La anomalía y la noche

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La AnomalĂ­a y la noche Humberto L. Solano




Humberto L. Solano

La AnomalĂ­a y la noche


La Anomalía y la noche © Humberto L. Solano Portada: Dibujo sobre papel/ Humberto S./2016 Por la 1ra Edición: © Fundación Editorial El perro y la rana, 2013 Centro Simón Bolívar, Torre Norte, piso 21, El Silencio, Caracas - Venezuela, 1010. Teléfonos: (0212) 768.8300 / 768.8399. comunicaciones@fepr.gob.ve editorialelperroylarana@fepr.gob.ve www.elperroylarana.gob.ve www.mincultura.gob.ve/mppc/ Imprenta Regional Cojedes Edificio Manrique, Primer Piso Sede de la Escuela Regional de Teatro San Carlos-Venezuela 2201 Teléfono: 0412-1476607 Correo electrónico: sistemadeimprentascojedes@gmail.com @Imprentacojedes

ISBN :978-980-14-3609-6 Depósito Legal:Dc 201600


El Sistema Nacional de Imprentas Regionales es un proyecto editorial impulsado por el Ministerio del Poder Popular para la Cultura, a través de la Fundación Editorial El perro y la rana, en corresponsabilidad con la Red Nacional de Escritores Socialistas de Venezuela. Este sistema se ramifica por todos los estados del país, donde funciona una imprenta que le da paso a la publicación de autoras y autores, principalmente inéditos. Cuenta con un Consejo Editorial integrado en su mayoría por promotoras y promotores de la cultura propia de cada región. Tiene como objetivo fundamental brindar una herramienta esencial en la difusión de ideas y saberes que contribuyan a la consolidación del Poder Popular: el libro, como documento y acervo del pensamiento colectivo.



Dedicatoria A mi familia, a mi pueblo llanero y a todas esas personas que de una u otra manera me inspiran a seguir escribiendo.



Prólogo

Escribir lleva siempre un enfoque único en algunos escritores, y en el caso de Humberto Solano es muy notorio que juega con la mente de sus personajes, emocionalmente y psicológicamente en un juego extraño y misterioso, aparte del manejo científico extraordinario para darle sustento a sus narrativas en un universo casi caótico de presagios futuristas, donde los personajes rayan de lo cotidiano a lo extraordinario creando un increíble ambiente único. por eso al observar la extraordinaria versatilidad en sus planteamientos, hacen interesante en estos tiempos de cambios y paradigmas la posibilidad de otros tipos de relatos alejándose de lo conocido hasta ahora en el país. Humberto Solano



Humberto L. Solano La Anolalía y la noche

LA ANOMALÍA Estaba lloviendo aquella tarde casi anochecía, era un día de esos que no se podía entender por ser tan lleno de sorpresas. Valdemar caminaba rápidamente para poder llegar a tiempo a su casa, pensando en la cantaleta de su madre por el problema de inseguridad que había en aquel barrio implacable, pero ese día, Val así le decía los amigos, un muchacho desgarbado como unos 17 años, perfilado, moreno de ojos profundamente castaño claro, con franela y gorra, se dirigía dentro de lo posible por aquellas calles mojadas de tanto llover. Val estaba indeciso tratando de no mojar sus zapatos deportivos nuevos de marca NIKE, en el dilema de cruzar o no, donde el agua sucia llegaba a torrentes por la calzada, donde los vehículos lentamente se movían haciendo de aquella calle muy transitada, atestada de gente saltando unos, otros caminado pataleando el agua. Los vehículos atrapados tocando sus cornetas desesperadamente casi en la semioscuridad. Val definitivamente cuando no tubo remedio, se metió entre los carros semi parados, dando unos saltos rápidos casi olímpicos. Al llegar al otro lado de la calle, sintió el frío del agua que le entraba en sus pantorrillas, un pequeño escalofrío recorrió su cuerpo, pero había logrado el propósito de llegar a la otra orilla, ahí observó sus zapatos con cierta rabia mezclada de tristeza, de pronto le llamó la atención un pies descalzo y otro mas, tenían un color extraño como metálico grisáceo y un pequeño brillo que resplandecía en medio de aquella tarde oscura, esa mirada fue de un segundo, levantó sus ojos diciendo unas palabras cortas de sorpresa como:Bicho o zape.- Val en su sorpresa pensó:- Este tipo si sabe

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disfrazarse.- Recordando las revistas de comic de ciertos superhéroes, se parecía hasta uno de ellos, quedándose a observar al sujeto con cierta admiración, el sujeto igualmente también se le quedó mirándolo extrañamente, pero el rostro no tenía exactamente la cara de un hombre común, era incuantificable en su forma para ser mas preciso, era lo que mas le llamaba la atención a Val, sus ojos cobrizos anaranjados eran la única diferencia que sobresalía en aquella extraña mezcla, Val tubo la leve impresión de que estaba desnudo ya que, el mismo tono de sus pies era del todo el cuerpo, como si se fuese embatucado de un todo con la misma mezcla, solo se le ocurrió decir con una sonrisa: Calidad chamo tremendo disfraz… Y de ahí al recordar que estaba apurado, dio la vuelta y se fue. La noche empezaba a caer entre aquella lluvias fuerte que iban decayendo poco a poco, se acordó de su viejita, solo la ansiedad por llegar pronto le hacía apurar los pasos, de repente instintivamente volteó, siempre pensando en estar mosca, se dio de cuenta de que, aquel sujeto disfrazado le seguía, Val pensó:- Sería que él vive por el mismo sector .- Val sin darle importancia siguió, sin pensar mas en el asunto apurando el paso, el tipo extraño que le seguía con la misma persistencia de repente se desapareció del horizonte visual. Ya después al rato pasó apuradito la esquina donde siempre estaban “los Tripochitos”, la bandita de siempre, estaban al acecho de cualquier lugareño. Val los miró de reojo como si no existiesen, pasando desapercibido, pensando que no lo notarían, aunque nunca se metieron con él, pero siempre el temorcillo no lo abandonaba. A las dos cuadras en una empinada estaba su casa, era humilde pero espaciosa y


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arregladita, Val sintió un cierto orgullo de pintarla apenas la semana pasada, le daba un pequeño brillo al alma, al entrar en ella. Hay estaba su señora madre mirando la TV, su programa favorito, aunque siempre ella le preguntó, ¿porque había llegado a esa hora? .Entró con hambre a la cocina, sintió de repente que alguien le observaba y volteó instintivamente hacia su espalda, vio aquel sujeto extraño, de pronto como un resorte y sorprendido se tiró al piso pegando un grito diciendo: Epa! Que hace usted aquí…. Su mamá vino corriendo asustada por aquel grito de Val, preguntándole rápidamente sorprendida: ¿Que pasa Valdemar?... ¿Porque esos gritos?.. Val apunto con su dedo al sujeto diciendo: Ese sujeto mamá… Ella observaba a donde señalaba su hijo y preguntaba. ¿Dónde? Y él seguía apuntándole hacía aquel sujeto diciéndole asustado a su vieja. Mamá no la vez… Ella miraba para todos lados y le dijo muy preocupada: ¿Que es lo que tengo que ver Valdemar?.. De pronto su señora madre se quedó observándolo con mucha preocupación y le dijo: Hijo serás que te estas drogando… Ella lo miraba muy preocupada y le decía: Tú sabes lo que te he dicho siempre, no te juntes con “los tripochitos”, esos muchachos están perdidos, no tienen remedio….

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Val se quedó callado pensando:-¿Sería este tipo un espíritu o fantasmas?- En ese momento entro su hermano mayor Hernán que venía de la calle, estaba oyendo el alboroto de su mamá, y el le pregunto: ¿Qué te pasa mamá? ¡Tu hermano que esta drogado!... Viendo vainas… Hernán se acercó observándole a los ojos, Val seguía con la mirada directo hacia aquel extraño que estaba inmóvil parado frente a él, Hernán paso rozándole, Val le dijo a Hernán. Lo tienes al lado Hernán, lo acabas de tropezar..... Hernán veía para todos lados riéndose de la situación, que rozaba casi a algo cómico diciéndole: ¡Mama tiene razón, este carajo esta drogado!… Hernán le miró ya serio y le dijo: Coño chamo no tienes vida…te veo un futuro muy jodido…ya te veré comiendo mierda como un loquito… Val no sabía que decir ante la mirada preocupada de su mamá y su hermano. Inmediatamente se metió a su cuarto y cerro la puerta para no seguir viendo aquel ser extraño, pensando si sería el espíritu burlón de los tantos que hablaba su abuelo. Sé sentó en la cama nervioso, cuando levantó la vista se volvió a llevar otro susto parándose de golpe de la cama para huir en veloz carrera, lo único que él extraño, estaba atravesado en la única salida del cuarto y Val sorprendido preguntándose de ¿Cómo? había entrado con la puerta cerrada, diciendo en voz alta: Coño…coño…coño...estas vainas me pasan a mí al hijo de Rupertina… Le entro un tic nervioso repetitivo, como la de un


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autómata donde los ojos de Valmi bastante desorbitados sobresalía de aquella cara juvenil de muchacho travieso, el pelo encrespado parecían habérsele esponjado, de pronto aquel ser se puso frente a él, su cara era inexpresivo, sin una pizca de emoción ya que no tenia boca, apenas una protuberancia que hacía de nariz, solo sus ojos naranjas con un cierto brillo metálico le llamaba la atención a Valmi, de pronto aquel extraño le dijo algo en lo cual, lo que oía le llegaba como ráfagas directo a la mente, como una especie de telepatía eso todavía lo asustó mas, era demasiado extraño lo que pasaba, aquel sujeto le decía repetidamente:- Que quería hablar con él .- Val estaba enculillado, lo único que hizo fue acostarse agarrar su almohada y taparse los oídos y la cara esperando que, todo fuera un mal sueño donde aquel ser, insistía que quería hablar con Valmi diciéndole repetidamente: Solo quiero hablar con usted…solo quiero hablar con usted…solo quiero hablar con usted……solo quiero hablar con usted… sé... que me oye... Y así paso casi como una hora sin decir nada Val, esperando con su silencio desapareciera aquel supuesto espanto. Al rato ya cansado de aquella locura, que no podía saber a ciencia cierta que le pasaba a su pobre cerebro, dijo con un grito de desesperación quitándose la almohada de la cara y al mismo tiempo diciéndole: ¡Esta bien! …!esta bien! …chamo...Dime. Dime... Que quieres hablar conmigo… Estuvo unos segundos de suspenso como un intermezzo, esperando Val que hablara, de pronto: No quiero asustarlo…., no es mi intención solo quiero hablarle... Val lo veía con cierto temor, sentía el mismo miedo

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que siempre sentía, al pasar aquella callejuela del barrio a ciertas horas de la noche. Aquel ser siguió diciéndole telepáticamente. Tenía...Demasiado...Tiempo... que... no...Me... Comunicaba...con... alguien. Dijo lentamente con inexpresivas palabras y después dijo otra vez: Lo extraño de todo….es que todavía te acuerdas de mí. Val todavía con el miedo encima, le pareció tan extraño aquellas palabras, atreviéndose a preguntarle. ¡No entiendo! ¿Por qué… tendría… que olvidarlo? Dijo con una voz casi temblorosa. Porque todos lo que me ven a los minutos me olvidan para siempre. Val pensó si sería un alma que quedó en la deriva después de muerto y no a conseguido irse, le pregunto todavía con el temor hacia aquel ser sobrenatural e incomprensible. Usted seguramente está muerto y por eso a lo mejor no lo ven. Aquel ser movió la cabeza en un movimiento rápido casi imperceptible saliendo de la estática de su cuerpo diciendo telepáticamente: ¡No!¡Usted no entiende!¡No estoy muerto!.... por muchos años he aprendido de ustedes su idioma y sus costumbres, tambien he intentado comunicarme con ustedes tratando de no interferir en sus costumbres, ni causarle daño… Val un poco más calmado le volvió a preguntar: Bueno si usted no es un espíritu y no esta muerto ¿entonces que es?..


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El ser volvió a mover la cabeza por una fracción de segundo, que por un momento parecía desaparecerle, al quedar estático respondió rapidamente: Soy un visitante de otro lugar muy distante… Lo que llaman ustedes de otro mundo… pero muy diferente. Allá todo es para siempre nada muere….Solo… soy un visitante…. con una misión pero… De pronto aquel ser, se quedó mudo... Val ya mas calmado observó aquel ser con cierta lastima, aunque todavía le producía escalofrío pensó:Nadie le creería lo que le estaba pasando, en ese momento, mucho menos los panitas, se lo imaginaba a ellos cagados de la risas, si se le ocurriera contárselos.Solo en ese momento observó aquel ser solitario, parado como una estatua, buscando algún amigo o a alguien para solo hablar.De pronto aquel extraño ser de un solo tono metálico grisáceo, con el pequeño detalle que emanaba de su cuerpo con un pequeño brillo lumínico resplandeciente pareciendo una aparición fantasmal y haciéndole más extraño con sus ojos grandes anaranjados De pronto como si fuese reaccionado de algo íntimo de él dijo: No recuerdo como llegué, ni para qué, solo sé que soy una anomalía en el tiempo y el espacio de ustedes… Val no sabía que decir pensó que el rollo de aquel ser, era más complicado que la de él con su mamá, solo se le ocurrió preguntarle:- ¿Como se llamaba?- El cual no le respondió, entonces le dijo Val: Bueno si vamos a ser amigos por lo menos debe tener un nombre, me gusta esa de señor Anomalía. Aquel ser le dijo, que en su mundo nadie tiene

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nombre todos nos reconocemos inmediatamente. En ese momento le tocaron la puerta de su cuarto, era su mamá, Val abrió la puerta rápidamente, su madre todavía dudosa le observaba con cierta curiosidad diciéndole: Ya sé te pasó la loquera Valdemar... Val la miró y se río diciéndole. ¡Mamá! te estaba vacilando ¡era una broma! Su mamá le miró un rato como escrutándole el alma diciéndole: ¡No vuelvas hacerme eso!¡Me asustaste mucho!.. Ahora si es verdad el niño tambiénes echador de broma… Bueno ya que eres muy cómico, anda al abasto, y compras harina y queso... y te apuras. Agarró el dinero y se fue al abasto que quedaba a dos cuadras y media de la casa. La noche parecía más oscura de lo normal, la lluvia persistía en pequeñas gotas que caía alocadamente. Val como siempre con la vista puesta en las esquinas oscuras donde casi siempre estaban “ellos”.Efectivamente estaban ahí metidos ocultándose para drogarse y cazar algún desprevenido, sintió un temblequeo en su pierna derecha, el miedo era libre en aquel momento. Le extraño que a esa horas estuviesen merodeando, ya que generalmente como a las once se aparecían siempre, de repente alguien le llamó, al voltear era “Beto el Angelito” y “El Yorge”, cuando se dio de cuenta los tenía encima, uno al frente y el otro atrás diciéndole: Epa chamo para donde vas… Le decía “Beto el Angelito”. Coño nunca té paras hablar con los panas... Acaso nos tienes miedo… Val se cagó en ese momento pensando que tendría


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que entregarle la plática que le había entregado su mamá. El Yorge se le pegó mas atrás tropezándole, Val con su temor hacia aquellos tipos, se metió las mano al bolsillo inmediatamente sacando el billetito, El Beto estaba hasta el culo de drogado, el mismo le preguntaba, repetidamente. ¿No tienes mas?..¿No tienes mas?.. ¿No tienes mas?.. Eso es muy poquito. Revísate... El que tenía atrás “El Yorge” también estaba drogado, estaba mas violento dándole un golpe con la pistola en la cabeza, cuando de repente apareció aquel ser, acercándose como un rayo extraño en cámara lenta, de pronto extendió su brazo tocándole la cabeza al “Yorge” y después al “Beto”, después por arte de magia se fueron desapareciendo como pompas de jabón en un pequeño estallido con un eco extraño como un silbido fino. Valmi pudo verle la cara al “Beto” por una fracción de segundo, como sí el mismo estuviese sorprendido por lo que le pasaba, de pronto como si nada, se esfumaron dejando una estela de una nubecilla amarillenta salpicado de puntitos incandescentes y después un silencio seco sin estridencia durante unos segundos, Val sorprendido sin saber que había pasado a ciencia cierta en su sorpresa, asustado he ido como un cataléptico, por lo que había hecho “La Anomalía”. Solo quedó en silencio observando todavía aquel vacío, sin creer en lo que había acontecido en aquel sitio, donde supuestamente debería estar El Beto y el Yorge, donde la luz de las casas aledañas daba una cierta claridad, para poder ver a su alrededor todavía con la esperanza de que todo fuera mas que un sueño ecléctico desaforado por la imaginación, o mas bien paralizado de aquel evento extraño inexplicable.Donde

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aquel ser, que al principio creyó Val un sujeto disfrazado y después creía era un fantasma, resultando algo mas que eso, un ser terrible con mucho poder.Volteó para ubicarlo, parecía haberse esfumado, solo a media cuadra estaban los compinches del El Beto y El Yorge, pensó por un segundo:- Si se habían cambiado de sitio.- Eran como tres, estaban en la acera hablando animadamente entre ellos, Val se quedó como loco, pensando:- ¿Sería que estos no vieron nada?.- No sabía como enfrentar tal situación de la desaparición del El Beto y El Yorge, solo pensó que esos desaparecidos o muertos se lo iban a achacar a él, miró de reojo a los sujetos que estaban a pocos metros, tratando disimuladamente de devolverse sin que ellos lo notaran, se dio la vuelta en la dirección y dio unos pasos cuando alguien pegó un grito diciéndole: ¡Val! Chamo acércate. Val se devolvió asustado, pensando que ellos siempre andaban armados recordando que el mes pasado habían matado a un vecino, solo por no haberse detenido, si corría seguro que le dispararían por la espalda, se fue poco a poco acercando cagado pensando lo peor. Ya casi al frente de ellos hizo un saludo nervioso, ellos igualmente saludaron a Val de una forma como si fueran amigos del alma, quedándose extrañado por aquella aptitud, uno de ellos le preguntaba, si tenia el libro de matemática de 5ª año, que necesitaban para repasar, Val se quedó de una pieza pensando:- ¿Que coño carajo esta pasando aquí?... Esto esta bien raro, desde cuando estos locos estudian.Rápidamente Val dijo entre un marasmo de temor: Si chamo lo tengo… cuando quieras lo vas a buscar... De pronto el Wilmer, un negrito como el carbón que


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apenas se veía en aquella semi oscuridad dijo: Lo necesitamos para el viernes, eso es lo que estamos hablando aquí Pedro, Ñeco y yo, para cuadrar y ponernos a estudiar para el examen del primer semestre, no hemos estudiado nada…. Val todavía estaba mudo y sorprendido pensando:¿Será que estos chamos me están vacilando?- El Wilmer le toco el hombro diciéndole: Si no, será mañana para que le digas a tu mamá para que no los pasé, ahorita. Tenemos que irnos, vamos a un partido de básquet, nos veremos mañana..Chamo... Val quedó como loco, se le ocurrió preguntarle rápidamente al Wilmer antes que se alejara. ¡Chamo! no has visto al “Beto” y al “Yorge”, lo estoy buscando... El Wilmer se le quedó viendo y le dijo: ¡No sé chamo! ¿Quiénes son ellos? Val no sabía que decir, evidentemente no lo estaban vacilando, de verdad no sabían quien eran ellos, rápidamente respondió: No chamo, pensé que los conocía. En ese momento se fueron por su camino el Wilmer y los otros dos, Val los observó con cierto recelo a pesar de que algo extraño inexplicable había pasado, Val muy pensativo ante aquel fantástico acontecimiento se fue al abasto a realizar el mandado todavía algo nervioso y pensativo.No sabía como sopesar el aquella nueva situación, volteó por si acaso si veía “la Anomalía”, pensó que a lo mejor ya no lo vería mas. Llegó al abasto del señor Jaramillo, se dio de cuenta que algo había cambiado en aquel negocio humilde, haciéndole el comentario:

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¡Parece que le quitó la reja al negocio! ¿Cual reja habla usted hijo?.. Dijo como extrañado, Val rápidamente respondió: No...No...No nada... Val pidió el mandado y casi cuando metiéndose la mano en el bolsillo recordando los billeticos que se había llevado “El Yorge y Beto el angelito” todavía los tenía en el bolsillo, pensó: “si seria por la misma situación extraña que había acontecido”. Cuando estaba de ida hacia su casa, volvió a preguntar por el El Beto y El Yorge al señor Jaramillo, este se quedó observándolo un rato pensando y le dijo: ¿Quienes son esos? no me acuerdo que vivan por acá…. No...No esta bien yo pensaba que usted los conocía… Ya en la casa después de entregar el pedido a su mamá y cenar se metió a su cuarto todavía preocupado, se puso los audífonos para oír sus canciones de su mp3, para distraer la mente de aquella experiencia terrible ya que, en su larga divagación no llegaba a ningún lado. Quería contárselo a alguien, pero ¿quien le creería?, de pronto como por arte de magia lo tenía a frente a él, sintió un sustico pesado, sus ojos se pusieron otra vez grande, nunca se acostumbraba a aquel ser extraño.Ahí estaba inexpresivo arrechamente misterioso, algo que no lograba entrar en su lógica cotidiana de la vida, mas bien se parecía a sus juegos de videos de “moustros contra los aliens”, pensó mientras lo miraba:- ¿Como podría conocer el estado anímico a alguien que no tiene un rostro humano?De pronto en su mente resonó telepáticamente como un eco retumbando la voz del señor Anomalía diciendo:


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¿Que se siente? lo que llaman ustedes estar contento, alegres, veo que se ríen de cosas, y hacen sonido con su boca, todavía esto no logro entender… ¿para que sirve? Val se quedó perplejo ante aquellas preguntas, no sabía como responder, tartamudeo con un:-¡bueno! -o un: -¡eeeeh!- al fin escupiendo lo que iba a decir. Bueno…nosotros…nos...Reímos…porque sentimos una alegría por algo bueno o… positivo...,eh… Val permaneció como atascado en su explicación, la Anomalía le dijo rápidamente: ¡No entiendo lo que expresa! Bueno te voy a dar un ejemplo: cuando la chica que me gusta que vive en la otra cuadra, ¡me diga!¡Quiere ser mi novio Valdemar!, yo estaré tan contento, que brincare de una pata, bueno de un pies, y sentiré tanta satisfacción que se lo diré a mis amigos y me reiré mucho… bueno...es una nota...Me explicó… La Anomalía, estaba parado imperturbable sin una pizca de algo que indicara, si había entendido algo, solo un pequeño movimiento de cabeza hacía la diferencia diciendo: Creo… entender lo que has dicho. Val aprovecho ese momento para preguntarle sobre lo que había pasado aquella noche sobre El Beto y el Yorge ya que, le inquietaba el asunto que podría ser peligroso para él y su familia.Hubo un momento de silencioso temor, donde unas gotas de sudor que goteaba por la sien de Val caían atropelladamente. La cabeza de la Anomalía izo un movimiento raro, como la de un robot de circo diciendo:

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Ellos nunca existieron. Val extrañado por aquella repuesta dijo: ¿Como que no existieron?...Si yo los conocí desde pequeño...ellos jugaban metra conmigo…eran mis vecinos. La Anomalía en un movimiento continuo dijo: Soy una anomalía en el tiempo y espacio en su mundo, tengo… el poder de cambiar sucesos… Al observar, que a usted le iban a ser daño…tuve que intervenir. La anomalía quedó un rato callado volviendo a expresar telepáticamente. Tengo autorización de hacerlo si lo considero necesario..., decidí resolver un dilema...Por tal motivo nunca… nacieron. Val quedó confundido por esa explicación volviéndole a preguntar: ¿Pero como se puede decir que nunca nacieron si yo lo recuerdo? La Anomalía parecía más elocuente en su exposición al mover constantemente su cabeza, para Val: era una forma de mostrar alguna emoción a alguien tan estático e insípido. Val recordó “el abasto del señor Jaramillo”, que no tenía los barrotes que conoció toda la vida y“la bandita del Beto” estudiando, en cierto modo algo había cambiado en los sucesos del pasado de cada uno de ellos. En eso la Anomalía dijo: Vengo a despedirme... recordé mi misión en su mundo… me olvidaras dentro de un rato después de que me vaya...Bueno amigo me despido… espero que siempre tengas una vida sana y prospera...


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Es ese momento sé fue como una sombra envuelta de luces y colores esfumándose poco a poco. Val brinco de la cama a agarrar un cuaderno y un lápiz que tenía en una cajita al lado de la cama y escribió rápidamente: ……”Conocí en el día de hoy a un ser muy extraño, borrara de mi memoria que existieron El Beto y El Yorge” hijos de doña Matilde y..... En ese momento tocaron la puerta y Val dejo de escribir para abrirla, era su mamá recordándole que tenía que llenar el pipote de agua antes de que se acostara, al estar parado, de repente se puso a revisar el celular los mensajes de sus amigos, cuando vio el cuaderno abierto en medio de la cama, agarrándolo para meterlo en la mochila y posó la vista en lo que había escrito diciendo extrañado: ¡Que mierda es esta!.. Seguro que fue cuando estaba rascado con la guarapita de Ramoncito, que pone loco a cualquiera bicho.. Dijo riéndose entre carcajadas cortas, arrancando de un cuajo la pagina del cuaderno botándolo de un solo tirón por la ventana del cuarto.

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Arcadio observó, con indiferencia, en su estado anímico: sintió que, le daba igual lo que pasara o sucediese. En ese trance caminó como loco en aquella madrugada, de aquel día, concentrado en sus pensamientos despejando aquellos nubarrones de una tormenta amorosa, le había afectado su estado anímico, dejándole en un estado psicótico casi extremo, de locura, sintió de veras que “estaba a un paso”. La oscuridad de aquella noche, era palpitante misteriosa y hermosa, como una dama extrovertida, provocándole a Arcadio irse con ella para siempre, en una de esas raras transmutaciones cósmica de encontrados sentimientos, con el alma adolorido, se veía con cierto desdén en aquel caminar, con el extraño eco delirante de sonidos lejanos de millones de voces apagadas de vehículos, sirenas, gritos, y a la vez, un sonido mudo como si la ciudad respirase en un sórdido aliento como un: uhhhhhhhh...uhhhh... Y un frio malicioso despectivo, de momento le hacía olvidar las causas perdidas del amor. Observó la soledad de aquellas calles como algo extraordinariamente misterioso, en el fondo era lo único que le agradaba, porque era todo para él disfrutarlo, acurrucándose con el paisaje de la ciudad a la luz de la noche, solo el frio terrible indescifrable, hacia mella en él. Observó largamente la hilera de luces amarillentas titilantes, emanando de los focos del menchurío: el mercurio, el titanio, la plata y el oro, como un rio torrencial emanando diversos colores. Transitó como un vagabundo, como un pequeño explorador de las noches y su vez, con su mal de los amores perdido, usaba ese caminar impetuoso para distraer aquella mente


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disparatada y dislocada en un “maremágnum existencial”. Solo el deseo de dejar de cavilar una y otra vez, como un disco rayado de algo, que era irremediable. Miró hacia el cielo oscuro, no era precisamente exacto en su apreciación, era más bien un sucio cielo impregnado de reflejos, por las luces de la gran ciudad. Por un momento oyó un: “taca taca”, de alguien corriendo, fue tan rápido que no se dio de cuenta que era a él, a quien perseguían, cuando volteó y ver aquel elemento con una pistola automática apuntándole y diciéndole:- Que le entregara todo lo que tenía.- Arcadio pensó:- ¿Como había aparecido de la nada aquel sujeto?.- Se asustó como todo ser humano con cinco dedos de frente, pero lo miró indiferente sin aclararse el sentido del momento, observó la mirada de aquel sujeto profundamente, en el fondo vio en sus ojos el miedo inagotable que le disfrazaba con gestos violentos de golpes y amenazas, de repente, siguió caminando como si nada le importara, el tipo sorprendido empistolado con una nueve milímetro le dijo asustado:- Si das un paso mas…te disparo.- Arcadio Volvió a observándole, como diciéndole con la mirada que no le importaba un carajo; de verdad estaba extrañado con su pequeña temeridad suicidad, sorprendiéndose así mismo, cuando oyó un tiro y otro mas, con intervalo de un segundo, sé vio así mismo desplomarse como un saco de papa, cayendo en aquella acera, el tipo de la pistola le vio con sus ojos de miedo impreso, como si lo que hacía, no tenía nada que ver con él, era una mirada como la de una foto, que vio Arcadio en una exposición, se acordó como un pequeño detalle de algo que faltaba en aquella agonía del tiempo, en cámara lenta el tipo salió corriendo mientras seguía mirándole con su mirada extraña, ante aquella luz de farolas burbujeantes

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de colores mercuriales, en aquella calle solitaria y fría, tirado boca arriba apagándose lentamente, en un extraño sueño largo y tedioso, acompañado de un dolor agónico. Igualmente le iba ahogando en aquel rictus de finitud, estaba consiente pensando, “había llegado el momento”, cuando de repente sentía, que algo le jalaba, percibiendo de repente una sombra, que le decía repetidamente:tranquilo no te voy hacer daño.- Sintió que le hacía algo, estaba todavía consiente, volviéndole a decir aquel extraño: Recibiste el disparo en el estomago y el otro en el hígado.., te estas desangrando, hijo no te queda mucho tiempo…,pero no te preocupes vas a curarte de esta…, te voy a pedir algo... y quiero que preste mucha atención… Le decía aquella sombra con palabras pausadas, como alguien que ha lidiado con la muerte por mucho tiempo. Arcadio, se dio de cuenta entre su agónica perceptible conciencia, que empezaba a delirar, preocupándose en no perder en ese pequeño hilo, que le ataba todavía al mundo, de repente observó a duras penas a ese alguien, era como una sombra que se aclaraba poco a poco como una luz, pensó:- Si era los estertores de la muerte.- Fenómeno que intensamente se manifestaba brillando como la luz del día, Arcadio se imagino el cielo alumbrado con algún resplandor celestial inimaginable. De repente oyó de aquella caritativa persona diciéndole que repitiera con él, Er.. cunder ar el nobile der es repintus deus.. Arcadio repitió a duras penas, aquellas palabras que le sonaba lejanas desde el fondo de algún sitio lejano y fatigoso.


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De repente, como por arte de magia, estaba parado observando la luz de un farol, sorprendido él, que estaba parado y respirando, estaba increíblemente maravillado, sobre lo que le había pasado, tocándose como un loco, buscándose las supuestas heridas, pensó otra vez:- Si estaba en el cielo; o en alguna mala pesadilla o estaba pasando un delirio.- Miró con temor a su alrededor pensando, parecía que era el mismo sitio, donde el sujeto le había disparado, camino con cierta duda lentamente, hacia el supuesto sitio, observando un bulto oscuro tirado como si fuese un costal de basura, Arcadio pensó; asustado en devolverse pero se dio de cuenta, era alguien que estaba tirado de lado, pero de espalda, desangrándose en un largo charco de sangre, trató de acercase mas, para ver mas de cerca, con cierta cautela le toco la yugular, pensó:-Estaba inevitablemente muerto.De pronto sintió algo familiar en aquel cuerpo, lo veía detalladamente, dándose la vuelta para verle la cara, de repente se quedó petrificado y horrorizado, trataba de no creer lo que veía pensando en una alucinación, era él mismo, observó aquel cadáver, sin saber verdaderamente en que pensar, por primera vez estaba con los nervios de punta, pensando , si era el propio purgatorio pagando alguna pena, volvió a mirar preocupado a su alrededor sintiendo un silencio extraño como si todo se fuera detenido, como el ruido innato de la ciudad, no se había percatado de ese detalle curioso en el primer momento. Miró al final de la calle alumbrada, caminando a pasos apresurados, donde sus pasos retumbando como un eco misterioso e incompresible, Arcadio se dio de cuenta, algo había cambiado, pero no sabía con certeza, que era, corrió a su pequeño apartamento por un rato largo,

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parecía un infinito caminar, donde el tiempo marcaba las pautas como señales de transito. Cuando logro llegar, hurgó en su bolsillo en busca de la llave, se dio de cuenta que no era su ropa ni su bolsillo, sintió una corazonada terrible, buscando un espejo, lo consiguió en el piso de arriba al lado de la puerta del vecino, con mucho temor se vio, descubriendo, que no era su cuerpo si no, el tipo que le había disparado, Arcadio se sintió acorralado sin saber que pensar observándose largamente aquellos ojos de mirada impresa de terror.


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Se termino de imprimir el 26 de Octubre del 2016 en el Sistema Nacional de Imprentas San Carlos Estado Cojedes RepĂşblica Bolivariana de Venezuela la ediciĂłn consta de 300 ejemplares


La Anomalía y la Noche Humberto Solano, nos muestra en este su segundo libro un juego con la mente de sus personajes, emocional; psicológico; extraño y misterioso, aparte del manejo científico extraordinario para darle sustento a sus narrativas en un universo casi caótico de presagios futuristas, donde estos rayan de lo cotidiano a lo extraordinario creando un increíble ambiente único.

Humberto L. Solano, (Puerto Cabello Estado Carabobo 1956). Novelista, artísta plástico, Lic. en educación, egresado de la misión cultura, dirigente social, radicado en este estado llanero donde nace su afición por la escritura que le inpira y da sentido a su creatividad.


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