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Cofradía de Cristo Resucitado
La Cofradía de Cristo Resucitado quedó constituida oficialmente el 26 de octubre de 2003, culminando de ese modo el anhelo de la Junta de Semana Santa de Burgos de poseer un paso procesional de Cristo Resucitado con el fin de acompañar a la Virgen de la Alegría el domingo de resurrección y poner el broche de oro a la semana santa burgalesa.
La cofradía, desde sus orígenes, tuvo su sede en la parroquia de la Sagrada Familia contando con el entusiasmo de su entonces párroco, Don Domiciano Juarranz, constituyéndose en su primera asamblea la junta directiva, así como acordándose en ese momento el vestuario de la cofradía, consistente en túnica blanca recogida con cíngulo dorado, capa dorada y cara descubierta. Igualmente se optó por la imagen del rostro de la talla – en ese momento aun inconclusa – como elemento característico de la cofradía que figurará en varas y medallas. Estos elementos distintivos permanecerán invariables hasta el año 2018, en el que se acuerda que los cofrades utilicen capirote en aquellas procesiones en las que habitualmente lo venían haciendo las restantes cofradías.
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El paso titular de la cofradía es el de Cristo Resucitado, talla del imaginero jienense Manuel López, que representa a Cristo triunfante en el momento posterior a su salida del sepulcro, mostrando las llagas de la crucifixión, victorioso de la muerte y portando en su mano izquierda una cruz verde (de gajos) como símbolo de la vida.
En 2004 la cofradía salió a la calle por primera vez, pero en el encuentro del anuncio pascual de ese año aún no pudo procesionar la talla titular, por lo que el evento se celebró con una pequeña talla de Cristo Resucitado prestada para la ocasión por el Museo del Retablo, y que fue portada en andas por los cofrades. No fue hasta 2005 cuando por fin se pudo admirar la talla, que quedó instalada en el presbiterio de la parroquia donde tiene su sede la cofradía, y que protagoniza junto a la imagen de la Virgen de la Alegría una procesión que, desde sus inicios no ha cesado de crecer y llenarse de elementos simbólicos y folklóricos, que ponen el punto y final a los actos de semana santa en nuestra ciudad.
Cofradía de Cristo Resucitado