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El Rincón de nuestra Historia
En junio de 1997 terminaron el curso los primeros alumnos de la eso
En junio de 1997, hace ahora veinte años, finalizaba el primer año de funcionamiento de la Sección de Enseñanza Secundaria Obligatoria (ESO), en la que 240 alumnos de San Agustín, El Molar, Pedrezuela, El Vellón y El Espartal habían cursado 1º y 2º de la ESO. Las clases, impartidas por doce profesores, coordinados por el jefe de Estudios, Alfonso Fresno, se habían iniciado el 14 de octubre de 1996, una vez terminada la construcción del primer Aulario.
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No fue fácil conseguir la creación de la Sección de ESO, que tres años después lograría su total autonomía al convertirse, en julio de 1999, en Instituto de Enseñanza Secundaria y Bachillerato. Nos lo recuerda Juan Hoyas, entonces subdirector territorial de Educación, artífice, junto con el equipo municipal de Gobierno y la Asociación de Padres de Alumnos, de la adjudicación a San Agustín de la Sección de la ESO.
“Una serie de circunstancias -nos comenta-, entre otras, las perspectivas de crecimiento de San Agustín, la ubicación más adecuada, los compromisos adquiridos con generosidad por el municipio, el apoyo de la comunidad educativa, etc., facilitaron una resolución favorable de la que debemos estar orgullosos, así como del trabajo realizado por los protagonistas implicados en su desarrollo”. Como responsable del ministerio de Educación en la zona, Juan Hoyas tuvo que tomar muchas y muy importantes decisiones, pero, “entre las más recordadas -según afirma- se encuentra ésta, tanto por la ilusión y entrega de las personas con las que trabajé, como por la repercusión que ha tenido sobre los escolares de San Agustín del Guadalix”.
Fueron muchas las dificultades que surgieron a lo largo del primer año, pero se superaron gracias al buen entendimiento entre profesores, alumnos y padres. Así se logró un triple reto, según manifestaba en declaraciones a El Acueducto, el periódico municipal, el jefe de Estudios, Alfonso Fresno: trabajar juntos profesores que no se conocían con anterioridad; fomentar la convivencia entre 240 alumnos, de los que cerca de un centenar procedían de diversos pueblos, y establecer una buena relación con los padres. Pero lo fundamental, según Alfonso, “es que nos mentalicemos de que está surgiendo un centro importante en la zona y que hay que afrontar su puesta en marcha con optimismo”.
Veinte años después, el Instituto de Enseñanza Secundaria de San Agustín se ha convertido, con sus más de 700 alumnos, en un centro educativo bilingüe de referencia.
José A. MARTIN AGUADO
