Macarena Ros, una investigadora camera con ganas de sorprender

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La naturaleza aún guarda incontables secretos a la espera de que personas con un espíritu curioso y alma aventurera los descubra algún día. En este mundo asentado y mustio, donde la sociedad cada vez reflexiona menos, son pocos los que se paran a pensar y a contemplar lo que la vida ofrece. Macarena es una de esas personas inquietas y de espíritu despierto que anhela abrir la puerta del conocimiento mediante exhaustivas investigaciones a fin de dar nuevas respuestas a algunas preguntas sin contestar. Su mundo es el mar, lugar enigmático y misterioso del que aún queda mucho por descubrir. Actualmente, está realizando un interesante estudio que está llamando la atención de personas especializadas en la materia. A continuación, vamos a conocer un poco más sobre nuestra paisana Macarena Ros y su trabajo de investigación.

J.M. Romero

Como sabemos que eres una persona con muchas inquietudes, ¿nos podrías contar en qué estás trabajando actualmente?

Aunque sigo colaborando con el grupo de la Universidad de Sevilla, actualmente trabajo como investigadora postdoctoral en otro grupo muy bueno, tanto en lo profesional como en lo personal, de la Facultad de Ciencias del Mar y Ambientales de la Universidad de Cádiz.

Tu trabajo se titula Dinámica de invasión de caprélidos en aguas europeas: distribución global, ecología y vectores de propagación. Para los menos entendidos en la materia... ¿podrías explicarnos brevemente su contenido?

Son un conjunto de estudios que he realizado en colaboración con compañeros de diversas instituciones en los que hemos tratado de entender el papel de los barcos en la introducción de especies exóticas, un fenómeno que en ocasiones puede tener graves consecuencias para la conservación de nuestros ecosistemas. Para ello hemos estudiado un grupo de pequeños crustáceos marinos prácticamente desconocidos, los caprélidos o camarones esqueleto, en el que algunas especies son capaces de viajar largas distancias agarradas a los cascos de los barcos. Estudiando las rutas de invasión de estos pequeños polizontes y viendo cómo se adaptan a vivir en los lugares donde se introducen, podemos hacernos una idea de la manera en que los seres humanos estamos alterando la distribución natural de las especies y de los efectos que esta alteración puede tener en mares y océanos de todo el planeta.

Aunque en pleno siglo XXI creamos que ya lo sabemos todo, existen grandes misterios de la naturaleza por descubrir y el mar tiene todavía muchos secretos por desvelar, ¿qué es lo que más te atrae del mar?

Tal y como comentas, realmente sabemos mucho menos del mar de lo que creemos, y eso me fascina. A veces tengo la sensación de que dedicamos grandes esfuerzos a conocer la vida de otros planetas y nos olvidamos que el mar alberga muchas formas de vida que nos son totalmente desconocidas. Cuando digo esto no sólo me refiero a estudiar las profundidades oceánicas, que seguro que nos deparan grandes sorpresas, simplemente hay que observar toda la vida que alberga un manojo de algas de la playa. En ese manojo seguro que hay muchas especies sin describir. Creo que si la gente tuviera la oportunidad de observar bajo la

lupa o el microscopio a todos estos pequeños seres sentirían la misma fascinación que siento yo.

Como investigadora y bióloga, ¿qué te gustaría descubrir?

Disfruto mucho tratando de descubrir o entender cualquiera cosa, por pequeña que sea, que no se conozca del todo bien, desde procesos ecológicos o nuevas especies hasta nuevas amenazas para nuestros ecosistemas que no se hayan detectado antes.

Nos puedes hablar de tu formación y de tus inicios, ¿fueron difíciles?

Mis inicios en la carrera investigadora comenzaron con unas prácticas en el CSIC con tortugas marinas. Me gustaban mucho las tortugas pero me atraían todavía más esos pequeños bichillos a los que nadie parecía interesar y que vivían en sus caparazones. Ahí comencé a darme cuenta de que se conocían muy bien las especies grandes pero cuando hacía falta una lupa o un microscopio para ver algo la cosa cambiaba. Poco tiempo después tuve la suerte de recibir una beca del Ministerio de Educación para estudiar los caprélidos y otros pequeños organismos marinos en un grupo de investigación de la Facultad de Biología de la Universidad de Sevilla. Al principio me dediqué al estudio de los organismos que vivían entre las algas pero un buen día en un puerto deportivo de Cádiz encontramos una especie que no era de aquí. Sentí una gran curiosidad por descubrir de qué lejano lugar venía, y ese día comenzó mi tesis doctoral sobre la dinámica de invasión de estas pequeñas especies transportadas por barcos. A lo largo de la tesis doctoral he tenido como todos, mejores y peores momentos, pero siempre me he sentido muy afortunada por estar rodeada de grandes compañeros a los que hoy día sigo admirando y aprendiendo de ellos.

Al ser mujer, ¿has tenido la sensación alguna vez de contar con menos oportunidades que los hombres en tu ámbito laboral?

Hasta la fecha nunca he tenido esa sensación, pero sé que a medida que avanzas en la carrera investigadora acabas encontrando más hombres que mujeres en puestos de relevancia o en figuras como la de Catedrático de Universidad. Creo que la compaginación de la carrera investigadora con la vida familiar es difícil tanto para hombres como para mujeres, pero por diversos motivos (embarazo, lactancia, etc.) esta dificultad puede ser mayor para la mujer. Aunque se están dedicando esfuerzos en este sentido, creo que todavía queda mucho por hacer.

Con respecto al futuro, ¿qué esperas? ¿Te gustaría desarrollar tu carrera profesional en España?

Aunque me encanta viajar y en unas semanas me iré varios meses a Australia a aprender algunas técnicas con un grupo de investigación de la Universidad de New South Wales, siempre me gusta la sensación de saber que puedo volver a España. No me importaría trabajar algunos años fuera pero me encantaría poder estabilizarme algún día en España.

Sabemos que no te gustan estas cosas, pero al menos lo hemos dejado para el final. No podemos terminar esta entrevista sin darte la enhorabuena por haber conseguido recientemente el premio internacional Francesca Gherardi Memorial 2017 ¿qué supone para ti el ver reconocido tu trabajo y tu esfuerzo?

Muchas gracias pero realmente este es un reconocimiento al trabajo de mucha gente, tanto de Universidades y centros de investigación españoles como del extranjero, que han colaborado conmigo a lo largo de mi tesis doctoral, siempre de forma desinteresada, y de los que nunca he dejado de aprender.

¿Cómo te enteraste y qué sentiste al conocer la noticia?

Me enviaron un email. La verdad es que me sentí muy agradecida tanto a los organizadores del premio como a todos aquellos que colaboraron conmigo en mis estudios, a los que les debo en gran parte todo esto.

En un terreno más personal, ¿vienes mucho por Camas? ¿Echas de menos a tu pueblo y a tu gente?

Voy menos de lo que me gustaría pero siempre que puedo me acerco a ver a mis padres y a mis amigos. Lo que siempre me ha encantado de Camas es su gente (y los serranitos con salsa chipi), de hecho una gran parte de las personas que más aprecio son de allí.

Un deseo para tus paisanos y paisanas en esta Feria de Camas 2017...

Que disfruten de la vida en buena compañía.