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NANMEI: LA NIÑA DE LA BRECHA

LA VILLA DE INUNAKI

La villa de Inunaki es un pueblo misterioso que está completamente aislado de otros pueblos e incluso del propio país del japón; ni siquiera saben bien si existe tal lugar, porque se cree que los que han intentado ir nunca regresaron.

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Hay un cartel en la entrada del pueblo que dice: “la constitución de las leyes de Japón no se aplica aquí”. Se dice que la gente de este pueblo vive de una forma extremadamente rara. Según las leyendas, el incesto, el canibalismo o el asesinato es muy común en este lugar.

Por alguna razón, no se puede utilizar el teléfono celular o cualquier otro dispositivo electrónico. Hay viejas tiendas y teléfonos públicos en el pueblo, pero no se puede llamar a nadie. También se sabe que los militares una vez al mes les tiran desde helicópteros alimentos, se cree que este lugar fue el efecto de una gran enfermedad y por eso su total aislamiento. Más que una ciudad, se trata de una pequeña aldea que se encuentra oculta en las campiñas japonesas. Su ubicación exacta no la conoce ningún ciudadano. Y esto se debe a que cuando alguien arriba a esta tierra de nadie, según la tradición, no podrá abandonarla por el resto de su vida. Y tendrá que esforzarse mucho si quiere tener una vida larga, pues cuenta la leyenda que la aldea es un territorio sin Dios ni Ley. Se trata de un lugar en el que no existen normas y cada cual puede realizar lo que desee sin sufrir consecuencia alguna… además, claro, de la posible venganza de los enemigos que se vaya formando con el tiempo.

Son numerosos los relatos de viajeros que desaparecen sin dejar rastro en medio de los caminos (siendo generalmente comerciantes): tradicionalmente se decía que habían terminado en Inunaki. Los orígenes de la leyenda, sin embargo, son un tanto difusos y no está claro de dónde surgió o cómo comenzó a ganar popularidad.

NANAMEI: LA NIÑA DE LA BRECHA

Nanamei era una pequeña niña que vivía en la aldea Minamata, algunas personas dicen que pertenecía a una familia pobre y por eso sus padres debían estar todo el día fuera trabajando, dejando a la niña sola en casa, porque no podían dejar a nadie a su cargo. La pequeña pasaba todo el día jugando afuera de su casa, hasta que un día conoció a un chico con el que se divertían jugando a las escondidas. El médico de la zona siempre la veía jugar y como perdía, hasta que decidió ayudarle. Diciéndole que le mostraría un sitio donde no podría ser encontrada, se la llevó hasta la morgue, donde además de violarla cometió diversos tipos de torturas. Con el paso de los días, la pequeña no aguanto más y acabó cometiendo suicidio, cortándose el cuello con un bisturí.

Existen otras dos versiones, en una de ellas se cuenta que un hombre la secuestró y acabó dejándola en su sótano, donde ella se quitó la vida. La otra es parecida a la primera, en esta, el último amigo que encontró fue el hijo de un respetado doctor de la localidad con el que aprendió a jugar al escondite. El chico quiso gastarle una broma, y mientras jugaban al escondite, la encerró en la habitación donde su padre realizaba las autopsias a los cuerpos sin vida, tras dejarla encerrada el muchacho se dedicó a jugar a otros juegos de tal manera que se olvidó completamente de la niña hasta el día siguiente.

Temiendo las represalias el muchacho guardó silencio, ya que tenía la entrada a esa zona completamente prohibida, por lo que Nanamei permaneció ahí durante días.

Cuando el médico tuvo que entrar de nuevo, a recoger uno de los cuerpos para la funeraria encontró a la chica, ésta se había suicidado cortándose el cuello y permanecía sentada en el suelo apoyada contra la pared con la garganta abierta de un tajo, un bisturí en la mano y rodeada de un gran charco de sangre, con sus ojos sin vida mirando fijamente hacia la puerta. Para evitar problemas a su hijo y a la dignidad de la familia, la incineró junto a otro cadáver y jamás volvió a

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