Malaga Mayores Solera nº134 ene-feb 2020

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134* ENERO/FEBRERO ‘20 * MÁLAGA CON SUS MAYORES


134* ENERO/FEBRERO ‘20 * MÁLAGA CON SUS MAYORES

Edit�i�

Empezamos el 2020, en Solera, todos los años nos estrujamos la mente para incorporar nuevas ideas a la revista. Este año iniciamos una sección

nueva que esperamos os guste. Venimos cargados de energía y ni las reAbdelaziz Sibera Bougaba EDITA Excmo. Ayuntamiento de Málaga. Área de Derechos Sociales. Sección de Mayores DIRECCIÓN Francisca Ramos Montero COORDINACIÓN Fernando Jiménez Salmerón

bajas, ni la cuesta de enero son obstáculos para que con ilusión aporte-

mos a nuestros lectores y lectoras nuevas historias, curiosidades, recetas. Vislumbramos a corto plazo un carnaval que deseamos sea entretenido y colorido. Esperamos con devoción la llegada de la primavera y deseamos que cada momento que vivamos lo llenemos de alegría compartida, y no

dejemos de asombrarnos como un ser pequeño con ansias de descubrir e imaginar un mundo sensacional y majestuoso.

DISEÑO Y MAQUETACIÓN

EQUIPO DE REDACCIÓN Juan Manuel Díaz Romero Francisca González Burgos Leonor Morales Calvo Lola Narváez Reyes Mari Carmen Pérez Pascual Mercedes Sophia Ramos Jiménez Ana Sola Loja Nono Villalta Isabel Pavón Paqui Pérez Báez Maritina Romero Ruiz EQUIPO DE REDACTORES GRÁFICOS Alvarez Valverde, Jose Antonio De la Rosa Galeote, José García Lupiáñez, Gabriel Gutiérrez Campoy, Alejandro López Fernández, José Pastor Sánchez, Francisco Sabín González, Nicanor Santiago Gómez, Antonio Sibera Bougaba, Abdelaziz Tapias Cordero, Valentín Jorge IMPRIME Editorial MIC DEPÓSITO LEGAL E ISSN MA-1168-97 ISSN: 2171-0201 PORTADA El premio Goya PUBLICACIÓN, REDACCIÓN Y SOLICITUD DE EJEMPLARES GRATUITOS C. Concejal Muñoz Cerván s/n Módulo 3. 29003 Málaga Tel. 951 928 420 revistasolera@malaga.eu

SUMARIO Clausura de los talleres de las Personas Mayores 2019

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Asociaciones y Colaboradores. Identidad Perdida

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ENTRE LÍNEAS

Un viaje con la abuela, la maleta

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CAMINANDO VOY

A través del espejo roto

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Silencios

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La manguera

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Lágrimas en la almohada

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Casualidad

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La croqueta

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Casarabonela

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Codornices en escabeche

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El tren de cercanías

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El saquito

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Basura

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Marisol

19

Año 2020

20

Pensamientos sobre el tiempo

21

Que usted se duche bien

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Tomates rellenos

23

A, B

24

C, D

25

SALUD

Bulos sanitarios

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AGENDA Y MURO

Sudoku/ Libros/ SI o No. Las Rebajas/Película

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Cartel del Carnaval de las Personas Mayores 2020

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EVENTOS

PINCELADAS

MI MESA CAMILLA

LA MARMITA DE LOLA

DE TODO UN POCO

LA BRÚJULA

DE ESTO Y AQUELLO

CONTRACOSTUMBRE

ABECEDARIO


EVENTOS

�a��a T�рс 2019

El escenario del Teatro Cervantes se inundó de luz y color la tarde del 16 de Diciembre con las actuaciones del ramillete de personas que, durante todo un año, han luchado por el sueño de pisar sus tablas en el Acto de Clausura de Talleres para Personas Mayores de nuestra ciudad. Éste se inició con una selección de villancicos de las Corales Polifónicas Regina Coelli y Miraflores del Palo, dirigidas por Armando Casquero, que con su magnífica interpretación lograron transmitirnos su espíritu navideño. El Alcalde, D. Francisco de la Torre, acompañado por varios concejales, entre ellos Gemma del Corral y Ruth Sarabia, Concejalas Delegadas de Derechos Sociales y Participación Ciudadana respectivamente, dedicó unas palabras al público y artistas destacando la importante labor social que desarrollan los Talleres y agradeciendo el enorme trabajo de monitores y participantes que con tanta ilusión preparan este evento. El programa continuó con la actuación de grupos de baile de los diferentes distritos. La Asociación Virgen de la Luz , con Marisol Egea al frente, presentó sus «Fandangos cartameños» llenos de armonía y belleza. La Asociación Gamarra, con Jennifer Gómez como monitora, ofreció un vistoso popurrí de pasodobles y bachata con gracia y desenvoltura. Bailar sevillanas con mantón es muy difícil, hacerlo acompasadamente es todo un arte: el nutrido grupo de mujeres de la Asociación Málaga Este, dirigidas por Montse Bravo, nos impresionó con su interpretación.

Seguidamente, cuarenta mujeres de Churriana Fuente del Rey, de la mano de Verónica Jimenez, nos dejaron maravillados tocando con maestría su “Pasodoble con castañuelas” . Preciosas también las «Malagueñas» bailadas por Los Alegres de Cruz de Humilladero, con M. Carmen Mostazo como monitora.

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EVENTOS

La fiesta estaba llegando a su ecuador cuando un numeroso grupo de hombres y mujeres de El Perchel, hizo su aparición para ofrecernos una graciosa puesta en escena de una «Loca Nochevieja en el Perchel», dirigidos por Antonio Merino. Con las campanadas, las uvas y mucho humor se cerró la primera parte y se hizo una pausa para presentar el cartel ganador del Carnaval de las personas Mayores 2020. El primer premio del concurso fue para José Gómez Torrijos de la Asociación Málaga Este. El segundo para Vicente Moratón, de la misma asociación y el tercero para Josefa Torres Lozano de la Asociación Nueva Málaga. El Alcalde dedicó unas palabras de elogio a los artistas y nos felicitó deseándonos un 2020 lleno de esperanza. La segunda parte comenzó con la divertida pieza teatral «Un bautizo a palos» de Concha Gómez, dirigida por Marina Hernández e interpretada por el grupo de teatro de la Asociación Guadalmedina. Los actores estuvieron magníficos e hicieron las delicias del público. Siguieron otros bonitos bailes, como el «Tanguillo flamenco» de la Asociación Virgen de la Luz , «Verdiales de Almogía» de Los Alegres, en los que, como nota original, las mujeres portaban los típicos sombreros, o la graciosa «Rumba salseada» de Churriana Fuente del Rey.


EVENTOS

Se acercaba el final. El Perchel con «All i want for christmas is you» y Málaga Este con «Villancico andaluz», nos dejaron un buenísimo sabor de boca. Como colofón, los participantes se reunieron en el escenario para despedirse recibiendo una enorme ovación. Desde Solera queremos felicitar a todos por la fantástica tarde que nos hicieron disfrutar. Paqui González y Maritina Romero

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EVENTOS

Asociaciones

Por José Olivero Palomeque

Id�tidad PERDIDA

En mi trabajo como voluntario con personas mayores en una Residencia, se viven muchas experiencias humanas, hermosas unas, dramáticas otras. La relación personal con ellos y a medida que vas conociendo sus historias personales, los vínculos de confianza y afectividad crecen de manera natural. Más aún cuando ya llevas muchos años tratándolos y percibes cómo van asumiendo la evolución de sus vidas fuera del contexto familiar que antes vivieron. Esa realidad provoca, en unos, sentimientos de familiaridad que les ayudan a integrarse sin dificultad; en otros, no es lo mismo, comienzan a sentir una rebeldía que les dificulta esa integración para asumir su nueva realidad; progresivamente, esa actitud se va transformando en un deterioro psicológico que muchas veces es irreversible. A toda esa carga de sentimientos y emociones positivos o negativos, según los casos, se suma lo que es inherente a los años que se van acumulando en estas personas: la presencia de determinadas patologías que afectan a su salud, unas arrastradas a lo largo de su vida y otras que aparecen por razones que merece la pena reflexionar. Cuando ese deterioro es de carácter psicológico o porque afecta a sus capacidades cognitivas de manera preocupante, se enciende la alarma del fantasma del alzhéimer, que muchas veces se confunde con una demencia senil progresiva. Para atender estos casos, se trabaja en lo que llamamos Talleres de la Memoria, como una herramienta que puede ayudar a estas personas a ralentizar esa dificultad para recordar lo inmediato o lo lejano en sus vidas. Quiero centrarme en algunos casos dolorosos cuando se percibe en ellos comportamientos y conversaciones que proceden de un deseo que emana de su mundo interior, real para ellos y así lo expresan, pero irreal en la evidencia de su situación. Aquí ya no apa-

rece ni rebeldía ni consciencia de una realidad asumida o no, es una llamada continua a encontrarse con personas que ya no existen o al retorno a su casa que ya no es su residencia. Son imágenes que se presentan en ellos o deseos de reencuentros que verbalizan con nerviosismo y exigencias. Inquietud que se suele tranquilizar cuando se les habla con cariño y respeto. Al mirarles a sus ojos, aparece como una luz que se apaga poco a poco con un gesto de resignación y te regalan una sonrisa de gratitud. ¡Cuánta humanidad brota del corazón de estas personas! ¡Cuántos sentimientos reprimidos que quieren volar al encuentro con sus deseos! Su consciencia, su memoria, su historia personal, ¿dónde se encuentra? Porque en su mundo interior se siguen construyendo esas imágenes y esos deseos, esa voluntad de ser ellos mismos, esa necesidad de sentirse vivos, escuchados y comprendidos. Aunque en ese mundo suyo aparezcan oscuridades que ocultan la realidad de su vida, en los momentos de lucidez, si es que se producen, no recuerdan esas reiteraciones incoherentes que se suceden cada vez con más intensidad y frecuencia. Es como si se alejaran de su propia identidad y, en esos momentos, se sienten perdidos, desorientados. Estos procesos de deterioro cognitivo, que no tiene por qué tratarse exclusivamente de la tragedia del alzhéimer, van provocando esa pérdida de consciencia de la realidad de su vida actual; el paso del tiempo va oscureciendo, como si se tratara de una ceguera que quiere ver y no ve, su identidad que le hace sentir inseguro. Porque ya no se trata de recordar o no lo inmediato o lo lejano de sus vidas, es algo más profundo y doloroso, es hundirse progresivamente en el abismo oscuro que le impide sentir la presencia de lo que es real en su vida. José Olivero Palomeque


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~Entre líneas~

Por Maritina Romero Ruiz

La m�eta

A mi abuela, la única que conocí, y a todas las que, como ella, nos esponjan el corazón con su recuerdo

Es la primera vez que me subo en el tren. Voy con mi abuela al pueblo. Está un poco lejos, en la sierra. Allí tiene unas tierras y «hay que darles vuelta», comenta con el hombre que se sienta frente a nosotras. Yo la acompaño para que no vaya sola. Dice que el campo me abrirá las ganas de comer. Acabo de recordar que tengo mucha hambre. Pienso en la tortilla de patatas que lleva en el canasto y se me hace la boca agua. Me llamo Carolina, tengo once años y he aprobado el ingreso en el instituto de mi pueblo. Quiero hacer el bachillerato, aunque mi madre dice que ya veremos. Soy la mayor de cuatro hermanos y no tenemos dinero. Desde que mi padre se fue a Alemania, la abuela nos ayuda en todo lo que puede. Asegura que un día de estos volverá y se acabarán los problemas. Mi madre se enfada cada vez que hablan de mi padre. A mi me gusta buscar en el mapa Alemania y las capitales de Europa. Me las sé de carrerilla y también los ríos, montañas, cabos y golfos. Empiezo a estar harta del traqueteo. El banco de madera se me clava en las piernas y estoy aburrida. Me dedico a mirar por la ventanilla y a observar a la gente que llena el vagón. La muchacha que se sienta a mi lado es muy guapa. Tiene el pelo tan negro como la endrina, diría la abuela, y unos ojos muy bonitos, «verdes como el trigo verde», como dice esa canción que ponen en la radio a todas horas. Ella siempre habla así; a mi me gusta esa manera suya de decir las cosas, las imagino muy bien. La chica se levanta y me sonríe. Lleva puesto un vestido azul celeste de manga corta que me encanta.

Trini Carrera

Hace rato que me pregunto dónde habrá ido, ya falta poco para llegar a la próxima estación. De pronto la veo venir por el pasillo seguida por dos hombres, se dirigen hacia aquí. Nos miran de arriba abajo y enseñan sus placas: son policías de paisano. Tenemos que abrir los equipajes. Mi abuela señala nuestra maleta y pide que se la bajen, que ella no puede. Uno de los polis, el más joven, la saca del maletero. La chica coge su maleta. Arriba todavía queda otra, es de cartón y tela gruesa con rayas marrones, me fijé muy bien cuando ella la subió. Ahora dice que no es suya; yo estoy a punto de hablar pero la abuela me mira de una forma rara y me callo. La abren forzando las cerraduras, está llena de paquetes de café, tabletas de chocolate y cajetillas de tabaco. El tren ha parado. Los policías bajan rápido llevándose la maleta y a la muchacha de los ojos verdes. No comprendo muy bien lo que pasa. La abuela pronuncia bajito una palabra que nunca había escuchado: «estraperlo». Seguro que me la explica, aún nos queda un largo camino. Maritina Romero Ruiz


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CAMINANDO VOY

~Caminando voy~

A TRAVÉS DEL ¿Qué puedes ver a través de un espejo roto? ¡Nada! Pues, ésa es ahora mi situación; mi vida está rota por mil vicisitudes que me han ido sucediendo a lo largo del tiempo. No importa que sea joven o mayor, rico o pobre, culto o inculto, hombre o mujer, casado o soltero, para que tu vida esté resquebrajada y sientas que tu cuerpo está hecho añicos. Enfermedades, disgustos, incomprensiones, Intentas mirarte para ver tu imagen reflejada y no puedes juntar los pedazos que te encuentras. Buscas un aliciente pero, todo está fuera de control, no sabes cómo unir esos pedazos de tu propia historia; quieres mi- rarte y estás deformado, nada hay en su sitio, buscas un hueco para poder verte y no lo encuentras, es como si tus pensamientos también se hubiesen roto, sin poder enlazar los trozos de tu incomprensible existencia. Miras al suelo y ahí te encuentras con un trozo lo suficientemente grande como para poder ver tu cara. Entonces, piensas: “¡Está completa!”. Sientes de nuevo un ánimo que te alivia el alma, se reanudan tus deseos de seguir adelante, es como si te hubieses alegrado de estar fuera de tu propio ser, para desde ese caos volver a la realidad de una vida en la que hay mucho que hacer, y reestructurar con nuevas energías, así puedes comenzar el nuevo ciclo de una nueva etapa, que ahora da paso al ser que comienza a resurgir de sus propias cenizas, como el ave fénix;

Por Paqui Pérez

сpejo roto empezando a restituir lo que estaba desperdigado y por fin vuelve a unificarse. Desde lo más bajo, como es el suelo donde te has podido ver a través de ese trozo de espejo tal y como eras; vas a tener fuerzas para subir a la cima de tu propia existencia, demostrando a todos aquellos que te han puesto “zancadillas”, que por el camino de la honestidad se puede llegar a lo más alto de la dignidad humana; como tú lo vas a demostrar cueste lo que cueste. ¡Ánimo! hay mucho trabajo por hacer y muchas cosas por poner en su justo sitio, además de demostrar que tú no te vendes, no hay precio para poderte comprar, eso que ahora resulta tan fácil; se ve y se escucha. Según dicen, todos tenemos un precio, puede que sea verdad, pero para venderse no todos tenemos el mismo precio, ni todos lo hacen por cualquier cosa. En mi caso, sería por algo tremendo: “a vida o a muerte” porque lo que no tiene precio es la dignidad del ser humano, cuando ésta se pierde, ya no tienes que venderte, estás vendido como si fueses un saldo de trapos viejos e inservibles. Entonces, es cuando dejas de ser lo que se llama “ser humano”, algo con tanto valor en sí, que no es demasiado agradable para otros seres humanos; sus valores son de otra índole y esferas destructoras. No caigas nunca en esas redes de desmembramiento de la persona humana, tú vales mucho y puedes conseguir lo que te propongas. Paqui Pérez


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CAMINANDO VOY

Si�ci�

Hay silencios que traspasan el alma, desgarran el corazón y traen lágrimas a tus ojos. Cuando preguntas y no te responden, cuando gritas y nadie te escucha; pasas por la vida como si fueses invisible para los que te rodean. Cada cual está metido en su mundo particular, al que nunca te dejarán entrar para que participes de las cosas normales de la vida. La calle es tu vivienda, tu maleta es el carrito roto de algún supermercado, tu alacena, en algunas ocasiones, es el contenedor más cercano, tu colchón es el asfalto, tu almohada, unos cuantos trapos doblados, tu colcha son cartones y como lámpara, las estrellas.

Eres el otro, el nadie, el que no cuenta, el que estorba; si te ven, te escuchan, o te contestan, puede que comiencen a tener conciencia y eso no es lo que quieren hacer, porque seguro que les traes problemas y piensan que pueden perder el estatus social al que se han encaramado. Tomándolo como la única forma de vivir para ser lo más importante posible en una maraña de inconscientes, queriendo ser los dueños y señores del mundo, subidos en sus egos y a lomos de sus propias voluntades. Vuelves la mirada atrás y casi ni te lo puedes creer; tenías casa, familia, trabajo, pero eso terminó por un fatal accidente, perdiste a tus seres queridos, solo quedaste tú, ¿Y para qué? Ahora nadie responde a los silencios que te rodean, a las preguntas que te haces, al dolor que llevas dentro y del que no puedes escapar por ti solo; es el momento de hacerte fuerte e ir a donde tengas corazón para que ese silencio termine y vuelvas a ser una persona visible para los demás. Eso comienza cuando tú empieces a verte y oírte a ti mismo, recuperando lo que de tu parte esté; nadie te lo va a solucionar, solo has de no echarte las culpas de todo lo que ha pasado en tu vida; eso será un gran avance. Comienza a vivir desde lo más

profundo de ti mismo; seguro que ellos (tu familia a la que tanto echas de menos) te van a agradecer, desde donde estén, el esfuerzo que haces por seguir adelante cuando uno se cierra el mundo, se hace sordo, ciego y no se preocupa de preguntar. ¿Qué te ha pasado, en qué puedo ayudarte? Vuelve a ser consciente y piensa que si tú sigues aquí será por algo. Levanta la cabeza, ensancha el corazón y ábrete al mundo, para que todos puedan ver algo de disponibilidad y rompas el silencio agotador que te está minando. Eres tú el que has de abrirte, ya que fuiste tú el que se paró; el mundo va demasiado deprisa para hacer un alto en el camino de sus historias, vanidades y conflictos. Es como una máquina a la que se le hubieran colocado unos inyectores locos, incontrolables; a la que cada día se le añade una velocidad de vértigo; es como si quisiéramos dominar el tiempo y el espacio para hacernos dueños del Cosmos. ¡Levántate antes de que sea demasiado tarde, tu vida aún no ha terminado! Paqui Pérez


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PINCELADAS

~ Pinceladas ~

Por Ana Sola Loja

La m�guрa (ÚLTIMO ARTÍCULO SOBRE EL

TEMA:”EL CALAMBRILLO”)

El amor está compuesto por un alma habitando dos cuerpos. Aristóteles El guapísimo Malaquías me sacó a bailar aquella Éramos muy inexpertos, entonces las mujeres no estarde. Éramos jóvenes llenos de vida que empezá- tábamos preparadas para vivir la sexualidad. Pero nos dejamos llevar por el instinto y obramos guiados solo bamos a descubrir sin ser conscientes, el erotismo. por lo que sentíamos y deseábamos en esos momenLa gente comentaba que no había otra pareja más tos con ardiente vehemencia. llamativa que la nuestra. ¡Por fin solos! Sin vigilancia, sin testigos…libres! Cuando bailamos aquel primer pasodoble, sentí entre mis muslos el roce tan cercano de una parte es- Todo lo referente al sexo, entonces estaba prohibido. pecial de su cuerpo, que me estremecí. Nos descon- Al confesar solo preguntaban por el sexto mandacertó lo que palpábamos, y percibí como si mi sangre miento: ¿Has tenido malos pensamientos y deseos me abrasara, me faltara la respiración y el corazón impuros? ¿Y tocamientos, cuántas veces? me latiera con tanta velocidad, que me ahogaba. Entre las amigas hablábamos pero, faltas de informaHemos sido plenamente felices desde que me pre- ción, sacábamos conclusiones equivocadas. tendió hasta nuestro corto noviazgo y largo matri- Siempre me he preguntado: ¿Por qué se consideraba monio. algo tan natural que formaba parte de nuestro ser al nacer y era placentero, como pecaminoso? Ya mismo celebraremos las bodas de oro. Nos sentamos a comer en el restaurante a orilla de la Cuando esta mañana después de ducharse lo ví playa en un lugar paradisíaco, cuando al percibir una frente a mí y me miró de forma insinuante, comproráfaga húmeda, miré en esa dirección y de nuevo “la bé con qué intensidad seguía viva nuestra mutua manguera”. Un muchacho regaba el césped con una, atracción. y precisamente justo a mí lado. Nuestro amor ardía, y al mirarlo… vino a mi mente la No podía borrar de mi mente la figura varonil y provofigura de “una manguera”. cadora de Malaquias saliendo de la ducha. Salimos a dar un paseo y… al echar gasolina, de nueMe recorrió el cuerpo una corriente de alta excitación. vo ante mis ojos “una manguera” que me recordó a la suya saliendo de la ducha. Con ese cúmulo de momentos vividos durante el día, deseaba más que nada, volver a la casa, y en el silenYo sólo veía “mangueras”… cio y oscuridad de nuestra habitación, poder reenconSeguimos hacía el lugar donde íbamos a comer, pero trarme con él, percibir junto al mío, igual que en aquel iba inquieta, lo miraba sin quererle decir nada para primer baile, su olor, su aliento jadeante rozando mi oído, la calidez de su piel, escuchar sus palabras de deno alterarlo y que el trayecto lo hiciera relajado. seo rebosantes de amor, y me hizo temblar y sentir el Mi agitación voló en el tiempo y recordé nuestra in- mayor de los placeres hasta entonces vividos: precisatensa luna de miel, el descubrimiento de lo que por mente y por fin, sentí plenamente el ardor abrasador dentro sentía y no sabía ni podía expresar con pala- y sensual de su electrizante manguera. bra porque vivíamos rodeados de trabas, de prohibiAna Sola Loja ciones y de sensación de culpabilidad y pecado.


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PINCELADAS

LÁGRIMAS

� la �mohada

Todas las personas deben ser tratadas de igual manera, sin importar quienes son o a quién aman. B. Obama ( Expresidente de Estados Unidos) Al despertarme y tocar la almohada, creí que era una falsa sensación. Después comprobé que eran lágrimas reales. Además me sentía interiormente deprimida. Me aquieté para encontrar la causa. Había soñado y sentido tristeza, sí, profunda tristeza. Me quedé con los ojos cerrados y escudriñé en el sueño cuanto me fue posible, pues a veces se desvanecen de inmediato. Efectivamente, el sueño me hizo recapacitar y comprobar la intransigencia real que tanta gente siente hacia los que por algo se diferencian de la generalidad; no dándose cuenta de que todos tenemos el mismo origen, nos “han moldeado” las mismas “manos” del mismo Creador, es igual nuestra sangre y en lo esencial también lo somos: Al nacer y al dejar de existir. Me pregunto: ¿Entonces, de qué y porqué se sienten algunos tan orgullosos? “Me preocupé, comenta un conocido director de cine, de decirle que era gay a algunos familiares mayores, fue a los primeros que se lo conté. Al final no he tenido ningún problema con nadie”. Ayer, seguramente por mi comentario al principio, soñé y lloré, pues vi antes de acostarme, un extenso, bien documentado y detallado reportaje sobre las personas transexuales. Contaron exhaustivamente la serie de crueldades que tuvieron que vivir, desde terribles palizas, torturas horribles, desprecios, aislamiento y escuchar toda clase de insultos. Y yo siempre me hago la misma reflexión:¿Si esa persona diferente a la que critico y menosprecio fuera mi hijo o mi nieto, me comportaría de la misa forma despiadada y cruel? ¿Me parecería bien que los despreciaran con acritud como si fueran apestados? Desde niña conocí a varios amigos muy distintos en todos sentidos y jamás los discriminé.

¿Quién soy yo para permitirme semejante incomprensión? Sólo el hecho de decir que lo son, para mí ya es el primer desprecio disimulado y solapado que les hacemos. Recuerdo que hasta fueron mis íntimos amigos, y mis padres no hicieron jamás el menor comentario despectivo hacia ellos. Dios los ama, pues ama por igual desde al más bello lucero, hasta a la más diminuta araña. “Vale, soy lesbiana; pero también soy muchas cosas más”. (Dice una conocida presentadora de televisión) ¡Ah! Y el colmo es, que los puritanos, hacen extensiva la discriminación hasta a personas de distinta nacionalidad, religión, etnia o raza, de los que están recibiendo ayuda constante. El que esté libre de pecado que tire la primera piedra. Dijo El Maestro. “Yo nací lesbiana y lo fui desde que abrí los ojos.” Dijo una conocida cantante ya fallecida. Con razón escribió un famoso biólogo, que unos monos desde sus árboles, miraron a los hombres que estaban abajo, y dijeron: No es posible que esos seres crean que descienden de nosotros. Ana Sola Loja


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~ Mi mesa camilla ~

Por Nono Villalta

LO ESENCIAL ES INVISIBLE A LOS OJOS

C�u�idad

Antes de montar en el AVE me fijé en el hombre que tenía al lado en el andén. Cruzamos la mirada y, apurada, la desvié hacia el final de la estación por donde asomaba el tren. Hacía frio, a pesar de lo cual el tipo no llevaba abrigo. Vestía un traje gris, camisa azul y corbata del mismo color.

Me resultaba incomodo tenerlo sentado junto a mi. Intentaba no prestarle atención y dirigía la mirada hacia el exterior, a pesar de ello su imagen se reflejaba en el cristal de la ventanilla. Empezaba a amanecer cuando el tren comenzó su andadura. Era difícil lograr mi mejor aspecto a estas horas. El pantalón negro con la blusa blanca, los zapatos de tacón a juego con el bolso de marca, no combinaban bien con mi cara somnolienta sin maquillar y el estómago vacío que llevaba un tiempo quejándose. Tomé la decisión de remediarlo cuando una camarera apareció con el carrito del desayuno. Pedí un café con leche y una ensaimada. Él solo un cortado. - Parece que va a abrir el día - me dijo. - Quizás - le contesté sin saber cómo continuar. - ¿A Sevilla? - No, a Córdoba por trabajo. Soy profesora. ¿Y usted? - También a Córdoba, intentaré cerrar amistosamente una demanda de divorcio. A este tipo se le nota la profesión -pensé-. En el bufete que lleva mi divorcio visten todos igual: traje gris, corbata y la misma apariencia. Me refiero a los de mi exmarido, el mío no. El mío es bajito, con barriguita

cervecera y para rematar, calvo. Ahora, eso sí, una rata de juzgado. Se movía con una soltura insultante, a todo dios llamaba de tu. Me lo había advertido seriamente: “di a todo que no, si quieres conseguir el máximo del convenio regulador. Se cansaran y accederán a tus pretensiones”. Me levanté para ir al aseo y él me cedió el paso. Me cepillé el pelo, me di unos toques de maquillaje, perfilé mis labios y regresé a mi asiento. Un mar de olivos se sucedían sin interrupción en el paisaje. La luz penetraba por la ventanilla inundando el vagón. Quise sentarme, pero un balanceo del tren me obligó a agarrar el hombro de mi vecino de asiento. Él me atravesó de arriba a abajo con sus ojos claros, transparentes, surcados por dos pequeñas bolsitas. Me excusé y me devolvió una sonrisa que me ofuscó. Me dio la mano y sentí un escalofrío que me recorrió el cuerpo. Quedamos atónitos, alumbrados por el sol, las manos enlazadas. En mis rodillas el bolso, a sus pies la cartera con los documentos de mi divorcio. Nono Villalta


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MI MESA CAMILLA

La �oqueta Sin ánimo de usurpar a Loli su admirable sección sobre la cocina, hoy quiero dedicarle a la croqueta el espacio que se merece este artefacto culinario. Comer croquetas es desvelar un misterio en el que se detecta la pericia y honestidad de un cocinero. Este cilindro frito con el mejor aceite de oliva, es una síntesis y el reciclaje de otras comidas que, transformadas adecuadamente, desvelan al comerlas su misterio, en un acto de fe casi ciega. Es entonces cuando la croqueta se muestra en toda su dignidad. Al morderla, se halla en ella su linaje, la materia prima que es el gancho, tiene que ser cierto y evidente, y que el experimento no resulte un bocado pastoso, de harina y leche y unas pocas migajas indeterminadas. Cada pieza es diversa, pues son tantas sus variedades y versiones como manos la mezclan, aprietan y doran. Su desnudez en el plato no vaticina un resultado exitoso, asemejándose a la condición femenina, ya que nunca es lo que parece. La ovalada croqueta necesita varias operaciones antes de presentarse en el plato disfrazada de fritura dorada y rubia, unas veces algo tostada y si es amarillenta se convierte en una imitación a medio cocinar, una decepción. Probarla se convierte en una lotería, o te toca el premio gordo o, con demasiada frecuencia, te carga la boca y el estómago. A veces tienes dudas de qué comes, ni consigues saber lo que tienen en su composición, a pesar de que en la carta tenga un nombre y en la pizarra también. Reiteradamente la masa base ligada, y el impacto descarado en el anticuado aceite sin mudanza, la convierten en insalubre. Las croquetas aparecen en nuestra vida como el ejemplo de la gastronomía del ahorro, del no desperdiciar nada, del reaprovechamiento de lo so-

brante —carne al horno, pollo, carrillada o rabo de toro—. Se hacen de pescado, bacalao principalmente, rape, choco, hasta alcanzar la leyenda con las de jamón. Siempre gana la batalla a la modernidad, especialmente al “montadito”. Son tan diversas como fantasía, sosiego y destreza tenga su creador, especialmente el ama de casa, que las convierte en la munición que abastece su menú, exquisito, elegante y nada vulgar. Una ofrenda culinaria, tan docta y querida, que enloquece a niños y mayores, y proporciona una ayuda inestimable en caso de urgencia. Son pues las croquetas el culmen de la excelencia, la experiencia y la honestidad, de manera que quien no sepa hacerlas bien, no merece nuestra confianza, hartos como estamos de tanta irritante y ruinosa cocina moderna. Nono Villalta


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~ La Marmita de Lola ~

Por Lola Narváez

C��ab�лa Su término municipal se extiende sobre la falda de la sierra de Alcaparain, a 494 m. de altitud, dista de Málaga 45 Km. Domina buena parte de la vega del Guadalhorce. El monumento más destacado es el propio pueblo, que tiene una original estructura urbanística y ha conservado tres zonas de marcado sabor morisco: el Calvario, las Jareas y el Arrabal. Las casas están dispuestas en desnivel, dada la pendiente del terreno. Un humorista afirmó que “las calles de Casarabonela tienen tanta finura que reciben a los forasteros de pie”. Vale la pena hacer una visita a este bonito pueblo. Os traigo una leyenda que cuenta que: Cierto día de hace más de una centuria, el cura párroco de Casarabonela, decidió que a una de las hornacinas de la iglesia le hacía falta un San Juan. El cura se preguntaba: “¿pero cómo nos hacemos de una talla de San Juan con lo que eso tiene que valer?” El sacristán, hombre ocurrente y dispuesto, le contestó al cura: “Pos por er dinero no hay que procuparse, yo lo voy a pedí por las casas; aquí la gente son mú devotas de San Juan. Cuando tengamos er dinero mandamos ar Cubero pa que nos compre uno en Málaga”. Éste era el mandadero del pueblo. El cura pareció estar conforme con la propuesta un tanto precipitada de aquel buen cris-

tiano y le otorgó los poderes oportunos para que comenzara a postular por las casas. Entusiasmadas las gentes con aquella verborrea del ingenioso sacristán, comenzaron a aportar, para aquella santa causa, los pocos dinerillos que ellos podían distraer. El sacristán les prometía a las gentes que para el día de San Juan tendrían la talla en la iglesia. Llamaron al que era conocido como el Cubero y le hicieron el encargo, no sin antes implorarle, que no se entretuviera en el camino. Con gran intranquilidad y como presagiando algo malo, el sacristán se acostó aquella noche y no podía pegar ojo. Efectivamente, el santo no llegó a tiempo y las fiestas y las gentes estaban preparadas; ¿cómo le iba a decir a sus vecinos, después de lo prometido, que el santo no iba a llegar a tiempo, tal y como él les había afirmado? En vista que el Cubero no llegaba, al sacristán se le ocurrió otra idea que la consultó al atribulado cura párroco. La idea consistía en llamar a un vecino del pueblo que era de corta talla y para más señas calvo como un limón, para que se prestara a hacer de San Juan mientras llegaba la escultura. Tras duras negociaciones y algún peculio pactado el hombre accedió a intervenir en aquella pantomima. Al sacristán se le volvió a ocurrir otra idea; para que la calva reluciera más y se asemejara a la po-

C


LA MARMITA DE LOLA

licromía de una auténtica talla, le untó claras de huevo en la calva, cara y manos. El efecto fue extraordinario, y la verdad es que con la poca luz que había y el brillo de las claras de huevo, nadie podía distinguir ni descubrir aquella mojiganga. Como cabría esperar, eran casi todo mujeres las que acudieron a la iglesia; éstas se acercaban a ver al santo, algunas protestaron por la poca luz, pero las razones que el sacristán les expuso, en el sentido de que la policromía estaba muy fresca y se podía derretir con el calor, éstas, presas de su ignorancia, quedaron medio conformes. Rezaban el santo rosario dirigidas por el cura párroco. Pero he aquí, que ocurrió lo insospechado. Aquellas claras de huevo o mejor sería decir, el sutil olor que éstas desprendieron, imperceptibles para el olfato de los humanos pero no para el de los insectos, atrajeron a varias avispas. Estas, de forma irrespetuosas hicieron varias pasadas por la calva del imitador de santo y éste, que se temía lo peor, permaneció petrificado, cual era su obligación. Una de las avispas se decidió y le fue a picar sobre una ceja, lo que hizo que el embadurnado santón se moviera, aunque de manera casi imperceptible.

Cod� ni� EN ESCABECHE

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Una de las beatas hizo un curioso comentario “es mesté ve lo bien jecho que está er San Juan, ¡pos no ma parecío a mi que sa movio!” siguieron los rezos, pero ahora las miradas estaban más atenta. Las avispas seguían molestando y le propinaron otro picotazo que el hombre soportó con una estoica imperturbabilidad. Hizo un leve movimiento que fue percibido por las beatas. Estas comenzaron a balbucear y a comentar en voz baja, “er santo sa movío, er santo sa movío” Al momento un murmullo se apoderó de aquel recinto sagrado. El cura vio como una legión de avispas acosaban al respetable vecino. La situación había que salvarla; de un salto se quitó la zalla y se la echó por encima al santo y dijo a las beatas: vámonos de aquí, que el calor está derritiendo la cera de la cara. De inmediato todas le obedecieron y salieron a la calle. Al día siguiente, ya había llegado el San Juan verdadero al pueblo y de forma furtiva se subió a su celdilla en la iglesia. Muchas comentaban que ahora le veían diferente, pero que serían las cosas “de la caló” Todo volvió a la normalidad. Entre aquella patulea de señoras que rezaban fervorosamente, había un hombre que lucía varios picotazos de avispas en su cara y calva. Lola Narváez

Ingredientes: • 4 codornices enteras y limpias • 10 dientes de ajos enteros y sin pelar • 1 cucharadita de pimienta negra • 4 hojas de laurel • 1 zanahoria grande en rodajas • 1 cebolla cortada en tiras • 1 vaso de aceite de oliva (200 cl,) • Medio vaso de vinagre y medio de vino blanco • Sal Elaboración: Poner el aceite en una ola y dorar las codornices. Poner los ajos, pimienta, laurel. Zanahoria, cebolla y sal. Dejar hacer unos minutos y agregar el vinagre y el vino, dejar hervir un poco para que el alcohol evapore y tapar. Cocer a fuego flojo 40 minutos. Destapar y dejar hervir para que evapore el líquido que quede y listo. Lola Narváez


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~ De todo un poco ~

El tren

Por Paqui González

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La vida no es un problema para ser resuelto, es un misterio para ser vivido. (Anónimo)

Con cuanta ilusión esperaba que llegase el día 8 de Diciembre; era el Día de La Inmaculada Concepción, El Día de Las Madres que bonito era para todos. Pero con la democracia todo cambió, unas cosas para mejor y otras no tanto, aunque era una gran tradición. Mi padre, hombre bueno y tradicional de su tiempo, nos cogía de la mano a unos cuantos, mi madre y mi hermana mayor, llevaban a los pequeños en brazos y todos nos encaminábamos a la casa de mi abuela paterna para felicitarla. Ese camino también lo hacíamos el día de Navidad, y lo pasábamos todos juntos, aunque no nos reuníamos como hoy para comer en abundancia, sólo nos ofrecían unos Borrachuelos y una copita de anís (solo a los mayores), pues no había gran cosa. En la

casa de mi abuela vivían: su hija María con su esposo (mis tíos) su hijo e hija (mis primos) y un hijo de mi abuela separado (mi tío Pepe). A decir verdad lo que menos me apetecía era ir de visita, ya que había que hacer el camino andando desde mi casa al camino de Churriana, que había un buen paseo. Menos mal que teníamos la suerte de ver pasar el tren de mercancías. Este salía por la parte trasera de la estación y pasaba por la calle Ferrocarril, que era donde mi abuela vivía. Cuando sonaba el silbato de los guarda-agujas, ponían las barreras cortando la calle y carretera de Cádiz. Entonces todos los niños y niñas corríamos a ver pasar El Tren. Para mí era una gran ilusión poder verlo y soñaba con subir un día y hacer aquel recorrido incluso soñaba con ser maquinista y conducir un tren de verdad lleno de pasajeros para llevarlos a otros países lejanos, visitando ciudades exóticas, montañas nevadas, y ríos y praderas llenas de flores en primavera. Hoy después de tantos años, aunque he viajado en tren, barco y avión, a lugares preciosos, sigo soñando con esas praderas floridas, conduciendo aquella máquina de vapor que me hacía correr dos veces al año para verla pasar y soñar despierta, siendo yo la Maquinista. Paqui González


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DE TODO UN POCO

� saquito Hace algunos años trabajé como dependienta en una tienda, donde se vendían; legumbres, especias, yerbas, etc.

nombre diciéndome que era la hora de cerrar y que bajara de mi nube. Así fue como quedé cuando ella se fue.

En ella conocí a gente muy diversa, personajes interesantes, amas de casa, hombres elegantes que buscaban algo concreto incluso un ángel, si un ángel muy especial.

Un buen día volvió aquella mujer con su dulce sonrisa y un paquetito en la mano. Me lo ofreció y al abrirlo observé que era una pequeña bolsita.

Llegó una mañana preguntando por un artículo, que en ese momento no tenía en existencia. Le comenté que podía pedirlo y en unos días lo tendría, entonces comenzó a contarme una pequeña historia sobre los dolores de huesos y para qué servía, algo que ella fabricaba con un trozo de tela y al cual metía a modo de bolsa unas semillas y yerbas aromáticas. Yo escuchaba ensimismada su conversación, y no podía apartar mis ojos de aquella mujer menuda y elegante que hablaba con un tono de voz dulce y pausada. Le comenté que mi madre padecía de dolores de huesos debido a su edad, así estuvimos hablando un buen rato. Luego ella se despidió dejando como un halo de luz tras de si. Uno de los compañeros me llamó por mi

Entre las dos la llenamos de semillas y lavanda y presurosa se puso a coserla con hilo y aguja que sacó de su bolso. No paraba de sonreír y yo estaba más ensimismada que la vez anterior. Me dijo que era un regalo para mi madre, que la calentara y la pusiera donde tuviese dolor y ellos desaparecerían rápidamente. Cuando terminó su labor, se despidió sin perder la sonrisa y salió por la puerta sin hacer ruido cuando volví en mí, corrí a buscarla pero se había esfumado, en la calle no se veía a nadie ni siquiera a lo lejos. Llegué a casa y le entregué el saquito a mi madre, diciéndole: Esto te lo ha regalado un Ángel. Paqui González


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LA BRÚJULA

~ La Brújula ~

Por Mercedes Sophía Ramos

Basura Ya hace mucho que la bestia negra anda suelta en nuestra sociedad, ella abate todos los frentes existentes, en el terreno laboral devora sin piedad a la mayoría de los inestables, ellos, son los poseedores del contrato basura, son víctimas de una de las muchas aberraciones que siguen pasando en nuestro nuevo siglo, la bestia es la emperatriz más potente para destruir puestos de trabajos temporales, ella preside la pre-pobreza, sus zarpas arremeten velozmente para dejar fuera e inertes a todas las personas trabajadoras que sueñan en el día que se acabaran las pesadillas en la cola del paro.

nuestra Constitución) cuando han querido regresar han vuelto a fracasar y se han tenido que volver a otros países, la realidad es que esas personas no han podido engranar sus vidas y siguen en un impasse de desconcertante espera, algunos/as en su indefensión tienen claro que probablemente nunca conseguirán tener un trabajo estable cuyos rendimientos les convertiría en un ciudadano/a de clase media, los más negativos creen que nunca tendrán una vivienda digna o un utilitario decente, algo de razón llevan, ¿Pues, qué banco o entidad le va a otorgar un préstamo vivienda a una persona de nómina eventual?

Es muy fácil encontrarte con personas que han trabajado en multitud de empresas y oficios y que todavía esperan su esperanzada oportunidad, personas que se les echa la edad encima y no poseen nada concreto ni estable en sus vidas, el futuro para ellos es inexistente en lo que concierne a su estado laboral es un carpen diem constante.

El caso es, que mientras los hoteles y grandes empresas se llenan los bolsillos a base de usar y tirar a sus empleados, los súbditos y consentidores miran sin escrúpulo para otro lado. En España el contrato basura lleva vigente más de treinta años y después de pasar por muchas manos y distintas opciones sigue vigente y vivo al igual que el primer día, su sello marca la diferencia entre los otros países europeos que jamás tuvieron en sus estatutos semejante lacra. Todo ese abuso se terminaría radicalmente si los trabajadores/as se negaran a firmar esos contratos trampa, los mismos solo dejan trabajar un determinado tiempo, de lo contrario pasarían a indefinidos ¡menudo fraude!

Igualmente, nos encontramos con la manida bolsa de trabajo, cuyo fin es emplear en modo temporal o mediocre a los parados, así mismo, nos encontramos con la figura de las prácticas en empresas, esas lo único que persiguen es tener personal gratis con la engañifa de que los van a formar, siendo un estafa en toda regla, hoy es absolutamente vigente. Algunas personas explican con detalle su paso por el mundo laboral, unas expresan que jamás han tenido un contrato indefinido, a pesar de llevar trabajando toda su vida y ser expertos profesionales han ido trotando de sitio en sitio; otras se han tenido que buscar la vida fuera de España, con todo lo que eso supone no han dudado en intentar alcanzar una vida digna y próspera, (tal y como dicta

Hace muy poco oí por casualidad el siguiente relato, un indigente desesperado le preguntaba a un barrendero dónde debería ir para conseguir un trabajo como el suyo, el barrendero le contestó: “Yo solo estoy de manera temporal, el mes que viene estaré en la calle como tú.” Mercedes Sophía Ramos


LA BRÚJULA

Marisol

No es la primera vez que escribo o diserto sobre MARISOL & PEPA FLORES, nuestra querida malagueña inspira a todos a no dejar nunca de admirarla; a no olvidarla nuca, es verdad, por donde se mire, sea cual fuese el ángulo, nos sale taxativamente una divina estrella, en su luz aún nadie ha respirado y se duda que alguien pueda superar su altísimo rango, su esplendor brilla en los desfiladeros más altos y en ellos se inscribe con la palabra “ARTE”.

Hace mucho tiempo, con motivo del Festival de Cine, se presentó un libro sobre ella, titulado: “MARISOL”, de los autores: José Aguilar y Miguel Losada. Allí estuvieron viejos amigos y grandes artistas, entre ellos, Antonio Montiel y Diego Gómez, allí, en su Plaza de la Merced; en su barrio; estaban también su público y sus admiradores incondicionales, todos sabíamos de su posible ausencia, aunque debo decir también que quedaba una finísima esperanza, yo misma confundí a una señora de espalda, pensando que pudiera ser “MARISOL”, pero no fue así, de manera que el libro sobre su persona y sobre su carrera profesional, se presentó sin ella. Casi todos los allí presentes pudieron oír a una persona de entre el público, a micrófono abierto se preguntaba el porqué de tal hermetismo, nadie entendía nada pero aún así la disculpaban y decían: “respeto… respetemos la voluntad y las firmes convicciones”. Eso sin duda es así, siempre se ha de respetar, sin embargo, en ese caso fue el público asistente el que no fue respetado, a la señora le contestaron de nuevo: “Si usted quiere ver a Pepa, acérquese a tal lugar y allí la verá”. La señora contestó: “Yo no quiero ir detrás, ni molestar a nadie, Pepa debería estar aquí para la admiración de todo su público, esta es su Plaza de la Merced y este es su libro”. En tal marabunta se quedó un silencio desértico dentro de la mujer, tal vez cierta tristeza, inexplicablemente no entendía lo que todos asimilaban ampliamente, en esa decepción se quedó absorbida por

algunos instantes, después, al reaccionar, tenía mucho más convencimiento de que el respeto entre los artistas y el respetable público debe ser mutuo, es decir, de igual a igual, en esa conclusión final respiró tranquila, y, pensó despacito: “Esto no es un circo, ni un festival televisivo de esos que abrasan a los famosos, esto es sólo una presentación de un libro de reconocimiento a una artista. Y también pensó que pudieran haber razones mayores que explicarían esos desaires a sus incondicionales, cuya adoración colectiva va mucho más lejos de lo que la palabra agradecimiento significa”. El pensamiento quedó entonces libre. Ah… se me olvidaba decir, que la persona que preguntaba era yo misma. Hoy los malagueños nos congratulamos del merecido Goya que le han concedido a nuestra querida artista. ¡¡¡ENHORABUENA!!! Mercedes Sophía Ramos

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DE ESTO Y DE AQUELLO

~ De esto y aquello ~

Por Leonor Morales

¡Año 2020! AÑO NUEVO

¿Verdad que es bonito? Parece un año prometedor, como un presagio de cosas buenas. Claro que no podemos echar sobre él la responsabilidad de arreglar todos los entuertos que inundan nuestro planeta; pero no nos vendría mal que frenara un poco tanta actitud egoísta, irresponsable y suicida como irradian algunos de los grandes mandatarios de La Tierra. (¿Por qué me viene ahora a la cabeza el señor Trump?) Empezar un año es lo mismo que abrir un libro por primera vez. No sabes lo que vas a encontrar en sus páginas, lo mismo que no sabes lo que va a traerte cada día del año que empieza. La curiosidad sobre el contenido del libro se puede satisfacer enseguida: En el tiempo que dure su lectura. Satisfacer la curiosidad de lo que encierra el año, nos lleva trescientos sesenta y cinco días: Es el número de páginas y solo podemos leer una diaria. Las expectativas sobre el año que comienza van variando mucho con la edad. En la infancia la expectativa principal está relacionada con la pasión por el juego. Y aunque haya variado mucho la forma de jugar de los niños con la aparición de las maquinitas electrónicas, no han disminuido las ganas. (¡Jugar, jugar… Con maquinitas o con lo que sea!)

(veinte, veinte)

ni en la salud, ni el dinero. Piensan en lo mayores que serán al año que viene. Los niños viven con tanta pasión el presente, que apenas sienten preocupación por el pasado. Y los logros que esperan del futuro los ven lejanos y difusos. En la adolescencia… ¿Quién es capaz de saber las expectativas de un o una adolescente si ellos mismos no saben lo que quieren? No han abandonado del todo la niñez, pero tampoco han aterrizado totalmente en la juventud. Los estudios, el amor, ser comprendidos, admitidos y valorados por la pandilla de amigos y amigas, gustar a las chicas (o a los chicos) y que les den la razón cuando rebaten las opiniones de sus padres, son alguno de sus intereses. Sus expectativas para el año que empieza están lógicamente relacionadas con su mundo de deseos y sueños… Un mundo algo errático, que las redes –donde cada uno puede ser lo que no es y aparentar que tiene lo que no tiene– no contribuyen, precisamente, a colocarlos en la realidad. Siempre pedirán también algún artefacto electrónico.

Los niños ven el año que empieza como un enorme espacio de tiempo en el que vivirán distintos periodos con sus pros y sus contras: Sacar buenas notas en el cole; Jugar en el recreo a multitud de cosas con sus compañeros; (al menos así era antes) esperar las largas vacaciones en la playa, o en el monte y el río del pueblo, o en la piscina… Y las excursiones y la bici. Supongo que, todavía, el balón. Fin de curso, cumpleaños y Reyes, son fechas en las que siempre cae algún juguete: de los de antes o de los de ahora. No piensan Photo by Fauzan Ardhi on Unsplash


DE ESTO Y DE AQUELLO

Los jóvenes ya saben lo que quieren (unos más que otros) y están más implicados en su futuro laboral, en encontrar novia (o novio), en formar un hogar… Esperan del año que empieza terminar los estudios, o mejoras en el trabajo. Encontrar el amor, una casa no muy cara, quizás una boda… Algunos tienen sus expectativas puestas en acontecimientos deportivos o artísticos. Los adultos, si están casados y ya son padres y madres, piden al año mejoras que abarquen la familia entera. Piden salud para todos. Subida de sueldos para llegar mejor a fin de mes. Un buen colegio, para que los hijos vayan bien con sus estudios. Acertar con su educación. Que haya unión en la familia. A nivel personal, el padre pide que su equipo gane la liga, y la madre… Sigue pidiendo para sus hijos. Y los viejos… ¿Qué pedimos los viejos? Salud y tranquilidad, que no nos dejen demasiado solos y que nos quieran un poquito. Pedimos más para nuestros hijos y nietos que para nosotros mismos. Por ellos nos preocupa la insensatez de muchos políticos, el cambio climático, la carestía de la vida, la falta de empleo, el uso indiscriminado de las tecnologías modernas… Procuramos, eso sí, estar vivos mientras Dios nos tenga en el mundo, pero sin agobios ni sobresaltos. Y, bueno, que pasemos el año sin ser una carga excesiva para nadie. AMÉN. Leonor Morales

л tiempo PENSAMIENTOS SOBRE

Demos tiempo al tiempo. Para que el vaso rebose, hay que llenarlo primero. Antonio Machado

• Lo único que nos pertenece es el tiempo. Incluso aquel que nada tiene, lo posee (mientras vive) Baltasar Gracián

• El tiempo es la cosa más valiosa que una persona puede gastar. Theophrastus. • Los niños no tienen ni pasado ni futuro, por eso gozan del presente, cosa que rara vez nos ocurre a los adultos.. Jean de la Bruyere

• La juventud no es un tiempo de la vida, es un estado del espíritu. Mateo Alemán

• El hombre que malgasta una hora de su tiempo, no ha descubierto el valor de la vida. Charles Darwin

• El pasado nos limita, el futuro nos atemoriza. El único lugar seguro, es el presente. Isaac López

• Se dice que el tiempo es un gran maestro; lo malo es que va matando a sus discípulos. Héctor Berlioz

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CONTRACOSTUMBRE

~ Contracostumbre ~

QUE USTED SE Allá por los años del catapún, en muchos hogares de familias pobres no había agua corriente. Poder bañarse se convertía en un privilegio del que se gozaba una vez a la semana. ¿Recuerdan el baño de zinc? A mí no se me olvida, es más, conservo uno por si en cualquier momento la cosa volviera atrás. En él se lavaba la ropa durante la semana y, los sábados, los cuerpos de todos aquellos que la usaban. Esta especie de liturgia comenzaba con el más pequeño de la casa y terminaba con los padres, incluso con los abuelos si venían del pueblo. No obstante, con el paso del tiempo llegó el bienestar y tener agua corriente pasó a ser algo tan común como el aire que respiramos. Bañarse era una fiesta que había que comunicar a todo el mundo. Es curioso que, cual si fuese una reminiscencia incrustada en el recuerdo que aún nos quedara de aquella época, todavía mucha gente comparta hoy con los demás sus idas y venidas a la ducha, porque es algo que no puede quedarse adentro, que no hay capacidad humana de guardar ese secreto, que se trata de un ritual especial que hay que divulgar a toda costa. No se suele oír decir voy al baño antes de acostarme, o almuerzo y ceno cuando llego del trabajo, pero sí, con demasiada frecuencia, me ducho, voy a ducharme, y me pregunto el motivo actual de esta confesión pública tan íntima y privada. También me cuestiono qué puede importarle eso a los demás. Al baño acudimos para otros menesteres que apenas se comparten. No se acostumbra, por ejemplo, dar explicaciones sobre me lavo los dientes o me voy a lavar los dientes, me visto o voy a vestirme, me desnudo o voy a desnudarme, me peino, o voy a peinarme, me afeito o voy a afeitarme, entre otros; sólo y simplemente me ducho o voy a ducharme. Además, para que no luzca en soledad, sirve de adorno, como

Por Isabel Pavón

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Photo by Phebe Tan on Unsplash

acompañamiento a otros verbos: Desperté, desayuné y me duché; me duché y almorcé; fregué y me duché; caminé y me duché. Es como una obsesión por la limpieza del cuerpo que no basta con llevarla a cabo sino que hay que comunicarla por doquier, como si con ello se estuviese proclamando la paz del mundo, como si todas las fuerzas del universo se concatenasen bajo la alcachofa y, quien está debajo, recibiera todo el poder que de ella se desprende y tuviera que contarlo. Para mí esto ha llegado a ser un enigma y no es que el tema me quite el sueño, no, simplemente me intriga el significado oculto que esto pueda tener. No sé si a usted, querido lector o lectora, le pasa lo mismo que a mí. No se preocupe si la respuesta es negativa. Si estuviese a favor de la publicación del baño no pasa nada. Le ruego que no tenga en cuenta el desahogo. En este caso sólo me queda respetarle y desearle que usted se duche bien y que la fuerza le acompañe. Isabel Pavón


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CONTRACOSTUMBRE

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RELLENOS AL HORNO Cada día a una se le ocurren historias ficticias basadas en los detalles reales que contempla, aunque sabe, al mismo tiempo, que los finales que inventa jamás llegarían a ser ciertos. Sin ir más lejos, hoy mismo, al pasar delante del restaurante de moda de mi barrio, vi que en el escaparate habían expuesto una hermosa bandeja de tomates rellenos. Los tomates siempre han llamado mi atención, ya sean crudos o cocinados y esos lo hacían de nuevo. Era la hora del almuerzo y aquella agradable visión hizo que mis pasos se detuvieran. La carne se podía imaginar crujiente, la cebolla al punto, el perejil ligeramente tostado y la mozzarella deliciosamente derretida. La fuente se metía con fuerza por los sentidos. Me arrimé un poco más y, al estar la vidriera muy cerca de la puerta, su aroma inundó gratamente mi nariz. Las fosas se me abrieron como si no hubiese un mañana, llegando a penetrar el aroma totalmente en el cerebro. Recreándome estaba con embeleso en los vapores cuando me di cuenta de que entorpecía el paso. Me aparté y me dejé caer contra uno de los quicios que sostenía el escaparate. Fue entonces cuando se me ocurrió la historia ficticia salida de detalles reales que una contempla en su diario vivir. La bella estampa del manjar provocó que me sintiese retratada en aquellas pequeñas y uniformes figuras rojas que comenzaban a arrugarse. Me dije: Así hemos sido hechas las personas. Hay en nuestro interior condimentos variados, bien proporcionados en su conjunto, hasta el punto de hacer de nosotros seres exquisitos. Unos más que otros, por supuesto. Enseguida sonreí ante tan absurda comparación, pero a cierta edad una se permite el lujo de reírse sola en plena calle. Como es de suponer, en cuanto los hube distinguido supe que estaban hechos al horno, todavía humeaban. Sin embargo, de repente experimenté cierta locura que comenzó a torturarme. La alegría se me trocó pesar. Los sentimientos se me volvieron en contra y concebí

una lástima atroz por mis tan admirados tomates y, en consecuencia, sentí lástima también de todas las personas que son contempladas por su belleza y sabiduría y al menor contratiempo son odiadas y se les manda, con toda su belleza interior, al horno, ficticio, pero horno al fin y al cabo. La imagen se me tornó en catástrofe. Pensé que nada ni nadie merece el sufrimiento que suscita el fuego-crítica; que la vida de nadie merece ser expuesta a la mirada del paseante; que todo esto lleva a que, posiblemente, alguien que observa el escaparate de un ser ultrajado deje de albergar simpatía por él y, al escudriñarlo, de pronto note un vacío malicioso que necesite llenar con mucha urgencia; que repare, además, en cierto pozo de hambre antigua a causa de alguna venganza enquistada contra ese prójimo y sienta deseos de engullirle, de acabar con él de una tacada. Isabel Pavón


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ABECEDARIO

~ Abecedario ~

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A

Leonor Morales, Mercedes Sophía Ramos

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SOY LA PRIMERA DEL AÑO

LA BE DE BURRO

Estoy: En el mar y no me mojo; en ascuas y no me abraso; en el aire y no me caigo. También soy la primera del abecedario. ¡Pues claro! Seguro que ya habéis adivinado que soy la letra A. Creo que soy imprescindible para nuestra Lengua: El castellano. ¡Formo parte de tantísimas palabras!

Me llaman así, y paréceme que en lo de burro hay un marcado matiz peyorativo. Pues a mí me encanta encabezar el nombre de este animal. Tan leal, tan trabajador, tan resistente y paciente… Juan Ramón eligió a un burrito para escribir su libro “Platero y yo.” Por algo sería.

Cuando estoy sola soy una preposición, sin mí no podéis ir a ninguna parte. Si me acompaña una hache, pertenezco al verbo haber, formando tiempos compuestos. (Ha ido, ha llegado, ha comido…) Pero ¡cuidado! Delante del infinitivo soy preposición y no llevo hache. (A comer, a salir, a ver…) Me molesta mucho que algunos confundan “a ver” con “haber.” Nuestra hermosa lengua merece que la cuidemos.

Soy la segunda letra del alfabeto. Y aunque no soy tan frecuente como mi antecesora, la letra A, también tengo mi importancia. Podría tener mucha más si no hubieran colocado, casi al final del abecedario, una intrusa que me roba cantidad de vocablos. Pero ¿Qué necesidad habría? Vamos a ver: Vida, velo, vuelo, voz… ¿No dirían lo mismo si estuviera yo en vez de esa intrusa a la que llaman uve? Pues nada: al que no sabe cual de las dos hay en que poner en cada palabra, lo llaman inculto, y para los estudiantes puede ser motivo incluso de suspenso. ¡Ganas que tienen de marear la perdiz! Pero bueno, las cosas son así y yo me conformo con la parcela de palabras que me han adjudicado. No quiero aparecer en la parcela de la uve, pero que ella no aparezca en la mía. ¿Os imagináis con uve las palabras “bueno, bonito y barato”?

Soy el comienzo de algunas palabras hermosas: Amor, Amistad, Armonía… De verbos como: Acompañar, acariciar, acunar, amparar, arropar, asistir, ayudar…Me encanta oírlas en boca de los humanos. Y… que los practiquen. En cambio estoy en otras muchas palabras que no me gustan nada. Pero ¡Qué le vamos a hacer! De todo hay en la viña del señor: Aborrecer, agarrotar, ahogar, apalear, atacar… También aparezco en canalla, carroña, puñalada, armas… La lista es interminable, tanto de palabras buenas, como malas. Soy imprescindible en una buena carcajada, ¡Ja ja ja ja ja…! Es una risa franca, alegre y fresca. En cambio, con la E y con la I, suena a risilla falsa. Y con la O… ¡Para Papá Noel! La foto de un grupo sale bien si todos dicen: Pa-ta-taaa. Masiel ganó Eurovisión con su “La… lalalá… lalalá… lalalá…” En fin: Soy una letra tan guay, que dejo a todo el mundo con la boca abierta.

Definen una buena compra. Son unas palabras muy mías. Pero hay otras dos de las que me siento especialmente orgullosa y con las que me gustaría inundar el mundo: ¡¡BONDAD y BELLEZA!!


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C El alfabeto o abecedario español cuenta con 27 letras, su cuna es el latín, por cierto, una lengua muy difícil y poco usada, no se sabe si ese desfase ha sido por los poderes externos o por otras causas, se dice que una de ellas es que el latín es la lengua monopolizada por el catolicismo, en todos los casos es la madre indiscutible del idioma español que lo hablan en el mundo más de 400 millones de personas. Desgranando las letras nos encontramos con la letra C, curiosamente si a esta letra le ponemos todas las vocales su fonética se dispara a la K y la Q, por tanto es una letra muy versátil. En Castilla la C se suele usar muy correctamente, sin embargo, aquí en Andalucía la confundimos con la S o con la Z siendo en buena parte una variante del dialecto andaluz y de nuestra señas de identidad que tan orgullosamente debemos mantener y de lo que no tenemos que sentir ningún complejo, antes todo lo contrario, ya estamos cansados de los charrasquillos que ridiculizan nuestro modo peculiar de hablar, los andaluces/zas escribimos y sabemos manejar la lengua española perfectamente tal y como lo hacían nuestros antepasados, no hay nada que reprochar ni reprobar a nuestro particular deje. La C es una letra muy fácil de recordar, es una de las primeras letras que se aprende en la infancia, su ternura se constata en los cuadernos donde se empieza a leer y a tener las primeras nociones gramaticales, todos recordamos con añoranza los cuadernos Rubio y sus dictados…”la casa de campo está cerca” ahí la C tiene un componente de protagonismo total y absoluto. Por otro lado, la letra C guarda correlación con el ceceo, siendo un fenómeno lingüístico que apareció en los siglos XV y XVI con influencia directa de los musulmanes y su dialecto, a finales de la Reconquista el ceceo era un modo común en el Al-Ándalus y hasta ahora se sigue practicando con más o menos intensidad en diferentes zonas de Andalucía. La letra C es sin dudar una de las reinas del alfabeto español, sin ella no se podría desarrollar nuestro bonito idioma.

ABECEDARIO

D En los códigos lingüísticos la letra D tiene suma importancia, esta letra denomina un enlace fundamental en la lengua española, sin ella, no se podrían formar frases que se entendieran claramente, si imaginamos lo difícil que sería para nuestro idioma excluir a la letra D con la e por ejemplo: “vamos de fiesta” no sería igual “que vamos fiesta” o “el sonido de la campana” no es lo mismo que “el sonido campana” y tampoco sería igual “en lugar de pasear vamos al cine” que “en lugar pasear vamos al cine”. La letra D tiene un papel fundamental en la gramática española ya que sin ella no existiría la preposición DE que como decía enlaza a multitud de palabras, aunque por sí sola no dice nada es ella la que acompaña y dirige un sinfín de oraciones, por tanto su presencia es imprescindible en el alfabeto español. Curiosamente la D es una letra que está muy presente en otros idiomas o dialectos y es pieza indiscutible en la elaboración de expresiones de índoles diversas, se podría decir que es una letra muy transversal por su gran uso en la gran mayoría de las hablas existentes en el mundo. Además, existen multitud de palabras que empleadas correctamente tendrían la presencia de la D, es muy habitual confundirse en algunos verbos y en sus tiempos, así no es igual decir que decid o bien callar o callad, al igual es totalmente opuesto hacerlo que hacedlo, por tanto, la letra D y su fonética es capaz de cambiar por ella misma el sentido de las palabras, de ahí su gran valor en nuestra lingüística.

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SALUD

~ Salud ~

Nicanor Sabín

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Con cierta frecuencia llegan pacientes a las consultas con la ‘lección aprendida’ diciendo la enfermedad que padecen, que tienen que recetarle un medicamento determinado, que este otro no lo toman porque produce cáncer. Lo dicen porque lo han visto en internet o en un mensaje de WhatsApp o se lo ha recomendado un vecino. Hoy en día la información está al alcance de todos, basta con un simple clik y tenemos acceso a cualquier tema por muy variopinto que sea. En muchas ocasiones muy positivos pero en otras no tanto. Vivimos en una sociedad globalizada, el flujo de información es continuo y casi instantáneo. En ese cajón de sastre a veces se cuelan informaciones pseudocientíficas, unas veces interesadas otras maliciosas y, que pueden llevar a abandonar tratamientos médicos, alimentarse de forma inadecuada, dejar de vacunarse, etc. poniendo en riesgo su salud y la de los demás. La proliferación de falsas noticias, las famosas fake news, se dan en todos los campos, pero en el ámbito sanitario puede tener consecuencias graves para la salud pública.

elevadas. Como garantía se han regulado las cantidades máximas presentes en un litro de agua: 100 microgramos por litro, en España, estos valores están en 28.8 microgramos por litro. Lo que sí se ha demostrado es la relación directa del tabaco y el cáncer de vejiga, hasta cuatro veces más y esto no se publica. El problema generalmente, está en los titulares. En definitiva, podemos y debemos seguir bebiendo agua del grifo con tranquilidad “el azúcar como desinfectante de heridas”.

Las áreas donde más han proliferado los bulos sobre la salud son: Las vacunas: Que si la vacuna de la gripe tiene muchas complicaciones, que si producen autismo, que si producen lesiones cerebrales, que si hay vacuna para el cáncer de pulmón Las dietas: que si incluyen tomate disminuye el cáncer de hígado, que si hay una dieta que contrarresta la respiración del aire contaminado, que la vitamina D evita el acúmulo de grasa corporal, los supuestos beneficios de no comer carne. Los superalimentos. La dieta seca… Antibióticos: que si producen insuficiencia cardíaca, renal o cirrosis, que si un envoltorio reduce las infecciones graves, que si la cúrcuma y la miel es el antibiótico más potente… También son frecuentes en otras áreas como homeopatía, cáncer, sexualidad, salud mental etc.

En resumen, y creo que esto es válido en todos los órdenes de la vida y no solo en los bulos sobre la salud,si queremos acudir al “Dr. Google”, que sea en una página web fiable, esta debe contener información sobre quiénes son los responsables de la misma, indicar la bibliografía y fuentes originales de donde proceden sus contenidos, identificar a los profesionales sanitarios que participan en ella. Buscar información veraz y contrastada en páginas de sociedades científicas. Siempre con espíritu crítico, sentido común, sabiendo que las verdades a medias son la peor de las mentiras, y que frente al miedo: conocimiento. Nicanor Sabín

Uno de los últimos que he oído es que “el agua del grifo produce cáncer de vejiga” En realidad es un estudio teórico sobre los Trihalometanos que son subproductos de la desinfección del agua. Es un estudio donde se hace un cálculo teórico, en el que a los THM se les atribuye una asociación con el cáncer de vejiga en exposiciones prolongadas y a cantidades

Al realizar una lectura del titular y cuerpo del artículo, parece que podamos aplicar azúcar (sin indicar cómo ni en qué cantidades) en nuestras heridas cotidianas, esto no sólo es falso sino que puede ser peligroso para nuestra salud y propiciar la aparición de infecciones. Otros: que la cerveza previene la osteoporosis y la menopausia. Que el jamón de bellota puede curar la colitis ulcerosa. Que los zumos son igual que la fruta fresca.


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Mª Carmen Pérez 1

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NO Las Rebajas Esta palabra inventada para hacer negocio no me gusta nada, ya que “rebaja” quiere decir rebajar el precio, no la calidad, y eso deja mucho que desear, pues he trabajado en el sector de zapatería, y se baja de precio lo que está atrasado, no lo de temporada. Lo bueno es que te convencen con el X % de un artículo, pero yo pienso como decía mi abuela: Suben el precio y luego te lo descuentan, y tú tan contenta que te llevas una ganga. Si vas a los grandes almacenes, encuentras montones de artículos donde la gente revuelve para encontrar algo de su agrado y luego son cosas que ni te hacen falta incluso ni te la pones. Sobre todo el agobio de tanta gente rebuscando en los mismos sitios sin dejarte ver nada con tranquilidad. Si encuentras algo que te acomode, vas al probador y ahí te tienes que armar de paciencia, porque la cola llega a la entrada de la tienda. Cuando miras y ves a cada uno con varias prendas en la mano dices: No soporto las rebajas.

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SÍ ¡Las rebajas ya están aquí! Por fin llegaron, son momentos de buscar aquello que yo creo que me hace falta. Entonces me dirijo a los grandes almacenes a primeras horas de la mañana para que nadie se lleve lo que a mí me gusta, lo que yo he ido mirando antes en los escaparates. Y claro, buscando entre los trapitos, veo cosas que en otro momento me pueden ser de utilidad, aunque no me las haya probado; pues las compro y ya las devolveré si en casa no me gustan, de esa forma tengo otro día para venir de compras. Y no digamos cuando me paso por la cesión de perfumería, joyería, complementos, zapatería, etc., Porque a qué mujer no le gustan esas cositas. ¡Olé las rebajas!

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LAS REBAJAS

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En nuestra Juventud no teníamos casa

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Solución

CINE “BASADA EN HECHOS REALES” (2017) Esta película de Roman Polanski es un interesante thriller de dominación psicológica que atrapa desde el principio. El espectador se adelanta a ver los hechos que van a suceder y que para la protagonista, Delphine (Emmanuelle Seigner), una escritora en crisis que vive en soledad pasan desapercibidos cuando la vida le presenta a una nueva amiga, Elle (Eva Green), que se desvive por ayudarla.

Isabel Pavón

LIBROS LIBRO, SIN MIRAR ATRÁS Fecha de publicación original: 2016 Autor: Mercedes Guerrero Géneros: Novela rosa,

De bolsillo, Páginas, 448

Cuenta una historia muy interesante e intensa. Nos habla de las pasiones que conlleva la vida. Con un final esperanzador.

Paqui Pérez



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