Reportaje
‘Es un buen momento para hacerse médico militar’ Manuel Cesáreo López Perales, un general solanero al frente del Hospital Central de la Defensa ‘Gómez Ulla’
Manuel López Perales junto al alcalde el día del pregón de feria
Aurelio Maroto
N
o faltó quien le esperaba ataviado con uniforme militar, luciendo su flamante divisa de bastón sobre sable. Pero no, eligió un traje oscuro con corbata lima pálido. Sobriedad castrense, quizás. A las 9 en punto del 24 de julio sonaron los tambores de la Agrupación Musical de San Sebastián. La feria arrancaba con el colorista desfile inaugural y un general de Ejército iba en cabeza, junto al alcalde, Luis Díaz-Cacho, que le permitió compartir el izado de bandera. No dejaba de sonreír, se le notaba cómodo. En un bolsillo guarda-
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ba, escrito, el pregón oficial de Santiago y Santa Ana-2018. Iba a ser el primer militar en ocupar esa tribuna, en la que tantos solaneros ilustres han desnudado sus sentimientos de patria chica. GACETA ha querido conocer un poco más sobre el jefe de la BRISAN (Brigada Sanitaria) y director médico del Hospital Central de la Defensa ‘Gómez Ulla’, general de brigada Manuel Cesáreo López Perales. Pregonero de la pasada feria. Especialista en cirugía torácica, doctor en medicina y solanero de corazón, Manuel Cesáreo López, ‘Manolo’ para el común de sus conocidos, guarda La Solana en su mente. Especialmente La Solana
de los 60, de los 70… Llegó siendo niño desde su Tomelloso natal por el traslado profesional de su padre, Manolo el del juzgado. “Era un día de feria y hacía un calor tremendo, siempre lo recordaré”. Menciona la escuela de don Agustín, donde conoció a Ramón Navarro, Manolo Gertrudix, Juan Miguel Torres, Andrés Sevilla “y otros muchos compañeros con los que jugaba al cabo guardia, al pañuelo, al burro…”. Tampoco olvida la escuela de don Alfredo, o la de don Francisco [Ortega] Puga, “excelente maestro que nos obligaba a leer a diario un capítulo del Quijote ¡bendita obligación!”. Luego llegó el instituto, “con don Gaceta de La Solana