Albaicín

Declarado Patrimonio Mundial en el año 1994, este barrio (origen de la ciudad de Granada) encierra un verdadero tesoro. Sus callejuelas árabes y sus casas moriscas y renacentistas son muestra de una gran riqueza llena de contrastes.

Concebido como una auténtica ciudad romana en torno al año 45 a.c., la conocida como Iliberri romana era una conglomeración de habitantes reagrupados en el área circundante de San Nicolás dotada de todos los equipamientos urbanos necesarios, el Albaicín ha sobrevivido en parte gracias a su escarpado asentamiento geográfico, que lo mantuvo al margen de la modernidad y el desarrollo urbanístico e industrial, preservando intacto todo su encanto cultural y arquitectónico. La época de mayor esplendor del barrio vendría de manos de la dinastía Zirí, reino que habitó el lugar en el siglo X y XI y que conformó a grandes rasgos los grandes rasgos urbanos del Albaicín. Con la llegada de la dinastía nazarí y el traslado de la corte a la colina de la Alhambra, el barrio quedó relegado a un segundo plano de la actividad política y social de Granada, sirviendo de lugar habitacional de una población de hasta 30.000 habitantes en sus cotas más altas.

En el siglo XVIII, el carácter exótico del emplazamiento atrajo a un gran número de viajeros románticos procedentes de Europa y EEUU que gracias a sus letras y grabados promocionaron la cultura granadina en el extranjero.

El Albaicín de hoy es, junto con la Alhambra, el principal núcleo turístico de la ciudad. Un lugar donde perderse, disfrutar de los sentidos y del paisaje. •••

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www.albaicin-granada.org