su etimología– de la psicología. De la psique, que ha sido traducida como mente o alma, hay una primera acepción que significaba mariposa, aludiendo a su belleza y fugacidad. Terapeuta era el encargado de sanar las heridas de los guerreros

para que regresaran a la batalla. Protagonista significa el primero que lucha. Otros síndromes o complejos de origen griego son el de Procusto –como nadie encajaba en su

cama les cortaba las extremidades–, el de Cronos –miedo a ser desplazado jerárquicamente–, el de Ulises –angustia por el desplazamiento, la migración o exilio–, de Creso –patología de superioridad y derroche–, y muchos más basados en la historia de los héroes o dioses. Psicólogos más modernos se han inspirado en otros héroes y antihéroes de la Literatura Universal, de Lolita a la Cenicienta, de Otelo a Peter Pan, o qué decir del bovarismo o la tripofagia en el síndrome de Rapunzel.

ferreyes2004@yahoo.com.mx *Estudió la Maestría en Letras Hispánicas y el Doctorado en Psicología. Es antologador, docente y psicoterapeuta narrativo


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Reglas para un mundo nuevo: el deseo en El juego del calamar E

scribo estas palabras con alegría manifiesta: Palabra vuelve. Va esta reflexión por todos los meses en que seguimos aumentándole párrafos al silencio. A decir verdad, uno nunca deja de escribir aunque el soporte desaparezca. Se escribe de madrugada: cuando un perro le ladra a las sombras que hemos sido, escribimos obligados por ese otro –que somos siempre– que miente tener mucho tiempo –¡todo el posible!– robándole reposo a la espalda. Así escribo yo, sin tiempo para hacerlo, mortificada porque se me van los hilos del descanso. En las mejores y pésimas condiciones escribimos, nos cuadramos ante la hoja, la adoramos y finalmente algo confiesa; a duras penas nos confiesa. En estas tardes extrañas seguí capítulo a capítulo El juego del calamar, serie surcoreana con argumento de esquema simple: cientos de personas endeudadas son convocadas por un consejo siniestro para ser parte de varios juegos en los que se gana una cantidad increíble o se pierde la vida. Sencilla propuesta, aberrante pero atractiva para quienes aceptan el trato y le apuestan con su sangre a engordar un puerco de cristal que cada vez co-

lecta más y más billetes a costa de los caídos en cada juego. En el primer capítulo la cámara recorre lentamente un librero en el que nos dan algunas pautas e influencias por descubrir: el periodo azul y rosa de Picasso, la obra El imperio de las luces (1954) de René Magritte, Van Gogh, y la teoría del deseo de Jacques Lacan. De lo anterior anoto algunas ideas para entretener el insomnio en pandemia: es fácil distinguir el colorido rosa y azul de Picasso en los uniformes que soldados y jugadores portan. Pensemos también en la alegoría de la alegría y la tristeza; todos los jugadores están en un estado límite de estrés y ansiedad por las deudas y los problemas familiares y personales que los torturan. Se encuentra la confusión y arrojo de Van Gogh en cada decisión tomada donde la muerte cada vez está más cerca. Magritte permea en los rostros ocultos de quienes tienen el poder sobre los jugadores, incluso el título como la obra en sí. El imperio de las luces hace el equivalente de la fortaleza escondida en medio del mar en la que nunca se sabe si es de día o de noche; los juegos inician en cualquier momento porque “la muerte tiene permiso”, nos

Fotos: Cortesía

Por Iliana Hernández*

dejó claro Edmundo Valadés en 1953 Lacan encuentra resonancia en las y no lo hemos olvidado. ideas de Hegel sobre el deseo. Ya que estarán de acuerdo en que la cúspide La alienación significante, por lo tan- de éste es el reconocimiento del otro. to, actúa como una máscara (Lacan, Es decir, que la manera más profunda 1957- 1958) que presenta al deseo de en la que un ser humano se explica a sí una forma ambigua y que lo mantiene mismo como tal es a través de los ojos como un enigma para el sujeto. Como de otro y lo que los une es ese deseo de se presenta en El juego del calamar, reconocimiento. los enmascarados representan poder y perversión; se vuelven enigma para Los jugadores están al borde de la los jugadores que pese a su desespera- muerte en cada reto porque necesición por obtener el premio monetario tan justificar ante los otros su vida: están en un nivel moral menos putre- una muchacha espera ganar porque facto que el de quienes los observan dejó a su hermanito en un orfanatotras el cristal, los dueños de sus vidas. rio y le ha jurado que lo sacará de allí.

“Los enmascarados representan poder y perversión; se vuelven enigma para los jugadores que pese a su desesperación por obtener el premio monetario están en un nivel moral menos putrefacto que el de quienes los observan tras el cristal, los dueños de sus vidas”


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Un malogrado profesionista ha propiciado el embargo del modesto negocio de la madre. Seong Gi-hun, el jugador 456, es un apostador sin remedio, su ludopatía lo llevará a perder su dignidad y a depender del trabajo de su madre diabética. En palabras de Kojève encontramos en su Introducción a la lectura de Hegel: «El deseo es humano solamente si uno desea, no el cuerpo, sino el deseo del otro (…) es decir, si quiere ser “deseado” o “amado”, o más bien “reconocido” en su valor humano (…) En otras palabras, todo deseo humano (…) es como en última instancia una función del deseo de reconocimiento» (1947, p.66). Al final, percibimos en la serie coreana que todos los personajes, más que el dinero del premio, necesitan recuperar el reconocimiento de los otros. El jugador 456, ganador del juego, pierde toda razón de ser porque ya no puede ser reconocido por nadie. Cuando regresa a casa su madre yace en el piso, muerta; a su hija se la han llevado al extranjero y no hay nadie que dé fe de su existencia, ya no como

ganador sino como de un ser humano que busca en quien verse de nuevo, dignificado. Hegel, llevando más allá esta necesidad de reconocimiento de los otros, reflexiona sobre el poder del uno sobre el otro. Es vital saber que el jugador número 1 tiene por nombre “일” o “Il”. Puede significar día, trabajo o primero, y el carácter “남자” o “nam” se puede traducir como niño u hombre, es decir, Il-nam significaría “primer hombre”, este primer hombre es el uno sobre el otro de Hegel, el que detenta el poder y va a echar a andar la rueda del juego; esa lucha de contrarios que es contradicción, vida y muerte. El amo consume lo que el esclavo le brinda: entretenimiento, risas, lágrimas, pasión, generosidad y violencia. Los más poderosos están representados en El juego del calamar como extranjeros pervertidos, huecos, y aburridos de la propia existencia. Con Hegel reflexionamos que el sometido luchará por su propio prestigio aun a costa de su vida, afanándose en la dialéctica del amo y el esclavo. Este es El juego del calamar en pocas palabras. Pero es el juego al que también apostamos los que jugamos en la rutina de los días de trabajo: pago de servicios, endeudados como los coreanos, faltos de reconocimiento, faltos de un espejo que refleje un poco de curiosa humanidad. En el juego entramos todos, con diferentes números, habilidades y posiciones. Ningún puesto es mejor que otro cuando se trata de vencerse a sí mismo. La lucha constante es por la transformación, tal vez en aguerrida causa podamos mutar, entrar al nuevo juego con otras máscaras más acordes a un mundo sediento de apostadores.

premoniciones@ hotmail.com

“Los jugadores están al borde de la muerte en cada reto porque necesitan justificar ante los otros su vida”

*Es docente y traductora. Escribe artículos, ensayos, cuentos y poesía. Su inclinación natural es la observación de los otros y sus razones para elegir caminos. Escribe y pinta para entender mejor los contextos de su tiempo


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ahora acudo a las drogas de la amnesia.

Por Leobardo Sarabia*

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l escribir crónicas sobre el COVID-19 en Tijuana, emergían frases o líneas aisladas, casi autónomas, que se separaban del registro urbano propio de mi proyecto de escritura. Estos textos tenían los atributos de aforismos, a los que pronto vi como un reto de síntesis, de registro seco, minimalista, con una deriva impredecible. Me agradó la idea de buscar fogonazos verbales, reflexiones lacónicas o insinuantes desde el sarcasmo, la sorpresa o la provocación. Transcribo algunos textos. * Los días de cuarentena nunca fueron iguales; los recuerdo como un sucesivo incendio de preguntas. * A la geografía de la pobreza la atraviesan arterialmente las rutas del contagio. * El COVID-19 hizo posible la aspiración letal de todo un siglo: la muerte sin fronteras. * Las redes sociales se han vuelto un vasto cementerio erizado de lápidas virtuales.

* Por las noches oía, desde lejos, tenues, pequeñas melodías para dilatados funerales. * De regreso a casa, los grafitis en los muros son un mensaje que nadie será capaz de descifrar.

* La crónica de los días de epidemia es la legítima escritura de un testamento. * En el momento eléctrico del contagio –roce, beso, aliento– crees reconocer la bala de plata que lleva tu nombre. * En el sueño veía cruces blancas en las puertas de las casas de futuros infectados. * En la búsqueda de alivio nos internamos en el bosque móvil de las noticias falsas. * La memoria se torna una vaga, pródiga en mentiras, nerviosa terminal de flashbacks.

* Para ventear a los perseguidores, el oído en tierra, me traía isócronos ecos de estampida. * De persistir la cuarentena, corre peligro la taciturna tribu de los nómadas. * En estos días sobrevuela como un aura la frase fetiche, el amuleto fascista de las grandes ocasiones, el toque de queda. * La ciudad se repliega, elige otros lenguajes y revela una zona de saberes clandestinos. * Del recuento funeral queda un aviso, casi una sentencia: estos días volverán.

* En la cuarentena el día se alarga en los ojos abiertos del insomne. * La ciudad es distinta cada día: habrá que apresurar la arqueología urbana. * Para no arraigar en la tragedia, mi elección de siempre, ser forastero. * Presumir la hipocondría supone exhibir los síntomas con vanidad fetichista. * En aquellos días las ventiscas ocultaban las rutas del escape. * Esclavo de la memoria y sus fogonazos retro,

* De las vanas pretensiones a la cruda realidad: ofrezco mi reino por un tanque de oxígeno. * Si no te contagiaste, sobrellevas una perplejidad culpable de excluido. * La ciudad se torna acertijo, trampa, veneno lento para sus más adictos. * De las identidades que voy perdiendo, sólo extraño el pecado sin culpa de mi extranjería. * Halcyon days. Queremos regresar al pasado, pero ya no lo reconocemos. * La soledad nunca fue tal, sino un acechamiento simultáneo de presencias.


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* No era optimista, pero guardaba para sí la modesta utopía de seguir con vida. * La ventaja de una doble vida es que alterno la mentira con la desolación. * Leemos obituarios en los diarios para acostumbrarnos a las baladas funerarias. * Temí una rebelión de las masas, pero éstas se hallaban anestesiadas por el miedo. * Sales a la fiesta y en su agitado reino, entras al carnaval de los contagios. * Ante la embestida del miedo las historias de los otros eran mi droga favorita. * Para eludir la realidad me refugié en los sueños, como un territorio nocturno de respuestas. * A la variación del virus debe corresponder una nueva y excéntrica raza de mutantes. * De mi tiempo en campamentos, ferias y casinos, aprendí el arte de perderlo todo. * La memoria de lo vivido es imprecisa, pero me queda el recuerdo intacto del momento del peligro. * Voces del ayer me alertaron sobre el regreso de los heraldos negros.

* La enfermedad fue síntoma, voz de alerta; ahora es un epitafio compartido. * Se nos ofrece “la nueva normalidad”, como un contrato alevoso que debemos firmar con una pistola en la cabeza. * Cegados por un viento de ceniza no supimos reconocer la primavera. * Ocultaba a los demás el vicio necrófilo de leer esquelas funerarias. * Crucé los sucesivos días del contagio como si atravesara un espejismo. * En la ciudad todo ha cambiado, pero nunca vimos los veloces mecanismos de su transfiguración.

sarabialeobardo@gmail.com *Escritor, editor y promotor cultural. Reside en Tijuana, Baja California. Ha sido director de las revistas Esquina baja, Escenarios y Tijuana Metro. Autor de los libros de crónica Zona de turbulencia, Manual de sobrevivencia en la ciudad T y Halloween en la Calle Mayor. Su libro más reciente es Carlos Monsiváis en la frontera norte (SCICBC, 2020). Es editor responsable en Tijuana Metro Editores. Director del Festival Tijuana Interzona

Por Cony Sigüenza*

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na vez estaba viendo una comedia romántica estadunidense cuyo nombre no recuerdo –como me ocurre con frecuencia con las comedias románticas–, en una escena los protagonistas entran al apartamento de ella, que está limpio y ordenado. El muchacho hace un comentario al respecto y ella contesta que es porque es anal. Ella se refiere, desde luego, a una de las supuestas fases del desarrollo psicosexual infantil propuestas por Freud, que consiste en ser controlador de todos los detalles: organizado, que raya en lo obsesivo-compulsivo; es un término de uso corriente, al menos en el ambiente universitario de Estados Unidos, pero, la frase “soy anal” la tradujeron al francés como: “es que me gusta el sexo anal”. ¿Quién hizo esta traducción? ¿Un muchacho de secundaria? Hace años, Jan, un amigo checo, me decía que la última obra de Kundera no la había podido leer

en checo porque no es- ejemplo, donde él expretaba disponible –había só “el cielo estaba azul”, el sido escrita originalmente traductor compuso: “bajo en francés– y el autor no un cielo de malva, octubre, quería que alguien más la fastuoso nos ponía por las tradujera, quería hacerlo nubes” –o algo así–. Donél mismo, pero no había de él escribió “los árboles tenido tiempo. Y es que ya coloridos”, el otro tradujo: le pasó una vez, pero con “En los árboles proliferaba una traducción del che- una polifonía de tonos”. co al francés de su libro Donde Kundera había esLa broma. En la versión crito “comenzó a manotear francesa hay una nota del furiosamente alrededor de autor en que explica esto: ella”, el traductor paradice que en fraseó: “Sus una entrepuños se desvista para encadenaron “Ella se refiere, Corriere como un modesde luego, a una lino de viento della Sera, Alain Finfrenético”. de las supuestas kielkraut fases del desarrollo le comentó Kundepsicosexual infantil raDice que “su esque le sepropuestas por tilo florido guía haciendo y barroinfeliz pensar Freud…” co” en su que, durante novela La doce años, en broma se numerosas rehabía vuelto límpido en impresiones, La broma se sus obras siguientes y le exhibía en Francia disfrapreguntó a qué se debía zada de tal manera. el cambio. El sorprendido Kundera no daba crédito siguenza2@yahoo.com a lo que escuchaba, “¿mi estilo florido y barroco?”. *Corresponsal de Palabra Fue así como leyó por prien Francia y traductomera vez la traducción de ra de Michel Onfray al su novela; hasta entonces castellano. Nació en no controlaba sus traduc- Veracruz, donde estudió ciones, y comentaba que Biología en la Univerel traductor introdujo un sidad Veracruzana, así montón de metáforas, y como una maestría en el que no tradujo la novela, manejo de zonas áridas sino que la rescribió. Por en la UABC, Ensenada


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Fotos: Archivo Histórico de Ensenada

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A fines del siglo XlX, el puerto de Ensenada era un enclave cosmopolita donde la educación y la cultura florecieron en beneficio de su población Por Gabriel Trujillo Muñoz*

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ara finales del siglo XIX y principios del siglo XX, Baja California era una entidad de poblados precarios, de campamentos mineros, de rancherías aisladas. La única población que podía dar la imagen de una ciudad con calles, plazas y edificios era Ensenada, la capital entonces del Distrito Norte de la Baja California y su único puerto de altura por donde llegaban las comunicaciones y mer-

cancías de otras partes de México y el mundo. Por eso mismo, era también el centro de las labores educativas en esta lejana región del país. Desde Ensenada, en plena época del porfiriato, se dictaban las agendas educativas y se establecían los cimientos de la escolaridad básica para todo el distrito. El puerto de Ensenada era, a fines del siglo XIX, un enclave cosmopolita donde los chinos, estadunidenses e ingleses, formaban el núcleo mayor de su comunidad. Los mexicanos eran, en su mayor parte, funcionarios públicos y militares de la Compañía fija que

tenía a su cargo la defensa territorial y marítima de la entidad. Pero Ensenada era también, a partir de 1882, como capital del Distrito Norte, el centro de la educación en esta zona del país y no ya un centro rural de población escasa, sino una ciudad pequeña que crecía en ganas de aprender; una urbe porfiriana que deseaba cantar la canción del progreso. Por eso fue en este puerto que da al océano Pacífico, que en 1896 se estableció el Colegio Superior de Comercio que, como su nombre lo indica, tenía como propósito educar a sus alumnos en las ciencias del comercio, la industria y la administración. A fines del siglo XIX, Ensenada adquiere una gran intensidad y desarrollo de la educación, en comparación con otros núcleos poblacionales del estado. En 1882 Jorge Ryerson, el jefe político del Partido Norte, instru-

ye para la construcción de la primera Escuela Pública Elemental de Tijuana, la cual fue erigida en las cercanías de la aduana, en una improvisada construcción. El gobierno federal expide en 1908 la ley de educación que modifica las reglas y normas educativas de ese entonces. En diciembre de 1911 se efectuó la primera división del distrito en tres zonas escolares –sur, centro y norte–. Según el estudio del profesor Hermenegildo Pérez: “De 1912 a 1916 hubo 15 escuelas primarias elementales; una menos en 1913; aumentan a 24 en 1914 y descienden a 20 hasta 1916”. En las primeras dos décadas del siglo XX el reto era establecer el sistema educativo en toda la entidad, establecer las normas de funcionamiento y garantizar aspectos presupuestales y de retribución a los maestros. Los testimonios de los bajacalifornianos que vivieron la época lo dice todo.


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Fotos: Archivo Palabra

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serían de 800 pesos”. Aun sin la presencia del general Torres, en la década final del siglo xix la educación en nuestra entidad iba tomando forma.

Para principios del siglo Ensenada era el centro de la vida educativa y cultural de ese entonces ya que podía no sólo presumir su trazo urbano, pleno de paseos y edificios, sino la vida social que en éstos se daba cita. Ensenada, por su condición de capital del entonces Distrito Norte de Baja California y puerto de altura, fue el primer poblado donde tal vida social hubo de sustentar a diversas manifestaciones artísticas y culturales: obras de Y por el medio en que vivían teatro, conciertos de música, en Ensenada, entre frontericoncursos de belleza y pe- zo y tradicional, los cambios riódicos donde la eran paulatinos poesía y el cuento y ordenados tenían un espacio en lo educatipermanente y un vo. Para 1913 “La única buen número de hubo el intento población que asiduos lectores. de que era nepodía dar la cesario que el imagen de una Si se toma en cuerpo docente cuenta la inforciudad con calles, fuera a los pomación contenida plazas y edificios blados distantes en los periódicos Ensenada a era Ensenada, la de ensenadenses de dar clases, pero la época, en este capital entonces del la reacción no caso de El Progre- Distrito Norte de la se hizo espesista (1903-1904), Baja California” rar: muchos uno descubre que profesores y esta vida cultuespecialmenral estaba al día te profesoras y se hallaba firmemente co- amenazaron con renunciar municada tanto con el resto porque las familias ensenadel país como con la costa denses no aceptarían que oeste de Estados Unidos. En sus hijas maestras fueran a las librerías de la Ensenada esos lugares lejanos, rurade aquellos años se podía les, sin comodidades, solas conseguir libros de Emilio ellas, cuando eran señoritas Zola, Rafael Delgado, Ale- de la mejor sociedad. Aquí jandro Dumas, Manuel José podemos observar que el Otón, Heriberto Frías, An- estamento educativo del xx,

regadío, la minería, las casas Si el siglo xix fue para Baja de juego y el contrabando, California un largo periodo las rancherías se volvieron de transición entre la etapa poblados y éstos acabaron misionera y la etapa moder- por convertirse en verdadenizadora –vía la intervención ros centros urbanos. extranjera y el comercio fronA finales del siterizo–, el siglo “Para principios glo xix, las escuexx representa la las no cubrían del siglo XX, consolidación de toda la educación. Ensenada era el un modo precaPor esta razón rio de vida, pero centro de la vida los mismos paren constante educativa y cultural ticulares que más crecimiento. Ni conocimientos la naturaleza de ese entonces ya tenían daban claque podía no sólo ses y se converhostil ni la lejanía con respresumir su trazo tían en tutores de pecto al centro las familias de los urbano” del país, disuapoblados. Con el dieron a los hacambio del Partibitantes de la do Norte al Distriparte norte de la península to Norte de la Baja California, de Baja California de que esta a fines de 1887 y principios de tierra era un sitio de promi- 1888, llegó un nuevo jefe posión. Gracias a los canales de lítico a la entidad: el general

Luis Emeterio Torres, quien de inmediato se propuso encaminar a la sociedad fronteriza por la senda de la ilustración. Según Roselia Bonifaz en Ensenada: nuevas aportaciones para su historia (1999), este gobernante se abocó “a la organización de la instrucción pública e integró una comisión que realizó un estudio y un censo aproximado de niños en todo el distrito, el cual dio como resultado un informe en el que se expusieron las necesidades en materia escolar. El jefe político envió a México este documento y solicitó los fondos necesarios para el establecimiento de las escuelas en la región y un maestro ambulante para las rancherías. En Ensenada se calculaba que asistirían 100 niñas y 100 niños a las dos escuelas. A la profesora se le otorgaba un sueldo de 50 pesos mensuales y al profesor un sueldo de 100; los gastos de instalación

tonio Plaza, Manuel Acuña, Amado Nervo y Manuel Gutiérrez Nájera. Así como la colección del Parnaso Mexicano. La poesía, el teatro y el baile eran aquí actividades florecientes, enmarcadas en la vida educativa, social y económica de aquel puerto en apogeo en las postrimerías del porfiriato. Entre los principales promotores de esta vida cultural se hallan periodistas y bohemios que lo mismo hacían de jurados en concursos de belleza que actuaban en obras de teatro para solaz de la sociedad ensenadense. Entre los más connotados estaban David Zárate, Carlos R. Ptacnik y Pedro N. Ulloa. Este último era quien proclamaba en El Progresista, periódico del que era redactor, que “la época del lirismo ha concluido. La sociedad enriquecida por el trabajo y aleccionada por la experiencia, ha entrado en un periodo fecundo de meditación y de reposo”; o afirmaba que “necesitamos ya, y urgentemente, el novelista mexicano y al dramaturgo nacional, que, a la luz del arte, de la sociología y de la moral, nos pinte cuales somos, con nuestras pasiones propias, hijas del medio en que vivimos”.


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Distrito Norte de la Baja California estaba conformado por integrantes de la “buena” sociedad fronteriza, los cuales no aceptaban sacrificarse en aras de enseñar a los menos privilegiados de su comunidad. Ya el general Porfirio Díaz vivía exiliado en Europa por efecto de la Revolución mexicana, pero los ideales porfiristas contaban con cabal salud en Ensenada. La educación como administración y no política, como conservadurismo social antes que como espíritu revolucionario. Es importante destacar que esta primera generación de maestros y maestras del siglo xx se hallaba constituida por gente relativamente joven. La mayoría de sus integrantes no pasaba, hacia 1904, de los 35 años de edad. Eran, como la mayor parte de la comunidad del Distrito Norte, oriunda de otras partes del país o del extranjero. Entre los pobladores originales y los profesores que llegaban para hacer su tarea, la escuela se convirtió en un centro social de primera importancia. Y lo mismo va a suceder con aquellas poblaciones que para 1910 todavía no alcanzan ni el millar de habitantes, como Tijuana, Tecate y Mexicali, que también son parte ya del sistema educativo del Distrito Norte aunque en menor escala que la capital del mismo, el puerto de Ensenada. La educación era parte fundamental de la idea del progreso como marcha irrenunciable, de la idea de la modernidad liberal sin los estorbos de los derechos laborales, del respeto a las etnias nativas, de la igualdad ciudadana. Una educación para la tiranía disfrazada de paternalismo oficial. Tal era el sistema imperante en Baja California en los tiempos en que los revolucionarios maderistas, floresmagonistas y orosquistas se levantaban en armas en todas partes del país, declaraban que el cambio era una transformación radical de hacer las cosas, de comportamiento social, de convivencia política. La palabra democracia estaba a punto de entrar en la agenda educativa de la entidad.

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CRÓNICA POPULAR

entrevisté el 12 de febrero de 2013, me platicó que a pesar de que habían transcurrido 36 años aún la extraDON JOSÉ Coronado Cabanillas y su esposa Ofelia ñaba. Recuerda que “se la pasaba con el radio en el oído Díaz Barrón, fueron dos de los personajes más popula- todo el día, pues era muy alegre… Ella sí valía la pena res y emblemáticos del Parque Revolución. A Ofelia la como mujer… Me traía comida todos los días… Le gusconocí a finales de 1967, cuando en mi adolescencia me taban las pezuñas de marrano, las que preparaba con iba a trabajar a la calle donde Ofelia ya era muy cono- chile y cebolla y las traía para comerlas juntos ella y yo… cida como la Bolera, mote que se había Murió embrujada por una vieja que quería mi ganado debido a que apoyaba en el ofiterreno… Se murió de repente… La señora le cio de bolero a José, su esposo. Ambos, dijo que si no le firmaba los papeles del terre“Bolera, mote ya son parte de la historia del Parque no, se iba a morir en cuatro semanas… Y así que se había Revolución. fue. Se murió en cuatro semanas… La extraño ganado debido a demasiado. Quisiera tenerla aunque estuviera Me referiré en esta ocasión al caso de la Bolera, quien en los últimos 20 años que apoyaba en el viejita, no importa… Los dos nacimos en Agua de su vida gozó de gran popularidad en Sinaloa… A ella le decían la Bolera oficio de bolero a Caliente, la zona urbana de Ensenada, donde era porque me ayudaba a bolear cuando yo iba al José, su esposo” común verla caminando por las calles de mandado… Le decían la Bolera, pero para mí la zona céntrica. era Ofelia Díaz Barrón… Me viene a la memoria que todos los días iba al cine porque le gusOfelia Díaz Barrón, la Bolera taban mucho las películas mexicanas, principalmente Ofelia fue probablemente el personaje urbano más po- las de Antonio Aguilar, y cuando se quemaba la película, pular de Ensenada durante las décadas de 1960 y 1970. la gente gritaba ¡cácaro, deja a la Bolera!, y de volada, se Se distinguía por su baja estatura, figura rechoncha y empalmaba el rollo y seguía la película”. exagerado contoneo al caminar. De mejillas bien coloreadas y pestañas enchinadas, no vacilaba en intercamkumeey@yahoo.com.mx biar piropos con los transeúntes varones, casi siempre en son de vacilada y mutuo respeto, siempre y cuando *Nativo de Cuauhtémoc, Chihuahua, pero avecindado le siguieras la corriente, de lo contrario te decía: “no te en Ensenada desde 1967. Formado académicamente hagas pendejo, a ti te hablo” y te seguía insultando hasta en el área de la oceanología, y aficionado a la historia, que te alejabas lo suficiente. Si correspondías de buena cultura y lenguas indígenas de Baja California. Nunca gana al piropo, te seguía chiflando mientras te alejabas ha ganado un premio, pero ha sido candidato a dos de ella. premios nacionales y dos para Ciudadano Distinguido. Falleció hace más de 45 años, pero don José, a quien Actualmente, es el Cronista Oficial de Ensenada

Por Arnulfo Estrada Ramírez*

*Escritor nacido en Mexicali, Baja California. Poeta, narrador y ensayista, autor de Espantapájaros y Tijuana city blues: tres novelas cortas

Fotos: Cortesía

gtmmx@hotmail.com


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–Jamás creí que un árbol así de pequeño tuviera raíz tan profunda –nos dijo sin levantar la vista. El hoyo excavado tenía casi un metro de profundidad y dejaba al desnudo una raíz cada vez más gruesa a la que no se le veía el fin.

Por Olga Aragón*

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on los frutales en flor, el patio de nuestra casa era una explosión de colores, arquitectura vegetal que atraía todas las miradas hacia lo alto, donde los árboles más frondosos embellecían el azul del cielo. Junto a las ramas de los duraznos cuajados de florecillas rosáceas y los manzanos luciendo su blanca flor, estallaba un naranja fuego, un carmesí encendido, el granado floreciente que convertía a la hermosura en fruto maduro. Imposible imaginar que un día encontraríamos en el entramado de raíces, sus secretos subterráneos. Mamá disfrutaba su pequeño huerto. Su alma campesina era dueña y señora de los tesoros que obse- dudas, decidió no arrancar el escuáquia la tierra, como aquellos jugosos lido vegetal; al contrario, notó la rubíes de las granadas pechiabiertas. facilidad con la que el viento lo enjorobaba. Enderzó el tallito lo mejor Pero en todo ello, había algo de ma- que pudo atándolo el tronco retorgia. ¡Cómo podía aquel árbol que du- cido del granado con un cordón de rante los inviernos era un feo gatuño, estambre. ser en primavera y verano una de las más grandes bellezas del reino vegeAl paso de los días brotaron de tal! ¿Escondían sus raíces el tremen- aquella planta dos bracitos que credo misterio de su naturaleza? cían alocadamente en desesperada búsqueda de sol, ya que el granado La entrada de la primavera en esa arrojaba una sombra eterna. vieja casona de adobe, construida a la orilla de la ciudad, a unos metros –¡Qué chistoso!, parece un bebé del cementerio, implicaba fatigosas greñudo –dijo Alejandra riéndose jornadas, de las que no escapábamos del desparpajo de aquel arbolito que mi hermanita Alejandra y yo. tenía un tronquito más pequeño que sus ramas. Mamá solía aprovechar el tibio sol Era verdad. Aquello que creíamos mañanero de marzo para limpiar el un hijuelo del granado semejaba un ahoyado de los árboles, podar las ra- chamaco travieso despeinado. mas y remover la tierra endurecida por las heladas de enero. –Pongámosle un nombre –dijo mi hermana, siguiendo la tradición famiFue ella quien descubrió, al inicio liar de bautizar a plantas y animales, de un día de intenso trabajo en el como si fuesen humanos. huerto casero, aquello que nacía al pie del granado. –¡Towí! –dije sin pensarlo dos veces. Y es que aquel remedo de arbolito Removió la tierra, arrancó yerbajos me trajo a la memoria la imagen de del excavado del granado y de pronto un tarahumarita flacucho y melenudo llamó su atención una plantita des- que acostumbraba ir a la casa a pedir parpajada con brotes de hojas seme- kórima. jantes a diminutos corazones verdes. Casi siempre veíamos al pequeño “¡Qué extraño! ¿Acaso la granada rarámuri –como se nombran ellos, echó un hijito”, se preguntó. Por las los pies ligeros de la sierra Tarahu-

–Tendré que tirar parte de la barda. Creo que la raíz va a dar fuera del patio –dijo mamá, enajenada en encontrar el final de tan asombroso enraizamiento. –Por favor, corte ya eso mamá, no vale la pena tanto esfuerzo –le rogué conmovida y asustada por su obstinación. Pero no me escuchó. A la luz de la luna con su rostro redondo y luminoso, mamá continuó cavando; traspasó la barda, siguió la ruta larguísima de la raíz y clavó de un golpe el cucharón de peltre despostillado. Un ruido seco reveló la dureza con la que había topado. Con ambas manos extrajo la tierra removida y entonces alcanzó a disIlustración: Kabeza tinguir algo raro que al principio confundió con piedrecillas blancas. mara– caminar colgado de las anchas ¡Eran dientes! y coloridas enaguas de su madre. Tiempo después al encontrarse con –¡Oh, Dios! –gritó horrizada, señaella en el camino, la mujer respondía lando el lugar donde nacía la raíz… con la cabeza gacha a nuestro saludo chabochi con un kwira ba pronunLa luna iluminaba el interior del ciado entre dientes hoyo cavado por mi madre. Enmudecimos. Y de modo fulminante suCasi entrando el verano, los cora- pimos la razón por la que hacía tanto zones verdes terminaron por abrirse. tiempo que no se veía al tarahumarita Fue entonces cuando mamá exclamó: melenudo pedir kórima en las calles “¡Caray, esto no es un granado… Es del barrio. Comprendimos la profunun chabacano!”. Y como si el árbol da tristeza de aquel kwira ba con que pudiera escucharla le su madre contestaba últidijo, “ah, sinvergüenza, mamente a nuestro saludo. “¡Cómo podía a ver si explicas de dónde te salió semejante Mamá se santiguó. Las aquel árbol que hijo”. lágrimas asomaron a sus durante los ojos. De la boca de un peinviernos era un Mientras cavaba cuiqueño cadáver sepultado feo gatuño, ser en junto a la barda de nuesdadosamente alrededor del endeble tallo, nos primavera y verano tro patio nacía la raíz larexplicó la necesidad de guísima del nuevo árbol. una de las más trasplantar el chabacanito en otro lugar, o de grandes bellezas del Un hueso de chabacareino vegetal!” lo contrario moriría por no había germinado en falta del sol. Si sobrevila garganta de ese niño ve aquí un tiempo, nos rarámuri muerto de esa dijo mamá, será peor manera, asfixiado. para él porque terminará con las raíces estranguladas por el granado. arcoalicia@yahoo.com.mx ¡Qué horror!, pensé. En mala hora emprendió mamá ese trabajo. Poco antes del mediodía empezó a cavar con la punta de un cucharón de cocina, pero al oscurecer aún no había terminado.

*Periodista y escritora chihuahuense desde 1985. Radica en Ensenada, Baja California. Es directora editorial de 4Vientos.net. Con su obra Nunca más el olvido obtuvo el Premio Nacional Testimonio 1994 de Conaculta


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Fotos: Cortesía

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Por Jazmín Félix* l precio para llenar un tanque de gas licuado de petróleo (GLP) es de aproximadamente 270 pesos en Baja California. se componente derivado del hidrocarburo que revela mágicamente una llama azulada en los quemadores de una estufa, es la responsable de hacer chillar la sartén cuando cocinas a fuego lento o bajo, al voltear una porción de filete –si te alcanza– o, como es mi caso, unas migas con huevo porque tortillas siempre hay en el refrigerador y la proteína animal más económica nunca falta en mi alacena. Sobre esa emanación de composición química mamá hizo milagros. Cocinó humeantes platillos de todos los colores y sabores para las tres niñas chillonas a sus pies. Por supuesto, también lo hizo para el marido –mi padre–, allá sentado en la mesa, con las manos en el periódico y los ojos en el estómago. Era la

réplica de un antiguo escenario de generaciones: su madre guisó en estufa moderna por eso de los años setenta igual que su abuela, a mediados de los cincuenta. A su bisabuela en cambio, al ser mexicana de rancho, además pobre, se las vio un tanto más engorroso cuando preparó alimento para sus hijos y marido en el fogón de una estufa alimentada por leña. A mí me tocó la convencional estufa. No la eléctrica, eso es para adinerados. Nunca hice magia o resultaron platillos nutritivos ni medianamente buenos, cabe mencionar. Esas imprescindibles habilidades tuvieron objeto una vez que me independicé, exactamente hace seis meses. Todo fue simplísimo antes de eso. Medio año atrás desconocía realmente el precio de una mina de gas. De la misma manera que encuentras utensilios de cocina en los cajones cuando vives con papás, di toda la vida por sentado el objeto cilíndrico ubicado a las afueras de la casa conectado misteriosa-

mente a espaldas de la estu- harté, vacíe la nómina de una fa. Papá era el encargado de humilde comunicóloga en proveer y reparar la mecánica aplicaciones cuyos nombres externa del hogar, por lo que ya conocen, pero omitiré por jamás me detuve a contem- temor a que este texto resulte plar esa labor obligatoria en demasiado millenial. Finalla que se ocupaba cada cier- mente, no me alcanzó para to tiempo. Yo sólo encendía mantener ese estilo de vida el quemador y con un ligero despilfarrador, por lo que suspiro brotaba la llama. Otra terminé aceptando eso de la historia resultó al cocinada. mudarme lejos de casa. Hace un mes “A mí me tocó la el gas se hizo La primera se- convencional estufa. más presente en No la eléctrica, eso mi vida. El premana que gocé el vivir sola, de nue- es para adinerados. sidente Andrés vo las cosas ocuNunca hice magia Manuel López rrieron de forma Obrador anuno resultaron misteriosa. Saqué ció durante una platillos nutritivos de sus utilísimas de la cartera 270 ni medianamente mañaneras, que pesos ganados con el desgaste el gobierno llevabuenos, cabe de mi cerebro, ría al ya monopomencionar” los entregué al lizado mercado repartidor de gas del hidrocarbuy allí estaba, esa ro, la creación de flama color añil calentando “Gas Bienestar”. Esta empretodo cuanto ponía sobre ella sa del Estado mexicano sería e igualmente ayudándome a suministrada por Petróleos subsistir. Cociné de todo me- Mexicanos (Pemex), que nos maravillas mientras es- desde los sesenta no vende cribía y editaba el periódico, gas licuado a pequeños consentada en la única silla fun- sumidores. Los analistas dicional de la casa. Después me cen que Pemex no tiene la

infraestructura operativa ni logística para comerciar gas al por menor, también comparan esta equitativa pero no lucrativa –¿o sí? – decisión, con una tortillería que quiere abrir su taquería. Alegan que, pese a ser negocios similares, son dos cosas completamente diferentes. Como editora de la página nacional en un periódico local que tiene suscripción para utilizar material de, precisamente Grupo Reforma, le di seguimiento a todas las noticias que informaron buenas nuevas acerca de “Gas Bienestar”. Debería decir que siempre las puse en principal porque creí que era tema de interés, pero la realidad es que soy pobre y el asunto en sí mismo me traía bastante ilusión. Sobre todo porque en ese entonces ya los quemadores de mi estufa empezaban a parpadear. Quizá, si tenía suerte, llenaría la mina con gas barato y esos 270 pesos tendrían una disminución de un nada despreciable 30 por ciento en su precio final.


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Total, ese mes fue de conciencia social a la muy “4T”. Debatí el tema con familia y amigos, modifiqué cabezas sentenciosas de Reforma para darle un tono menos condenatorio al tópico del mes y seguí existiendo despreocupadamente. Entre tanto, esa figura cilíndrica conectada misteriosamente a la estufa se vaciaba más y más. Un domingo en la noche me dispuse a preparar café, abrí la llavecita con mi confiada mano de princesa, y nada. Ninguna flama surgió del quemador, no hubo soplo azul mágico. Salí a pesar el tanque de gas: ¡oh sorpresa!, lo cargué con facilidad. La cosa aparentemente se resolvería de forma sencilla. Telefoneé la primera opción que arrojó el buscador de Google y media hora después llegó el repartidor de gas. Por primera vez tuve curiosidad de contemplar cómo es que ocurría el enigma y me asomé para mirar al hombre que hacía lo que siempre hizo mi padre. No parecía complejo. Unas vueltas en la rosca, poquita fuerza y listo. Incluso yo podría hacerlo. Después abrió la llave y un soplido salió a presión de algún punto del objeto cilíndrico. El sujeto me preguntó si tenía teflón y negué con la cabeza.

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ayuda de algún tutorial de YouTube Tomé la cinta blanca para dirigirme cigarrillo después de comerme un al rato que vaya al mercado y compre al pasillo. Así fue como enfrenté el sándwich. Llegó jueves. teflón. El hombre se marchó. primer obstáculo: el repartidor había apretado con saña la llave del Por suerte ese día mis padres arriEl resto de la mañana me entretu- tanque y encima la rosca. Cuando baron de sorpresa. Oculté los ceniceve con cualquier cosa doméstica y no al fin logré con fuerzas sobrehuma- ros improvisados regados por toda fui a la tienda a adquirir la mencio- nas desarmar el asunto, me vi en el la casa y los recibí sonriente. Me nada cinta blanca. Comí cereal. Para segundo problema: cómo envolver comí la dignidad que me quedaba y cuando finalicé la jornada laboral era esa cosa llamada teflón. Tuve, por le planteé el predicamento a papá. medianoche, por lo que decidí solu- primera vez, sentido común y de- Rápido fue a comprar otro rollo de cionar el asunto al día siguiente. Me rroché la cinta, revestí todo lo gris teflón y se lanzó al pasillo. Resolvió bebí una cerveza mientras leía una de blanco para que jalara bien. Al el asunto con unas cuantas vueltas compilación de cuentos de Chéjov, abrir la válvula, ¡oh sorpresa!, gol- y una miseria de fuerza. Me enseñó pero la lectura se puso interesante y peó mis dedos el hidroa regañadientes lo que destapé la última botella de vino que carburo. Intenté apretar nunca me interesé en quedaba en algún cajón de la cocina. más pero no tenía llave averiguar durante mis 24 “Maldije al Terminé la botella y el libro. Me dor- así que desistí de hacerlo de vida. Mis padres sistema capitalista. años mí ebria. con las manos. se fueron. A las once de la mañana me despertó una llamada telefónica. Era una compañera de trabajo con quien había acordado ir a desayunar a su casa. Me vestí aprisa, y cruda, como todos los lunes, enfrenté el día caluroso.

Ese desgraciado

Fui con dos vecinos a Cuando corrí a la coera el culpable quienes nunca frecuento cina dispuesta a hacer de que todos a pedirles con una sonrimilagros con la comida, fuéramos unos sa apretada la necesaria abrí el refrigerador y, ¡oh inútiles confiados sorpresa!, estaba vacío. herramienta. Ninguno en el servicio de No había nada para cocitenía. Maldije al sistema capitalista. Ese deslos minoristas de nar. Hice café. Esa tarde graciado era el culpable puse una nota principal gas…” de que todos fuéramos con la siguiente cabeza: unos inútiles confiados avala Conamer tope a en el servicio de los miprecio de gas LP. noristas de gas, lo hice mientras buscaba entre mis contactos telefónicos giselle.felix@uabc.edu.mx alguien que posiblemente tuviera el artefacto. Resultó no ser común que *Nació en Ensenada, Baja California. mis amigos guardasen una llave en- Estudió Ciencias de la Comunicación tre sus pertenencias. en la UABC. Trabajó como reportera

Comimos hot cakes con nutella, de postre un porrito de mariguana que compartimos concienzudamente. Les conté entre risas el conflicto con el gas, después la anfitriona –proveedora de la droga y el desayuno– me regaló el famoso teflón y el tema se olvidó. Llegué volando a casa, empecé a trabajar y fin. En un tris terminó la tarde. Me quedé dormida bajo suCuando el repartidor me dijo que él tiles efectos psicodélicos. tampoco, nos miramos unos segunAmaneció miércoles y seguía sin el dos detenidamente para ver quién Desperté en martes con hambre importante gas en mi vida. La úniasumía la responsabilidad. Dije bue- atroz, me asomé a la cocina y recordé ca llama que tuve esa tarde fue la de no, no pasa nada, yo lo resuelvo con el conflicto. Maldije cientos de veces. mi Zippo encendiendo cigarrillo tras

de investigación y ahora es editora en el periódico El Vigía. Ha colaborado en revistas digitales con cuentos y crónicas periodísticas. Actualmente escribe una novela


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una silueta: parecía un árbol bien plantado más danzante. Luego empezó con un caminar tranquilo, de estrella o primavera sin premura. Era Paz. Bajé para abrir. Antes de que pudiera saludarlo, me clavó sus profundos ojos azules y sentenció:

“En la esquina vi una silueta: parecía un árbol bien plantado más danzante. Luego empezó con un caminar tranquilo, de estrella o primavera sin premura. Era Paz”

–Esta calle me recuerda una donde nadie me espera ni me sigue, donde yo sigo a un hombre que tropieza y se levanta, y dice al verme: nadie. No, más bien la calle donde conocí a un loco, en Oaxaca, que me quería sacar los ojos para regalarle un ramillete azul a su novia. Pasemos, mejor.

en el hombre, no existe fuera del hombre, ah terco! –Ya págueme señor, no se haga pendejo –le reclamaba el taxista. Rulfo se recargaba, como podía, en la puerta. Parecía a punto de desmoronarse como si fuera un montón de piedras y, algo confundido, le balbuceaba al taxista:

Subimos las escaleras en –Cóbraselo caro, por el olvisilencio. El poeta se detuvo do en que nos tuvo. en el marco de la entrada. Temeroso, se volvió y me –No me ayudes, compadre miró fijamente: –reviraba Revueltas.

Foto: Archivo Palabra

–¿Vive una ola aquí? – cuestionó el poeta y añadió–: ¿Vive alguna ola aquí, cuya presencia sea un ir y venir de caricias, de rumores, de besos?

Por Benjamín Pacheco López*

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n día reuní a Octavio Paz, Jorge Luis Borges, Juan Rulfo y José Revueltas. Los invité a mi casa para que me dieran consejos sobre cómo escribir una carta.

–Oye che, ¿estamos ascendiendo al cielo? Esto no tiene fin. Un escritor debe vivir en un sótano, no en un ático. No hay prueba de que haya alephs rumbo a las nubes – según se quejó.

–Pues hay varios espejos y un gato que se siente dueño de la cuadra –respondí, un poco apenado por no cumplir con los requisitos del poeta.

–Me basta un felino de haLe contesté que no, que bitación –resolvió, como si nada más era un segundo diera por concluida una conpiso. ferencia. Apenado, le dispuse el sillón más cómodo. Borges lle–¿Y vos tenés tigres, gó primero. laberintos y espejos? –agreMe asomé por el balcón Mientras subíamos las esca- gó cuando llegábamos a la para ver si llegaban los demás leras me dijo: terraza. invitados. En la esquina vi

Corrí a saldar la cuenta del taxista. Luego, como pude, los ayudé a subir las escaleras. Antes de entrar, Rulfo preguntó: –¿Tienes grillos? –¿Qué?

–No, ninguna, pero hay –Que si en esta casa hay gricactus en el balcón –según llos. Los grillos hacen ruidos pude responder. siempre, sin pararse ni a respirar, para que no se oigan los –Ah –dijo un poco decep- gritos de las ánimas que están cionado y entró. Luego saludó penando en el purgatorio. El a Borges, quien recitaba para día que se acaben los grillos, sí poemas ingleses, según al- el mundo se llenará de los cancé a notar el acento. gritos de las ánimas santas y todos echaremos a correr es–Ah, el ogro filantrópico. pantados por el susto –según se puso a explicarme. Iba a –Ah, el jardinero de sen- responder, pero Revueltas lo deros que se bifurcan –es- empujó y, como si supieran, cuché que se saludaron. El se fueron derechitos al refriseñor gato Amadís, mi que- gerador. Comenzaron a sacar rida mascota, yacía a los pies cervezas. de Borges, más que acostado, derramado ante el poeta. –Esto es una expropiación – sentenció el ensayista. Lo dejé Iba a ofrecerles algo de be- ser, pues me quedaba claro ber, cuando escuché ruidos que no se discute con alguien en la calle. Me asomé otra vez que supo sortear la prisión de al balcón. Vi a Juan Rulfo y Lecumberri. Borges y Paz, de José Revueltas, visiblemente piernas cruzadas, discutían en bebidos, buscándole pleito a francés. Luego, saliendo de su un taxista. Revueltas señala- ensueño, pidieron de beber. ba al conductor al tiempo que El argentino solicitó primero gritaba: vino, pero luego prefirió agua. Paz pidió bhang, que después –¡Entiende que Dios existe supe que era elaborado en la


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–Pregúntale: esa luz que se apaga ¿es un imperio o una luciérnaga? –expresó Borges–. Si puedes, hazlo en la lengua de los reyes, en inglés. –Naaa, ponle “Chiquillaaa” –dijo Rulfo, que traía una cara como si hubiera cruzado Comala de rodillas, y abundó–: luego le dices “tienes los ojos azucarados” y “los cachetitos sabor a du-

Al final, mejor escribí este cuento, porque eso de pedir consejo a otros escritores termina siempre en tragedia o en borrachera.

pachecobenjas@gmail.com *Es periodista, quien gusta de practicar la literatura y la fotografía. Ha sido reconocido en certámenes de poesía, cuento y ensayo

De la imagen primitiva a la obra de arte Por Francisco Moreno*

Foto: Vanessa Rodríguez Magaña

India con hojas frescas y razno”. Siempre me funciosemillas de cannabis. Res- nó con Clarita. pondí que únicamente tenía agua de Jamaica. –¡Yo hablo del amor en el sentido más alto de la –Merde –comentó por palabra. La redignificación lo bajo. Recordé que tenía del hombre, la desenajenavino del Valle de Guada- ción del propio ser humano! lupe y me miró como si le –volvió a gritar Revueltas. hubieran dado el Nobel de Literatura a Carlos Fuen–No, dile que quieres entes, en lugar suyo. Rulfo, trar en sus aguas, ahogarte que quién sabe qué hongo a medias y, en un cerrar de se habría metido, miraba al ojos, encontrarte arriba, en techo. Decía: “Hacia tantos lo alto del vértigo, misterioaños que no alzaba la cara, samente suspendido para que me olvidé del cielo”. Re- caer después como una pievueltas lo volvió a empujar dra –sugirió Paz. y sólo así terminaron ambos sentados en los demás silloYo escribía todo esto con nes. Nunca supe de dónde letra horrible en mi diario, sacó cacahuates japoneses, tratando de seguirles el supongo que los traía en su paso. saco. –Dile que esta mano, la La combinación de perso- que escribe, es la que algunalidades era demasiado ex- na vez tocaba su cabellera plosiva, así que decidí entrar –enfatizó Borges. en materia. –¡Chiquillaaa! –seguía –Ehm… Quiero escribirle necio Rulfo–, que le ponuna carta a... ¿Qué me reco- gas chiquillaaa. Luego le miendan? –consulté. dices que te pusiste a meSilencio. dir el tamaño de tu cariño y que dio 685 kilómetros Revueltas, como si termi- por la carretera. nara de atravesar unos densos muros de agua, fue el Los demás lo miraron con primero en responder. De extrañeza, pero la mente de un salto, se posó en el sillón Rulfo ya andaba, como el y afirmó: viento, rascando otras techumbres lejanas. –Muy bien: todo acto de creación es un acto de amor. Huelga decir que aquello terminó en borrachera. El –Dile que el amor es un viaje al Oxxo con los esjuego, una creación perpe- critores merece su propia tua –indicó Paz. historia.

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n mapa inscrito sobre papel señala coordenadas extrañas. Está sembrado de signos amorfos, símbolos que guían la mirada a rutas inciertas. Cartografía que encripta un saber destinado sólo para aquellos que abren los ojos sin amarras ni razonamientos. Las imágenes primitivas que desarrolló el Homo sapiens surgen de la necedad y la zozobra, la representación como tabla de salvación, espejo de sí mismo, liberación del ser. No hay necesidad de datar cuándo empezamos a arrojar fuera de nuestra caverna personal lo que observamos y sentimos, aquello que experimentamos; nada determina el lindero entre la imaginación y la realidad, pues los primeros pictogramas son una necesidad inconsciente que satisface y extenúa la angustia para descubrir que la vida es un rayo poderoso, un amanecer efímero, una nube diluida, un parpadeo matutino. Buscamos sobrevivir y trascender. En nuestra corta estancia desde que utilizamos la razón para explicar, saber y descubrir, el conocimiento maduró las circunvoluciones del cerebro, y la huella genética que nos demanda mostrarnos únicos y diferentes allanó la habilidad para crear a través de líneas, formas, color, luz e imágenes que hacen de nosotros una pléyade de existencia, un universo propio. Estamos y somos, no solos, sí con el otro como reflejo y testigo de nuestra presencia. No hay necesidad de descifrar las obras de arte, sí de contemplarlas. La mano de quien las creó filtra sus emociones y sentimientos cuando las observamos. De la figuración a la mancha, del color a la luz, las obras de arte tejidas en lienzos, madera, papel, bronce, mármol o piedra resguardan señales que nos permiten navegar en el mar de nuestra historia, la nada y el todo que nos circunde. Un dibujo que nace de las manos de una niña, la belleza de un rostro que sobrevive al Vesubio, un paisaje con iluminación mortecina, una piedra que adquiere significado, la geometría silvestre de la naturaleza, el color y la forma por sí mismos. La necesidad de representar la vida brota cual impulso por explicarnos, por encontrarnos.

grabado o una escultura posee un estigma que nos confronta de manera sencilla para leernos en una narración provocativa, sugerente, nunca limitante, abierta para que en ella quepan los significados que satisfagan ansias diminutas, expectativas grandilocuentes; una pintura es una ventana, una ventana es un horizonte. Cada uno mira la distancia según el ánimo le embargue, acorde la mirada al temperamento, mancuerna que nos regala esa posibilidad de ver la belleza en lo simple, la complejidad clara; somos aduanas que permitimos el paso de aquello que nos nutre, extasía o confunde. Quizá debemos hacer un alto y hurgar en métodos más humildes. Uno puede posarse frente a una pintura y no pensar, dejar que la mente flote y el espíritu que ata nuestra existencia al aliento huela el pigmento, sienta la pincelada, se sorprenda de la mácula y recorra con los ojos cada contorno, sombra, volumen y en una lánguida y eterna pausa del tiempo atrape esa señal que el artista imprimió en ella. Quizá lo sienta, quizá no, no hay juez que dicte sentencia, sólo hay posibilidades para tocar el alma. Las obras de arte son libros, cartografías por descifrar, mapas que guardan rutas para conquistar vírgenes océanos.

franciscomorenovaluador@gmail.com

*Posee estudios superiores en Letras Hispánicas y Artes Visuales. Crítico de arte, escritor y editor. Es perito valuador certificado de arte, museógrafo y curador. Tiene más de 30 años de experiencia en el sector cultural, con especialidad en Una obra de arte, sea una pintura, un artes visuales


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Ilustración: Cortesía

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Por Eduardo Urías*

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sta mañana, refrescando mi piel con la brisa al lado de las cercas que impiden el paso a la playa sucia, me negocio a mí mismo recorrer a pie el tramo largo que va del malecón de Ensenada hasta el centro del puerto, a cambio de fumarme un cigarro que pronto se consume entre mis dedos. El color grisáceo del paisaje a temprana hora parece no atraer a los paseantes y las banquetas por donde camino se encuentran semivacías. De vez en vez, veo pasar en sentido contrario a mi andar a personas que vienen solas o en parejas, mientras los graznidos de unas aves que alzan vuelo y planean sobre el mar me acompaña constantemente sin interrupción. Mi primer pensamiento es que hay más pájaros que gente. El segundo, es la idea de que mis cavilaciones alzan vuelo y graznan igual, una tras otra hasta caer en picada y enterrar su pico en el ánimo más íntimo, como si yo mismo fuese un mar y ellas sus propias criaturas aladas a las que intento sólo mirar sin emitir juicio alguno; dejarlas pasar, elevarse y dejarse caer. Me viene a la mente la palabra «juicio». Entiendo el término como un dictamen que le abre la puerta a una condena y me estremece.

Se manifiesta ante mí la frase dicha me acompañaron y las culpas que su por Albert Camus en el contexto de efecto pudo paliar tantas veces. Volasu novela El extranjero: «En nues- rían por mi mente las imágenes de mi tra sociedad, si un hombre no llora hija de un año llorando en brazos de en el funeral de su madre, puede ser su madre en aquel momento de versentenciado a muerte». En la trama me salir de casa con maletas para no de esta obra publicada en 1942, se volver más. Llegaría con otro aleteo presenta a un hombre llamado Mer- un carrusel con fotografías de las sault quien choca con las convencio- mujeres a quienes no supe retener nes sociales de aquella época, comete junto a mí. Aquella a la que amé y un crimen y por ello se lo dejé, buscando evitar condena a morir. En las que me tragara un camiacusaciones, el personaje no arenoso; aquella otra “¿Y si Camus es señalado por el desdén a quien amé por su virhubiese vivido y la indiferencia mostrada tud de mirarse al espenuestros días y en ciertos hechos, hacienjo como nadie; la mujer do hincapié en detalles que me sacó de un incenambientado la como el hecho de fumar, historia aquí, en dio y me llevó consigo ledormir y beber café con jos; una más que me dio esta época?” leche en el funeral de su bebida y me alimentó en madre; prueba contunel extravío; o esa otra que dente de una sensibilidad se fue al pensar que esinsultante para todos aquellos que lo taba muerto; ésta que bailó conmigo miran. una noche entera y se esfumó entre mis brazos con el alba; la que quiso Me pregunto: ¿Y si Camus hubiese convertirse en marea y quedarse en el vivido nuestros días y ambientado la océano para siempre… ¿Sería acusado historia aquí, en esta época? Pensa- de buscar el consuelo en la vida «con ría que el protagonista no se habría corazón de criminal»? encontrado inmerso en acusaciones de apatía y falta de sufrimiento. No sentir culpa ni ternura por la Yo, por ejemplo, estaría ahora vien- imagen de Cristo ensangrentado y clado a los mencionados pájaros volar vado sobre un leño aterrador. Sentirse en dos parvadas y el más grande de ajeno a la desventura de un ser que fue ellos me traería el café negro y amar- martirizado para pagar nuestros pecago que acostumbro tomar desde hace dos, no sería tema de descrédito. No años. El efecto placentero de la bebi- podría ser agravante para pronunciar da y el sabor intenso me recordarían el fallo sobre el cometimiento de acto tantos momentos dolorosos en que criminal alguno. En nuestros días,

gozamos de libertad para concebir al Creador con parámetros más universales y prescindir de la necesidad de sacrificios rituales o morales. Me cuestiono a mí mismo mis principales culpas y delitos, sin haber llegado al extremo de privar de la vida a otro ser humano. Las deudas reunidas que no se lograron saldar, las penas derivadas de las rupturas amorosas, los rencores surgidos al competir por las escasas posibilidades de ganar alguna jerarquía. No pensaría que por asumir distinto a los demás una creencia, juzgarían a mi alma dura y propensa a la maldad. La maldad que en el término más general de cualquier diccionario es la cualidad de malo, en la cual caben la injusticia y la falta de esa disposición de encontrarse en el otro. Tal vez, pienso, la sociedad juzga precisamente debido a la injusticia que late dentro de ella, que provoca la intolerancia, la furia, el odio. Tal vez, pienso, sean cosas que un hombre solo no puede resolver, y debo detenerme pues ha salido el sol y el calor es fuerte y agobia.

Uriase330@gmail.com *Nace en Tijuana. Narrador y ensayista. Tiene estudios de Literatura y Gestión Cultural. Ha publicado en diarios y revistas de Baja California y antologado en la selección de poesía y relato breve latinoamericano “Nocturnal”. Reside en el puerto de Ensenada


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Foto: Enrique Botello

LA REDACCIÓN FANTASMA

Por Óscar Ángeles Reyes*

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n gran paso en la evolución intelectual del individuo es la definición personal de las cosas, lo que significa fundamentalmente tener un criterio propio basado en la comprensión más o menos profunda de la realidad. Lo mismo es para los grupos humanos, para las ciudades.

poesía amorosa que se cocina en la actualidad, que no deja de ser la materia que digerida alimentará a otras generaciones, sino a una modesta pero constante exportación de ideas porteñas al exterior. ¿Qué podemos decir los porteños? No vamos a presumir, porque en nuestra puerilidad no sabemos decir los qué, pero cada palabra que intentamos poner en su lugar tiene su mensaje, y me gusta pensar que la palabra “puta” –¡qué escándalo!–, dice mucho más que lo obvio. Y que si miramos al mar no es únicamente para escribir de su belleza azul, y que podemos escupir en él para llenarlo no sólo de frases amorosas.

Para los capitalinos –y no me refiero a la Ciudad de México– somos unos chicharroneros. Y para la gente de la culturalmente poderosa Tijuana, Ensenada es un parque de diversiones muy sano. Es sencillo, Los porteños, aclaremos, venimos los mexicalenses van con el orgullo de y vamos para todos lados también. de ser una tierra muy caliente, algo así como En el puerto nace el emblema climático suplemento Palabra –a “Ensenada del que se desprende eso quería llegar–. Es el aún tenemos la la palabra “desierto”, espacio donde concurren necesidad de y que bien funda un esas palabras que se espacio creativo. Los quieren acomodar bien, y experimentar tijuanenses, en cambio, donde he leído lo que para un día tener en tienen el encanto de ser quieren decir los porteños, nuestras propias el paso de la nación y la pero también los citadinos, definiciones” derrama de basura. Pero los chilangos o los regios; también las historias de los del desierto y los de la todos lados sobresale. frontera. Y de todos los que podría nombrar. Sólo diré que aquí En Ensenada vamos con calma. sigue Rael Salvador, con su trabajo Hacemos reuniones para mirar necesario y generoso y su labor de las estrellas, y apenas nos vamos definición, pero también de difusión. acercando en número de muertes a Aquí crecemos. esas otras localidades. En Ensenada aún tenemos la necesidad de todoestodo@gmail.com experimentar para un día tener nuestras propias definiciones. No *Nace en Ciudad de México. está mal, sería como decir que es Biólogo por la Universidad desagradable ser joven. Pero en Autónoma Metropolitana. nuestra juventud, o insensatez, Estudios de postgrado en tenemos a nuestros autores más Ecología Marina en el Centro de Inmaduros, los que toman la palabra. vestigación Científica y de Educación No me refiero a ese gran pastel de Superior de Ensenada (CICESE)

las que hemos atravesado para concretar cada uno de los festiCUANDO TENÍA YO vein- vales, encuentros y demás. te años nació una agrupación llamada Pluma Joven A.C., que ¿Qué satisfacciones nos a la vuelta de un año evolucionó ha dejado? Definitivamente para convertirse en una aso- nos ha dejado muchas ciación civil. Desde entonces satisfacciones. Hemos visto he pertenecido a este proyecto crecer a jóvenes que se han que en el presente 2021 cum- formado en esta asociación y plió sus primeros diez años de han volado para multiplicar el vida. En esta parte del camino esfuerzo, conformando nuevas es cuando uno debe tomar un agrupaciones de gestión momento para sentarse, ver ha- cultural. Hemos recibido cia atrás y evaluar si ha valido la el agradecimiento de las pena todo el tiempo y esfuerzo personas que gracias a Libro dedicado a promover la escritu- Fest pudieron acercarse a la ra y la lectura. lectura. Incluso hemos estableciHemos organizado “Hemos visto do vínculos entre nueve programas de escritores crecer a jóvenes que grandes intercambio de liy nos han felicitase han formado en do por los encuenbros –y si todo sale esta asociación y tros ELIGE. bien este mes realizaremos un Libro han volado para Fest más, del 26 al Un caso que en lo multiplicar el 28, en la Ventana al particular me llena esfuerzo” Mar–, seis encuende satisfacción es tros de escritores de el de un joven que trayectoria nacional actualmente es un con jóvenes principiantes, un escritor revelación con un gran buen número de talleres, pre- porvenir, y en meses pasados sentaciones literarias, sesiones nos dijo que gracias a nosotros de lectura en voz alta, pláticas se adentró en este mundo y hasen escuelas, entre otras activi- ta estudió literatura. El novel dades. También hemos publica- escritor añadió que esperaba do algunas antologías con textos con ansias los encuentros de inde escritores locales y hemos tercambio de libros para abastepublicado frases de talentos de cerse para todo el año. Ensenada en camisetas que a la fecha perduran. Sin duda, cada segundo de estrés nos ha dado la satisfacción ¿Cuánto hemos invertido en permanente de saber que lo que esto? Si hablamos de recursos hemos hecho ha sido de proveeconómicos han sido muchos cho para la sociedad, que hemos miles que han salido de puesto nuestro granito de arena nuestros bolsillos, de las cuen- para formar los cimientos de un tas de empresarios locales que mejor país. han creído en este proyecto cultural y en mínima parte del joatam24@gmail.com gobierno. Si consideramos el tiempo han sido cientos o mi*Es licenciado en Ciencias de les de horas a lo largo de estos la Comunicación, trabaja en los diez años, pues para cada evenmedios desde 2009 y actualto, cada actividad, se invierten mente cursa estudios de maesmuchas horas de trabajo. Si nos tría en periodismo digital. Ha fijamos en el esfuerzo veremos sido galardonado con el Premio que ha sido un sinnúmero de México de Periodismo en 2017, gestiones, rechazos y angustias 2019 y 2020

Por Joatam de Basabe*


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Caso Enrique Servín, la impunidad por delante Por Antonio Flores Schroeder*

Por Fernando Mancillas Treviño*

Foto: Cortesía

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esde el neorrealismo italiano que surgió en 1945 a fines de la posguerra –Segunda Guerra Mundial– con la película de Roberto Rossellini (1906-1977), Roma, ciudad abierta, el movimiento vanguardista fílmico deslumbró fulgurantemente en el panorama cinematográfico mundial. Con figuras tan destacadas como: Vittorio De Sica (19011974), con El limpiabotas (1946), Ladrón de bicicletas (1948), Milagro en Milán (1951); Luchino Visconti (19061976), La tierra tiembla (1948), Bellísima (1951); Robert Rossellini, Paisá (1946), Alemania, año cero (1948), Stromboli, tierra de Dios (1950); Alberto Lattuada (1914-2005), El bandido (1946), Sin piedad (1948); Giuseppe De Santis (1917-1997)), Caza trágica (1947), Arroz amargo (1949); Federico Fellini (19201993), Los inútiles (1953), La strada (1954), entre otros, el neorrealismo italiano tenía como propósito fundamental exponer las condiciones socioeconómicas y culturales de su época, y lo hizo con una brillante naturalidad. Recuperando el legado del neorrealismo italiano, el realizador contemporáneo Roberto Capucci, revela en Mi hermano, mi hermana (2021), los profundos secretos que se han sedimentado durante décadas en una familia italiana de clase media. Al fallecer su padre los hermanos Nikola (Alessandro Preziosi) y Tesla (Claudia Pandolfi), se encuentran con la sorpresa de que su testamento los obliga a vivir juntos durante un año en la casa familiar para poder acceder a su herencia. Después de veinte años de no haberse visto, la situación se torna complicada debido a la pervivencia de una serie de resentimientos y desacuerdos en sus estilos de vida. Mientras Nikola lleva una vida libre dedicada al kitesurf –surf de vela– en diversas playas, Tesla se ha abocado por completo a su hijo Sebastiano (Francesco Cavall) quien sufre de esquizofrenia, enfrenta además fuertes conflictos con su hija Carolina (Ludovica Martino). A pesar de que en un inicio Nikola y Tesla mantendrán múltiples disputas

y confrontaciones, inadvertidamente emergerán nuevos vínculos, como el de Sebastiano –que es un dotado violonchelista– y su tío Nikola, por su amor a la música, todo en una nueva armonía familiar. También habrá un acercamiento de Nikola con su sobrina Carolina quien allanará el camino de reconciliación con su madre. Mi hermano, mi hermana se estrenó el 8 de octubre de 2021 en Internet, por Netflix. Roberto Capucci (Roma, Italia) es un escritor y director de cine italiano, autor de: Il frutto proibito (2008), Da Lucia (2009), Il giorno del mio compleanno (2011), Ovunque tu sarai (2017), entre otros. Mi hermano, mi hermana –Mio fratello, mia sorella; My brother, my sister/ Italia, 2021–. Dirección: Roberto Capucci. Con: Caterina Murino, Francesco Cavallo, Alessandro Preziosi, Ludovica Martino, Frank Gerrish, Claudia Pandolfi, Stella Egitto, Fausto Morciano; guion: Roberto Capucci; fotografía: Andrea Arnone; música: Valerio Calisse; edición: Francesco Galli. Duración: 110 minutos.

fernamancillas@yahoo.com *Profesor de Tiempo Completo, Titular B, de la Universidad de Sonora, México. Investigador invitado en el Centro de Estudios México-Estados Unidos por la Universidad de California en San Diego (UCSD), 2000-2001

an más de dos años de impunidad. Ni el exgobernador de Chihuahua, Javier Corral Jurado, y menos el extitular de la Fiscalía General del Estado (FGE), César Augusto Peniche, pudieron, como en muchos casos más, cumplir con su promesa de resolver el crimen del escritor Enrique Servín. El 9 de octubre de 2019 el poeta, traductor y defensor de lenguas originarias fue localizado sin vida en su domicilio. Aunque las primeras versiones señalan que el caso apuntaba a que se trató de un asalto, las autoridades no fueron capaces siquiera de tener una línea de investigación sólida. Ese día, el entonces mandatario estatal lamentó el crimen a través de las redes sociales, envío “un abrazo solidario a la familia del autor”, y manifestó que tras la muerte del connotado intelectual quedaba un legado invaluable en la comunidad cultural, particularmente como “promotor incansable de las lenguas indígenas”. En su función de jefe del Ejecutivo, Corral Jurado se comprometió a que la FGE realizaría una investigación “rigurosa” para resolver el crimen. Desde esa fecha hasta el último día de la pasada administración –hace unas semanas–, Peniche se dedicó a dar atole con el dedo a la comunidad artística de la entidad, luego de que escritores de todo el país lamentaron que el asesinato de Servín fuera parte de las cifras de la impunidad que imperan en ese estado del país, donde el 85 por ciento de los crímenes cometidos durante el año 2019 estaban sin resolver. Unos días antes de que terminara su gestión, Peniche –quien por cierto fue cuestionado por construir una mansión en uno de los fraccionamientos más exclusivos de la capital de del estado de Chihuahua– aseguró que las investigaciones “estaban avanzadas”.

Foto: Cortesía

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De este modo, el caso Servín ejemplifica la debilidad de las instituciones en esa entidad federativa durante la gestión del panista Corral Jurado, pero también muestra la ineficacia y la falta de sensibilidad y compromiso no sólo con la familia del poeta, sino con la comunidad artística. Me refiero a Concepción Landa García Téllez, extitular de la Secretaría de Cultura estatal, quien desde su puesto de comodidad, poco hizo para presionar a las autoridades judiciales a que dieran respuesta puntual en las investigaciones. De Landa sólo queda su paso gris por la secretaría a su cargo y un viaje con gastos pagados por el erario a las ciudades de París y Madrid donde radicaban dos de sus hijas. Esto fue durante la comisión oficial que efectuó en marzo de 2019 para asistir a la Feria del Libro en Londres, Inglaterra. Hoy sólo queda esperar a que el gobierno del estado, dirigido por María Eugenia Campos, dé un giro en el caso de Enrique, como ya lo ha hecho en otras situaciones para bien del estado de Chihuahua.

antoniofloress@yahoo.com.mx *Nació en Chihuahua. Se ha desempeñado en varios medios impresos mexicanos durante los últimos 23 años. Es autor de dos libros, promotor cultural y editor de la revista literaria Poetripiados. Actualmente trabaja en edición en El Diario de Juárez


Martes 16 de noviembre a miércoles 15 de diciembre de 2021

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los tiempos. No tengo conmigo un to del Imperio austrohúngaro en libro, una literatura, una filosofía, la Gran Guerra y el posterior “El producto principal sino un hombre del que soy herma- ascenso del nazismo que acabó es la vida, de la cual lo no, un hombre que me aconseja, por tragarse a los austriacos. Es demás son sólo astillas y que me consuela y un placer vivir, pero despojos. Mi oficio traba amistad concada vez que la ola y mi arte es vivir”. migo, un hombre asciende demasia“Las más Michel de Montaigne al que comprendo rápida y escarimprobables do y que me compada, cae como lecturas irrumpen menudo cedo a la tentación prende. Si tomo los una catarata con de creer en la existencia de Ensayos el papel tanta más fuerza. en el camino y un duende capaz de tejer los impreso desapareSiempre que el esarrojan frases o hilos de las serendipias librescas. De ce en la penumbra pacio se ensancha ideas capaces de pronto, las más improbables lecturas de la habitación, el alma se tensa, explicar o iluminar irrumpen en el camino y arrojan fra- escribe el austroescribe el austriaun momento ses o ideas capaces de explicar o ilu- húngaro para desco. Así me siento minar un momento determinado de cribir su sensación en estos tiempos. determinado de nuestra vida o de la historia. Cuando al leer los Ensanuestra vida o de la una duda o una angustia machaco- yos del “Señor de la En 1942 Stehistoria” na se ha insta- Montaña”. A Zweig fan Zweig eslado en nuestra y a Montaigne los cribió su cabeza, nos sale hermana la claridad testamento liteal paso un libro y la templanza de ideas en medio rario, El mundo de ayer y que arroja luz de escenarios de tormenta y delirio. tras concluirlo se quitó la sobre ella. En Tanto el francés como el austriaco vida. Refugiado en Braviaje relámpago vivieron periodos de auge artístico, sil a donde llegó huyenpor Monterrey científico e intelectual donde la do del horror nazi, Zweig, me hice de la humanidad parecía estar alcanzando quien tenía una plena conbiografía de Mi- un elevadísimo pico de sabiduría ciencia de los vaivenes de la historia, chel de Montaigne escrita por Stefan y racionalidad. Montaigne vivió creía estar llegando a un punto de no Zweig. Pocas veces se da el caso en el Renacimiento, Zweig la Belle retorno. Su libro es desgarrador, porque biógrafo y biografiado desa- Époque y ambos tuvieron tiempo que nos refleja cómo su mundo enterrollen semejante juego de espejos. para maravillarse con entornos que ro se destruyó por completo en unos A Montaigne, pensador francés del parecían alcanzar el éxtasis, inmer- cuantos años. El siglo xx fue “rico” siglo xvi y padre del ensayo literario sos en una carrera donde había prisa en apocalipsis diversos. No se llegó como género, lo veo reflejado y casi por dejar atrás las tinieblas y la igno- al final de la raza humana, pero sí a encarnado en su biógrafo Stefan rancia. Pero, precisamente cuando el la completa devastación de culturas Zweig, ensayista austriaco de princi- arte y la razón colocan sus banderas y formas de vida. Cuando creemos pios del siglo xx. Cuando Zweig expli- en la cima, irrumpe la barbarie y el in- que la humanidad ha domado a sus ca lo que siente al leer a Montaigne, fierno. A Montaigne le tocó vivir muy ancestrales pesadillas, renacen de sus parece estar definiendo lo que siento de cerca la sanguinaria demencia de cenizas nuestros añejos jinetes apoyo al leer a los dos en el otoño 2021. las guerras de religión que en Francia calípticos y nosotros demostramos Hay en estas páginas un tú que se fueron particularmente sádicas entre con nuestras reacciones ser no tan refleja en mi yo, la distancia que- católicos y hugonotes, mientras que a distintos al hombre medieval. Hoy da abolida, el tiempo se separa de Zweig le tocó ver el desmembramien- más que nunca necesitamos volver

Por Daniel Salinas Basave*

A

a honrar las ideas y el librepensamiento frente a la enajenación del dogma y el pensamiento único.

danibasave@hotmail.com *Nació en Monterrey, Nuevo León. Ensayista y periodista. Reside en Tijuana desde 1999. Premio Estatal de Literatura Baja California 2010 por Réquiem por Gutenberg y ganador del premio literario de la Fundación El Libro, entre muchos otros. Autor de Juglares del Bardo, El lobo en su hora, Bajo la luz de una estrella muerta


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Zweig y el Señor de la Montaña | Daniel Salinas Basave pág

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pages 23-24

Mi hermano, mi hermana: un drama italiano | Fernando Mancillas pág Caso Enrique Servín | Antonio Flores Schroeder

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page 22

Palabras desde Ensenada | Óscar Ángeles Reyes pág Diez años de Pluma Joven | Columna de Joatam de Basabe

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page 21

Extranjero en puerto | Eduardo Urías pág

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De la imagen primitiva a la obra de arte | Francisco Moreno pág

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Pídele a un escritor que te escriba | Benjamín Pacheco pág

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Oh sorpresa!, ¡se terminó el gas! | Jazmín Félix pág

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pages 16-17

Huesito de chabacano | Olga Aragón pág

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La Bolera: ícono del Parque Revolución | Columna de Arnulfo Estrada pág

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Editorial | Rael Salvador pág

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La sociedad de la desolación | Sergio Gómez Montero pág

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Literatura de mente | Columna de Fernando Reyes Trinid pág

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page 7

Reglas para un nuevo mundo | Iliana Hernández pág

8min
pages 8-9

Aforismos de la epidemia | Leobardo Sarabia pág

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Gabriel Trujillo pág

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pages 12-13

Cultura de Baja California | Arturo López Juan págs. 4 y

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Sobre las traducciones | Cony Sigüenza pág

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