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El barrio de Fátima ‘recupera’ su brillo
A urelio M A roto
Tras varios años en blanco, el barrio de Fátima vuelve a ser protagonista en el calendario de fiestas veraniegas de La Solana. Aunque ya tuvimos una aproximación el año pasado, la nueva cofradía mariana se movilizó en este para organizar un completo programa de actividades, tanto lúdicas como religiosas. El éxito fue total si nos atenemos a la recaudación obtenida por todos los conceptos. En concreto, se recaudaron 8.711 euros, casi el triple de lo recogido en 2022.
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Las fiestas en honor a la Virgen portuguesa devuelven el foco a la barriada de las familias por su difusión”, destaca el presidente.
La barriada vivió su particular ‘feria’ durante dos fines de semana. El 13 de mayo celebró el día de su patrona con una misa y la bendición del nuevo estandarte. Y del 2 al 4 de junio llegaron las actividades centrales, que empezaron el viernes con la procesión y la imagen portada a hombros. El sábado destacó la entrega de premios del concurso de dibujo para escolares y la actuación musical de Al son celeste, un nuevo grupo musical de La Solana con estilo flamenco. El domingo se cocinaron varias paellas solidarias, con el fin de recaudar fondos para la hermandad. “Ha habido mucha gente y han colaborado con nosotros al máximo; ha superado nuestras previsiones más optimistas”, decía a GACETA el presidente de la hermandad, Juan José Jareño.
Entre las novedades más destacadas se encontraba el certamen de dibujo, a fin de implicar a los colegiales. Se repartieron media docena de premios en dos categorías. Teresa Jiménez, Ángela Pérez e Irene Moreno consiguieron los tres primeros premios, respectivamente, para la edad de 6 a 8 años. Ramón Caravantes, Javier Martín y José Antequera ganaron los premios de 9 a 11 años. “La participación ha sido alta y agradecemos el apoyo de los colegios y
Después llegó el turno de la música. Las terrazas instaladas junto al bar de campaña, al lado de la ermita, se llenaron para disfrutar de la velada y de la música de Al son celeste. La hermandad podrá costear con el dinero recaudado el nuevo estandarte y la carpa propia que han adquirido. Incluso habrá un remanente para afrontar próximas mejoras.