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HISTORIA DE PINGÜINOS
Desde que en el año 1981 un grupo de amantes de la moto dieran vida al Club Turismoto comenzaron en España las concentraciones motoristas de invierno.
Cuarenta años después el club y la concentración siguen unidos, más fuertes, mejores y firmemente asentados en el pinar de Valladolid. Los jóvenes que se plantearon aquel reto se han hecho mayores junto a los pingüinos que cada año llegan en el frío enero al nido vallisoletano.
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En su andadura PINGÜINOS se ha convertido, probablemente, en la Concentración Motorista Invernal Internacional más importante de Europa y, seguramente del mundo.
En su primer invernal, allá por el año 1982, Pingüinos consiguió reunir 320 motoristas en Herrera de Duero, junto al río. Esta vez fue en marzo, no había dado tiempo a prepararla en enero, pero sería la primera y última realizada en esa fecha. Las dos siguientes ediciones, 1983 y 1984, continuaron celebrándose en Herrera pero ya en enero, el segundo fin de semana después de Reyes, fechas que quedaron afianzadas para siempre. Las cifras de participantes se movieron alrededor de los 400 y la meteorología pasó de la lluvia y el frío en la primera de las dos, a la helada permanente de 1984. Fue este año en el que el Club organizó las concentraciones del Salón de la Bici-moto, cuya sede fue la Feria de Muestras de Valladolid y que se repitió en los años 1986 y 1988, así como el “Primer Encuentro Motorista de la Zona Noroeste” celebrado en octubre de 1984 en Ponferrada que aglutinó a las comunidades de Galicia, Asturias, Cantabria y Castilla y León.
En 1985 se produjo el primer traslado de nido hasta Fuensaldaña, más cerca de Valladolid, donde permanecimos tres años. Fueron ediciones duras, no solo por la meteorología, el termómetro osciló entre los 15 y los 4º C. ambos bajo cero de máxima y mínima, sino porque se realizaron sin el abrigo de un pinar y lejos del Duero. El número de participantes fue ascendiendo y se llegó a los 752 aguerridos motoristas en la de 1987.
En la edición de 1986 se comenzó a organizar la Campaña Humanitaria dirigida a los más necesitados, víctimas de catástrofes o del infortunio, que ha ido cambiando de receptores a través de distintas ONG´s, pero siempre con la misma intención, ayudar a quienes más lo necesitan y dando salida a una de las mayores inquietudes del colectivo motorista que llega a la concentración, la solidaridad. Ante la estupenda acogida que tuvo, en el club Turismoto se decidió instaurarla de forma permanente y seguimos con ella en cada edición. Los pingüinos llevan entre su equipaje su aportación a la campaña que cada año se activa.
Fue en la edición de 1988 cuando la concentración cambió de nuevo y se asentó durante unos años en Tordesillas,
volvimos al abrigo de un pinar y a la cercanía al Duero, en tres localizaciones distintas pero muy próximas, las Áreas de Descanso de los Portugueses 1 y 2 y el Área de Valdegalindo. Aquí permanecimos hasta el año 2000. Se produjo a lo largo de estas ediciones un incremento espectacular del número de asistentes, partiendo de los 1.160 en el primer año hasta los 12.000 que acudieron en el 2000, siendo éste y el último del siglo, 1999, particularmente duros meteorológicamente, con temporales de nieve que impidieron la llegada de muchos pingüinos, lo que hizo que bajaran las cifras de inscritos que habían llegado al récord en 1998 con el número, ya importantísimo, de 15.820 participantes.
Se realizaron doce ediciones en la sede de Tordesillas en las que se fueron incorporando diferentes eventos, actividades y días de duración que hicieron un programa mucho más completo y atractivo para una concentración que no solo se había consolidado, sino que había ido creciendo y mejorando:
En 1990 se consiguió un “Record Guinness” de motos en línea, en contacto rueda con rueda que llegó a los 2.227 metros. Desde 1994 el club Turismoto, que organiza otros eventos y actividades relacionadas con el motociclismo además de la concentración, realiza la “Vuelta Mototurística a Valladolid” que pasaría a ser después “Ruta Turismoto por Castilla y León”. Se convoca para que durante un fin de semana los asistentes recorran lugares interesantes, dando a conocer en cada edición una zona diferente de nuestra extensa y hermosa Comunidad.
En 1998 se crearon las distinciones “PINGÜINOS DE ORO” en sus dos modalidades, una Institucional en reconocimiento al trabajo realizado en pro del motociclismo o la afición demostrada y otra para
Profesionales, pilotos, escuderías, managers…que hayan destacado durante la temporada. Nombramos a algunos de los premiados siendo el primero el presidente de la Junta de Castilla y León en aquel momento, D. Juan José Lucas, por su afición al motociclismo y su apoyo a la concentración. En la categoría de Profesionales iniciamos la entrega a Jorge Martínez “Aspar”, en el año de su retirada, tras una brillante carrera deportiva.
Dentro de los premios Pingüinos de Oro Institucionales han sido galardonados entre otros la Agrupación de Motoristas de la Guardia Civil, por su labor de protección en la carretera, la Real Federación de Motociclismo de España en su 80 aniversario, RTVE por la divulgación de este deporte y las retransmisiones de los Campeonatos del Mundo, el Circuito Ricardo Tormo “Cheste” que alberga el Gran Premio de la Comunidad Valenciana del Mundial de Motociclismo desde 1999, Protección Civil, Circuito de Velocidad “Ángel Nieto” de Jerez , Fundación Mapfre por su labor de educación, concienciación y seguridad vial, Cruz Roja Española, Honda, mítica marca de motociclismo, etc.
Entre los Profesionales premiados los mejores pilotos del mundo: Alex Crivillé,
“Sete” Gibernau, Jordi Tarrés, Toni Elías, Sito Pons, Dani Pedrosa, Iván Cervantes, Fonsi Nieto, Nani Roma, Héctor Faubel, Carlos Checa, Jorge Lorenzo, Nico Terol, Pol Espargaró, Maverik Viñales, Julián Simón, Héctor Barberá, Joan Mir, Laia Sanz, Álvaro Bautista, Toni Elías, Valentino Rossi, Emilio Alzamora, Ana Carrasco, Jorge Martín, Toni Bou, Giacomo Agostini, Phil Read, Luis Salom, Maikel Melero, Alex Rins y, por supuesto, al tristemente desaparecido Maestro Ángel Nieto, que fue Pingüino de Oro en la edición 2006 junto al Rey D. Juan Carlos de Borbón por su afición y apoyo al motociclismo. El premio entregado al Maestro lo fue en reconocimiento a toda su trayectoria profesional, con 12+1 títulos mundiales, figura imprescindible del motociclismo, desaparecido en agosto de 2017. En la edición siguiente a su fallecimiento no podía faltar un homenaje a quien hizo tanto por este deporte, que lo engrandeció y llevó hasta lo más alto su nombre y el de nuestro país, homenaje al que acudió parte de su familia. Pingüinos alcanza ya un prestigio y fama que no se limita a nuestro país, llegan numerosos motociclistas desde destinos europeos, especialmente importantes son los grupos que vienen desde Portugal, Francia e Italia pero no son los únicos representantes extranjeros. Cada año se incrementan tanto el número de visitantes como la variedad de países de procedencia, llegando incluso desde otros continentes.
El cambio de siglo y milenio nos trajo también cambio de nido pingüinero y en 2001, coincidiendo con nuestro 20 aniversario, ya mayores de edad, nos instalamos en Boecillo, en el área del Pinarón. Una localización que nos acercaba a Valladolid y donde estuvimos hasta 2007. Esta sede no hizo más que incrementar el número de inscritos y aún más de visitantes y desde los
17.120 participantes de 2001, con nuevo récord, hasta los 27.141 de 2007, todas las ediciones iban subiendo, salvo en la del año 2003 en la que una alerta meteorológica el viernes contuvo la participación, el temporal de nieve hizo que muchos no pudieran llegar, había carreteras cortadas y otras casi impracticables, lo que dejó el número de inscritos en 17.953. Pero continuamos añadiendo eventos y actividades que elevaban el nivel de la Concentración:
Es en esta edición, la de 2003, cuando iniciamos la celebración de la “Fiesta de Nochevieja y Año Nuevo Motorista”. A las 24:00 horas del viernes suenan las campanadas que dan inicio al nuevo año motorista comiendo doce piñones de Pedrajas y brindando con espumoso de Rueda. Fiesta que llegó para quedarse por la estupenda acogida y que se convirtió en uno de los referentes de la Concentración con una gran participación y a la que sigue uno de los conciertos de música que calienta el ambiente y hace que la fiesta se prolongue hasta la madrugada.
Exposición de Motos Antiguas y Clásicas en la Feria de Muestras de Valladolid, contando con un centenar de piezas, verdaderas joyas de la historia del motociclismo. Exposición que después se trasladó al C.C. Vallsur donde la afluencia de gente es mayor, haciendo más accesible y popular el evento.
En el año 2004, con una climatología inusualmente cálida, se constató un nuevo récord de 20.117 inscripciones. La climatología que condiciona de forma importante la asistencia volvió a ser heladora en la edición de 2005, con los termómetros por debajo de cero casi permanentemente y con una intensa niebla que prácticamente nos impedía vernos, sin embargo, hubo más inscripciones, 21.333.
Y así llegamos a Pingüinos 2006, nuestro 25 Aniversario quisimos celebrarlo con actividades especiales y nuevas. Destacando la estupenda exposición “100 años de Ciencia en la Moto – 25 años de Pingüinos” celebrada en el Museo de Ciencia de Valladolid y la publicación del libro “El viaje en moto” que hace un repaso por los 25 años de Pingüinos y lleva además un catálogo de la exposición. En esta edición también se contó con Pingüinos de Oro especiales, como no podía ser de otra forma el ya mencionado Maestro Ángel Nieto, junto a él se premió al Rey D. Juan Carlos que no se acercó a la Concentración por motivos de agenda, pero que recogió su pingüino de Oro en el mes de noviembre de la mano de la Junta Directiva del club Turismoto en una visita realizada a la ciudad de Valladolid.
En la edición de 2007 finalizamos nuestra estancia en Boecillo con un nuevo récord de inscripciones, 27.141 pingüinos que hicieron que se agotaran las que teníamos preparadas en un año con una temperatura favorable.
En 2008 nos trasladamos a Simancas, un nido más grande para acoger a los, cada año, más numerosos pingüinos y con mejores instalaciones que recibieron a 29.712 inscritos, sin embargo, hubo algunos problemas con los accesos que tendríamos que mejorar en la siguiente edición. Se permitía el acceso de coches, furgonetas y autocaravanas y se registraron importantes atascos por la enorme afluencia de vehículos.
Así llegamos al año 2009 en el que encontramos una sede amplia, con buenos accesos, en un magnífico pinar y ya en la misma capital, Valladolid, en el pinar de Puente Duero. La gran novedad es que, a partir de este momento, a la concentración solo se accederá en moto, ganamos en autenticidad. Quienes vengan deben ser auténticos aficionados y concretamente en esta edición, en la que las temperaturas oscilaron entre los 0 y los – 10º C., con un temporal de nieve generalizado, los que acudieron se ganaron el nombre de verdaderos pingüinos, siendo una de las ediciones más duras que se recuerdan quedando muchos atrapados en las carreteras sin poder llegar a Valladolid. Aun así, el número registrado fue 18.314 reconocidísimos motoristas en una auténtica invernal complicada.
Desde el año 2009 hasta el 2014 el nido de Pingüinos se asentó en el pinar de Puente Duero, el sitio parecía ser del agrado de casi todos y los datos de inscritos no hicieron más que incrementarse llegando a los 27.456 en la que fue última edición en esta ubicación.
En el año 2011 celebramos el 30 Aniversario de la concentración y lo hicimos con la declaración de Fiesta de Interés Turístico Regional, un hito más en nuestra historia, con la participación masiva a la que contribuyó la buena climatología. El desfile de banderas hasta la capital se incrementó en un 50 %, lo cual da una idea de la dimensión que íbamos cogiendo.
2015 y 2016 han sido los únicos años en los que no se ha celebrado la concentración.
Después de dos años de parada, 2017 fue la edición de la recuperación, tanto de la concentración como de fuerzas, ganas e ilusión entre todos los miembros de la organización y encontramos una nueva ubicación, la Antigua Hípica Militar de Valladolid, probablemente la mejor con la que hemos contado hasta ahora porque aglutina numerosas características que la hacen idónea para nuestra concentración. Mantenemos una zona de pinar acogedora; lugar más amplio que permite el recibimiento de los numerosos pingüinos que llegan; la cercanía con la capital que ha asumido como propio este evento y participa y disfruta de él en los desfiles, en las exhibiciones, exposiciones, acercándose a la campa a disfrutar de los conciertos, saludando a los motoristas que invaden las calles de Valladolid en esos días; accesos inmejorables que
permiten la llegada a la campa sin interrumpir el devenir diario del tráfico, en definitiva un emplazamiento ideal. Al haber retomado la actividad después de dos años de parón había cierta incertidumbre por si la convocatoria no volvía a tener la acogida de las anteriores pero esto se disipó rápidamente, cuando comenzaron a llegar los pingüinos con una ilusión enorme y con ganas de volver a los caldos, a los conciertos, a los desfiles, la falla, los premios y sobre todo a volver a los amigos y compartir con ellos alrededor de una hoguera viandas y conversación, a acoger a los nuevos pingüinos que llegan y mostrarles la camaradería y el ambiente inmejorable que se vive en esta concentración. Fueron 22.536 inscritos los que empezaron el afianzamiento de Pingüinos después del parón.
Pingüinos 2018, fin de semana lluvioso y frío que no amedrentó a nuestros amigos que llegaron en número de 28.141.
En esta edición se realizó un sentido homenaje al que fue la figura más importante que ha dado el motociclismo en España, el Maestro Ángel Nieto que nos había dejado desgraciadamente en agosto de 2017, la Plaza Mayor de Valladolid se inundó completamente de almas que querían hacer un reconocimiento al Maestro y dar calor a los familiares que acudieron a recibirlo. Impresionante la imagen de esa Plaza Mayor abarrotada y en completo silencio y respeto.
La cifra de inscritos muestra que nuestra concentración ha iniciado su mejor y más esplendorosa etapa, que se ha convertido en el referente de las concentraciones invernales y que la acogida no puede ser mejor.
En 2019 y 2020 nuevos récords de asistencia con 30.471 y 33.922 inscritos ponen de manifiesto que, sin duda, el nuevo nido y la organización son los más adecuados para la celebración de la concentración. Que el programa desplegado en estas últimas ediciones cumple con las expectativas de los más exigentes y que el ambiente, el calor de las hogueras, la camaradería, el compartir, disfrutar y sentirse miembro del grupo es lo que destaca por encima de todo. La organización ha buscado en estas últimas ediciones la excelencia, se trata de mejorar todo, se atienden las sugerencias de quienes las aportan y el resultado son, no solo el número de inscritos sino los mensajes de reconocimiento y agradecimiento que recibimos de muchísimos amigos que nos acompañan y que llegan desde todos los rincones de España, pero también ha habido un incremento notable de visitantes de otros países. Esto ha convertido a nuestra concentración en la más importante de Europa y en un referente para las demás.
Año 2021, venimos de vivir la situación más impensable de cuantas nos hubiéramos imaginado. Hemos pasado 10 meses de confinamiento o semiconfinamiento por una pandemia que se llevó las vidas de muchísima gente. Muy pocas familias no han sido tocadas de alguna forma por el virus, bien por motivos de salud o laborales y todas, sin excepción, por la reclusión a la que nos vimos abocados.
Pero además de ese terrible acontecimiento, durante el fin de semana de Pingüinos sufrimos una profunda borrasca, de nombre Filomena, que afectó a la mayor parte del país, con nevadas sin precedentes, fuertes vientos y lluvias que dejaron intransitables carreteras y ciudades enteras durante unos días.
A pesar de todo ello Pingüinos quiso hacer visible su presencia, aunque fuese testimonial y poner de manifiesto nuestro apoyo y homenaje con la quema de la falla a quienes tanto han sufrido, por distintos motivos, durante los durísimos tiempos vividos a lo largo del año 2020 y principios de 2021.
Viendo las cifras récords de inscripciones de los últimos años vamos a retomar en 2022 una concentración renovada, celebramos el 40 aniversario y después de una pandemia que nos ha tenido recluidos en casa, necesitamos volver a sentir el calor de los amigos, el reencuentro y la ilusión de retomar lo que habíamos aparcado, todo con el máximo respeto y responsabilidad.
Vamos a seguir agrandando la historia. Feliz Pingüinos 2022.