5 minute read
Entrevista
Boletín Informativo de Robledo de Chavela
Esta sección tiene como finalidad dar a conocer vecinos relevantes, y situaciones especiales que hacen de Robledo de Chavela un espacio singular.
Advertisement
Entrevista con Carlos Martín Jiménez
“Maestro bovedero y uno de los mejores del país”, así fue presentado en su intervención en la Escuela de Arquitectura de Madrid, en octubre de 2016. Su prestigio profesional viene avalado por ser constructor de bóvedas, maestro yesero y profesor en distintos másteres universitarios de restauración. Ha intervenido en la construcción y rehabilitación de más de trescientas bóvedas. La base de lo aprendido ha sido gracias al modo tradicional de transmisión del conocimiento: de maestro a aprendiz, con su padre.
Más adelante las investigaciones llevadas a cabo con ocasión de sus restauraciones, despertaron su interés por recuperar el oficio de maestro de yesería, de construcción de bóvedas que se había perdido. Reconstruir el oficio, dice Carlos, es estudiar los tratados, como el de Fray Lorenzo de San Nicolás, de 1796; es aprender a “dialogar con la obra” y por ello ha sido reconocido con el Premio Richard
H. Driehaus 2017, de Arquitectura
y Artes de la Construcción, por la recuperación de un oficio, de una técnica, que para él “es reconocer internacionalmente un saber hacer. Ellos tienen los libros, nosotros tenemos las manos”.
Boletín Informativo de Robledo de Chavela
Y fue este “saber hacer” de las bóvedas sin cimbras, sin moldes, lo que le llevó a colaborar con Norman Foster (arquitecto inglés de reconocido prestigio) y el MIT (Instituto Tecnológico de Massachusetts) en la Bienal de Arquitectura de Venecia de 2016, en el desarrollo de un proyecto de aeropuerto para drones en Ruanda, con el objeto de poder distribuir alimentos, medicinas o suministros en general, en regiones devastadas o con escasas infraestructuras a través de los drones. El Ayuntamiento de Venecia conservará este diseño por su innovación. Se trata de un aeropuerto para drones con bóvedas, de 100 m2 de superficie y 10 metros de altura. No se destruirá, no será una arquitectura efímera. Todo aquel que visite Venecia este año, podrá ver el proyecto en persona.
Carlos ¿por qué te eligió Foster para desarrollar el proyecto del aeropuerto de drones? Me contactó a través de la Universidad Politécnica de Madrid, en donde soy profesor de uno de los másteres de la Escuela Superior de Arquitectura. En el proyecto habían participado distintas universidades de Estados Unidos, Suiza y España, y todas pusieron mi nombre encima de la mesa para hacer realidad el proyecto. Trabajar con Foster ha sido un privilegio. Poder estar con un genio de la arquitectura, que además de genio es persona, que no busca ser el foco de atención en sus obras, sino que practica un auténtico trabajo en equipo, del cual forma parte su esposa, la española Elena Ochoa, pieza clave en la organización de la Bienal. Algo que caracteriza y reconocen de Carlos Martín es “que construye bóvedas, no hace bóvedas”, construye al aire y para ello se ha de saber de geometría, del comportamiento de los materiales, entender el espacio. Su restauración de las yeserías del Monasterio de El Paular, de 1992 a 1996, marca un antes y un después en su trayectoria profesional ya que al finalizar este proyecto pasó a trabajar a Alcalá de Henares hasta hoy, que restaura el Palacio Episcopal, el seminario y diferentes conventos – entre ellos por la dificultad de la reconstrucción de la bóveda, destaca San Juan de la Penitencia- y por último la capilla de San Ildefonso de la Universidad.
A continuación se detallan monumentos en los que ha participado en parte de sus restauraciones, todas ellos ubicadas en municipios próximos a Robledo de Chavela.
Si pasamos por la Ribera del Duero, no dejemos de visitar las Bodegas Valdemonjas, en Quintanilla de Arriba, Valladolid, donde Carlos ha construido la bóveda, para la nueva bodega, de 26 metros de larga, en medio de la montaña, y que soporta 800 toneladas de tierra.
Y, por supuesto, no podemos de dejar de enseñar a nuestra familia y amigos cuando vienen a Robledo los “Dragones de la Iglesia”, descubiertos y restaurados por Carlos Martín
Monasterio El Paular Monasterio de Pelayo de la Presa
Castillo de San Martín de Valdeiglesias Muralla de Talamanca del Jarama
Boletín Informativo de Robledo de Chavela
Universidad de Alcalá San Juan de la Penitencia de Alcalá
Carlos ¿Cómo fue el descubrimiento de los dragones? Como en los inventos, la casualidad influye, observaba la bóveda gótica de la cabecera de la iglesia cuando entró un potente haz de luz por una de las ventanas y pude observar que iluminaba una zona con un color de tono dorado, y como estaban los andamios cubriendo el retablo, me subí por ellos y descubrí que había pinturas. Fue el 4 noviembre de 2011. Dimos cuentas al entonces párroco D. Antonio (que tuvo un papel muy importante en la consecución de medios para restaurar la iglesia y las pinturas) y a Patrimonio de la Comunidad de Madrid. Con equipos especiales y con el bisturí fuimos haciendo catas sin pensar que las pinturas fueran dragones. Para el conocimiento de los vecinos, turistas y estudiosos, hicimos las jornadas “Abierto por obras”, donde podían subirse a la zona de trabajo de restauración y ver las pinturas de cerca. Llegamos a tener unos 5.000 visitantes.
Por último, y no menos importante, hablemos del otro Carlos, el que pasa tiempo con su mujer Paloma, con sus hijos y sus nietos ¿Cómo es?. El otro Carlos sigue siendo el mismo de siempre. Me cuesta desconectar de mi trabajo, me faltan horas del día, así que en el día a día sigo robado tiempo a mi familia, a mi mujer y mis hijos; por mi trabajo he viajado por cuatro continentes, lo que implica pasar muchos días fuera de casa. ¿Ha merecido la pena tanto esfuerzo? El tiempo lo dirá. Me ilusiono cada día más. Cuando me presentan en los equipos de trabajo o en las conferencias, siempre menciono orgulloso el nombre de Robledo de Chavela. Y me siento muy satisfecho de haber podido hacer realidad uno de mis sueños: recuperar unos oficios perdidos, el de maestro yesero y el de constructor de bóvedas.
Asociación Cultural
La Peña Grupo Cultural Canopus