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Artículo de Feliciano Casillas Sánchez ..........................................................................................................................................PÁG

MEDIDAS GUBERNAMENTALES CONTRA ATAQUES AÉREOS.

LA CREACIÓN DEL COMITÉ ANTIGAS EN BELALCÁZAR (CÓRDOBA), 1935-1936

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1. INTRODUCCIÓN.

La maquinaria bélica tuvo importantes avances en el transcurso de las guerras del S.XX, sobre todo desde la I Guerra Mundial, cuando la industria pesada se puso al servicio de la armamentística. Con el desarrollo de la aviación a comienzos de siglo, llegó el temor a los bombardeos aéreos contra las poblaciones, llenas de civiles indefensos, mal preparadas para poder defenderse. Con la llegada de Gil Robles al Ministerio de la Guerra en plena II República Española (mayo de 1935) se tomaron medidas para hacer frente a los ataques aéreos, más peligrosos si cabe ante el temor de utilización de armas químicas. Este artículo analiza la constitución de un Comité Antigás (así denominado en un expediente, totalmente inédito, que desvelamos) de defensa antiaérea en la localidad de Belalcázar, Córdoba, conforme al Decreto de 8 de agosto de 1935, Comité que no se constituiría en dicha población hasta poco antes de iniciada la Guerra civil (mayo de 1936).

2. LA CONSTITUCIÓN DEL COMITÉ ANTIGÁS EN BELALCÁZAR A FINALES DE MAYO DE 1936.

La población cordobesa de Belalcázar, en la comarca de los Pedroches, tardó tiempo en organizar dicho Comité, a tenor de lo que a continuación presentamos, extraído de un expediente inédito del Archivo Histórico Municipal. Dicho expediente, escrito a máquina, lleva por título CONSTITUCIÓN DEL COMITÉ ANTIGÁS, CONFORME AL DECRETO DE 8 DE AGOSTO DE 1935, DEL MINISTERIO DE LA GUERRA. La primera página recoge el Decreto, íntegro, de 8 de agosto de 1935. La siguiente página trae estas dos diligencias: « DILIGENCIA.- Para dar cumplimiento a lo dispuesto por Decreto del Ministerio de la Guerra de 8 de agosto de 1935, he tenido a bien conforme al art. 4º de la citada disposición, designar vocales del Comité Antigás, cuya creación ordena el citado testo ( sic ) legal, a Don José Gallego Sánchez, como Médico y a Don Francisco Pérez Barbarroja, como Delegado de la autoridad militar, actuando de Secretario, el Farmacéutico, Don Antonio Márquez Rodríguez. Comuníquese a los interesados, su nombramiento, ordenando se personen en estas Casas Consistoriales el día 26 del actual y hora de las doce, para proceder a la constitución del referido Comité. Lo manda y firma el Sr. Alcalde accidental, Don Antero Paredes de la Cruz, en Belalcázar a 22 de mayo de mil novecientos treinta y seis, de que certifico». Firman a continuación Antero Paredes de la Cruz, y el secretario del Ayuntamiento, D. Braulio García Ramírez de la Piscina. A ésta le sigue otra, mucho más escueta: «DILIGENCIA.- En el mismo día quedó cumplimentado lo que ordena la anterior providencia uniéndose los duplicados a éste expediente, de que certifico». Y por fin se llega al acta de constitución del Comité: «ACTA DE CONSTITUCIÓN.- En Belalcázar en el Salón de la Alcaldía de estas Casas Conssitoriales ( sic ) a las doce horas del día veintiséis de mayo de mil novecientos treinta y seis se reunieron bajo la Presidencia del Sr. Alcalde los Sres. D. Antonio Márquez Rodríguez, Farmacéutico titular de este Ayuntamiento, D. Francisco Pérez Barbarroja, Delegado de la Autoridad Militar como militar retirado y D. José Gallego Sánchez, Inspector Municipal de Sanidad de este Ayuntamiento, conmigo el Secretario de la Corporación. El Sr. Alcalde ordena se de lectura al Decreto de 8 de mayo de 1935, lo que yo, el Secretario, cumplimento e inmediatamente, por reunir los requisitos exigidos en el citado Decreto en su art. 4º queda constituido el Comité Local Antigás por el Sr. Alcalde como Presidente, D. Francisco Pérez Barbarroja y D. José Gallego Sánchez como Vocales, y D. Antonio Márquez Rodríguez como Secretario, tomando posesión en este momento de sus cargos. Leída que fue por mí, el Secretario de la Corporación, la presente acta, se afirman y ratifican, firmándola conmigo, el Secretario, de que certifico». Firman debajo los citados en el acta, incluido el Secretario del Ayuntamiento, en último lugar. A continuación, en la misma hoja, reverso, la consiguiente PROVIDENCIA.- Remítase copia del acta que antecede el Excmo. Sr. Gobernador Civil de la Provincia. Lo manda y firma el Sr. Alcalde, Don Antero Paredes de la Cruz en Belalcá-

zar a veintiséis de mayo de mil novecientos treinta y seis, de que yo, el Secretario, certifico (firman a continuación, de nuevo, Antero Paredes como alcalde (accidental) y el Secretario, Braulio García Ramírez de la Piscina). Por último, en la misma hoja, una última disposición meramente protocolaria para cerrar con las debidas formalidades: «DILIGENCIA.- La pongo yo, el Secretario, para hacer constar que en el mismo día quedó cumplimentado lo que ordena la anterior providencia, de que certifico». El expediente inédito se cierra con tres hojas mecanografiadas (de menor tamaño, con idéntico texto, firmadas por el Alcalde Accidental, Antero Paredes de la Cruz, y después las firmas de los interesados haciendo constar que reciben un duplicado de las mismas) donde simplemente se dice que las tres personas citadas en la constitución del Comité (D. José Gallego Sánchez, D. Antonio Márquez Rodríguez y D. Francisco Pérez Barbarroja) se personan en el Ayuntamiento para tomar posesión de sus respectivos cargos, dentro del recién constituido Comité Antigás. Después de todo lo expuesto, los interrogantes comienzan a brotar: ¿Qué tipo de amenaza se percibía en el ambiente de la Europa de Entreguerras para que en un país como España, que no había participado en la Gran Guerra, quisiera tomar medidas de este tipo con tanta urgencia? ¿Es una medida más dentro del ambiente enrarecido de los años 30 o hay una amenaza concreta? ¿Qué efectividad real calculaban que tendría?. Es posible que la tardanza en la formación del Comité Antigás en Belalcázar se deba a que no se tomó en serio en un primer momento, pero con el tiempo, y ante las difíciles circunstancias tanto a nivel nacional como internacional, finalmente se decide la creación de dicho Comité, aunque fuera para cumplir con el Decreto y notificarlo a las autoridades. De todas maneras, si atendemos a su contenido, podremos deducir sin mucho esfuerzo que las medidas que se recogen (sin especificar cuáles son las amenazas potenciales e inminentes, pues la Guerra Civil se desató casi un año después) son de muy dudosa efectividad llegado el caso. Belalcázar contaba entonces con más de 10.000 habitantes (según el censo de 1930), con lo que entra dentro de los requisitos para la constitución del Comité (poblaciones de más de 8.000 almas), del cual se debe dar cumplida cuenta a las autoridades provinciales (el Gobernador Civil de Córdoba, en este caso).

3. CONCLUSIONES.

El descubrimiento de un expediente inédito en el Archivo Municipal de Belalcázar que recoge la creación y constitución de un Comité antigás, a finales de mayo de 1936, cumpliendo con un Decreto de 8 de agosto de 1935, emitido por el entonces Ministro de la Guerra, José María Gil Robles, buen estudioso de los asuntos políticos y militares que se cocinaban en la trastienda del continente, permite profundizar más en el ambiente prebélico que parecía recorrer Europa durante el período de entreguerras, los veinte años que transitan de 1919 a 1939. El auge y desarrollo de los aviones, máquinas no sólo utilizadas como vehículo de travesías aéreas saludadas como grandes hazañas sino que, descubierta su potencialidad mortífera para ataques desde el aire contra pueblos y ciudades, además de posiciones fijas en los campos de batalla, unida al desarrollo de las armas químicas como recurso bélico, con catastróficas consecuencias (la efectividad silenciosa), captó la atención inmediata de los gobiernos, de sus respectivos ministerios de guerra, quienes deben tomar algún tipo de medida para todo el espacio que contienen sus fronteras y neutralizar, en la medida de lo posible, tales amenazas. Los bombardeos aéreos aun no eran una práctica extendida, pero no tardarán mucho en España en sufrirlos en sus carnes, una vez se desate la guerra civil. Las medidas que contiene el mencionado Decreto (y que los Comités antigás locales de las poblaciones de más de 8000 habitantes, como el que se constituye en Belalcázar a partir del 26 de mayo de 1936, 9 meses después de su publicación en la Gaceta, deben esperar tanto del Comité Central como de los Comités provinciales constituidos al efecto), son escasas y pocos fiables, pues es muy difícil prever y prevenir algo así. Cuando se habla de Defensa pasiva de la población, se refiere a la creación de los refugios antiaéreos (que en Belalcázar se construyeron ya dentro de la guerra civil, en 1938), como medida de protección integral de la población frente a los ataques desde el aire. La toma de cualquier medida por parte de la autoridad central denota gran preocupación ante los constantes cambios y transformaciones que se producen, pero desgraciadamente eran medidas de nula efectividad en poblaciones en constante indefensión para la población civil, eterna carne de cañón que ejemplifica el sufrimiento humano. Belalcázar, marzo de 2017

Feliciano Casillas Sánchez

Cronista Oficial de Belalcázar (Córdoba)

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