1 minute read

Mi pueblo, poema de Francisco Chirino

Mi pueblo

Francisco Chirino

Advertisement

Mi pueblo es el pedestal que aguanta la Colegiata, una torre destocada con hechura de gitana.

Una madre en duermevela, un chiquillo que se esconde, una tarde en la candela con cisco picón de monte.

Mi pueblo es un mercadillo de juglares ambulantes, son dos mulos en la parva; la murga del currelante.

Bodega Flores, solera, Calzados la Valenciana; manojo de yerbabuena; y docena de aldeanas. Mi pueblo es un crucigrama de callejuelas sin rumbo. Una saeta del Chupi y un cuadro de Pepe el Rubio.

Es plaza del Bacalao, primer beso de uniforme, la torre de la Merced, que no hay rayo que la doble.

Mi pueblo es sabio por pueblo; un buen trato en el Casino;

y en el Chicha, el evangelio, con una copa de vino. Los capirotes del Lili, y, en el Bombo, un sombrero. Es un redoble del China al paso del Nazareno. Mi pueblo es de cal blanca, un sardinel, cinco puertas; un lejío a cielo abierto con mi abuela haciendo pleita.

Y al solano, buena cara; las pone guapas la gachas. Y el arco de la Pastora si lo cruzas, no te casas.

Mi pueblo es mes de mayo, caballos, jornal, terruño; una carrera de galgos, tagarnina en Casa Curro.

Calvario y Consolación, que la tiene por patrona; campanas que doblan a muerte y otras que suenan a boda.

Tengo que volver al pueblo para mecerme en mi cuna ¿Mi pueblo? Ya te lo he dicho; mi pueblo, se llama Osuna.

This article is from: