8 minute read

El valor de formarse y aprender en el IES Núm 1 de Xàbia, José Vicente Artés Mascarell

El valor de formarse y aprender en el IES Núm 1 de Xàbia

José Vicente Artés Mascarell

Advertisement

Suena el teléfono de la sala de profesores, “tienes dos ex-alumnos que preguntan por ti”. Con este texto inicio mi reflexión. ¿Es importante nuestro trabajo? ¿Tiene repercusión en la sociedad de Xàbia, y en la comarca de la Marina Alta? Formar, generar ilusión en futuros proyectos laborales, es una de las tareas más apasionantes en las que no vemos los profesionales docentes del IES Núm. 1 de Xàbia; aprender y crecer con ellos, formar mejores personas y en un futuro cercano, buenos trabajadores; saber y transmitirles los valores que deben dar a la sociedad, a la que van a servir. Desde nuestro instituto reseñar que estudian cada día 900 alumnos, más los estudiantes que cursan idiomas en la escuela oficial, y tenemos un claustro de profesores de 90. Nuestra responsabilidad como docentes es transmitir entusiasmo a nuestros estudiantes; desde nuestras aulas impulsamos el conocimiento y la formación académica y fomentamos la capacidad para el debate y la reflexión. Se imparten los 4 cursos de ESO; 2 modalidades de Bachillerato (científico y el humanístico) junto a la Formación Profesional en sus tres familias: Administrativa, Informática y Sanitaria, con 7 ciclos. Desde los ciclos preparamos para un mundo laboral abierto con dinámicas nuevas, tecnologías cambiantes, retos y habilidades por definir; es en ese campo de la innovación donde nuestro alumnado va a tener que moverse y nosotros con ellos. ¿Qué cambios tecnológicos acontecen en el aula?, ¿Qué nos deparan las TIC? Sea cual sea el papel tecnológico del alumnado y profesorado, siempre nos tocará hablar de generar vocación al servicio de los futuros pacientes, hablo como no, de formador de la familia profesional sanitaria; ayudar, confortar, limpiarles en su higiene, vestirles y acompañarles con sus limitaciones físicas, socorrerles, aplicar primeros auxilios,… Deben ser profesionales vocacionales, con un alto grado de compromiso y formación inicial, sus estudios tienen unas características propias que los hacen atractivos desde el punto de vista de quien está en una etapa de elección de su futuro profesional. Deben ser percibidas como

profesiones que previenen o resuelven problemas concretos, es decir, las enfermedades de las personas, sean leves o más complejas. La actividad desarrollada profesionalmente, normalmente tiene que ver con la formación recibida, gracias a los procesos de especialización; aquel que tiene una cierta vocación asistencial debe de tener un espacio para satisfacer su inquietud, y quien tenga un interés más técnico, también encuentre sus oportunidades, con los avances tecnológicos, que desarrollamos en nuestro instituto. Desde la familia profesional sanitaria, volviendo al ejemplo de la cita inicial, retomamos la introducción, con la presencia de dos estudiantes de 4º de Medicina, de la Universidad de Salamanca, que recuerdan el paso por nuestro centro, sus compañeros y profesores; es una gratificación impagable para este humilde docente. “Debéis contar a los compañeros que cursan actualmente, cómo fue vuestro paso por aquí y qué expectativas genera el mercado laboral”. Palabras que vamos a conjugar: compañerismo, ilusión, preparación, valores humanos, solidaridad, talento, implicación, buscar la perfección, mejorar cada día, llenar los proyectos en los que participamos… El filósofo John Dewey afirmaba ya en un lejano 1916: “si hoy enseñamos a los estudiantes como enseñábamos ayer, los despojamos del futuro”. Más de un siglo después, esta frase sigue vigente. Ante los cambios acelerados en nuestra sociedad, muchos de ellos propulsados por nuevas tecnologías, necesitamos cambiar la educación. El valor de enseñar para el mañana, educar para el hoy, es caminar al revés. Como educadores y formadores necesitamos estar al tanto no solo de las tendencias actuales sino de las evoluciones que las mismas podrían tener. Anticiparnos a las necesidades de los estudiantes, así como la mejor manera de enseñarles y prepararles para el mercado laboral del futuro, es crucial para mantener el valor agregado y la utilidad de la educación secundaria, pensando en poder llegar al siguiente escalón, la universitaria. Los profesionales docentes precisamos recursos para poder realizar la tarea orientadora en el aula y poder trabajar las vocaciones académicas vinculadas a futuras elecciones del alumnado. El 94% de los estudiantes en España considera que les hace falta más apoyo, por parte de los profesionales de la orientación de sus centros educativos para informarlos sobre sus opciones académicas y acompañarlos en su toma de decisiones sobre su proyecto de vida y profesional. Aconsejar estudiar lo que a uno le gusta, junto a los factores de salidas laborales que pueden condicionar el futuro académico y profesional. “No hay nada en esta vida que me haga más feliz que dedicarme a lo que realmente quiero”, es ese mi sueño, conseguir terminar la carrera y mejorar la vida de los pacientes” me comentó uno de los ex-alumnos. -Tu vocación es lo más importante -. Hablamos frente a un café en nuestra cantina, repasamos sus años en nuestro centro; salidas extraescolares a hospitales, participación en la donación de sangre, que hacemos dos veces durante el curso, participación en la Feria de la salud de Xàbia, donde explicaban a los escolares, la importancia de cómo nutrirse; trabajos y exposiciones, con lo útil de aquellos temas de debates, anécdotas de compañeros y profesores, ilusiones y planes compartidos de viajes formativos. Sugata Mitra, profesor de Tecnología Educativa en la Escuela de Educación, Comunicación y Ciencias del Lenguaje en la Universidad de Newcastle, destaca que es necesario alfabetizar al alumnado en cuanto a comprensión, comunicación y computación La importancia de la lectura, la escritura y la aritmética, considerados hasta ahora como los pilares de la alfabetización, “ha cambiado a causa del uso de Internet”, y también ha asegurado que “la educación y formación será continua y durante toda la vida”

Según el informe Preparing the new generation for the future of work, elaborado para el World Innovation Summit for Education (Educaweb 25/02/2019): Señala que tanto los empresarios, como los docentes y los jóvenes consideran que las competencias sociales como la empatía, la apertura ¿de mente? o la capacidad para trabajar con otros resultan necesarias para afrontar el mundo laboral futuro, más que las habilidades profesionales adquiridas con los estudios. Se precisa competencias transversales de los solicitantes de empleo, habilidades relacionadas con las nuevas tecnologías, aprendizaje de los idiomas extranjeros, capacidad de auto capacitación y flexibilidad / adaptabilidad y ética; son algunas de las conclusiones de los diversos actores laborales que participan en este estudio. Las nuevas tecnologías van cambiándolo todo, la economía, la cultura, la manera de regirnos, nuestra forma de relacionarnos, en definitiva, lo va impregnado todo y alcanza a las diversas sociedades. Se están produciendo avances que hasta hace unos años eran impensables y va a haber muchos más en todos los sectores. Desde el instituto nos genera incertidumbres y nuevas reglas que tenemos que escribir. Y, para encontrar la respuesta adecuada a estos retos, necesitamos valores. Valores que tendrán que adaptarse a las nuevas realidades y evolucionar con ellas. Todo es nuevo y nada está definido, el mundo del trabajo ya está cambiando: surgen profesiones que hace unos años no existían, los trabajadores necesitan mejorar sus capacidades, y su formación. El mejor instrumento para afrontar este desafío es la educación, que tiene que responder a las necesidades de un mercado laboral en constante transformación. Debe incorporar los conocimientos y habilidades (competencias) digitales y la formación para las nuevas profesiones, sumando los avances tecnológicos a los procesos de aprendizaje y generando nuevas titulaciones que cubran la demanda de empleo. “Que os parece si el próximo trabajo sobre la prevención del tabaquismo, lo enfocamos sobre…” Con los ex–alumnos hablamos de aquel trabajo que luego tuvimos el honor de que se nos premiara con el 1er premio a nivel autonómico, cómo lo planteábamos, búsqueda y reparto de materiales, “hemos visto los anteriores y vamos a mejorarlos”. Ilusión en un trabajo bien hecho y con una implicación de trasladar la educación y promoción de la salud a sus compañeros más jóvenes del instituto, la importancia de no introducirse en el hábito tabáquico. Iniciamos junto a los responsables de Salud Pública de Dénia allá por el 2004, nuestro primer trabajo desde el

instituto, hasta este curso no hemos faltado a la cita en cada curso y hemos contado con el reconocimiento de los profesionales sanitarios del departamento, del producto que salía de nuestras aulas, de “estudiantes para estudiantes”. Cultivar el conocimiento, estimular el talento, es decir, promover la educación, es mucho más que una meta plausible, es la condición inexcusable para el desarrollo personal. En este momento, uno de los principales retos es adaptar las necesidades educativas y formativas a este nuevo entorno, para reducir los posibles desequilibrios entre la oferta formativa y las demandas del mercado de trabajo. En conclusión, como señaló Kant, “Tan solo por la educación puede el hombre llegar a ser hombre. El hombre no es más que lo que la educación hace de él”. Pero la educación cambia. Y el cambio en el siglo XXI se encuentra en las Tecnologías de la Información y el Conocimiento. Disponer de una población estudiantil, joven, digital y participativa es la suerte con la que contamos en nuestro instituto, debemos sacarle partido a la misma, moverla para obtener los mejores logros, potenciar su lado más creativo y su proceso de desarrollo lógico de investigación. Tenemos que trabajar por y para los jóvenes, pues son nuestro futuro. Vamos a aprender y trabajar juntos, un proyecto de educación para una vida mejor, inculcando: autoestima, motivación, disciplina, buena relación con los profesores, gusto por el estudio, respeto por las normas, sociabilidad, toma de decisiones,… y como decía Muzoon Almellehan, activista siria, “Sólo la educación, nos da esperanza y futuro” •••

This article is from: