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Decálogo para los esquiadores principiantes

Con las primeras nieves del año, los cerca de dos millones de españoles que son esquiadores habituales, cifra avalada por el último Congreso Mundial de Turismo y Nieve, desempolvan los esquís, se frotan las manos y sonríen con júbilo: por fin ha llegado su momento. Con ellos, una legión de no iniciados decide probar suerte en esto del esquí atraídos por su popularidad, para romper la monotonía invernal o, simplemente, invitados por amigos que ya son duchos en esta práctica. Aquí van diez consejos útiles para los valientes novatos que van a caer en la nieve. Porque vais a caer...y lo sabéis.

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1. ¿Miedo? Relax. Con paciencia, perseverancia y prudencia se puede aprender a esquiar.

2. Equipación adecuada. Imprescindible comprarla o alquilarla en una tienda especializada. Las botas, por ejemplo, son fundamentales en este deporte. Uno de los errores más comunes es adquirirlas demasiado grandes, que repercute en un desplazamiento poco seguro. Lo mismo sucede con una bota pequeña, que será una verdadera tortura para los pies. Abrígate pero no te llenes de capas innecesarias ni te quedes corto. Unos buenos guantes son vitales y asegúrate que los pies no se te quedan fríos.

3. Contrata un instructor. No te engañes. No creas que es una práctica sencilla y que un fenómeno como tú la aprenderá en diez minutos. El profesor te dará unas pautas imprescindibles para evitar lesiones y sustos innecesarios.

4. Empieza en pistas para principian-

tes. Incluso el mítico Alberto Tomba empezó en estas pistas. No tengas prisa. Mejora paso a paso y crece a un ritmo apropiado. Jamás esquíes por encima de tus posibilidades.

5. Forma física. Algunos expertos recomiendan ponerse en forma antes de practicar deportes invernales, ya que son muy exigentes. Aviso a navegantes: esquiar cansa, y mucho. No os cebéis, porque bajar una pista sin fuerzas puede ser muy peligroso. Cuatro o cinco horas de esquí son más que suficientes para un principiante.

6. Respeta las normas de seguridad.

Si habéis seguido este decálogo al pie de la letra, el profesor de esquí ya os habrá puesto al día respecto a las normas de seguridad que obliga a los esquiadores la Federación Internacional de Esquí. ¡Cúmplelas y respétalas! El esquí no es en sí mismo un deporte peligroso, pero los esquiadores imprudentes sí.

7. Infórmate del lugar y de la previ-

sión del tiempo. Es importante tener siempre controlado el lugar del que saliste y una idea clara de cómo regresar si no quieres llevarte un disgusto. También es recomendable conocer la predicción meteorológica y llevar una mochila de repuesto, así como algo de beber.

8. Protégete del sol. Poca broma con tomarse a la ligera este punto. A 3.000 metros de altitud el sol no es el mismo que en nuestra playa favorita: puede quemaros vivos. Protege tu rostro, orejas e incluso el cuero cabelludo de forma constante. Y, por el mismo motivo, bebe mucha agua.

Entre el sol y el esfuerzo físico puedes acabar deshidratado.

9. Un truco técnico: al iniciar tus primeras bajadas del día, no apretes excesivamente los ganchos. Conviene ir ajustándolos según aumente la intensidad del esquí.

10. Por último, pásalo bien. No seas ansias: nadie te va a dar un diploma por hacerlo mejor que otro. Disfruta. Los esquíes y remontes te llevarán a sitios con vistas extraordinarias. Degústalas.

Si ves que sufres y no está siendo una experiencia agradable, descansa y no te presiones. A veces un buen chocolate caliente en una cafetería al abrigo de una reconfortante chimenea puede ser la apuesta ganadora para acabar la jornada de una pieza.

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