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Algunos datos sobre la fábrica de aserrar mármoles de Torrelodones.
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Algunos datos sobre la fábrica de aserrar mármoles de Torrelodones
El pasado 10 de diciembre la arqueóloga Charo Gómez Osuna presentó, en una conferencia ofrecida por la Sociedad Caminera, los resultados de las primeras investigaciones que ha realizado su equipo, a demanda del Ayuntamiento de Torrelodones, sobre el llamado «molino de Juan» o la «fábrica de aserrar mármoles». Se puede disfrutar de la conferencia en el canal de YouTube de la Sociedad Caminera, por lo que en este artículo no vamos sino a añadir algunos datos referidos a esa industria, que representó una parte importante de los ingresos por la contribución industrial y de comercio de Torrelodones en los pocos años en los que funcionó, a finales del siglo XIX. En 1878 el marmolista José Chamadoira y su socio Antonio Fernández adquirieron un terreno junto al río Guadarrama, para instalar en él un aserradero de mármol. La presencia en esa finca de un antiguo molino harinero y su distancia a solo dos kilómetros de la estación de ferrocarril justificaron la elección del lugar. El ingeniero Antonio Montenegro proyectó el motor hidráulico. Se instaló una rueda de cajones de cinco metros de diámetro que movía dos sierras capaces de cortar masas de 3 metros de largo por 0,6 de grosor y 4,50 de alto en tablones de 2 centímetros de grosor. El aserradero empezó a funcionar en 1880 y, según Montenegro, era el único de su tipo en toda la provincia. Además de las sierras, el recinto contaba con un taller de laboreo. Sin embargo, la empresa no debió de dar los resultados esperados, ya que hacia 1885 se estropeó una de las sierras y nunca fue arreglada. En 1888, José Chamadoira se quedó solo a cargo del negocio. Aunque la fábrica aparece en el registro de la contribución industrial hasta el ejercicio 1898 – 1898, en 1897 se redactó el «inventario, avalúo, liquidación y adjudicación de los bienes quedados al fallecimiento de José Chamadoira», labor que ejecutó el tutor de su viuda, que había sido incapacitada. Los bienes saldrían a subasta por lo menos en dos ocasiones, el 11 de julio de 1898 y el 11 de febrero de 1899.
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Gracias a ese inventario sabemos que, a su muerte, José Chamadoira dejó más de cuarenta chimeneas en distinto grado de compleción y tableros y otras piezas de muy diversos tipos y procedencias: mármol gris Bardillo (o Bardiglio, procedente de Italia o de Asturias), mármol llamado Tebas (de color negro), y mármoles de Italia, Mañaria (Vizcaya), Rentería, Urda (Toledo), Santander, Huelva y Macael, además de dos piedras denominadas Robledo (que suponemos de Robledo de Chavela) y de la Almudena (que podría ser de Colmenar de Oreja, de donde procede la piedra empleada en la construcción de la catedral de la Almudena, cuyas obras se iniciaron en 1883). Otra contribución de José Chamadoira a Torrelodones es el camino que, siguiendo la línea más corta que permiten los accidentes del terreno, comunica el molino con la estación de ferrocarril, de cuyo trazado y mantenimiento se hizo cargo. Así, sabemos que el camino tenía una anchura de ocho pies (2,23 m) en los tramos rectos y dieciséis (4,58 m) en las curvas, lo que permitía su uso por varias personas a la vez, a pie o a caballo, y el tránsito de carros y carretas. Esperamos que se siga avanzando en el conocimiento de esta curiosa historia industrial de Torrelodones.
Isabel Pérez van Kappel Sociedad Caminera
Fuentes:
García Guinea, Javier, et al., «Propuesta de ruta ecológica-monumental en el valle del Gasco, Madrid, España», Revista Chilena de Historia Natural, 70:491-505, 1997 Gómez Osuna, Charo y Pozuelo Ruano, Alfonso, El molino de Juan y el aserradero de mármoles de José Chamadoira en Torrelodones, conferencia pronunciada el 10 de diciembre de 2020 (https://www.youtube.com/watch?v=G9P8VWoUEcU&t=1722s&ab_channel=NorbertoCaminero) Boletín oficial de la provincia de Madrid, 11/07/1898 Boletín oficial de la provincia de Madrid, sábado 11/02/1899 Montenegro, Antonio, «Dos mil caballos de fuerza sin aprovechar a las puertas de Madrid», carta publicada en La Gaceta Industrial, año XVI, 1880 Montenegro, Antonio, «El perro del hortelano», artículo en Madrid científico, año IV, domingo 10 de enero de 1897 Archivo Histórico de Protocolos de Madrid, tomo 39751 Archivo Histórico Municipal de Torrelodones, caja 0529