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ANNA FREIXAS: ”NO ES LO MISMO ENVEJECER EN NUESTRA SOCIEDAD COMO HOMBRE QUE COMO MUJER”.
Anna Freixas Farré, doctora honoris causa por la Universidad Simón Bolívar de Barranquilla.
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ANNA FREIXAS FARRÉ> La gerontóloga feminista participa como ponente en la jornada ‘Salud y mujeres: retos desde los feminismos’
Entrevista: Lucía Olivera García
La barcelonesa Anna Freixas (1946) vive en Córdoba desde hace 38 años. Es Doctora en Psicología y doctora honoris causa por la Universidad Simón Bolívar de Barranquilla (Colombia). Se dedica al estudio de “las mujeres y el envejecer”. Sobre ambas cuestiones ha escrito dos libros: ‘Tan frescas. Las nuevas mujeres mayores del siglo XXI’ y ‘Sin reglas. Erótica y libertad femenina en la madurez’. Participa en la jornada ‘Salud y mujeres’ del viernes 13 de marzo.
¿En qué consiste la gerontología
feminista? La gerontología crítica feminista implica una revisión de la gerontología clásica. Trata de explicar y tener en cuenta muchas de las circunstancias del envejecer de las mujeres con relación a su experiencia vital como seres que han dedicado su vida a otros y que, por tanto, cuando llegan a la vejez, están agotadas.
¿Por qué es importante dotar a la gerontología de una perspectiva feminista? Históricamente todas las cien-
cias han estimado que el ser humano era un ser masculino. El hombre ha sido considerado la medida de todas las cosas y, por tanto, los patrones que se validan siempre hacen referencia a la vida de los hombres mientras que las mujeres han tenido otros cuerpos, otras vidas. La gerontología crítica feminista es importante porque tiene en cuenta que no es lo mismo envejecer en nuestra sociedad siendo hombre que siendo mujer, que las experiencias de vida de las mujeres son diferentes y que por eso se debe escuchar su voz, se deben validar esas vivencias y dotarles de un enfoque completamente diferente.
¿Podría dar ejemplos cotidianos en los que la gerontología clásica no tie-
ne en cuenta a las mujeres? La mirada sobre la menopausia, por ejemplo. La gerontología clásica considera que la menopausia es el principio del fin de la vida sexual y de la vida significativa de las mujeres, mientras que la gerontología feminista considera que es una transición vital como otra cualquiera y que hay mujeres que tienen dificultades durante la menopausia, al igual que las chicas cuando tienen la regla por primera vez o durante el resto del tiempo en el que ovulan. Desde esta perspectiva, se tienen en cuenta que probablemente a los 50 años, cuando ocurra la menopausia en la vida de las mujeres, también estarán teniendo lugar otros hechos que no se limitan solo al de perder la regla.
¿Cómo se puede promover la gerontología feminista en los círculos priva-
dos? No creo que se promueva, sino que se trata de llevar a la práctica otra mirada. Para eso hay que leer lo que escribimos las gerontólogas feministas; hay que abordar, a través de las políticas públicas, temas que favorecen la vida de las mujeres que tengan en cuenta lo que ocurre en su vida. Es infinita la cantidad de situaciones en las que las mujeres mayores no reciben el trato que deben recibir.
¿Por ejemplo? Como ejemplos más cercanos está la manipulación que a veces los hijos y las hijas hacen de las abuelas cuando les piden el cuidado de las criaturas; la transgresión de su independencia económica o libertad cuando se vende su hogar, lo que implicará que la mujer estará el resto de su vida alojada en otra casa pidiendo permiso para todo; que cuando vas a la visita médica le hablen a tu hija en lugar de preguntarte a ti. Cuando adoptas una mirada crítica sobre este tema descubres que hay cosas que parecen muy naturales, pero que en realidad suponen un maltrato invisible.
JORNADA: ‘SALUD Y MUJERES. PROPUESTAS DESDE LOS FEMINISMOS’ VIERNES 13 / 9.45-14.15.
Ayuntamiento: sala Pedro Zerolo. Con inscripción, hasta miércoles 11, en sensibilización.igualdad@rivasciudad.es.
