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Por qué a mí?
from Gines fiestas 2018
by editorialmic
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Nunca una pregunta tan dura tuvo una respuesta tan positiva.
¿Por qué me ha tocado a mí? ¿Por qué yo?
Esa era la pregunta que no salía de mi cabeza al despertar en la UCI, hasta que un golpe de realidad me llevó a tener consciencia de todo lo que había fuera.
VOSOTROS.
Han sido muchísimas las veces que oí decir que mi caso ha sido un milagro, y posiblemente lo haya sido pero, ¿qué milagro no puede llegar a cumplirse con ese halo de esperanza que me llegaba constantemente? Halo de esperanza y de cariño en modo de visita a través de un cristal, en forma de llamada, en modo de rezo.
De ahí vino este milagro, de las increíbles muestras de cariño, apoyo y solidaridad de VOSOTROS, a los que tengo tanto que agradecer. A gente tanto de Gines como de fuera, que sin conocerme, se preocupaba. A los que conociéndome no dudaba que estaban conmigo.
GRACIAS A TODOS POR VOLCAROS Y HACERME SABER QUE SOY TAN QUERIDO.
A mis compañeros y ex compañeros, tanto de mi último trabajo como de anteriores trabajos donde sin quererlo se forjan grandes amistades. GRACIAS POR EL APOYO INCONDICIONAL. A las asociaciones, hermandades e instituciones que tendieron su mano a mi familia y a mí para lo que necesitásemos. GRACIAS DE CORAZÓN.
A mis amigos y amigas, esos que me han demostrado que siempre estarán en lo malo, tanto para esta situación como para cualquiera que se dé dentro de este grupo tan increíble que formamos. GRACIAS POR SER COMO SOIS.
A mi familia, tanto a los que tengo cerca y comparto con ellos el día a día como a los que tengo lejos, que me han demostrado que los kilómetros son siempre pocos cuando hay que estar juntos. GRACIAS FAMILIA.
Y en especial a Jenny, mi mujer, y a mi madre. Por esas interminables horas de atención y cuidados, siempre con los ojos puestos en mí. GRACIAS INFINITAS. OS QUIERO.
He comprendido que lo que me ha ocurrido ha sido algo que no busqué, pero conforme pasaba el tiempo entendí que me vendría muy bien. Me ha cambiado mi forma de ver las cosas, y espero que también haya servido para que cambiéis vuestra manera de mirar a la vida.
Ahora me levanto todos los días intentando ser la mejor persona posible y que mi actitud se contagie. Mi visión solidaria ha crecido muchísimo y mi ombligo se ha casi cerrado. A partir de ahora no voy a aparcar nada para mañana, porque como terminaba un pasodoble: “que lo mismo es mañana tu último día”.
Un millón de gracias por hacer posible este milagro tan bonito que es seguir viviendo.