RAQUEL DÍAZ REGUERA · LUCÍA SERRANO
LIBRO 1 LA DANZA DEL CUENTACONMIGO
ANTES DEL CAPÍTULO 1 ¿Seguro que sabes dónde te estás metiendo?
Y
a veo que has abierto este libro y no te ha atacado una banda-
da de murciélagos prehistóricos, ni has tenido que trepar a la cortina de tu habitación escapando de un león cavernario. ¡Menos mal! No me gustaría que por mi culpa te devorase un serpientosaurio tigre o cualquier otro bicho igual de salvaje. Por eso, antes de que sigas leyendo, quiero avisarte de que estas páginas están llenas de peligros: puedes encontrarte grupos de mosquitos caimán, capaces de dejarte como un colador, plantas
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carnívoras
que
pueden
zamparse a un mamut sin masticarlo, arenas movedizas que se tragarían a una manada de tiranosaurios en menos que canta un gallo y, en general, un sinfín de cosas espeluznantes que te harán temblar como una hoja; así que, si vas a seguir conmigo, luego no digas que no te lo advertí.
CAPÍTULO 1 ¿Puedes imaginarte un mundo sin nada?
P
ara que te hagas una idea de cómo es el mundo en el que vas
a adentrarte, solo te diré que todo lo que voy a contarte pasó en esa época en la que aún no se había inventado nada. Y cuando digo nada es NADA. No es que las casas no tuvieran luz, es que no había ni casas… Ni casas, ni ciudades, ni teléfono, ni tele, ni..., bueno, ya te digo, nada de nada. Solo existía lo básico: el planeta, sus habitantes y punto. Y en esa nada estamos nosotros, los cavernícolas.
Como nadie se ha molestado en inventar las casas, vivimos en cavernas. ¿Has vivido alguna vez en una? Son preciosas: tienen paredes y techos de roca, suelos de tierra, una entrada sin puerta (tampoco se ha inventado), murciélagos, arañas y bichos en general. También tienen un jardín inmenso: toda la selva que tengo delante de la nariz nos pertenece; bueno, a nosotros y al resto de los animales y plantas que viven aquí.
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CÁPITULO 2 ¿No oyes algo muy raro?
P
erdona que te hable tan bajito… ¿Lo has oído?
¿No? Pega el oído al libro… ¿No oyes
algo muy extraño? Raro, ¿verdad? Es el ronquido de un tiranosauriobrutalis. Si lo despertamos, sabrás lo que es correr de verdad, así que mejor no hagamos ruido mientras hago las presentaciones. Me llamo Lía, la L es de lunática, porque, a veces, parece que estoy en la luna; la I es de invisible, porque sé camuflarme mejor que un camaleón; y la A es de ágil, porque soy rápida y
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hábil como una gata troglodita. Tengo ciento veinte lunas llenas, lo que, traducido a tu época, son diez años. Esta de aquí es Loe: L de ligera, O de olfateadora y E de embustera. Más que mentir, exagera un poco, pero de eso ya te irás dando cuenta. Kirim es kreativo (sí, ya sé que tú lo escribes con C, pero es que con K suena más guay), inteligente, romántico, intuitivo y miedoso. Y un poco pesimista también. Bas es bromista, amigable y salvaje. Y Krhu es: kallado, responsable, huraño con los desconocidos y muy útil para la tribu porque es capaz de escurrirse o meterse por cualquier parte para explorar el terreno.
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BAS
LOE
KIRIM KRHU
La vida de una niña cavernícola no es precisamente lo que suele llamarse un paseíto por la prehistoria. Lía se enfrenta a diario a mosquitos caimán o a alguna que otra planta carnívora, pero nada a lo que no pueda sobrevivir. Hasta que una lluvia de meteoritos la separa de su tribu y las cosas se complican un poquillo... Proyecto de sostenibilidad LIBROS LIBRES DE CO2
ISBN: 978-84-19401-97-7