SALUDA DEL SR. CARDENAL

Valencia, marzo de 2017

Queridos hijos e hijas de Sueca: Agradezco mucho vuestra invitación para saludar a cuantos os disponéis a celebrar con devoción la Semana Santa, la semana grande que es el núcleo de la celebración litúrgica de la Iglesia y de la vida cristiana.

Un año más nos acercamos a los misterios de la Pasión, Muerte y Resurrección de Nuestro Señor Jesucristo. Os animo a afianzar vuestra fe al recorrer y contemplar estos misterios, acontecimientos centrales de la redención. Nos urge y apremia la evangelización, y la vivencia en profundidad de estas celebraciones es una ocasión para transmitir y entregar la fe.

“La fe –nos dice el Papa Francisco en Evangelii gaudium– siempre conserva un aspecto de cruz, alguna oscuridad que no le quita la firmeza de su adhesión. Hay cosas que sólo se comprenden y valoran desde esa adhesión que es hermana del amor, más allá de la claridad con que puedan percibirse las razones y argumentos” (n. 42). La Virgen María, al pie de la cruz, es un ejemplo de fidelidad y fortaleza en estos días. Ella recibió el alegre consuelo de la resurrección, recogió a los discípulos en la espera del Espíritu para que naciera la Iglesia evangelizadora. Hoy le pedimos que nos conceda por su intercesión un nuevo ardor de resucitados para llevar a todos el Evangelio de la vida que vence a la muerte (cf. Evangelii gaudium, 288). Pido al Señor que estas celebraciones os ayuden a vivir más cerca de Jesucristo, a conocerle mejor, a ser testigos fieles de su misericordia entre los hombres, para que la alegría del Evangelio llegue hasta los confines de la tierra.

Cordialmente en Cristo Jesús •

+ Antonio, Card. Cañizares

Arzobispo de Valencia