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Preservar la escuela es obligación de todos; por Sylvia

Preservar la escuela es obligación de todos

SYLVIA PÉREZ GALLARDO

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Hoy me había propuesto escribir unas líneas de agradecimiento a todas las personas que colaboran en las actividades de la asociación, pero me desperté reivindicativa y me dije: -voy a hablar de otra cosa. Y de qué cosa, -os preguntaréis…. Pues del colegio de Valcabado. Sí, del colegio que gracias a dios aún conservamos en nuestro pueblo. Un lujo que mucha gente del pueblo no sabe apreciar y que, sin embargo, es la envidia de muchos otros pueblos que lo perdieron y añoran los tiempos en los que lo poseían. El colegio de nuestro pueblo forma parte del CRA de Alija del Infantado. CRA significa colegio rural agrupado y, junto a Alija y Valcabado, formaron parte, hasta hace muy poco tiempo, los colegios de Altobar de la Encomienda y Quintana del Marco. Quintana cerró hace unos años debido al abandono de varios niños a los que sus padres decidieron llevar a colegios de La Bañeza, creyendo que allí iban a recibir una educación mejor (ahora no entraré en este tema); y Altobar cerró el año pasado, ya que no hay niños y, por ley, si no hay cuatro niños, se cierra el colegio. Y sí, se cierra si no hay cuatro niños; pero no creáis que se abre si los vuelve a haber. No, no, se cierra y punto.

En Valcabado hay más de cuatro niños que van al colegio y no solo eso. Por haber más de once tenemos dos aulas, una de infantil y otra de primaria. Se puede pensar que tener solo dos aulas, con varios cursos cada una, dificulta el aprendizaje y la educación es peor. Pero nada parecido; simplemente es diferente. Es una educación personalizada y particular, en la cual el profesor se puede adaptar a tu ritmo y puedes aprender de manera individualizada. Con clases casi particulares y adaptadas a tus actitudes. Tenemos profesores distintos para cada asignatura: inglés, música, educación física, religión, matemáticas….. Decir adaptadas a tu ritmo no solo quiere decir que sea así por si te cuesta más y necesitas ir más despacio, sino también, porque puedes avanzar más deprisa de lo que harías en una clase de muchos; de paso se

aprovecha al máximo tus capacidades. Ser pocos tiene esa ventaja, no tienes que esperar por los más lentos y pueden sacar lo mejor de ti y tus capacidades. Además, si lo necesitamos, tenemos profesores de apoyo y orientadores para solucionar problemas de dicción, aprendizaje, psicomotricidad…. Este apoyo extra llega como a cualquier otro colegio, con la particularidad de que si tocan por horas y por colegio -y aquí hay la centésima parte de alumnos que lo puedan necesitar- pues a más nos toca. Creo que es fácil de hacer la cuenta.

Otra de las cosas que nos podemos permitir en estos colegios, es la cercanía con los profesores, a quienes vemos a la entrada y a la salida; tenemos contacto por teléfono con ellos….; de tal modo que los conocemos y nos conocen a todos. Si surge algún problema se comunica de inmediato, no hay citas ni protocolos: todo es cercano y familiar.

Citaré algo que en los colegios de las ciudades no tienen y en los CRA´s sí: son las “aulas activas”. Son unas convivencias dirigidas a niños de primaria. Los de 3 y 4 de primaria tienen la posibilidad de ir a Páramo de Sil, Criepa, y los de 5 y 6 al Criele en León. Duran cuatro días, son totalmente gratuitas y en ellas realizan actividades culturales y deportivas, excursiones, competiciones…

Por todo ello, los colegios rurales son especiales. Habrá quien diga que tienen inconvenientes, pero también tienen muchas ventajas. Y, de verdad, me da mucha rabia que no sean valorados por las propias personas que viven en el pueblo, y tanto se les llena la boca cuando dicen eso de que “como en el pueblo no se está en ningún sitio”. Porque resulta falso hablar de este modo y después despreciar algo que supone un lujo hoy en día; no colaborando para que podamos seguir teniendo esta oportunidad en el pueblo. No hace mucho leí en el Facebook comentarios de mamás de León capital. Preguntaban por CRAs de alrededores de la ciudad para llevar a sus niños, porque los colegios estaban masificados; así que buscaban coles pequeños con un trato más personal. Entonces me di cuenta de la gran suerte que corren nuestros hijos teniendo esa posibilidad a pocos metros de casa. Espero que se puedan mantener nuestros colegios muchos años más; ya que es un tesoro que debemos cuidar entre todos.

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