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Trencà del Guió...........................................................................................pág
Trencà del Guió
“La Trencà del Guió” es la ceremonia de mayor tradición dentro de la Semana Santa de Elche y consiste en un acto de vasallaje de los cofrades de la ciudad a la Virgen de los Dolores en la noche del Viernes Santo.
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Uno de los actos más singulares de la Semana Santa ilicitana se produce en la noche del Viernes Santo, al término de la procesión general de Hermandades y Cofradías y del Santo Entierro. Se trata de la denominada “Trencà del Guió”, una ceremonia solemne cargada de simbolismo y de atractivo popular. El mencionado Santo Entierro es encabezado por un guión o bandera negra conducida por tres Caballeros o Damas elegidos cada año por la Junta de Hermandades y Cofradías, vestidos de gala. A su paso por la Plaça de Baix, este guión se retira a las Casas Consistoriales donde espera la llegada del último de los tronos, el de la Virgen de los Dolores, conocido popularmente como la “Mare de Déu de les Bombes” (por las numerosas “bombas” de cristal que iluminan su paso desde el siglo XIX). Situada la Dolorosa en uno de los extremos de la plaza, junto a ella se disponen las autoridades civiles y eclesiásticas que han presidido la procesión y aparecen entonces los portadores del guión. Realizan ante la Virgen dos reverencias consecutivas mientras avanzan unos pasos. Después, el personaje central, con la bandera en sus manos, se destaca solo y da otros tres pasos. Pasa entonces a ondear la insignia y, con un movimiento entrecortado, rompe el asta del guión que cae al suelo entre los aplausos de todos los presentes. No en vano indica la tradición local que una buena rotura del guión es presagio de un buen año para la ciudad. El significado de esta ceremonia, cuyas primeras referencias aparecen en el siglo XVIII, no ha sido explicado totalmente. Pero, dado que hasta la mitad del siglo XX eran las insignias de todos los pasos las que se inclinaban ante la Virgen, todo parece apuntar hacia una especie de rendición de vasallaje de las diferentes clases sociales de la ciudad a los nobles, primitivos responsables del paso de la Dolorosa. Y era uno de estos nobles quien, en nombre de todos, rompía el guión negro, representando el luto por la muerte de Cristo, como signo de su futura Resurrección.