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IES Hermenegildo Martín Borro
INSTITUTO HERMENEGILDO MARTÍN BORRO
Como todos sabemos, la educación es una parte fundamental en la vida de una persona, es importante adquirir las habilidades necesarias para enfrentar situaciones de la vida.
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Desde el Instituto HMB de Cebreros tenemos el honor de intentar proporcionar a nuestros alumnos una educación de calidad, con el único objetivo de ofrecerles una escuela pública de todos y para todos que satisfaga sus necesidades educativas.
Para ello, contamos con el apoyo de todo un equipo docente y no docente implicado al máximo, una cordial relación con las familias y la AMPA, también con el excelentísimo Ayuntamiento de Cebreros y cuantas instituciones públicas puedan ayudarnos en esta bonita, que no fácil tarea.
A continuación, una reflexión de una alumna, ¿quién mejor para hacernos entender a todos el valor de nuestro centro?, el IES HMB:
¿QUÉ SIGNIFICA ESTUDIAR EN EL INSTITUTO?
Es una pregunta muy simple que tiene una respuesta compleja y cargada de emociones, sí, el instituto. A parte de una obvia adquisición de conocimientos que pueden ayudarte en el futuro, es un conjunto de emociones que cada alumno, profesor o persona que trabaja allí siente al pensar en él.
Yo soy una alumna más de bachillerato que dentro de un curso se verá buscando universidad (o eso espero) e iniciando un nuevo capítulo en la historia de mi vida.
Para alguien como yo, esto puede significar borrón y cuenta nueva, una nueva oportunidad para alcanzar metas… pero mi actualidad es el instituto, un día a día que es más difícil si no tienes un pequeño grupito que te apoye. Seamos sinceros, podríamos considerar el insti como un “experimento social” en el que una serie de alumnos se las ingenian para mezclarse o no en una clasificación, formando (o no, como en mi caso) un grupo de gente con unos intereses similares. Dentro de este experimento, hay una serie de adultos que velan por los estudiantes y nos preparan para el siguiente episodio en la telenovela de nuestra vida: los profesores, puede que nos caigan bien, que tengamos nuestras diferencias, que nos entendamos bien, que nos ayudemos mutuamente… pero lo más normal es que se trate de grupos separados que conviven durante el horario lectivo. Además de los profesores, está el personal no docente, todas esas personas que nos ayudan a rellenar la matrícula, nos dan las fotocopias, nos ayudan a encontrar a los profes, nos facilitan de alguna manera el papeleo, dejan el insti como la patena (para que al día siguiente los pequeños monstruitos que habitamos en él volvamos a ensuciarlo) y otro sinfín de actividades que tanto alumnos como padres e incluso profesores desconocemos y que suelen pasar inadvertidas cuando nos acordamos de nuestra época en el instituto. En esos momentos, recordamos las vivencias más destacables: aquel profesor que nos hacía reír durante sus clases, aquella broma que se le gastó a un compañero, ese momento de debilidad en el que creímos que no íbamos a salir del abismo, aquel compañero que nos hacía la vida imposible, los amigos que se mantuvieron con nosotros, aquel castigo en el que pagan justos por pecadores, la vez que nos libramos de la bronca del profesor, las anécdotas relacionadas con el viaje fin de curso… es una experiencia personalizada, un infierno, limbo o cielo que cada persona ve de una forma diferente.
PERO… ¿QUÉ SIGNIFICA ESTUDIAR EN EL IES HERMENEGILDO MARTÍN BORRO?
Cabe destacar que nuestro centro no es como los demás; se trata de una pequeña familia en la que todo el mundo es bien recibido, en la que todos tenemos una oportunidad para salir adelante.
Este es un instituto con poco más de 200 alumnos pero que, aún así, tiene una gran diversidad cultural, y realiza muchas actividades que fomentan la convivencia entre nosotros y forjan lazos entre profesores y alumnos, independientemente de la personalidad que tengamos cada uno.
Prácticamente todos nos conocemos, algunos somos vecinos, otros familia, otros amigos desde la guardería… y la mayoría tratamos de acoger a los nuevos de la mejor forma posible, y hacer que no se arrepientan de venir aquí y dejar parte de su vida atrás; en esto, los profesores cumplen una labor muy importante, nos tratan a todos por igual y siempre ayudan a quien más lo necesita, facilitándonos nuestro camino durante el curso al allanarlo para nosotros, lo que nos permite salvar esos pequeños (y no tan pequeños) obstáculos que podrían hacer que tirásemos la toalla.
Haciendo un recorrido por mis años de “buena vida” en el IES Hermenegildo Martín Borro, sé que extrañaré todas esas actividades y excursiones que dan auténticos dolores de cabeza a los profesores pero que merecen la pena y nos ayudan a aprender sin tener que pasar 6 horas sentados delante de una pizarra escuchando un sermón que no sabemos para qué sirve, los dos años de convivencia en el CRIE, las excursiones a museos, las salidas a por setas, la marcha solidaria, las actividades de los recreos, las inmersiones lingüísticas, el Mutua Madrid Open (o Master 1000 para los alumnos), los certámenes de Música Inmediata, las visitas a ciudades, las excursiones al teatro, y otras actividades que seguro que me dejaré en el tintero; recuerdo momentos en los que me habría gustado reaccionar de otra manera o personas a las que habría conocido si mi absurda timidez no se hubiese metido en mi camino, pero, a pesar del sufrimiento, porque, por mucho que se piense lo contrario, la vida del estudiante no es un camino de rosas, también sé que los éxitos que todos tengamos en el futuro se los debemos, en parte, a este fragmento de nuestra vida.