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Casa de Juventud
Casa de la Juventud
El año de la Casa de la Juventud, desde las últimas no fiestas, podemos decir que ha sido un año de continuos cambios, continuas adaptaciones y continuos imprevistos. Sí, como todo en nuestra nueva vida, esto ha sucedido por el maldito virus.
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Sin embargo, estos cambios, adaptaciones e imprevistos, no han sido todos malos. Nos han hecho descubrir una parte escondida, el espíritu de superarnos día a día, de conseguir nuevos retos, tanto digitales como físicos, con sus distintas medidas de seguridad y de ser mejores personas. Desde luego, este virus no ha conseguido pararnos.
Hemos conseguido dar ese punto de felicidad escondido desde que empezó esta pandemia y es que, algo de alegría en los tiempos que corren, bien merecen ese esfuerzo.
Esperemos que esta desdichada etapa pase pronto y, sino, seguiremos ahí dando guerra para que la vida continúe de la única manera que debiera continuar: con la eterna sonrisa del pueblo.