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TITO MITJANS, ACTIVISTA TRANS AFROCU BANO, HABLA DE LOS FEMINISMOS NEGROS.

Tito Mitjans

“Hasta que las mujeres negras no sean libres, nadie más va a serlo”

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ENTREVISTA> Activista trans no binario, afrocubano y cursando un doctorado en Estudios Feministas en la Universidad de Chiapas (México), habló del feminismo negro en el ciclo de charlas impulsado por el Ayuntamiento ‘Conectadas. Diálogos con feministas’

Entrevista: Mireia Salazar

Activista trans no binario, afrocubano, transfeminista y antirracista. Tito Mitjans Alayón (La Habana, 1985) cursa actualmente el doctorado Estudios e Intervención Feminista en la Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas (UNICACH). Sus investigaciones se centran en el feminismo afrodescendiente, en los estudios afro diaspóricos, queer y trans y en los estudios críticos del Atlántico negro. Además, imparte talleres sobre estas materias que titula con brío: ‘Desconolizando las caderas’, ‘Afroperreo’ y ‘Activismo gordo’. Su voz y pensamiento se ha sumado al ciclo ‘Conectadas. Diálogos con feministas’, que impulsó la Concejalía de Feminismos y Diversidad durante el confinamiento y prolongó los meses posteriores. Atiende la videollamada desde México, país donde reside actualmente.

¿Qué son los feminismos negros? Es una matriz de pensamiento, de producción académica e intelectual que se enfoca en priorizar la experiencia de las mujeres negras y de las identidades disidentes de las mujeres negras, y hacer que estas sean el centro de atención de los feminismos en general. Por ejemplo, mis apellidos, que pueden ser de origen catalán, para mí significan la presencia de los plantacionistas, de los tratantes españoles que trajeron a mis antepasados a Cuba, y por tanto, esto no me representa. Esta es entonces una de las prioridades del feminismo afro diaspórico: desmitificar la supuesta relación entre el yo y lo que nos viene por la línea familiar, que puede llegar a demostrar, como es mi caso, que mis antepasados fueron traídos a esta parte del mundo en condiciones de esclavitud.

“Hay que acabar con el concepto de que la experiencia de las mujeres blancas es la base de la experiencia de todas las mujeres”

¿Cómo convive el feminismo negro

con el resto de feminismos? Los feminismos negros y los feminismos antirracistas se han convertido en herramientas muy populares desde los años 90 hasta el presente. Se han ramificado en distintas categorías, como la interseccionalidad de raza, género y sexualidad, o la intervención en los feminismos neoliberales y hegemónicos. Han dado una vuelta profunda a la manera de mirar el mundo desde una perspectiva feminista.

La pensadora norteamericana bell hooks [escrito siempre en minúsculas) dice que el feminismo es para

todo el mundo. Efectivamente, y eso es porque el feminismo se ha convertido en una herramienta de vida que utiliza mucha gente. El feminismo negro, por su parte, busca desmantelar los universalismos y los existencialismos de la producción filosófica y académica de las mujeres blancas que han intentado homogeneizar las experiencias de todas las mujeres.

¿Qué diferencia hay entre el pensamiento feminista negro y el movimiento feminista negro? El primero es una matriz teórica epistémica ubicada en Estados Unidos y Reino Unido, principalmente. No solo está producida por mujeres afronorteamericanas, si no también por mujeres de la diáspora: negras caribeñas y africanas. Estados Unidos, Reino Unido y Canadá son

Tito Mitjans nació en Cuba. Actualmente reside en México. Además de investigar, mantiene una intensa vida en defensa de los derechos de las personas LGTBI+.

“Los feminismos negros y antirracistas han dado una vuelta a la manera de mirar el mundo desde una perspectiva feminista”

núcleos de este pensamiento, no es nada sencillo formar parte de ello. Por otra parte, están los feminismos afro diaspóricos, que cada vez se están fortaleciendo más. Estos son una concepción tomada por varias feministas negras, y cuando hablamos de feminismos negros, nos estamos refiriendo a los feminismos creados por mujeres negras en Estados Unidos, no solo por las mujeres norteamericanas. Son la formalización en el formato académico de todas las experiencias de resistencia y toda la producción de las mujeres negras. Esto debe extenderse por todo el mundo, no solo ubicarse en Estados Unidos y la franja norte.

¿Cuál es la mejor producción del

feminismo negro? Sin duda, la teoría de la interseccionalidad. Aunque fue sistematizada por Kimberlé Crenshaw en 1989, en realidad es una práctica histórica llevada a cabo por las mujeres negras cuya raíz fundamental es que la experiencia es multidimensional, porque a través de nuestro cuerpo se evidencian herramientas de sistemas de opresión que influyen en nosotras todo el tiempo.

¿Cuál es su relevancia actualmente?

Esta teoría, para mí, generó un cisma en el pensamiento feminista contemporáneo. Por eso, debido a la presión que hicieron a través de ella las feministas negras, ya no es posible decir que ‘todas somos mujeres’. Es tan poderosa que, actualmente, existe el activismo interseccional, y creo que se debe seguir trabajando en ello.

¿Con qué frase definirías la base del

feminismo negro? Con un fragmento del Manifiesto Colectiva del Río Combahee, que dice que hasta que las mujeres negras no sean libres, nadie más va a ser libre. Esto explica que las mujeres negras, junto a las mujeres indígenas, son el verdadero sostén de la sociedad.

¿Qué otras cosas ha aportado? Por ejemplo, la idea de la experiencia como la teoría central para pensar los sistemas de opresión de las mujeres y las herramientas que las mujeres tienen para resistir.

¿Qué exigen y reivindican los feminismos negros al llamado feminismo

blanco? Precisamente que no se llamen feminismos, porque no se puede poner la palabra feminismo al lado de la palabra hegemonía, porque esto es una mentira a la cara. También se exige, a nivel general, acabar con el concepto de que la experiencia de las mujeres blancas sea la base de la experiencia de todas las mujeres, porque esto declara que las únicas mujeres son ellas. Además, se reivindica mucho que no se necesita la ayuda del personaje de la feminista blanca salvadora, lo que se necesitan son recursos, que las mujeres blancas ya tienen en sus lugares de origen. En mi opinión, de ellas necesitamos recursos económicos que pueden llegar gracias a que desempeñan su lucha en Europa, pero no la presencia tan colonial y vigilante como, por ejemplo, la que llevan aquí, en algunas ONG presentes en Chiapas. El feminismo blanco debe trasladarse y dejar un lugar para que los movimientos negros y los movimientos indígenas puedan avanzar.

* Entrevista telemática transcrita por

Lucía Olivera

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