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Hermano Mayor

Querido hermano, estimado lector, esta revista que desde la Junta de Cofradías se alumbra por primera vez con vocación de continuidad y con la intención de ofrecer una mayor difusión de nuestra Semana Santa, dando a conocer conjuntamente a las cuatro cofradías pasionarias de nuestra trimilenaria ciudad, lo que resulta un documento sin duda de gran calidad.

Desde la cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno, popularmente Marrajos, queremos aportar y dar a conocer de manera sucinta trazos de historia y la realidad actual de la hermandad morada, así como las actividades marrajas a lo largo de todo un año.

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La aportación de los cofrades marrajos a la Semana Santa de Cartagena es un legado de siglos que se manifiesta con singular y enorme riqueza cultural, artística, histórica y tradicional, y en nuestra ciudad indudablemente también de Interés Turístico Internacional, que para los marrajos es ante todo la manifestación pública de su fe y religiosidad, expresadas de manera estética en sus desfiles penitenciales y en la riqueza de la imaginería religiosa más importante del pasado siglo XX.

Pero la cofradía marraja es algo más que una muestra de altares itinerantes en continua catequesis, es algo más que el esmero y la perfección de la sincronización de sus penitentes en su desfilar por las calles de la ciudad, la cofradía marraja y sus cofrades son un rico patrimonio humano que se esfuerzan durante todo el año en construir la procesión diaria de la solidaridad, la fraternidad y la caridad, esa procesión que no ilumina con sus hachotes y cartelas las calles, que es silenciosa, que no desprende aromas de rosas y claveles. Es esa procesión que ilumina el rostro de los más necesitados, de los desfavorecidos, de aquellos que son, como manifiesta el Papa Francisco, el “rostro de Jesús Nazareno”.

La Fundación Marraja, el proyecto más importante que tenemos los marrajos y que da sentido a una institución religiosa como es la cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno, junto a la Comisión de Caridad y Comunicación de Bienes, la Comisión de Culto y Formación y la Comisión de Juventud… es la principal, que no la única, tarea que requiere nuestro trabajo, compromiso, implicación y dedicación.

Son muchas las personas de la cofradía que colaboran diariamente con la misma, en otras áreas como vestuarios, almacén de tronos, archivo, secretaría o equipo económico; pero todo este trabajo y esfuerzo realizado de manera altruista y generosa por los hermanos, debe tener como consecuencia transmitir el testimonio de Jesús Nazareno, la nueva evangelización que debemos realizar también las cofradías pasionarias.

Precisamente la suma de los valores religiosos, de los valores artísticos, los valores históricos, el arraigo y la participación de los hermanos es lo que le da sentido y continuidad a una cofradía pasionaria, y a la que si despojamos de la religiosidad perdería todo su significado. Ése es el principal valor que debemos defender, por encima de cualquier otro, los cofrades cartageneros en general y los marrajos en particular. Querido hermano, estimado lector, si ya conoce la Semana Santa de Cartagena, si ya ha presenciado los desfiles de la cofradía marraja, seguro que habrá quedado “enganchado” a nuestra incomparable y única Semana Mayor. Si aún no lo ha hecho, tiene la oportunidad de visitar nuestra ciudad, de conocer sus restos arqueológicos, sus monumentos y recorrer sus calles cargadas de historia, de sentirte abrazado y acogido por sus gentes, de degustar nuestra rica gastronomía, y sobre todo, de poder disfrutar durante diez días de unos desfiles penitenciales que le dejarán una profunda huella en su interior. Cartagena, su Semana Santa, se vive, se respira y se trabaja durante todo el año.

Un afectuoso y fraterno abrazo en Nuestro Padre Jesús Nazareno. •

Domingo Andrés Bastida Martínez

Hermano Mayor de la Real e Ilustre Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno (Marrajos)

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