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Una mirada
Miró hacia abajo y se encontró con los ojos más bonitos que había visto en mucho tiempo. Estaba arrodillado delante de ella y la miraba fijamente, se había roto la cremallera de su chaquetón y se ofreció presuroso a arreglarla. “No se preocupe, estoy acostumbrado a hacer esto muchas veces” le dijo sonriente… éstas palabras sonaron en sus oídos como una música suave y maravillosa, en un momento, sintió ese calambrillo que te sacude el cuerpo de arriba abajo y te deja sin palabras…, aquella mirada dulce la hizo volver muchos años atrás cuando se enamoró por primera vez y deseó sentir sobre sus labios aquel primer beso. Durante muchas noches soñó con aquellas palabras. Recordaba uno por uno cada gesto y su mirada fija encontrándose con la suya. Al despertar sonreía sabiendo que se había enamorado, pero no volvió a verlo. Habían pasado algunos meses y una tarde por casualidad, se encontraron en el supermercado. Los dos se miraron fijamente y de nuevo esa mirada la hizo reaccionar, los dos sonrieron cogiéndose de la mano
¿Quién dijo que a los 70 años no puede una persona enamorase?
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El Amor no tiene edad, el sexo es otra cosa, la fogosidad de los jóvenes es sólo eso: fogosidad.
A esta edad, pasados los 50 te puedes enamorar de unos ojos, unas palabras bonitas, una mirada cómplice, una atención, incluso un saludo cordial.
No importa la edad, cuando el corazón, siempre joven, salta en el pecho al encontrar en un recodo del camino de la vida, a esa persona maravillosa e inesperada que te cautiva con su mirada.
Paqui González