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Jefe de Policía (Manuel Fernández Arenas

Plaza Mayor

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Qué decir de la Plaza Mayor de Almagro, todo está dicho y escrito. De planta rectangular, irregular, formada por flancos de soportales de columnas…; también se llamó de La Constitución, de la República, de España, pero lo más significante es, que vayas donde vayas, todo el mundo la conoce. Recuerdo que hasta en la mili, cuando dije de donde era, la mayoría exclamaba: ¡Almagro, qué bonito! Por otro lado, hace poco estuve en el País Vasco y del mismo modo me señalaron la Plaza y las berenjenas. En todos sitios de este país, Almagro es y debería seguir siendo conocido por todo lo que tenemos, la Plaza Mayor, el Corral de Comedias, sus bonitas y limpias calles y cómo no, “las berenjenas y los encajes”.

Nuestra Plaza Mayor, para mí la más bonita de todas, es un icono de nuestro Almagro, sin quitarle ninguna importancia al escenario en ella enclavado, donde Lope, Tirso y Calderón representaron sus obras y que antepasados y atrevidos almagreños restauraron y nos regalaron este bonito, extraordinario y único espacio para que nosotros y nuestros hijos ofrezcamos a los que vienen a visitarlo y sea parte de nuestros ingresos. La Plaza Mayor en estos días de Feria, en Semana Santa y por supuesto, en el Festival Internacional de Teatro Clásico, se convierte en una gran concentración de almagreños y foráneos venidos de toda España y de otros países. Los de aquí acudimos a ella para vernos, para saludarnos y ver todos los espectáculos que en ella se celebran, ya sean religiosos, culturales, deportivos, o lo más común, tomarse unos vinos en cualquier local de restauración o cafetería que en ella se hospedan. Y los forasteros, para conocerla, admirarla y recordarla para siempre. Yo vivo en ella, además de nacer en Almagro, donde como niño disfruté de juegos en los jardines, en el banco corrido, y como era costumbre pasear por ella, a lo largo de su bonito paseo. Desde los años 80, vivo en el Ayuntamiento, viendo pasear a sus vecinos, observando el silencio de sus noches, las salidas y las puestas de sol. Vi como don Diego de Almagro se nos instaló en sus jardines, altivo y caballeroso; he visto como el pequeño jardín frente al Ayuntamiento se convirtió durante un período de tiempo en fuente o “pilón” y después se volvió a convertir en otro jardín, esta vez sobrealzado.

Sí, la Plaza, como nosotros le llamamos, es junto con el Corral de Comedias el DNI de Almagro, en ella se han celebrado todos los acontecimientos importantes y menos importantes que Almagro ha tenido: teatro, desfiles, misas, pruebas deportivas, manifestaciones, juras de bandera, pases de moda, programas de televisión... Por otra parte, es quizás la mayor fuente de ingresos de los almagreños: el turismo. Sin él sería difícil que una gran parte sus vecinos siguiéramos en Almagro, donde la industria es escasa y la agricultura casi nula, Almagro es un pueblo de servicios.Los hoteles, las casas rurales, casas de hospedaje, en esta última etapa se han puesto de moda, de ello y de las personas que nos visitan vivimos gran parte de los almagreños. Los que vienen compran, gastan, comen, beben y todo ello se traduce en una cadena que a todos los que trabajamos a su alrededor nos llega, sin duda.

Últimamente mi querida y bonita Plaza Mayor se ha convertido en un verdadero tenderete de ofertas gastronómicas, donde los dieciocho bares ubicados en ella inten-

tan vivir ofreciendo a los visitantes y a nosotros mismos, viandas y caldos propios de estas tierras, pero lo más significativo que yo personalmente veo y observo es, que la Plaza Mayor, nuestra Plaza Mayor, se está convirtiendo en un verdadero mercadillo descolocado…

Ahí quería llegar. Los vecinos, las asociaciones tanto locales como de fuera, los que organizan cualquier evento quieren, como es propio, usar la Plaza Mayor como marco de su eventos, exhibiciones o espectáculos, pero claro está, los tantos bares, con sus muchas mesas, muchas sillas y bastantes toldos y toldillas, los comercios, tiendas de toda clase, ubicadas en sus soportales y que tienen acotado su lugar para exhibir sus productos, inundan el espacio, para el disfrute del paseo y la vistosidad de nuestra Plaza Mayor. De eso se quejan muchos, de que pagan por el espacio se quejan otros, y ahí estamos nosotros, la policía, el ayuntamiento, intentando cómo remediarlo para que nuestra plaza sea para todos.

Estoy convencido de que en algún momento habrá que tomar alguna decisión drástica que hará felices a algunos y disgustará a otros, porque como en todo suele pasar, a veces el mal entendimiento propio de los seres humanos se convierte en una gran torre de Babel, y todo ello por el abuso y la desproporción de unos pocos. Entre todos había que poner remedio para que nuestra bonita Plaza sea compartida por todos, ya que ella es parte de la gallina de los huevos de oro. Cuidemos y mimemos nuestro presente y futuro, el turismo, y ahora en estas Fiestas de San Bartolomé, disfrutemos de nuestra Plaza Mayor.

FELICES FIESTAS A TODOS.

Manuel Fernández Arenas OFICIAL JEFE DE LA POLICÍA LOCAL

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