2 minute read

Abadía del Sacromonte

Next Article
Granada de compras

Granada de compras

La Abadía del Sacromonte goza de una de las vistas más privilegiadas sobre la ciudad. Merece la pena ver una puesta de sol desde allí mientras el diurno tono anaranjado de la Alhambra se torna en un rojo fuego que nos descubre el significado de su nombre “la roja”. La ubicación de la Abadía del Sacromonte en el monte en otro tiempo llamado Valparaíso no es por casualidad. Cuenta la leyenda que la Abadía se erige exactamente sobre el lugar en el que, en el siglo XVII se encontraron restos humanos y unas planchas de plomo, los Libros Plúmbeos, en los que se relataba el martirio de San Cecilio, San Tesifón y San Hiscio. Unas planchas escritas en extraños caracteres arabescos, que más tarde resultaron ser un intento de dos moriscos granadinos por vincular la tradición cristiana con orígenes árabes para reconocer la herencia morisca en la predominante sociedad cristiana que dominaba la ciudad con la llegada de los Reyes Católicos. Tras diferentes interpretaciones, el arzobispo de Granada, Pedro de Castro, las dio por auténticas y así decide fundar en ese lugar una iglesia colegial en honor a San Cecilio y los mártires que más tarde se convirtió en la Abadía que conocemos actualmente.

El templo, trazado por Juan de Maeda y terminado en 1567, es de un incalculable valor artístico del que podemos destacar los artesonados mudéjares de la nave central, el crucero y la capilla mayor, así como la techumbre renacentista de la primera de las diez capillas, obra de Juan Vílchez. La impresionante portada corresponde al renacimiento andaluz de fines del siglo XVI, de Pedro de Orea. La Abadía aguarda una gran cantidad de patrimonio archivístico, bibliográfico y artístico como la famosa imagen del Cristo de los Gitanos —procesión de Semana Santa más concurrida de Granada que tiene lugar el miércoles santo—, los Libros Plúmbeos o en la parte del museo una tabla flamenca de la Virgen de la Rosa de Gerard David que llegó a Granada con la corte de Carlos V. Bajo la Iglesia se encuentran las catacumbas, de techos bajos y pasillos estrechos con distintas capillas y donde se encuentra el horno en el que fuera martirizado San Cecilio, patrón de Granada, aunque del original solo se conservan los techos.

Advertisement

El día del patrón de la ciudad, San Cecilio, está marcado en el calendario el 1 de febrero. Los granadinos lo celebran el primer fin de semana de este mes. El sábado San Cecilio procesiona por el barrio del Realejo donde se encuentra su parroquia y el domingo se celebra una gran romería en la que miles de personas suben hasta el Sacromonte. Esta fiesta tiene dos momentos diferentes, un acto ceremonial y otro de festivos populares. El primero consiste en un ritual religioso con recepción solemne a las autoridades, misa, ofrendas y visita a las cuevas. La parte festiva tiene su centro en el convite de salaíllas, tortas jayuyas, habas, bacalao, tortilla del Sacromonte y vino que el ayuntamiento ofrece a todos los asistentes; y en los bailes y música locales que hacen del primer domingo de febrero un día de fiesta para los granadinos en un lugar y con unas vistas inmejorables.

This article is from: