Laura Polvillo, Campeona de España de Cortadoras de Jamón

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Laura Polvillo es una cortadora de jamón que de pequeña soñaba con ser policía. De familia de comerciantes cameros, ha abierto recientemente un negocio de venta de jamones al corte, chacinas y otros productos en la Calle Santa Brígida. Nos cuenta que, siguiendo a su hermano, empezó a cortar en el negocio de su padre y viendo que le gustaba, decidió formarse. Reconoce que tiene una “profesión bonita” pero que requiere “mucha formación”, además de “mucha destreza”, en técnicas de corte. Pronto empezó a participar en competiciones y a ganar. Sin embargo, se da cuenta de que pocas son las mujeres que se atreven a participar en estos concursos, y que el acceso a los primeros premios les suele estar vedados. “Aún hay ámbitos en los que ser mujer resta puntos”, nos dice mientras atiende a sus clientes. “Por ejemplo en el de los cortadores de jamón, incluso, fíjate, a la hora de que te den chaqueta para competir. En un concurso, al solicitar la chaqueta reglamentaria para participar, pedí la talla S y efectivamente me la dieron. Pero era la talla S de hombre y me estaba enorme. Uno de los criterios que suman puntos es la elegancia al cortar. ¿Cómo voy a cortar con elegancia vestida de fantoche? No me la puse y me restaron 10 puntos”. Pronto Laura empieza a destacar en los concursos y nos lo cuenta, orgullosa. Sin embargo se emociona cuando narra todo el proceso en el que recibió presiones para no presentarse al Campeonato Nacional de cortadores de jamón. En estos certámenes no se hacen categorías masculinas y femeninas, así que desde la Asociación que aglutina a los cortadores de jamón, viendo que eran pocas las mujeres que competían y con el objetivo de animarlas a participar, se convoca un Certamen de cortadoras de jamón en Valladolid, con la categoría de Campeonato Nacional Femenino. Laura gana dicho Campeonato pero, tras un cambio en la Junta Directiva de la Asociación, los nuevos dirigentes no reconocen la validez del premio. De cara al siguiente Campeonato Laura recibe presiones para negar públicamente su estatus de Campeona Nacional. Al no acceder a sus deseos, se le niega la posibilidad de participar en la final absoluta que se iba a celebrar en Tomelloso (Ciudad Real). “Pero yo me presenté allí en Tomelloso, con mi maletín con mis cuchillos. Muchos compañeros se acercaron a mí y me apoyaron, pero no se pudo hacer nada. No pude competir y perdí la oportunidad”. Esta situación que ella considera irregular e injusta ha sido denunciada con el apoyo de la Delegación de Igualdad del Ayuntamiento de Camas, y como ella dice “está en manos de abogados, puesto que están diciendo que estoy valiéndome de mi condición de mujer para aprovecharme”. “Yo no quiero nada que no me pertenezca, ni ningún privilegio. Lo que yo quería era mi plaza en la final, mi oportunidad. Llevan nueve años sin la presencia de una mujer en la final. ¿No se dan cuenta de que algo pasa? Algunas compañeras admiten que dejan de participar porque se dan cuenta de que no pintan nada entre los hombres. Y ellas mismas terminan por abandonar”. Esta es la lucha en la que Laura anda inmersa y que le ha abierto los ojos a una realidad que no solo está en este ámbito, sino en otros muchos, como el familiar y laboral. No piensa rendirse y saca como aspecto positivo entre tanto despropósito, la decisión de que el testimonio de su experiencia ayude a otras mujeres profesionales que vienen detrás y quieren competir.

Angelina Delgado