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km. de Innivación artificial

Lejos de ser moda de un invierno, el snowboard se ha asentado como el deporte de nieve que más ha incrementado su número de practicantes en las últimas décadas. Para muestra un botón: si en 1985 sólo el 7% de las estaciones de esquí de los Estados Unidos y Europa permitía el acceso a sus practicantes, en la actualidad, un 97% de todas las estaciones europeas y norteamericanas permiten el snowboarding y tienen zonas específicas para el freestyle. Y es que esta variante del surf que engancha a quien lo prueba, es una forma diferente y muy saludable de disfrutar de la nieve que ofrece libertad, creatividad e innovación.

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> Un paseo por la historia

Aunque los primeros pasos del snowboard se dieron a principios del siglo XX, empezó a coger fuerza en la década de los 60, cuando el ingeniero Sherman Poppen creó una tabla sin fijaciones para su hija. Poco a poco se fueron perfeccionando las tablas y el resto del equipo, y las imágenes en las que aparecían personas practicando este deporte se volvieron habituales en las revistas especializadas y en las películas. Así se generó una fascinación por el snowboard entre los aficionados a la nieve, especialmente los jóvenes. En Estados Unidos se crearon las primeras grandes competiciones de snowboard a principios de la década de los 80: un campeonato del mundo y un circuito de Copa del Mundo. Aun así, la Federación Internacional de Esquí no lo reconoció hasta 1994; tras eso y gracias a su enorme popularidad consiguió un hito histórico: ser nombrado casi automáticamente deporte olímpico y estrenarse en los Juegos Olímpicos de invierno de Nagano 1998, sólo cuatro años después de haber sido reconocido oficialmente.

Lo firmaría el mismísimo Perogrullo: hacer deporte es beneficioso para la salud. Pero los deportes de alta montaña, como el snowboard, aportan un aumento en la capacidad pulmonar debido a que en este entorno hay menos oxígeno. H2O que, dicho sea de paso, es mucho más puro, por lo que resulta más beneficioso que el que respiramos en los núcleos urbanos. Los últimos estudios afirman que el snowboard nos da una mayor elasticidad que nos blinda de lesiones musculares, y también mejora la circulación sanguínea con los consiguientes beneficios para la salud coronaria. Los psicólogos también se deshacen en elogios hacia esta práctica, que consideran idónea para desarrollar algunas capacidades cognitivas como la propiocepción (el sentido por el cual somos conscientes de la posición de los músculos), la autoestima, el autoconcepto, la confianza, el respeto, la superación personal y la sociabilidad. Asimismo, es un buen relajante para nuestra mente, ya que al practicarse en un entorno completamente diferente al de nuestro día a día consigue que podamos desconectar de la rutina diaria mientras admiramos la naturaleza.

EN LA VARIEDAD ESTÁ EL GUSTO

Hay muchas modalidades de snowboard, pero los cuatro grandes grupos que las engloban son: Freestyle. La más popular de todas las disciplinas debido a su espectacularidad. Indicada para principiantes y muy practicada por snowboarders jóvenes, consiste en la ejecución de diferentes trucos y cabriolas con la tabla. No obstante, dentro del freestyle nos encontramos con el slopestyle, el halfpipe, el quarterpipe y el big air, modalidades que requieren ya un gran nivel de snowboard.

Freeride. Consiste en deslizarse ‘fuera de pista’; es decir, aventurarse por zonas que no han sido tratadas, salvajes. Es adecuado realizar una introducción previa en zonas que se adecuen al nivel en espacios colindantes a las pistas para, progresivamente, aumentar la dificultad, ya que requiere una técnica perfectamente depurada que se consigue a base de practicar.

Snowboard alpino. Considerado descenso en carrera, tiene como modos el slalom, el slalom paralelo y el freecarve. Al igual que los dos anteriores lo pueden practicar principiantes, y lo realizan personas de cualquier edad, aunque requiere un buen estado físico porque son modalidades con descensos largos y técnicos. Y es que se debe aumentar paulatinamente el nivel de dificultad del paso entre palos, puesto que, cuanta más práctica se tenga, más velocidad y más dificultad se podrán aplicar a esta disciplina.

Snowboard para expertos. Entre ellas está el snowboardcross, que consiste en una competición donde varios riders (suelen ser cuatro) salen a la vez en una carrera de velocidad hasta la meta; el trazado suele ser estrecho, con saltos, giros, etcétera. También está el snowboard de montaña y extremo, que está pensado para los auténticos aventureros que tengan un dominio altísimo del snowboard y del montañismo, ya que supone realizar grandes descensos por zonas escarpadas y no preparadas expresamente para la práctica del snowboard o del esquí. •••

LIBERTAD EN ESTADO PURO

Más que un deporte, es una filosofía de vida. Genera admiración entre quienes lo ven y emoción entre quienes lo practican. El freestyle es la disciplina rebelde del esquí. Ambas comparten el mismo espacio, la nieve, pero sólo eso. Sus adeptos lo tienen claro, no puedes pensar en si puedes o no hacerlo, sólo tienes que sentirlo.

Henri Barbusse dijo una vez, “es intentando lo imposible como se realiza lo posible”, y esa podría ser la pauta a seguir como aficionados al freestyle. No hace falta ser un rider como Simont Dumont, pero, dentro de tus limitaciones, nunca dejes de intentarlo. El objetivo, lograr sensaciones al límite.

¿Velocidad en las bajadas? No especialmente. ¿Recorrido impuesto? Por descontado que no. ¿Libertad de acciones y movimientos? Absoluta. A eso le añadimos algo de riesgo, plasticidad y una gran dosis de adrenalina, y tenemos como resultado el freestyle, el deporte de nieve de moda en las pistas de esquí, nacionales e internacionales.

Los saltos, acrobacias y demás figuras en el aire tienen cada vez más seguidores en esta disciplina. En sus comienzos era terreno casi exclusivo de los snowboarders pero la progresiva incursión de los esquiadores ha conseguido que resulte cada vez más popular, y ya son muchas las estaciones que incorporan zonas específicamente creadas para la práctica de esta modalidad.

Y es que a la clásica oferta invernal de esquí alpino y nórdico le han salido competidores que empujan con fuerza en los últimos años, tanto a nivel profesional como de aficionados, siendo el freestyle el que más éxito ha logrado.

Un deporte en constante evolución en el que las tablas de snowboard y los esquíes específicos toman protagonismo para lograr saltos y acrobacias que algunas veces resultan inverosímiles. Sólo los más hábiles pueden competir en él, ya que su dificultad es mayúscula, pero cualquiera que sea aficionado a los deportes de nieve debería probarlo.

ALGO DE HISTORIA

El freestyle empezó a practicarse en los años sesenta, principalmente en Estados Unidos, como consecuencia de un deseo en la evolución del esquí hacia una técnica nueva y estimulante. Mezcla de esquí alpino y de acrobacia, pronto se convirtió en deporte olímpico. La Federación Internacional de Esquí (FIS) lo reconoció en 1979 elaborando nuevas reglas para la participación de atletas y la validación de técnicas de salto para prevenir los riesgos de accidentes. La primera edición de la Copa del Mundo se realizó en 1980 y los primeros Campeonatos en Tignes, en 1986. “¿Velocidad en las bajadas? No especialmente. ¿Recorrido impuesto? Por descontado que no. ¿Libertad de acciones y movimientos? Absoluta”

PARA NO PERDERSE

RIDERS: esquiadores y snowboarders que practican su deporte de manera extrema.

FREESTYLE: consiste en realizar tricks o acrobacias en el aire, cuanto más complejas sean y cuanto más alto se salte mejor. Para ello se utilizan barandillas de metal y diferentes combinaciones de módulos.

FLAT: sucesión de trucos con los esquís o la tabla de snowboard a partir de la propia pista y, ocasionalmente, sirviéndose de irregularidades del terreno.

BIG AIR: trampolín de nieve que permite a los esquiadores tomar altura. Después viene la

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> Un referente nacional

Javi Vega/ Team Movistar/ Freeski Madrileño, se dedica al ski freestyle profesional y está presente en las pruebas más importantes del panorama nacional e internacional, en representación de nuestro país. Empezó a competir con tan sólo 7 años y es uno de los riders nacionales más importantes. Su palmarés le convierte en un referente zona llana, denominada Table Top seguida de una pendiente que permite realizar un aterrizaje adecuado.

BACHES: es la disciplina más antigua, el origen del freestyle. Fue olímpica en los Juegos de Albertville en el 92, y con la medalla de oro de Edgard Gropiron llegó a ser muy popular en Francia. Desde entonces, ha sufrido grandes cambios, pero sigue siendo la disciplina fundadora del freestyle.

FREERIDE: consiste en subir a la cima de una montaña o a un lugar fuera de los caminos señalizados (fuera de pista) y bajar por nieve en polvo, dejando en ella la primera huella, a la vez que se evitan las avalanchas y las grietas. HALF PIPE: (literalmente “medio tubo”) estructura de nieve utilizada en el esquí freestyle y el snowboard, que permite realizar acrobacias en el aire. Disciplina olímpica en snowboard desde Nagano, en 1998, también lo será en esquí en Sochi en 2014.

SLOPESTYLE: disciplina que se practica en pista. Un recorrido de slopestyle reúne en una pista todos los módulos propios del freestyle: quarters, saltos, raíles y halfpipes. El esquiador debe encadenar estos módulos lo mejor posible. Es una prueba muy popular en los Winter X Games y la última disciplina en entrar en el panteón de los JJOO. El slopestyle será disciplina olímpica en 2014 en Sochi, Rusia. •••

DECÁLOGO PARA LOS esquiadores principiantes

Con las primeras nieves del año, los cerca de dos millones de españoles que son esquiadores habituales, cifra avalada por el último Congreso Mundial de Turismo y Nieve, desempolvan los esquís, se frotan las manos y sonríen con júbilo: por fin ha llegado su momento. Con ellos, una legión de no iniciados decide probar suerte en esto del esquí atraídos por su popularidad, para romper la monotonía invernal o, simplemente, invitados por amigos que ya son duchos en esta práctica. Aquí van diez consejos útiles para los valientes novatos que van a caer en la nieve. Porque vais a caer...y lo sabéis.

1. ¿Miedo? Relax. Con paciencia, perseverancia y prudencia se puede aprender a esquiar.

2. Equipación adecuada. Imprescindible comprarla o alquilarla en una tienda especializada. Las botas, por ejemplo, son fundamentales en este deporte.

Uno de los errores más comunes es adquirirlas demasiado grandes, que repercute en un desplazamiento poco seguro. Lo mismo sucede con una bota pequeña, que será una verdadera tortura para los pies. Abrígate pero no te llenes de capas innecesarias ni te quedes corto. Unos buenos guantes son vitales y asegúrate que los pies no se te quedan fríos.

3. Contrata un instructor.

No te engañes. No creas que es una práctica sencilla y que un fenómeno como tú la aprenderá en diez minutos. El profesor te dará unas pautas imprescindibles para evitar lesiones y sustos innecesarios.

4. Empieza en pistas para

principiantes. Incluso el mítico Alberto

Tomba empezó en estas pistas. No tengas prisa. Mejora paso a paso y crece a un ritmo apropiado. Jamás esquíes por encima de tus posibilidades.

5. Forma física. Algunos expertos recomiendan ponerse en forma antes de practicar deportes invernales, ya que son muy exigentes. Aviso a navegantes: esquiar cansa, y mucho. No os cebéis, porque bajar una pista sin fuerzas puede ser muy peligroso. Cuatro o cinco horas de esquí son más que suficientes para un principiante.

6. Respeta las normas de seguridad. Si habéis seguido este decálogo al pie de la letra, el profesor de esquí ya os habrá puesto al día respecto a las normas de seguridad que obliga a los esquiadores la Federación Internacional de Esquí. ¡Cúmplelas y respétalas! El esquí no es en sí mismo un deporte peligroso, pero los esquiadores imprudentes sí.

7. Infórmate del lugar y de la previsión

del tiempo. Es importante tener siempre controlado el lugar del que saliste y una idea clara de cómo regresar si no quieres llevarte un disgusto. También es recomendable conocer la predicción meteorológica y llevar una mochila de repuesto, así como algo de beber.

8. Protégete del sol. Poca broma con tomarse a la ligera este punto. A 3.000 metros de altitud el sol no es el mismo que en nuestra playa favorita: puede quemaros vivos. Protege tu rostro, orejas e incluso el cuero cabelludo de forma

“El esquí no es en sí mismo un deporte peligroso, pero los esquiadores imprudentes sí”

constante. Y, por el mismo motivo, bebe mucha agua. Entre el sol y el esfuerzo físico puedes acabar deshidratado.

9. Un truco técnico: al iniciar tus primeras bajadas del día, no apretes excesivamente los ganchos. Conviene ir ajustándolos según aumente la intensidad del esquí.

10. Por último, pásalo bien. No seas ansias: nadie te va a dar un diploma por hacerlo mejor que otro. Disfruta. Los esquíes y remontes te llevarán a sitios con vistas extraordinarias. Degústalas.

Si ves que sufres y no está siendo una experiencia agradable, descansa y no te presiones. A veces un buen chocolate caliente en una cafetería al abrigo de una reconfortante chimenea puede ser la apuesta ganadora para acabar la jornada de una pieza. •••

TERUEL! existe!

A todos los incrédulos: ¡Teruel existe!. Vaya si existe. Si tenéis dudas os animamos a visitar y contemplar todo el esplendor de las serranías de GúdarJavalambre, dos de las joyas de la corona turolense. En la frontera con Castellón y Valencia, sus siluetas irregulares preñadas de cumbres que sobrepasan ligeramente los dos mil metros, ríos que cobran vida y serpentean a sus anchas por campos y praderas, pueblos repletos de historia e infinitos lugares con encanto os enamorarán.

Es obligado hacer parada y fonda en Valdelinares, techo de España. Este encantador pueblo de 90 habitantes, censo del 2014 en mano, a 1.690 metros sobre el nivel del mar, es el que está a mayor altitud de nuestra geografía. Su casco urbano está compuesto en su mayoría por caseríos y palacetes de los siglos XVII y XVIII. A escasos kilómetros os toparéis con los castillos de Alcalá de la Selva y Puertomingalvo, otras pintorescas poblaciones de calles enjutas y regusto a tiempos pasados, que dicen que siempre fueron mejores. También es imperdible visitar Mosqueruela, que parece conservada en formol, y fue declarada Conjunto Histórico-Artístico en 1982. Ya en Mijares, estaréis a tiro de piedra de Mora de Rubielos y su mítica excolegiata de Santa María, de inconfundible estilo gótico; así como de la amurallada Rubielos de Mora y Sarrión, capital española de la trufa negra que cada año, a primeros de diciembre, acoge Fitruf, la Feria Internacional de la Trufa.

DINOPOLIS, REGRESO AL PASADO EN FAMILIA

¿Qué el viaje es con niños? No hay problema. Visitar Dinopolis, meca española de los dinosaurios, es la solución. Siguiendo la demoscopia subjetiva de nuestro día a día, sabemos del poder hipnótico que estos saurios ejercen sobre 9 de cada 10 niños (¿me quedo corto?). Aviso a navegantes: no es barato, pero la inversión reparte pingües beneficios: horas

de diversión didáctica en familia. A escoger entre espectáculos musicales, de marionetas, teatro negro, diálogos con el hombre primitivo, una sala de juegos y un Sauriopark (un pequeño parque con algunas atracciones mecánicas), maquillaje para niños, manualidades; incluso una paleosenda con cuevas y una especie de yacimiento donde los más pequeños pueden jugar a encontrar huesos de dinosaurio. Además, un espectacular simulador 4D ofrece un viaje virtual en una nave que vuela, bucea y camina con la emocionante misión de rescatar a un Tyrannosaurus Rex. El Museo Paleontólogico (visitas guiadas cada 15 o 20 minutos) ofrece múltiples curiosidades para niños y adultos, y cuenta con dos piezas que producen verdadero asombro: la reproducción a tamaño real de los esqueletos de Tyrannosaurus y de un Brachiosaurus.

CAPITAL DEL SENDERISMO ARAGONÉS

Una de las ofertas estrella de la comarca es su Red de Senderos, con cientos de kilómetros de rutas señalizadas pertenecientes a grandes itinerarios como la Vía Verde de Ojos Negros, el Camino del Cid, la Ruta de los guerrilleros o el Camino del Santo Grial. Por todos ellos se pueden desarrollar senderismo, equitación y bicicleta de montaña, permitiéndonos llegar a los rincones y parajes más encantadores de ambas sierras. La Vía Verde Ojos Negros, que otrora fuera una línea privada construida en el siglo pasado para transportar hierro desde las minas de Sierra Menera hasta los altos hornos del Puerto de Sagunto, ofrece, por ejemplo, más de 160 km de Vía Verde entre las provincias de Teruel, Castellón y Valencia. •••

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> De El Castellar a Alcalá de la Selva

Os recomendamos hacer una de las rutas más populares y afamadas: la que parte de El Castellar y llega hasta Alcalá de la Selva haciendo escala en el nacimiento del río Mijares. En algo más de tres horas y media, recorreréis los lugares más hermosos de Gúdar. Una vez en Alcalá de la Selva, tomar la dirección hasta Valdelinares en una ruta de una jornada completa que continuará al día siguiente hacia Virgen de la Selva. En total, trece horas de recorrido que puede desdoblarse en dos etapas.

ASTROTURISMO: "AQUÍ TOCAMOS LAS ESTRELLAS"

Uno de los rasgos que hace de esta comarca un lugar tan único es la ausencia de contaminación lumínica en sus cielos, lo que la convierte en ideal para observar las estrellas. Y desde hace ya unos años, Gúdar-Javalambre está haciendo del firmamento uno de sus grandes activos turísticos bajo el lema «Aquí tocamos las estrellas». En España ya hay varias zonas que explotan la riqueza de su cielo como recurso turístico, como Canarias, que ha conseguido hacerse un hueco a nivel internacional. El perfil de los visitantes es muy variado, desde expertos apasionados por la astronomía hasta gente sin conocimientos a los que les atrae este mundo. En la actualidad, la propia Sierra de Javalambre cuenta con el Observatorio Astrofísico de Javalambre (OAJ), una ICTS (Instalación Científico-Técnica Singular) construído por el Centro de Estudios de Física del Cosmos de Aragón (CEFCA), que lleva a cabo grandes cartografiados astronómicos. El proyecto Galáctica, en el municipio de Arcos de las Salinas, se encarga de la difusión de sus estudios y hallazgos, que ya han tenido eco internacional.

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