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Bando de la Huerta 2018
Buenas noches les deseo, desde este atril que me han puesto, pues vengo otro año más, a deleitarles con rimas de hechos acontesios en este pueblo tan mío. Que siete años van ya, sea sola o acompañá, de resitar con agrado el bando que aquí les traigo. Que mi gente ya lo dise, que me siento una Borbona, pues del cargo no me sacan, ni arrancándome los pelos.
A este paso yo les digo, que tendré que consultar, a los cargos de mi Peña, si el puesto se ha de heredar. Porque como esto sea así, a la huerta o a la era, tendré que irme bien presta a consebir un sagal, que tenga tiempo a enseñarle las costumbres de esta tierra, de sus gentes y sus huertas. Que conosca sus raíses y las tenga muy presentes.
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Mas yo tengo que desirles que sóla desde esta altura, aquí se pasa muy mal. Que me aburro como un mulo, sin nadie a quién creticar. Por eso yo les demando, a ver si se me hase caso, que me dejen envitar a mi antigua compañera, que en el bando que presede al que tengo aquí presente, me fastidió que estuviera allí abajo con la gente.
Este año me da igual que la mano lleves tiesa, que las piernas tengas siesas o que la gordura esa te impida de caminar. Sube rauda compañera, que caña te quiero dar. Y a ustedes, les solisito que fuerte aplauso le den, a mi MANCA DEL ESPARTO, ¡QUE LA QUIERO AQUÍ TENER!
[JUANA] ¿Cómo que MANCA DEL ESPARTO? Vaya sagala, señores, sin estar aquí presente, ya me ha tachao de lisiá, de gorda y espatarrá. ¡Como coja la escopeta, el culo te dejo nuevo, con buenos perdigonasos que te lleguen hasta el ano! Menos mal que mis güertanos tan buen aplauso me han dao, que si no aquí esta sagala, sóla se hubiera apañao.
[ROSA] Anda, no seas melindrosa, que te gusta que te pique, y devolverme la pulla, más que a un sagal un buen chicle. Y vamos ya a nuestros temas, que la gente de esta Vega se tiene que ir a senar.
[JUANA] Pues te digo yo una cosa, Rosica de mis amores. Que estoy hasta los pinreles de que sólo haya en la tele tertulias y tertulianos, ladrones y corrupsiones, engaños de mil colores, de tener que utilisar masculino y femenino en cada frase que digo. De cambios en los gobiernos, de independensias de pueblos y de palos que estoy viendo. De Másters y Masterchefs, de Juan Carlos y Corinas, y de la reina Letisia, de Undrangarin y Cristina. De que a mí me falte tiempo, por ver tanto notisiero, por tanta notisia fresca, hasta pa ir a cagar.
[ROSA] Y yo también ando harta de políticos que dicen, que la culpa de esta crisis la tienen los extranjeros, y también los diferentes, hasta llegar a ese punto, por tapar malas gestiones, de no importarles si mueren humanos en alta mar, o de dejar a chiguitos encerraos en unas jaulas, bien lejos de sus parientes, cual temidos delincuentes.
[JUANA] ¡Calla! ¡No sigas por ahí! ¡Que esto ya se hase más largo que el Cuéntame y el secreto de ese Puente ya tan Viejo! Que al final yo te lo digo, que me dejo las tertulias, los debates y notisias, y me pongo el Telesinco para ver con gran furor, Gran Hermano, Masterches, o el intenso Salvame.
[ROSA] Pues te propongo una cosa, que cojamos a Belén, la princesica del pueblo, la reina del Salvamé, y nos unamos a ella, pa montar otra mosión, y a través de esa sensura, sacar a toda la gente que dice que nos gobierna, y… ¡HUERTANICAS AL PODER! Y de lema de campaña, “sujéta bien el refajo, no se te caiga al mear”.
[JUANA] Antes que tú me desías que la gente de esta tierra pronto tendría que marchar pa su casica a senar. También puede suceder que quieran ellos marcharse, a jugar a la ruleta, o buenos bingos probar, que hoy en día en este pueblo, ya casi tenemos más casas de apuesta y juego, que bazares pa comprar. Lleven cuidado, güertanicos, que lo del juego es malsano si se les va de las manos, que muchas familias güenas, por la mierda las apuestas, a la ruina se han marchado, y no pueden regresar.
[ROSA] Y no sólo por el juego, a la ruina se nos van. Que hay mil visios que los niños no debieran presensiar. Yo te cuento que a menudo, cuando saco a mis peludos, mañacos van por los parques sin nada mejor que haser que beber con poco esmero hasta el agua de los floreros. Que me entran mil demonios, cuando los veo renqueando, y soltando voceríos que alteran el vesindario.
[JUANA] Y cuando acaba la noche, y despierta la mañana, los sagales al redil. Y tropiesas por las calles con los estragos que dejan: papeles y desperdisios, papeleras en el suelo, botellas y vasos rotos, que convierten nuestras calles en Gymkana del demonio. Y parese que un siclón ha pasado por nuestro pueblo. Menos mal que tempranico, los servicios de limpiesa se limitan a quitar las basuras que se dejan, y dejan tos nuestros parques limpicos como patenas.
[ROSA, hablando con el jolgorio y la alegría] Claro, claro... ahora entiendo muchas cosas. Que los pobres limpiadores destinan tos sus esfuerzos a limpiar parques con tiento; y se olvidan de las calles,
que están todas lleneticas de las mierdas de los perros.
[JUANA, enfadada] ¿Qué vas disiendo por ahi? No me cretiques, güertana, tengamos la fiesta en paz, y continúa con tu texto, que no ties conosimiento.
[ROSA] ¡Señora, sí, señora [cuadrándome]! Ay que ver, Juanica mía, que a estos niños les daría buena pala y asadón, la corbilla y el legón, que se fueran con el sol a la tierra a trebajar. A labrar, a desbrosar, y los árboles podar. Ya verías que por la tarde, al regresar a sus casas derrengaos de laborar, se les iban a quitar las ganas de haser maldad.
[JUANA] Mas no sólo a los sagales se le atraviesan los cables. Que tenemos en el pueblo, un vesino trastornao que en las noches se ocupaba de prender con buenos fuegos contenedores del pueblo. Mucho miedo generó en la gente de esta tierra, pues temían, con razón, que alguna chispa pasara a los coches o a las casas, y que éstos se insendiaran. Y el hombre, con toa su jeta, iba casi tos los días a hablar con la polisia, a consultar al agente que por allí trabajara, cómo iban las pesquisas de sus viles felonías.
[ROSA] Y por si esto fuera poco, también prendió buenos fuegos un vesino despistao. En la zona los Mazones, desbrosandose la huerta, al prender fuego a la hierba, a este hombre de la huerta, se le escapó la pavesa y se encendió las palmeras, los olivos y moreras, sacando del edificio, más próximo a la tragedia, a las familias enteras.
[JUANA] Pues es que me cago yo en la muela el Satanás. Que estoy ya hasta el chumino, de tanto fuego y foquico, que convierten nuestra huerta en terrenico baldío. Mejor, llamemos al agua, que falta y mucha, por sierto. Que tenemos los cultivos, más secos que tu pellejo. Y menos mal que este año, la sequía en esta tierra un respiro nos ha dao. Que me veía inventando un cacharro que limpiase los orines pa beber.
[ROSA] Manque tardías llegaron, las lluvias en este año, que lo que en septiembre debiera llover por toas estas tierras, llegó en febrero y en marzo, y hasta entrando en el verano, hasiendo que los cultivos fueran loquicos perdios. Mil cosechas se secaron, antes que acabase el año. Otras miles que empesaban a brotar por nuestros campos por tanta lluvia se ahogaron. Y es que el tiempo está muy loco, lo mismo nieva en agosto, que en enero me achicharro.
[JUANA] Por sierto, mi güertanica ¿Te llegó a tí la notisia del hecho que se produjo en el Teatro Cortés?
[ROSA] No consigo recordarlo, mucho canario he tomado.
[JUANA] Pues atenta, huertanica, que el tema tie mucha miga. Que se despertó un huertano un buen día barruntando que quería hacer en casa una obrica de teatro, para lo cual precisaba focos, murales y micros. Ese día coincidía que este edificio abría para ofrecer a los niños una representación muy linda. Como era torpesico el temido malandrín, le pillaron en el ajo, cuando pretendía huír. Nuestros valientes huertanos, retuvieron al mal caco, hasta que llegó la pasma, que se lo llevó esposado.
[ROSA] Me imagino a la Raquel secundada por Rubén, enfrentándose al ladrón, dando golpes de Siatsu, mamporrasos y codasos, cual Jackie Chan alocado, al intrépido bribón.
[JUANA] ¡NENA, QUE ENSEÑAS LAS BRAGAS! Déjate de dar patadas.
[ROSA] Ahora que hablas del teatro, te tengo que relatar un cambio muy comentado durante la interpretasión de la obra de la Pasión. Pues resulta que este año, al Gabi se le ocurrió, en la escena del desierto, cuando aparese el diablo para tentar al Señor, presentarnos a una cabra que en el teatro pastaba. Debo de desir, güertana, que en tal solemne momento, tuve que contener con tiento una carcajada loca que pugnaba en mis adentros. [JUANA] No se me pase mentar, que tenemos en la Peña, huertana internacional. Que nuestra Asun querida, la hija de la Pascuala, se defiende en el inglés como pez en la sartén. Que el día de San Andrés, vendiendo sus papeletas, les desia a los ingleses que mirasen si tocaba su número en internes. Me imagino yo a los guiris, de regreso en sus países, rebuscando por el google si en esa España lejana, un pavico habían lograo.
[ROSA] ¿Te parese, mi Juanica, si este bando dedicamos, a los abuelos del pueblo? En especial, a Joaquina, a la que La Loba apodan, que con sus 102 años, sigue este pueblo habitando. Esta muy querida anciana, tuvo a bien de realizarnos los primeros trajecicos que de güertanos vestimos. Que le lleguen mis palabras, desde esta peña deseamos, y que siga muchos años, transmitiendo sus historias y su gran sabiduría a to el que quiera escucharlo.
[JUANA] Tras hablar de los ansianos, hablemos ahora otro tanto de la juventud del pueblo. Las nuevas generaciones vienen marcando tendensia, que hasta en la Semana Santa, la cansión del DES-PASI-TO nos vino a marcar el ritmo, en el Domingo Glorioso del señor resusitao. Y nuestro Pablico, el cura, como quie montar un coro con los chiguitos al piano, que se aprenda con salero las cansiones del verano.
[ROSA] Ahora que tú lo mensionas, ¿dónde está este muchacho, que no lo vi en este bando?
[JUANA] Disen que veraneando, que muy bien se lo ha ganado. Mas no se queden las ganas de contar con su presensia, manque te gastes los cuartos, pégale un telefonaso...
[ROSA] ¿Es el enemigo? Digo... ¿es la casa del cura Pablo?
- Sí - Que se ponga... - Paaaablo, Pablitoooo.... ven, curita, curita, quiero verte la orejita... Que se ve que tiene miedo a unas güertanas tan fieras. Que este es ya el segundo año, que se me va escaqueando y del bando va pasando. - Más valiente imaginaba a la gente de su tierra, que me disen en el pueblo que hase años los aspenses venían a por las perras para pagar a la Hasienda. Y desían nuestros abuelos: “Venga quien Dios quiera, menos la gente de Aspe”.
- Desfrute sus vacasiones, y a ver si al año que entra, nos digna con su presensia.
[JUANA, SI PABLO ESTÁ ENTRE EL PÚBLICO] Nena, ¿con quién vas hablando? Que Don Pablo está aquí abajo. No te vayas por las ramas, cuélgale ya a ese güertano y sigamos con el Bando.
[JUANA] Pues oye, güertana mía, que traigo notisias frescas, que me dicen que en la Peña habrá pronto un Baby Boom, y el relevo de los huertanos ancianos se nos va ya asegurando. Yo aviso a los caballistas, y a los dueños de calesas, que se traigan más tartanas, pues pronto nos harán falta pa llevar la savia nueva. Y esperemos que estos niños mantengan nuestro fervor a los Santos de la Piedra, a la Virgen y al Señor. Y sigan la tradisión que hase diesisiete años, en esta Peña empezamos, de mostrar a la Patrona, nuestro cariño y amor, con miles de ramilletes, para formar en su honor, un lindo tapiz de amor.
[ROSA] No sé si saben, huertanos, que este año se selebra que hase ya un sentenario, nuestra Virgen del Perpétuo Socorro, se convirtió en protectora y patrona de este pueblo. Desde aquí, la enhorabuena, a su Archicofradía, por la labor realizada en el primer sentenario, y felisitar al pueblo, que cada año demuestra gran amor y devosión a esta Virgen tan gloriosa. Mas un sector de la calle que tie el nombre de la virgen anda un tanto mosqueao, pues me disen que la ofrenda debiera de comensarse al comienso de la misma, y si ponen banderines, que lleguen hasta el final, para rendir pleitesía a esta Virgen tan querida.
[JUANA] Pues yo quiero preguntar, a Don Jesús y Don Pablo, si debemos mantener el tapiz toico el año. Que miren que mi balcón es pequeñico y roñoso, y si debo mantener el paño de la patrona, cuando deba de poner el niño de Navidad, o el del Cristo las Campanas, espacio me va a faltar.
[ROSA] Oye, Juana, me pregunto, y ahora te cambio yo el tersio, cómo debiste sentirte al toparte con el coche que te arrolló hase un año. Barrunto que asemejabas un mosquito cojonero estampado en un Sandero.
[JUANA] Miedo me das, güertanica, ¿por qué me preguntas eso? Mas te tengo que desir que no es plato de buen gusto. Y menos mal que ese día, llevaba un buen pantalón, que de no haber sio así, la sagala de la tartana que me vino a atropellar, hubiese visto de serca mis partes más novelescas.
[ROSA] Pues es que estoy ya escalfaica de toparme con siclistas que van con muy poca vista por la direcsión prohibida. Cualquier día llegaré a la casa de mis paeres con un hombre encaramao en lo alto de mi carro. Llevad mil ojos, huertanos, cuando andéis en bisicleta, que vuestro cuerpo es el chásis y si se pegáis porraso, podéis quedar mal parados.
[JUANA] Y si hablamos de las calles, me he enterao que este pueblo anda medio levantao porque quieren renovar las aseras de las calles. Por favor, mis consejales, si cambian nuestras aseras, recuerden de utilisar material que no resbale. Que las abuelas se quejan de que ya varias caderas se han tenido que arreglar por en la asera esfarar. Y ya que hablamos de esto, a ver cuando veo el pueblo libre de tanta trinchera.
[ROSA] Lo que sí que fue un tormento fue buscar aparcamiento para las cien caravanas que llegaron a este pueblo, para poder desfrutar de esta tierra y de esta huerta, coinsidiendo en estas fechas con el Congreso Nasional dedicado al alcasil. Los bares y restaurantes se pusieron como locos a innovar con la alcachofa, y preparar ricos platos que nos hisieran vivir un delicioso festín.
[JUANA] Pues te tengo que desir, que poco alcasil probé, pues llenicos tos los bares cuando me fui a comer, así me los encontré. Y me tuve que esperar, como mínimo tres rondas, para alcachofas catar. Eso sí, güertana mía, una semana completa tuve yo pa repetir, alcachofas en sufle, en sopa o en canapé. ¡Ay, pobres de mis vesinicos! Tuvieron que soportar los gases que me escapaban. Que semejaba corneta al tirar las pedorretas.
[ROSA] Notisiario de la Vega:
[JUANA] Buenos líos y follones, en Callosa se han montado, por quitar la crusesica.
[ROSA] Origüelica del Señor. Por las fiestas del orgullo, pintan como el arcoiris tos los pasos de peatones.
[JUANA] Me han contado que a Catral, vendrá pronto el Chuachenager, a rodar las escenicas de una peli conosida.
[ROSA] Un pirómano muy loco ha tratado de quemar la Piná de Guardamar.
[ROSA] Cuidado con las piscinas, que un sagal de la Majá casi nos pierde la vida intentando busear.
[JUANA] Atensión a los cochinos, un váter no es la piscina. A cagar a sus casicas, que las queremos limpicas.
[ROSA] Muchas cosas se nos quedan en el tintero varadas, mas este bando que tengo ya se nos va hasiendo eterno.
[JUANA] Pues corta ya, güertanica, que estoy viendo yo güertanos pegar buenos cabesasos y hasta ronquíos soltando.
[ROSA] Bien dises tú, mi Juanica, y las grasias yo te doy por subirte hoy a mi vera, y ayudarme a mantener esta linda tradisión, de haser otro bando a dos. Como siempre, me despido: buenas noches, ¡VIVA LA PEÑA HUERTANA, VIVAN LOS SANTICOS DE LA PIEDRA, VIVA EL BANDO DE LA HUERTA, VIVA LA FERIA Y FIESTAS, Y VIVA ALMORADÍ!