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ENTRE CAJAS

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ILUMINADORES Dando luz a los sueños

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La luz es entusiasmo, es alegría, es vida. Su ausencia nos sume en las tinieblas, en la oscuridad, nos aterra. El teatro cambia, como la noche y el día, gracias a su iluminación. Charlamos con Juan Gómez Cornejo, Juanjo Llorens y José Manuel Guerra, prestigiosos iluminadores artísticos, sobre sus experiencias y la importancia de esta potente fuente de energía en el mundo del teatro.

1 ¿Cómo se despertó en ti el interés por la iluminación artística? 2 ¿Qué cualidades debe tener una buena iluminación teatral? 3 ¿Quién es tu referente dentro del mundo de la iluminación? 4 ¿Cuál es la obra en la que has participado de la que te sientes más orgulloso? ¿Y tu mayor reto? 5 ¿Falta alguien con quien te gustaría trabajar y hasta el momento no has tenido la oportunidad? 6 ¿Qué te hace sentir más feliz de tu trabajo de iluminador?

JUAN GÓMEZ CORNEJO JUNAJO LLORENS JOSÉ MANUEL GUERRA

1 La verdad es que fue un poco de casualidad, cuando estudiaba Magisterio, pero siempre estuve más interesado en la parte trasera del escenario, ya que mi timidez no me permitía ponerme delante. Cuando llegué a Madrid seguí con esa afi ción y empecé a hacer trabajos en pequeñas salas de teatro independiente. En toda esta larga historia me interesó la luz, conocí a Raul Peroti y empecé a ayudarle, y a partir de ahí me di cuenta de que eso era lo que quería hacer.

2 La primera cualidad es que ayude a contar la historia, que la luz aporte ese granito de arena que haga que la historia llegue al público. Para mí también 1 Yo creo que toda la inquietud artística se me despertó de jovencito, como excusa para no ir a clase. Al fi nal me acabé enganchando.

2 Las iluminaciones teatrales son muy personales. Una iluminación que a mí me transmite algo, puede que no le transmita lo mismo a otra persona.

3 Mis referentes son la gente con la que he aprendido, como Carlos Zipinowski o Juan Gómez Cornejo. También me gusta mucho la pintura, la luz de Soroya, los claroscuros con los que juega Caravaggio… pero no tengo un referente, sino que 1 Pues cuando empecé en esto fue realmente en una compañía amateur y en las compañías amateur todo el mundo hacía de todo. Imagino que fue con la práctica, como una casualidad porque en aquella época todavía la profesión como tal no existía.

2 Iluminaciones hay muchas, no hay una sola, es una visión del que la hace en colaboración siempre con la dirección. Tú empiezas con una idea, la vas desarrollando y cuando llegas al fi nal probablemente de la idea original quede un 50% o incluso menos. Es un tránsito, es un camino que se empieza

es un medio de comunicación emocional que colabora con cada una de las situaciones dramáticas que se plantean.

3 Tengo muchos, porque en esto somos un poco autodidactas todos. Así que todos mis compañeros, a los que admiro. Existen grandes directores e iluminadores, o típicos artistas redondos con la luz como Bob Wilson o Jan Fabre…

4 Más que obras, podría decirte directores con los que he colaborado, como Gerardo Vera, que para mí, a parte de un maestro, ha sido mi padrino. También colaboré con Francisco Nieva durante muchos años… Tomaz Pandur ha sido un referente que provocó en mí un cambio conceptual en cuanto a la luz. Recuerdo con orgullo mi primera función en la CNTC, con Jose Luis Alonso Mañés, que hicimos un Alcalde de Zalamea con Jesús Puente que será recordado para siempre. En cuanto al mayor reto, una de las obras más complicada fue Infi erno. Era muy compleja, por el tema de la convivencia entre espejos, agua, con los actores dentro, una cuarta pared en forma de espejo espía… Tenía muchas difi cultades técnicas y el hecho de poderlas superar lo recuerdo como algo que me hizo sufrir, pero también disfrutar con su resultado.

5 Siempre hay directores con los que me apetece trabajar. Cuando alguien me llama para hacer una propuesta nueva, ahí estoy ya que me apetece seguir aprendiendo y experimentando.

6 En primer lugar, que la función sea un éxito, que esa función llegue al público y que tú hayas aportado algo a esa comunicación efectiva. he ido aprendiendo de la gente con la que he podido trabajar, como Kiko Gutiérrez o Josep Solbes, es decir, mis mayores, de los que he tenido la suerte de aprender y que ahora son mis amigos.

4 Como hago circo, teatro y danza, no podría defi nir una sola obra. Salgo satisfecho, contento y feliz de todos mis trabajos. Hay algunos espectáculos pequeños como Viva la Pepa, otros grandes como los musicales, macroespectáculos como el circo… Pero no me atrevería a decir un único nombre. Pero en cuanto al reto, creo que fue La función por hacer, que supuso un gran reto por tratarse de una función en la que podías pensar todos los efectos del mundo, y era tal la verdad que transmitían los actores que no había que ocultarla, sino enseñarla.

5 No, estoy contento con mi trayectoria. Tampoco me interesa especialmente trabajar fuera, trabajo muy bien aquí. Me gusta hacer una serie de trabajos con directores que me llaman porque les gusta lo que hago.

6 El silencio y la posibilidad de trabajar con la luz sin los actores. Trabajar junto a tu programador viendo todas las posibilidades que tiene la luz. con los ensayos y se termina el día del estreno.

3 Nadie en concreto. Digamos que absorbo cosas de mucha gente, incluso de series, de películas, de teatro, de fotos. Estoy abierto a cualquier cosa que me estimule.

4 Pues la obra de la que me siento más orgulloso y a la vez resultó todo un desafío fue una de las primeras que hice, en el año 1991. Un monólogo con José Luis Gómez que se llamaba Azaña. Una pasión española, que se estrenó en el Teatro María Guerrero. Lo que me pidió el director fue que no se viera la cara directamente nunca, era un juego de sombras y fue el reto también más complicado al que me he enfrentado.

5 Bueno, claro que con muchos. Me gustaría trabajar con Luis Pascual porque también es un maestro de la iluminación. Probablemente es el director que tiene la sensibilidad, con respecto a la iluminación, más desarrollada. Es un verdadero maestro.

6 El día del ensayo general. Es el día más feliz, cuando todo lo que llevas tiempo organizando, haciendo, trabajando, cambiando y ese día empieza a encajar y encaja prácticamente todo, ese día te sientes muy feliz (siempre y cuando todo vaya bien, claro).

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