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Banda Municipal de Música de Gines

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Bueno pues aquí estamos otra vez, en un nuevo capítulo de la Banda Municipal de Música de Gines. Otra vez informando sobre los acontecimientos de mi querida banda, y otro año más teniendo el placer y la responsabilidad de ponerle voz a un grupo de músicos orgullosos por lo que hacen y sienten.

Lo primero de todo es aclarar que estamos. Sí, amigos, seguimos vivos y coleando y tenemos constancia de que algunos nos habéis extrañado en momentos señalados, pero aquí estamos para seguir dando la nota y disfrutando de lo que tanto nos gusta hacer. Claro que nos hubiera encantado haber podido participar en ese momento tan especial para nuestro devoto pueblo, pero las circunstancias no han sido favorables para establecer una relación sana y duradera, es una pena.

Dramas aparte, aquí estamos con buenas noticias y siempre con una sonrisa. Este año ha sido un año de cambios. Hemos tenido el placer de volver a tocar en localidades ya dejadas en el recuerdo y eso siempre nos brinda ánimos para continuar. Hemos vuelto a participar en actos tan hermosos y memorables como fue la pasada procesión de Santa Rosalía. Y también, gracias al Ayuntamiento de Gines, hemos podido contribuir en nuevas actividades como la inauguración del Parque Municipal Concejala Dolores Camino o repetir con otras que tanto nos gusta, como nuestro queridísimo concierto de Navidad. Hace unos días, durante un ensayo, me dio por plantearme ciertas cuestiones: ¿Por qué sigo tocando después de todos estos años? ¿Debería seguir haciendo siempre lo mismo o moverme y cambiar de afición? La vida está llena de cambios y pienso que evolucionar es algo bueno y natural en las personas, pero para qué cambiar en algo bueno que me hace sentir tan especial. Si lo que me gusta es tocar la trompeta o darle patadas a un balón, ¿por qué debo dejar de hacerlo? La vida está repleta de motivaciones y estas son el principal engranaje que nos mueve cada día. Sin embargo os preguntaréis, ¿qué motivaciones tiene un músico para seguir haciendo lo mismo cada día? Amistad, lealtad, aplausos, amor, compañerismo, etc. Y aun así me faltarían palabras para continuar. Y es que como dice nuestro director, el trabajo del músico es el más recompensado de todos. No estoy hablando de dinero, hablo de aplausos y sonrisas los cuales son el motor que nos mueve y hace seguir cada día. Es que si nos paramos a pensar, qué importancia tiene el dinero si no nos sentimos valorados con lo que hacemos. Eso no dice que el dinero no aporte valor a nuestro trabajo, ya que todo en esta vida tiene un precio, y parece ser que en este país determinarle un precio al arte es algo tan difícil como ganar Eurovisión. Pero no me quiero poner reivindicativo de nuevo. Ya tuvimos suficiente con el artículo del año pasado.

No se me puede olvidar alentar al nacimiento de nuevos músicos. Vivimos en un pueblo con numerosas facilidades. Deportes, actividades de ocio, encuentros culturales y, cómo no, una escuela de música para aprender desde cero. Tenemos orquesta, coro, banda de música, rock, jazz… ¿Qué más podemos pedir? Tan solo nos faltan las ganas y el coraje para decir “hoy voy a empezar a tocar un instrumento”. Si te apetece sentirte realizado, diferente o especial, prueba y pásate por un ensayo. Todos son bienvenidos.

En fin, aquí estamos con nuevas ideas, metas y recorrido por correr, ya que nuestra carrera es de fondo y estos diecisiete años han sido solo el topetazo de salida. Nos vemos pronto.

LUIS MIGUEL BECERRA

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