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A 6 km de Pedralbes está la Fundació Roure

La Fundación Roure nació en el corazón del Casco Antiguo, una entidad social muy arraigada al barrio y que, tras 29 años de actividad ha crecido y se ha expandido por toda la ciudad de Barcelona. Desde 1992, la Fundación Roure trabaja en los barrios de Sant Pere, Santa Caterina y la Ribera, y estos años de experiencia le han permitido conocer de primera mano los distintos barrios, sus habitantes, y todas las dificultades que encuentran muchas personas para lograr una vida digna. La Fundación Roure no es muy conocida, en lugar de invertir en marketing, hemos preferido invertir en las personas para ofrecerles herramientas que les ayuden a salir adelante. Principalmente, la Fundación atiende a personas mayores y familias. Se acompaña a las personas mayores para que puedan permanecer en sus domicilios y se atiende a las familias y a las personas migradas para que salgan adelante y se alejen de la pobreza. Esto lo llevamos a cabo a través de doce proyectos sociales muy diferenciados que promueven el acompañamiento, el bienestar, la solidaridad, la reinvención constante de los modos de hacerlo, el trabajo en red con otras fundaciones y el trabajo comunitario: Ayuda en el Domicilio: garantiza los servicios domiciliarios y personales necesarios para asegurar el mantenimiento o mejora de la autonomía de las personas mayores y para procurar que vivan en su domicilio en las mejores condiciones posibles. Este proyecto ha atendido a 291 personas de los barrios de Barcelona. Tras el servicio (solicitado por la persona mayor) de limpieza, de acompañamiento al médico, y de preparación de las comidas, está también el cuidado personalizado en el que implicamos a la familia y, en caso de soledad, se acompaña a la persona mayor hasta el final de sus días. Durante el confinamiento no se dejó de atender telefónicamente a estas personas y, en cuanto se pudo, se volvió a entrar en las casas para entregar comida o medicación, además de ayudar en el aseo personal, en la limpieza del piso, etc. Vivir y Convivir: es un proyecto creado con la finalidad de proporcionar compañía a personas mayores que viven solas y son autónomas, y que están dispuestas a compartir su piso con jóvenes estudiantes universitarios sin recursos que buscan un alojamiento durante la etapa universitaria. MARIA MARÍN LOU

Responsable de Comunicación de la Fundación Roure

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De esta forma, los mayores no están solos y los jóvenes pueden estudiar en Barcelona sin preocuparse por la falta de recursos. Con este proyecto se consigue dar valor a la comunicación intergeneracional, que se ha ido perdiendo en esta sociedad. Centro de Día: de lunes a domingo, el centro se ocupa de atender a personas mayores aportándoles las herramientas necesarias y una atención integral para garantizar la calidad de vida.

Comidas en Familia: proyecto destinado a personas mayores y familias en situación de vulnerabilidad, en el cual se garantiza una comida diaria en un espacio cómodo, familiar y adecuado a las necesidades dietéticas de las personas usuarias. También se les ofrece poder llevarse la cena. Economato Solidario: ofrece alimentos de primera necesidad a familias en situación de fragilidad económica y, a la vez, crea actividades enfocadas a reforzar há-

bitos saludables, fomentar las redes de intercambio y valorar la sostenibilidad de los recursos. El Economato tiene un formato de supermercado y la persona atendida escoge qué alimentos se desea llevar. De esta manera, se responsabiliza a las personas usuarias de la compra, la cual se canjea por unos puntos que vienen determinados según el número de personas que componen la unidad familiar. Tras la entrega de los alimentos, se lleva a cabo un acompañamiento integral en la situación de la vivienda, del trabajo, de la familia y los recursos sociales necesarios para salir del bache en el que se encuentran. Duchas Sociales: servicio para personas del barrio que no disponen de ducha o bien para personas sin techo que viven en la calle. Rehabilitación Energética de Hogares: proyecto enfocado a la rehabilitación de hogares de familias en situación de vulnerabilidad en Barcelona con el objetivo de combatir la pobreza y de educar al menor consumo.

El hecho de cambiar una ventana o de comprar una lavadora cambia significativamente la vida de las personas sin recursos que, desgraciadamente, cada vez son más quienes solicitan esta rehabilitación. Tienda Solidaria: espacio que proporciona ropa para toda la familia y para el hogar a precios asequibles. También se pueden encontrar objetos de cocina, mobiliario, libros, y complementos, entre otros productos. La tienda da una segunda vida a los objetos y a la ropa, y a la vez fomenta el comercio sostenible, la economía circular y el reciclaje. Como novedad, hemos diversificado la venta a través de nuevos canales, y en breve tendremos disponible una web de compra online donde habrá algunos de los objetos de la tienda a la venta:

https://botiga-solidaria.myshopify.com/

Taller y Escuela de Costura Emili Papirer: taller y escuela de costura donde se realizan cursos de formación, producciones para empresas y retoques de prendas para particulares. El Taller también ofrece formación a personas en situación de vulnerabilidad para lograr una posterior inserción laboral con el objetivo de volver a conectar sus vidas y poder ser autónomas. Lavandería Solidaria: ofrece servicios de lavandería a entidades sociales y a personas sin recursos que requieran el servicio de lavado de ropa particular o del hogar. El proyecto también ofrece enseñanza práctica destinada a personas sin ningún tipo de formación que necesitan adquirir experiencia personal que les facilite el acceso al mercado laboral. Con el fin de generar ingresos, se realiza el lavado de ropa de forma personalizada para apartamentos turísticos y hoteles de toda Barcelona. El Taller de Costura Emili Papirer, la Tienda y Lavandería solidaria necesitan más clientes: cuantos más ingresos generen, más personas se podrán atender en los demás proyectos mencionados. Fundación Roure en tiempos de Covid-19 trabajó presencialmente Este pasado año 2020 ha estado marcado por el surgimiento de la pandemia Covid-19 y el confinamiento de la población desde el momento en que se decretó el estado de alarma el 13 de marzo. La Fundación no cerró y, desde el primer momento, inventó nuevas formas para conseguir adaptar cada proyecto a la nueva realidad que estábamos viviendo. Lo más importante era continuar atendiendo lo mejor posible a todas las personas usuarias: tanto las que ya formaban parte de la Fundación como las que llegaban nuevas debido a la complicada situación económica en la que ha quedado buena parte de la población: falta de trabajo y de recursos. La solidaridad llega desde cualquier lugar: empresas, entidades y personas individuales que ayudan día a día a la Fundación mediante sus aportaciones económicas e iniciativas solidarias de toda índole. ■

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