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Cholbi, Juan Bta Codina Bas

Una saga de médicos del siglo XIX - Cristóbal Diego (de Diego) Cholbi

Juan Bta. Codina Bas

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La colaboración desinteresada de Caridad Roca de Diego, ha hecho posible que hoy tengamos conocimiento de muchas de las andanzas del javiense Cristóbal Diego Cholvi, que como D. Quijote encontró en El Toboso su amor y desarrolló su saber. Gracias, Caridad, por ello.

Los descubrimientos que hemos hecho sobre la figura del médico Cristóbal Diego (de Diego) Cholbi nos han llevado a establecer una serie de relaciones que iremos desvelando y que tienen su origen en la búsqueda que de este personaje realizó su descendiente José González de Mora en el Diccionario Biográfico Javiense Abreviado y en el Blog que sobre la Historia de El Toboso tiene el historiador Luis Gómez que en junio de 2015 publicó el documento facilitado por Caridad Roca de Diego titulado ‘Contrato del Ayuntamiento del Toboso con el médico Cristóbal de Diego Cholbi en 1872.’ Aunque el contenido del artículo se va a centrar en la figura de Cristóbal que ejerció la medicina en El Toboso, hemos de aludir a la saga de médicos que hemos descubierto tras analizar algunos documentos de los que he ido encontrando en diversos archivos a lo largo del tiempo y que he puesto en relación. Hemos denominado ‘saga’ en el sentido de una historia o dinastía familiar.

JOSÉ DIEGO CATALÁ, MÉDICO QUE LUCHÓ CONTRA LOS FRANCESES EN EL BATALLÓN QUE FORMÓ LA UNIVERSIDAD DE VALENCIA

La historia familiar la comienza el javiense José Diego Catalá. Debió nacer hacia 1789, según se cuenta de Hombres de Jávea; Los que estudiaron en la Universidad de Valencia entre 1800 y 1832. “Fue miliciano artillero del Batallón de estudiantes de la Universidad literaria y cabo de la 3ª compañía, cuyo empleo desempeñó con toda exactitud, teniendo además el mérito de haber sido conducido prisionero a Francia, sólo por haber defendido esta capital en calidad de artillero de la Universidad.” Esta inscripción marginal consta en su solicitud del 30 de agosto de 1815 en la que ruega se le abonen dos matrículas de química y botánica y de fisiología correspondientes a los años 18111812 y 18121813 por su actuación contra los franceses”. Es interesante detenernos un poco en este hecho. La Universidad puso en pie de guerra un batallón de más de mil cursantes, dividido en cinco compañías de doscientos alumnos cada una, mandados por los catedráticos capitanes don José Sombiela, don Felipe Benicio Navarro, don Vicente Alfonso Lorente, don Manuel Pizcueta y don Vicente Dauder. La nueva milicia se tituló Batallón quinto de voluntarios, primero de la Universidad. Los catedráticos preguntaron a los alumnos qué arma preferían, y el resultado fue que 1.253 estudiantes eligieron el cañón (artilleros) y 117 el fusil. Con los estudiantes que prefirieron la artillería se formó el Segundo batallón del cuerpo de artilleros urbanos de Valencia.

| Artillero de la Universidad Museo del Ejército de Valencia.

El 7 de enero de 1812 Valencia sufrió un fuerte bombardeo, incendiándose, entre otros edificios, el Palacio arzobispal y la Universidad, resultando destruida y quemada una parte de la biblioteca universitaria. Valencia capituló el 9 de enero, y el día 14 Suchet tomó posesión de la ciudad haciendo su entrada oficial. Cuatro días después, en la plaza de santo Domingo, revistó todas las fuerzas que aún quedaban en Valencia y estando, con ese motivo, reunidos todos los estudiantes del Batallón, mandó que fuesen encerrados en el convento de la referida plaza. Las familias, desoladas, pidieron al claustro que gestionase la libertad de los prisioneros. El claustro, por sí y por mediación del arzobispo, impetró clemencia para aquellas indefensas víctimas que Suchet había elegido para cebar la saña de sus rencores. Todo fue en vano. Del convento de santo Domingo fueron trasladados los estudiantes prisioneros al de san Antonio, extramuros de la ciudad, y de allí sacados al amanecer del 26 de enero para emprender el camino a Sagunto, en dirección a Francia; el éxodo terrible se iniciaba. Así terminó la oscura y triste odisea del Batallón de artilleros urbanos de la Universidad de Valencia. Y esto sucedía a pesar de que el artículo segundo de las capitulaciones aseguraba que no habría persecuciones ni venganzas: “No se hará ninguna reclamación respecto al pasado contra los que hayan tomado parte activa en la guerra o en la revolución”. Un informe o memoria referido a la actividad de los estudiantes de medicina en la misma guerra dice: “[...] en esta guerra extraordinaria sufrieron todos los rigores de ella con la mayor constancia y presencia de ánimo. Marchas continúas, largas retiradas, muchas de ellas a pie, pérdidas repetidas de equipajes, bloqueos, sitios prolongados y sumamente peligrosos. La triste suerte de prisionero, miseria por falta de pagas, continúas enfermedades que adquirían en los hospitales en los que reinaban con frecuencia calenturas pútridas, contagiosas, las que casi todos [los facultativos] sufrieron y las que con sus conocimientos facultativos atajaron en todas partes a costa de la vida de algunos de ellos” José Diego Catalá regresó a Valencia después del cautiverio y habiendo concedido la Universidad dos años de matrícula de gracia a los que habían luchado en los batallones universitarios, presentando los avales necesarios para justificar esa pertenencia a los citados batallones se examinó de las materias que le quedaban (química, botánica, fisiología, patología y materia médica, afectos internos y clínica y medicina práctica) obteniendo en 1817 el grado (título) de bachiller en Medicina.

El 8 de septiembre de 1818 el Secretario por S. M. de la Real Junta Superior Gubernativa de Medicina firmó y despachó este Título y licencia de acuerdo de dicha Real Junta. El texto del título que conserva la familia dice así: “Hacemos saber que don José Diego y Catalá, natural de Xabea, Diócesis de Valencia, de buena estatura, ojos pardos con dos cicatrices de viruela en la ceja derecha, habiendo acreditado tener los requisitos prevenidos por las leyes ha sido examinado y aprobado en la Facultad de Medicina del día veinte y cinco de agosto del presente año, por los examinadores nombrados al efecto en la Subdelegación de Valencia. Por tanto, damos licencia y autoridad cumplida al expresado don José Diego y Catalá para que libremente sin pena ni calumnia alguna pueda ejercer la citada Facultad de Medicina, en los casos y cosas a ella tocantes y concernientes en todos los Dominios de S. M. en virtud de esta nuestra carta. Y de parte del Rey Nuestro Señor exhortamos y requerimos a todos los Jueces y Justicias de cualesquiera clase y condición que sean no le pongan impedimento alguno, ni consientan que sobre ello sea molestado ni vexado; antes bien le guarden y hagan guardar y cumplir todas las honras, gracias, prerrogativas, exenciones y privilegios que por las leyes le están concedidas; haciendo se le paguen cualesquier maravedises que por razón de su Facultad le sean debidos. Y declaramos que el susodicho ha prestado juramento de defender el Ministerio de la Purísima Concepción de la siempre Virgen María Nuestra Señora, usar bien y fielmente su profesión, guardar secreto en los casos convenientes y asistir de limosna a los pobres, y que ha pagado la media-annata. Dado en Madrid a ocho de setiembre de mil ochocientos diez y ocho. Vicente Martínez, Dr. Félix González, Dr. Bartolomé Piñero, y otros.

Según nuestros datos se casó en Ruzafa con Francisca María Moragues Espasa, natural de Jávea como él y cuyo casamiento conocemos por la partida de bautismo de su hijo Guillermo Justo Pastor Diego Moragues, nacido en Jávea el 6 de agosto de 1823 y que sería médico. Pero creemos que la esposa Francisca María Moragues falleció puesto que el 27 de septiembre de 1838 nace en Jávea Cristóbal Diego Cholbi siendo su madre María Antonia Cholbi Cardona, que también sería médico.

| Título de José Diego. Archivo Caridad Roca de Diego

A José Diego Catalá lo encontramos en Jávea como médico en el sorteo de quintos de febrero de 1823 para certificar si los motivos de salud presentados eran suficientes para liberarlos del sorteo y así cuando los quintos indicaban que les faltaban muelas o dientes, (hubo varios casos) los declaraban exentos tras certificar el médico que era verdad; el 6 de agosto de 1823 es padre de Guillermo Diego Moragues y en el padrón de 1831 vivía en el carrer Engrañó. En 1838 es padre de Cristóbal Diego Cholbi. En 1841 se integró como socio en el Instituto Médico Valenciano. En 1856 lo vemos testificar en la petición de limpieza de sangre que debía presentar la petición de Jaime Mayor Bertomeu para obtener las cuatro órdenes menores y el subdiaconado. Cuando su hijo Cristóbal Diego se casa el 6 de mayo de 1872 en El Toboso, José Diego ya había fallecido pues su esposa figura como viuda y conviviendo con su hijo en El Toboso.

GUILLERMO DIEGO MORAGUES MÉDICO HIJO DEL DR JOSÉ DIEGO CATALÁ Y DE FRANCISCA MARÍA MORAGUES

Su partida de bautismo dice así:

“En la parroquial iglesia de la villa de Xabea, a los seis días del mes de agosto del año mil ochocientos veinte y tres, el infraescrito vicario de la misma, bauticé solemnemente a Guillermo Justo Pastor Diego que nació el mismo día a las once de la mañana. Hijo legítimo el Doctor Josef Diego y de Francisca

María Moragues, naturales y parroquianos de ésta, casados en Ruzafa. Abuelos paternos:

Guillermo Diego y Vicente María Catalá; maternos Juan Bautista Moragues y María

Rosa Espasa, naturales todos y parroquianos de ésta. Fueron sus padrinos Antonio Diego y María Rosa Espasa, naturales de ésta, a quienes previne el parentesco espiritual. De que certifico, mosén Vicente Catalá, vicario”

El hecho es que Guillermo Diego nació en Jávea, si bien pasó a estudiar a la Universidad de Valencia donde alcanzó los grados de Filosofía comenzando en 1839 el 1º de Medicina y en 1843 solicita el realizar los ejercicios para obtener el grado de bachiller en Medicina. El tema que escogió de entre tres para su examen fue relacionado con las inflamaciones exantemáticas en dos proposiciones: 1ª Las más de las flegmasías exantemáticas son suscitadas y están sostenidas por afecciones internas; 2ª Por consiguiente, en su curación, no tanto se deberá atender a la flogosis cutánea, cuanto a las alteraciones de que ésta pueda depender. Fue aprobado y obtenido el grado.

| Guillermo Diego. Archivo histórico UV

En 1845 solicitó el graduarse de Licenciado en Medicina, realizando los exámenes el día 25 de junio hablando de entre los tres temas que le salieron el relativo a la ‘epistaxis’, y el 8 de julio volvió a responder a otro tema elegido de entre tres en el que habló de la ‘mionitis’. El 11 de julio a las ocho y media realizó el examen práctico: “Después de haberse encargado del enfermo, sufre el último ejercicio siendo aprobado “nemine discrepante”. Acto seguido y después de prestar los juramentos mandados se le confiere el grado de Licenciado con todas las solemnidades de costumbre. En su expediente hay una filiación que nos dice: “edad 29 años, estatura alta, pelo castaño claro, ojos pardos, color blanco, barba clara, nariz regular…” Tenemos constancia a través de diversos documentos del desarrollo de su actividad médica en Jávea, aunque se deslizan algunos cambios de nombres con los mismos apellidos, si bien creemos todos se refieren a la misma persona.

CRISTÓBAL DIEGO (DE DIEGO) CHOLBI HIJO DEL DR JOSÉ DIEGO Y DE MARÍA ANTONIA CHOLBI MÉDICO EN EL TOBOSO

Nació el 27 de septiembre de 1838 (en la lápida del cementerio se indica que fue en 27 de septiembre de 1839). Su partida de bautismo dice lo siguiente:

“En la parroquial iglesia de la villa de Jabea a los veinte y siete días del mes de septiembre del año mil ochocientos treinta y ocho, el infraescrito vicario de la misma, bauticé solemnemente a Cristóbal Diego que nació el mismo día a la una de la tarde, hijo legítimo de Don José y de María

Antonia Cholbi; abuelos paternos: Guillermo Diego y

Vicenta María Catalá; maternos: Cristóbal Cholbi y María

Rosa Cardona, naturales todos, parroquianos y casados en esta. Fueron sus padrinos: Bernardo Cholbi y Vicenta

María Diego, vecinos de la misma a quienes previne el parentesco espiritual y la obligación que contrajeron de enseñarle la Doctrina Cristiana. De que certifico; Don

Sebastián Bisquert, vicario.”

Sus estudios lo llevaron a estudiar en el Colegio de las Escuelas Pías de Valencia el primer año de latinidad en el curso 1851-52. Los siguientes años continúa con latinidad y los tres años de Filosofía. En 1858 solicitó el grado de bachiller en Filosofía. Tras los años de estudio de Medicina, aun cursó en 1863 la asignatura de griego y en ese mismo año solicitó realizar los ejercicios para obtener el grado de medicina.

| Título de Cristóbal Diego Cholbi

En 1864 solicitó realizar los ejercicios para alcanzar el grado de licenciado en cuyo examen hubo de hacer la historia de una úlcera varicosa que padece un enfermo de las clínicas y procedió a la operación en el cadáver que le había tocado por suerte según el nº 3 que dice: ‘Tenotomía1 subcutánea

1 Tenotomía: sección de un tendón. Un procedimiento para abolir la función de un tendón o aumentar su longitud. Tenotomia subcutánea: la que se práctica mediante una pequeña incisión, la mínima para poder insertar el tenótomo. del tendón de Aquiles’. Mereció la calificación de aprobado, siendo investido el 29 de junio de 1864 en una ceremonia celebrada con gran solemnidad asistió además del Sr. Rector, Decano y Catedráticos de Medicina, el Alcalde Constitucional, el Secretario de Gobierno de la provincia y otras personalidades. En el Teatro estaban parte de las más bellas y elegantes niñas de la capital, las cuales fueron obsequiadas con bonitos ramos de flores. Se presentaron los graduandos; hubo discurso científico terminando el acto dando las gracias a los asistentes. Una numerosa orquesta amenizó los intervalos tocando piezas escogidas. El 19 de agosto de 1864 tuvo en su poder el Título de Licenciado en Medicina que le facultaba para ejercer libremente la profesión de Médico Cirujano en los términos que previenen las leyes y reglamentos vigentes. Con el título en la mano debió hacer un planteamiento sobre su actividad profesional y dado que en Jávea estaba su hermano Guillermo Diego Moragues, era necesario en aras de evitar la competencia buscar aires renovados y de esta forma aterrizó en El Toboso. Es curioso que, al llegar a El Toboso, Cristóbal Diego Cholbi, utilizó la fórmula de anteponer la preposición ‘de’ al apellido paterno para evitar la confusión que podía generar el hecho de ser también un nombre propio. De esta forma comenzó a trabajar siendo Cristóbal de Diego Cholbi que han seguido utilizando sus descendientes y así figura en el contrato que firma con el Ayuntamiento, en el acta de casamiento, en el diploma de Socio fundador correspondiente de la Sociedad Española de Higiene y hasta en la lápida que se encuentra en el cementerio municipal de El Toboso. El 26 de agosto de 1868, a propuesta de la Junta Provisional de Sanidad y por unanimidad, fue nombrado por el Municipio de esta villa Médico Cirujano Titular. Los recuerdos de la familia nos presentan al médico en los primeros años de vivir en El Toboso con nostalgia de Jávea. Le costó aclimatarse hasta el punto de decir que allí había nueve meses de invierno y tres de infierno, lamentándose continuamente de la ausencia de árboles en el paisaje.

| Casa donde vivió Cristóbal de Diego en El Toboso.

En esta adaptación al lugar pasado un tiempo encontró en el amor la forma de ir superando su nostalgia hasta que el 14 de enero de 1872 firmó un contrato con el Ayuntamiento de El Toboso2 que dice así:

En la esquina superior izquierda al margen dice:

Obligación contraída por el municipio con el facultativo Dr. Cristóbal de Diego y Cholbi.

“En la villa de El Toboso, día catorce del mes de enero de 1872, requerido y llamado yo el infrascripto

Notario público con fija residencia en la ella del

Ilustre Colegio de la Audiencia de Madrid y Distrito de Quintanar de la Orden, para autorizar este documento me constituí en las salas consistoriales en las que hallé reunidos en sesión a las personas que componen la municipalidad de esta villa y número de contribuyentes de una parte a saber= D. José

Ramón Ortega y Jaramillo, Alcalde constitucional de cincuenta y cuatro años de edad, soltero,

Abogado y Propietario que vive calle del Duque de la Torre número cuatro. Hermógenes Pintado y

Prensa, Regidor, casado, de cincuenta años de edad,

Propietario, vive calle del Puente de Alcolea número ocho. Antonio Gómez Árias y Barrajón, casado, de treinta y tres años, carpintero y Propietario, Regidor, vive en la Plaza de la Soberanía Nacional número seis. Jacinto Coronado y Fuentes, de cuarenta y ocho años de edad, casado, labrador, vive calle del

Duque de la Victoria, número tres. Juan Antonio

Coronado y Gallego, Regidor, está casado, labrador y ceronero, de cincuenta y tres años de edad, que vive calle del Puente de Alcolea, nº 3 y el Regidor síndico. D. Valeriano León y Martínez, casado, de cuarenta y ocho años de edad, propietario y Albéitar (es veterinario). Como mayores contribuyentes, D. Cipriano Añover y Gallego, casado, de cincuenta y dos años de edad, Abogado y

Propietario, empadronado en la calle de la Libertad número primero. D. Juan Pablo Mergelina y Beato, casado, de sesenta años de edad, propietario, vive calle de la Salvación número dos. Félix Muñoz y

Lozano, de cincuenta años, casado, propietario, empadronado calle de Caballero de Rodas, nº seis.

Manuel Marín y Arce, casado, de cincuenta y siete años de edad, propietario, vive calle de Mendizábal, nº 7. Juan León Morales y Fuentes, caso de setenta años de edad, vive en calle de Torrijos, nº 2. Juan de Mata Sierra y Arce, casado, de cuarenta y siete

2 Archivo Histórico Provincial de Toledo, 1872, Protocolo 13.572. Documento proporcionado por Caridad Roca de Diego. Publicado en el Blog de Historia de El Toboso de Luis Gómez en la fecha de 13 de junio de 2015. años de edad, propietario, empadronado en la calle del General Latorre, nº 4. Sebastián Martínez y Gallego, casado, de cincuenta y seis años de edad, propietario y ganadero, vive calle del Duque de la Victoria nº 9. Apolinar García y García, treinta y siete años de edad, casado, ganadero, vive calle de Cádiz, nº 7. Tomás Rodríguez y Martínez Gómez, de cuarenta y tres años de edad, empadronado en la plaza de la Patria, número primero, propietario. Nicasio Panduro y Argudo, casado, de cuarenta y un años de edad, propietario y tajonista, vive en calle del Ejército, nº 7. Miguel Olmo y…, casado, de treinta y siete años de edad, vive c/ Mendizábal nº 5, propietario y tendero. Y Víctor Muñoz y …, de cincuenta y tres años de edad, casado, propietario también y tendero, empadronado en la calle de Mendizábal nº 7. De otra parte D. Cristóbal de Diego y Cholvi, soltero, de 32 años de edad, licenciado en Cirugía y Medicina, empadronado en la calle de Mendizábal nº 26, todos por consecuencia vecinos de esta villa según respectivamente justifican en la cédulas de vecindad que han presentado y recogen y hallándose según Manifiestan en el pleno goce de los derechos civiles, y con capacidad necesaria para otorgar y aceptar esta escritura y dicen… Primero: Que D. Cristóbal de Diego y Cholvi, Licenciado en Medicina y Cirugía viene sirviendo y ejerciendo ambos cargos en esta villa hace algunos años. Y considerando su buen desempeño y habilidad en dichas ciencias, en 26 de agosto de 1868, a propuesta de la Junta Provisional de Sanidad y por unanimidad, fue nombrado por el Municipio de esta villa de aquel año, Médico Cirujano Titular; y aceptado el cargo por el Dr. D. Cristóbal, sigue desempeñándolo a satisfacción del Pueblo. Segundo: Que en acta. celebrada por la Municipalidad en repetida fecha se acordó el otorgar la correspondiente escritura con el D. Cristóbal de Diego lo que no tuvo efecto, ya por olvido, ocupaciones o desidia. ¿Y cómo quiera que sea conveniente y de interés al vecindario, celebrar dicha escritura a favor de D. Cristóbal, atendida su esmerada asistencia y cuidado con los enfermos y previa conferencia habida entre el Municipio, nº de contribuyentes expresados y el Dr. Cristóbal de Diego y Cholbi, teniendo por presente el Reglamento de Partidos médicos? y demás disposiciones vigentes realizan el contrato en la forma y bajo las condiciones siguientes:

Primera, Que este Municipio unido a los expresados contribuyentes, por sí y en nombre de las personas que en lo sucesivo representen a esta villa, nombran por Médico Cirujano titular de ella al Licenciado en ambas Facultades D. Cristóbal de Diego y Cholvi, cuyo cargo desempeñará por espacio de cuatro años a contar de hoy hasta otro igual día de enero de 1876; segunda condición: Que este municipio u el que o los que le sucedan satisfará, de los fondos municipales, los 430 escudos o sean 1.075 pesetas en cada año y trimestres vencidos por la asistencia y curación de hasta doscientas familias de pobres declarados; y cinco pesetas más por cada familia que exceda de aquél número, según clasificación que se hiciere; tercera condición: Que los derechos que correspondan y devengue el Don Cristóbal en causa de oficio criminales o faltas, habiendo condenación de costas los cobrará sin rebaja de lo expresado en las dos primeras condiciones…; cuarta: Que el Dr. Cristóbal, cuando sea requerido para la concurrencia como facultativo en apelación, u para visitar algún enfermo en los pueblos inmediatos, no se le podrá privar de pasar a ellos, siempre que su ausencia de esta no pase de 24 horas, y el estado de los enfermos de esta villa lo permita; Quinta condición: Que se le ha de permitir al expresado D. Cristóbal ausentarse de este pueblo, dos meses lo más; ya para tomar baños, o ya para practicar diligencias propias o familiares; pero a condición que cuando intente dicha licencia del Ayuntamiento, ha de dejar a su costa y cargo otro facultativo que reúna las circunstancias que el D. Cristóbal; Sexta condición: Que debiendo percibir las 1.075 pts., por la asistencia del nº de familias pobres, es claro y consiguiente que de los demás vecinos que no se hallen en aquél caso, habrá y percibirá las cantidades que conviniere con los que se igualaren y quisiesen servirse y aprovecharse de su ministerio facultativo. Tercero. El D. Cristóbal de Diego dijo: Que aceptando como acepta el nombramiento de Médico-titular de esta villa que se le hace, promete asistir y visitar en ambas facultades (medicina y cirugía) a las doscientas familias de pobres designadas u a las que en los sucesivo aumenten por clasificación que se haga, propinándoles los medicamentos necesarios con la mayor exactitud y esmero como hasta aquí lo vine haciendo a condición de cobrar y pagársele por trimestres vencidos la cantidad o cantidades que se expresan en la segunda condición; la que reproduce el Municipio por sí, y en nombre de los que le sucedan. Cuarto: Que de las acciones que le propongan conocerá el Sr. Gobernador civil o Juez de Primera Instancia de este partido. Y respetan todas las disposiciones vigentes en la materia. Bajo las predichas condiciones y bases celebran, aceptan y otorgan los comparecientes este contrato, siendo presentes como testigos Nemesio Marín y Argudo y Crisanto Lozano y Moreno, vecinos de esta villa. Y enterados los otorgantes y contribuyentes presentes con los testigos, del derecho que tienen a leer por sí este documento e Instrumento Público, por su elección, yo el Notario autorizante, procedí a su lectura, en cuyo relato se afirmaron y ratificaron los contratantes por hallarlo conforme. Firman los que saben y por los que no, que lo son como Concejal, Juan Antonio Coronado; y como contribuyentes, Juan León de Morales, Sebastián Martínez y Gallego y Apolinar García y García lo hacen por sí y a su ruego los testigos citados. Di conocimiento de todos los otorgantes y testigos, y de cuanto se hace referencia en esta escritura y es necesario para su validez, doy fe en prueba de verdad. Diecisiete firmas más la del escribano Juan Manuel Sánchez Grande”.

Hay un hecho importante en estos momentos y es que este contrato es un preludio a su casamiento que tiene lugar el 6 de mayo de 1872, cuatro meses después de efectuado el contrato. Posiblemente fue la madre a vivir los meses o semanas previos a la boda para ayudarle en esa etapa de preparación de la boda, ya que en la inscripción3 figura que convivía con el contrayente. La madre estaba viuda, lo que indica que su padre, José Cholbi, ya había fallecido en este momento.

| Cristóbal de Diego Cholbi | Mª Dolores Ortega. Archivo Caridad Roca

3 Esta inscripción figura en el folio quince vuelto y siguientes del Cuaderno donde constan los Matrimonios celebrados en este Juzgado municipal desde primero de enero, digo desde

En la villa del Toboso, siendo las cinco de la tarde del día seis de mayo de mil ochocientos setenta y dos, ante don Tomás Rodríguez Albas, juez municipal suplente de la misma y de D. Juan Antonio Torrero secretario, comparecieron D. Cristóbal de Diego y Cholvi, natural de la villa de Jabea, término municipal de id., provincia de Alicante, habiéndose inscrito su nacimiento en la parroquial Iglesia de San Bartolomé, de la misma villa, en veintisiete de setiembre de mil ochocientos treinta y ocho4, de treinta y tres años de edad, soltero, Licenciado en Medicina y Cirugía, y subdelegado de sanidad del partido judicial de Quintanar de la Orden, domiciliado en esta dicha villa del Toboso, calle de Mendizabal, número veintiséis, hijo legítimo del Doctor D. José Diego, ya difunto, natural que fue de dicha Jávea, y de su mujer Dª María Antonia Cholbi, natural del mismo pueblo, de estado viuda, dedicada a las ocupaciones propias de su sexo, y domiciliada en la misma casa que habita el compareciente y queda expresada; nieto por línea paterna de Guillermo Diego y de su mujer Vicenta María Catalá, ya difuntos, naturales que fueron del mencionado pueblo de Jábea; y por línea materna de Cristóbal Cholvi y de su mujer María Rosa Cardona, también difuntos y naturales del mismo pueblo. Y Doña María de los Dolores Ortega e Iniesta, natural de esta villa del Toboso, habiéndose inscrito su nacimiento en la Iglesia Parroquial de San Antonio Abad de la misma en ocho de septiembre de mil ochocientos cincuenta y cuatro, de diez y siete años de edad, de estado soltera, dedicada a las ocupaciones propias de su sexo y domiciliada en esta población y su calle del Caballero de Rodas, número ocho, hija legítima de D. Genaro Ortega, ya difunto, natural que fue de esta misma villa y de su mujer, Dª María del Rosario Iniesta, natural de Quintanar de la Orden, provincia de Toledo, de estado viuda, propietaria y dedicada a las ocupaciones propias de su sexo, domiciliada en esta del Toboso, calle del Caballero de Rodas, número ocho ya citados; Nieta por línea paterna de D. Juan José Ortega, también difunto, natural que fue de Onrubia (Honrubia), y de su mujer Dª María Dolores Jaramillo, difunta, natural que fue de esta del Toboso; y por la línea materna de D.

treinta y uno de marzo de mil ochocientos setenta y uno, hasta el diez y siete de junio de mil ochocientos setenta y dos. Juan Ángel Iniesta y de su mujer Dª Paloma Pérez, ambos difuntos, naturales que fueron el primero de la villa de Quintanar de la Orden y la última de la de Villacañas. El seños Juez Municipal suplente manifestó que la comparecencia de los expresados D. Cristóbal de Diego y Cholvi y Dª María de los Dolores Ortega e Iniesta tenía por objeto la celebración del matrimonio de los mismos, para el cual se han publicado los correspondientes edictos en esta villa y se ha formado el oportuno expediente donde constan todas las diligencias preliminares y los documentos que la ley exige, y resultando no haberse presentado denuncia alguna de impedimento legal acordó proceder a la celebración del matrimonio. Al efecto, el secretario leyó los artículos primero, segundo cuarto, quinto y sexto de la ley provisional de matrimonio. Acto continuo, dicho Sr. Juez municipal suplente interrogó a D. Cristóbal de Diego Cholbi, con la siguiente fórmula: ¿Queréis por esposa a la señora Dª María de los Dolores Ortega e Iniesta? Y el interrogado contestó en alta, clara e inteligible voz. Sí quiero. Seguidamente preguntó a Dª María de los Dolores Ortega e Iniesta: ¿Queréis por esposo al Sr. D. Cristóbal de Diego y Cholvi?, la cual de igual manera contestó: Sí, quiero. Y continente el Sr. Juez municipal suplente, dirigiéndose a los dos, pronunció las siguientes palabras. Quedáis unidos en matrimonio perpetuo e indisoluble. Inmediatamente el secretario leyó los artículos del capítulo quinto, sección primera de la referida ley declarando enseguida dicho Sr. Juez suplente terminado el acto de la celebración del matrimonio y mandando que se procediese a extender la correspondiente acta, en el Registro civil de este juzgado. Los contrayentes manifestaron, que habían celebrado matrimonio religioso el día de ayer, cinco del corriente mes, en la parroquial de San Antonio Abad, de esta villa. Todo lo cual se verificó y declaró ante los testigos mayores de edad designados por los contrayentes, D. Valeriano León y Martínez y Juliá Ortiz y Mayoral, naturales de esta villa, casados, propietario y domiciliados en la misma. Extendida inmediatamente la presente acta, se leyó íntegramente a las personas que deben suscribirla y se les invitó además a que la leyeran por sí mismas si lo deseaban, sin que ninguno lo hubiese

hecho, estampándose en ella el sello del Juzgado Municipal y firmándola el señor Juez suplente, los cónyuges y los testigos y de todo ello, como secretario certifico: (sellado al margen con el de este Juzgado- Tomás Rodríguez, Cristóbal de Diego y Cholvi, Dolores Ortega, Valeriano León, Julián Ortiz. Juan Antonio Torrero.

Al fundarse en 1881 la Sociedad Española de Higiene, se integra en ella como socio fundador ya que esta entidad se constituyó como un lugar de debate y encuentro sanitario de médicos, higienistas, arquitectos, literatos y políticos y cuyos objetivos eran el de propagar los conocimientos higiénicos, crear institutos de higiene y fomentar esta disciplina. La extensión del artículo me impide detenerme en el contenido de las cartas que le remitía su madre desde Jávea pero voy a destacar dos: una del 12 de diciembre de 1881 en la que le envía cuatro cajones de pasa y uno de higos, lo que es usual cuando la familia está lejos de la tierra en que vio la luz primera; y la segunda de 12 de febrero de 1884 en la que le cuenta el recibimiento que hizo la villa al Dr. D. Jaime Pajarón Ripoll con motivo de haber sido nombrado Canónigo doctoral por oposición del obispado de Segorbe, y que relata de la siguiente manera: “Hemos tenido una grande gloria en Jávea pues ha venido Pajarón a esta. Fueron a recibirle a Ondara con sus tartanas y coches y al llegar a Jávea fue todo el pueblo en masa a recibirle con música y las campanas dejaban resonar su sonido al entrar de la calle Mayor plantaron allí muchos árboles hasta casa de González y está muy contento de sus compatricios.” En estas misivas que la madre escribe al hijo la envía saludos de sus sobrinas monjas y de D. Antonio Torres, presbítero. De su trabajo como médico tenemos constancia de los recuerdos que conserva la familia como que operó a una tía de su mujer de cáncer de pecho y sobrevivió un tiempo; de que hacía los medicamentos en el mismo convento de monjas Trinitarias de El Toboso donde tenía un espacio de farmacia, enfermería; que le sobrevivieron tres hijos y que siendo médico no pudo salvar a los otros. Tenía fama de muy buen médico-cirujano, incluso fuera del pueblo realizando algunas intervenciones complicadas, pero en sus últimos años se dedicó a los enfermos pobres. Entre las cosas en las que participó de alguna forma se encuentra la inauguración de una ermita en la carretera de Madrid a Albacete, en el término de El Toboso; que mandó poner los árboles en la glorieta delante de las monjas trinitarias, que trajo la luz al pueblo, que dijo que no saliera la procesión por el mal tiempo y la gente estaba un poco rebelde y dijeron que salga, que salga, y creo que volvieron los santos desmelenados y hechos una pena; que mandó poner las puertas del cementerio y el primero que las estrenó fue él. Hay constancia de que en algún momento fue alcalde el pueblo de El Toboso y en su lápida reza que fue Subdelegado de Medicina del Partido Judicial de Quintanar de la Orden.

| Lápida en el cementerio de El Toboso de Cristóbal de Diego Cholvi

Tras un largo tiempo aquejado del corazón falleció no sin antes exclamar: “¡Ay, Santo Cristo de Jávea!” La noche anterior le dijo a una criada que poca guerra le iba a dar ya. el 9 de abril de 1897. Como hemos hablado de saga, queremos referirnos a otros médicos en la familia. La hija mayor de Cristóbal de Diego, Pilar, se casó con el médico Francisco Calvo Robles, que ejerció en El Toboso; una nieta se casó con el médico Víctor Manuel González que fue médico rural y el hijo de éste, Manuel González Calvo que es médico militar. Del matrimonio del segundo hijo, José Genaro, tuvo una hija casada con José Roca Ortega que había comenzado estudios de medicina, pero que lo relaciona con Pedro Roca Auguet, médico y precursor de la vacuna antidiftérica. En Jávea tenemos al médico Antonio Diego Cardona que tiene relación familiar con Cristóbal de Diego. Fin de la saga por ahora. •••

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