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Agricultura al límite JUAN FRANCISCO MUÑOZ CASTRO
AGRICULTURA AL LÍMITE
La situación de la agricultura en nuestro país está llegando a una realidad donde cada vez es más insostenible su continuidad. El sector está al límite de la subsistencia debido a la liberalización de mercados con productos de menor calidad y con menores controles fitosanitarios que los exigidos en España (competencia desleal), veto ruso a productos agroalimentarios europeos, aranceles de EE.UU, reducción económica de subvenciones, monopolio de grandes cadenas de distribución europea…lo que unido a los altos costos de producción y a los ruinosos precios cobrados, provoca el abandono de explotaciones.
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La agricultura es una actividad que no importa a la mayoría de la población urbanita, siendo el sector primario el motor económico en las zonas rurales aunque se ve como día a día tiene menos peso dentro de la economía patria, estando el sector malacostumbrado a unos precios indignos. Esto nos está llevando a ser lo más eficientes posibles y apostar por la calidad de productos dignos de dioses, sino ¿cómo luchará el olivar familiar semiecológico tradicional de nuestros cerros olvereños con el olivar superintensivo que se está plantando en los últimos años?, además de buscar cultivos alternativos como pistachos o almendros.
Ante tal panorama de desolación y desidia política, los
agricultores, ganaderos, apicultores, pescadores…españoles no han visto otra solución que echarse a las calles y manifestar su indignación por la tan anunciada ruina económica
que les acecha.
Desde Olvera se ha participado en la multitudinaria manifestación de Sevilla (9 de Julio), de Madrid (10 de Octubre), tractoradas…
Manifestación de Sevilla. Fuente: Ayuntamiento de Olvera
En medio de esta situación “nos atacó” el famoso COVID 19, aislándonos y enclaustrándonos en nuestras casas. Fue el sector primario español quien supuso el volante a contrarreloj para llenar las estanterías de supermercados, estando las fronteras cerradas. Se imaginan no tener pan, queso, aceite, pescado, carne…nos estaríamos matando y es que con la barriga llena se hace más llevadero el confinamiento. A menos que las “rebanás” de aire alimenten, el sector primario es crucial. No tengamos memoria de pez y agradezcámosle la mano que nos da de comer.
Los agricultores volvieron a salir del campo como héroes durante el estado de alarma con su maquinaria para periódicamente desinfectar desinteresadamente las calles de nuestro pueblo.
Se necesitan medidas urgentes para paliar esta crisis que ya está ocasionando una caída de las rentas y anulando el relevo generacional, provocando la tan de moda ‘España vaciada’ y el incremento de tierras en barbecho. Los que lleven las riendas políticas deberían “ponerse las pilas” y tomar medidas para proteger el campo español, reclamar lo que es de justicia y garantizar una actividad tan crucial y honorable como la agroalimentaria. Nos espera un futuro incierto y es que el abaratamiento del trabajo es la ruina de un país. Una vez que la agricultura “muera” resucitarla será muy difícil, para ello es vital la unión entre todo el sector y esperemos que se “levante la parva”. VIVA EL MUNDO RURAL.