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PATRIMONIO NATURAL

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FIESTAS

FIESTAS

Reserva de la Biosfera

La provincia de Zamora cuenta con cuatro espacios naturales protegidos, pero la declaración por la UNESCO del espacio Transfronterizo Meseta Ibérica como Reserva de la Biosfera en junio de 2015 ha supuesto, sin duda, un importante impulso tanto a nivel económico, como de empleo para la zona. Los espacios naturales que la conforman dentro de la provincia son: El Parque Natural del Lago de Sanabria, el Parque Natural de los Arribes del Duero, así como la Sierra de la Culebra de la Red Natura.

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Caprichos del Würm el origen del Mare Lacum

Parque Natural del Lago de Sanabria

Para conocer el origen de este espacio debemos remontarnos a la última glaciación del Würm hace 10.000 años. Al terminar esta Edad de Hielo, cuando la lengua glaciar se retiró, quedaron al descubierto amplios valles de gran profundidad; un gran lago, circos glaciares, rocas aborregadas, estrías glaciares, morrenas, y más de 20 lagunas diseminadas por la sierra. Se trata del segundo mayor conjunto de lagunas de origen glaciar de España, después de los Pirineos. Situadas en parajes de difícil acceso han permanecido casi inmunes a la alteración de la mano del hombre.

La extensión actual de este parque que ocupa 32.302 hectáreas, comprende el conjunto montañoso de las Sierras de Segundera y Cabrera.

El Lago de Sanabria ha recibido diferentes nombres a lo largo de la historia: en el medievo “Mare Lacum”, después “lago de San Martín de Castañeda” y a principios del siglo XX “lago de Villachica”. Con sus 368,5 hectáreas, longitud máxima es de 3.178 metros, una anchura de 1.590 y una profundidad de 51 metros, constituye, sin lugar a dudas, el mayor testimonio de la glaciación.

El lago alberga una fauna muy rica y variada tanto de animales terrestres como acuáticos entre los que se pueden encontrar peces, como la bermejuela, el cacho, el barbo o la trucha, empleada tanto en la pesca deportiva como para la gastronomía. Aquí conviven 41 especies diferentes de mamíferos: el escurridizo desmán de los Pirineos, la nu-

tria, la marta, el armiño, la garduña o el tejón, junto a otros mamíferos de talla mayor como el corzo, el jabalí y el gato montés son algunos de los ejemplos más vistosos. Sobrevuelan los cielos de este

Parque Natural 142 especies de aves, entre ellas el alcaudón dorsirrojo, el escribano cerillo, el pechiazul, la perdiz pardilla, denominada localmente “charrela”, junto a rapaces como el águila real, el halcón abejero, el halcón peregrino, el ratonero común, el cernícalo vulgar y el búho real. Entre los robles de sus bosques Se esconden el camachuelo común, el petirrojo, el arrendajo, la abubilla...

Aunque la variedad dominante es la del roble carballo, abundan los serbales, acebos, tejos, abedules y castaños, y es que el Parque Natural cuenta con 1.500 especies vegetales, algunas de ellas únicas en la península

En este espacio el deporte estrella es la pesca de la trucha: en el lago, en los ríos Tera, Castro, Negro, TreFacio, o en los embalses de Valparaíso, Cernadilla y Agavanzal.

Atractivo todo el año

El Parque Natural en primavera invita a los amantes de la montaña a practicar el senderismo, recorriendo la parte alta de la sierra o los caminos que tradicionalmente unían sus pueblos. Excursiones a caballo o en bicicleta de montaña que te hacen sentir uno con el entorno. En verano la práctica de deportes náuticos como la vela o el piragüismo resulta una opción refrescante a la vez que permite disfrutar de los intensos colores. La espectacularidad del otoño tiñe de rojos, ocres y dorados los montes de Sanabria y sus bosques florecen para los amantes de la micología: edulis, pinícola, regius, la macrolepiota prócera, la amanita cesárea o seta de los dioses, o el cantharelus cibarius o chantarella. Y en invierno el blanco paisaje atrae a esquiadores de todos los rincones de la península.

La cuna del lobo ibérico

Espacio Natural de la Sierra de la Culebra

Entre las comarcas de Aliste, Sanabria, la Carballeda y la portuguesa Tras Os Montes discurre serpenteante la Sierra de la Culebra, Reserva Regional de caza de 67.340 hectáreas. En esta sierra se encuentra la población más numerosa de lobo ibérico de toda España. Por ello, la localidad de Robledo acoge el Centro de Interpretación del Lobo Ibérico para el estudio e investigación, tanto desde el punto de vista científi co como etnográfi co y cultural de esta especie.

Entre pizarras y cuarcitas emerge la vegetación, y el agua modela un relieve abrupto con grandes pendientes, que ha dado paso a torrenteras y pequeños cursos. Destaca la riqueza vegetal de la Sierra de la Culebra con un paisaje agreste donde conviven diferentes modalidades de pino, con especies autóctonas de roble, melojo y castaño. Además, en sus bosques se encuentran lugares excelentes para la práctica del turismo micológico, ya que se dan múltiples variedades de boletus y las exquisitas amanitas cesáreas. La fauna de la Sierra de la Culebra es una de las más ricas de Castilla y León: jabalíes, corzos, zorros, nutrias, gatos monteses o tejones conviven este terreno. Los afi cionados de estas especies se dan cita en octubre, pues es el momento idóneo para la observación de las berreas de ciervos en su medio natural y de los lobos, señores de la Sierra, que campan a sus anchas entre el follaje.

Saltos del Duero

Parque Natural de Los Arribes del Duero

Entre cortados y formaciones de peñascos discurren rápidas las aguas del río Duero en el límite de la frontera de España con Portugal. Este profundo cañón excava la masa granítica de la comarca de Sayago, desde la era Paleozoica, con el fi n de salvar el desnivel de la meseta, hacia su desembocadura en el Atlántico a su paso por Portugal.

El Parque Natural abarca 106.105 hectáreas compartidas entre las provincias de Zamora y Salamanca, se caracteriza por los cortados con paredes que sobrepasan en muchos puntos los 200 metros de altura. Esta circunstancia ha hecho posible la existencia de un complejo de presas de producción hidroeléctrica. Además, el Parque Natural de los Arribes del Duero ofrece un peculiar crucero para la contemplación de este cañón excavado por el Duero con toda su espectacular orografía, fauna y fl ora.

En este enclave natural se encuentran especies de gran valor para el entorno como el buitre común, el águila real, la cigüeña negra, el alimoche o el halcón peregrino, así como el águila culebrera, el búho real, la chova piquirroja o el murciélago.

El microclima de temperaturas suaves, la humedad y la ausencia de heladas, ha dado origen a la presencia de especies animales y vegetales propias de la región mediterránea tales como jaras, escobas, espliego lavanda o alcornocales como el de Fornillos de Fermoselle. Y en los barrancos crecen viñas, olivos, madroños o enebros. Este espacio natural ofrece parajes realmente espectaculares, como la desembocadura del río Tormes, conocido como Ambasaguas, entre el término municipal de Fermoselle y Villarino de los Aires. Lo mismo que el puente de la Cicutina, en el Tormes, donde existe una zona de baño.

Las Lagunas de Villafáfila

Paraíso del “orniturismo”

Al noreste de la provincia de Zamora en un paisaje salpicado por catedrales o castillos de barro, que así es como se denominan a los palomares, característicos de la Tierra de Campos, se localiza uno de los más importantes humedales de la península y Reserva Regional de Caza con 32.682 hectáreas: Villafáfila.

La orografía plana y las características geológicas del terreno con la presencia de rocas impermeables, y la acumulación de agua, son las responsables de la formación de las lagunas y que dan origen a la avifauna más rica de Castilla y León y de máxima importancia a nivel tanto nacional como europeo. El carácter salino de sus aguas responde a la gran cantidad de sales que impregnan los materiales que conforman su subsuelo.

En los atardeceres de los periodos de otoño y primavera se pueden observar numerosas bandadas de aves migratorias procedentes de toda Europa que hacen de Villafáfila un paraíso para el denominado ‘orniturismo’. Las Lagunas constituyen la mayor reserva de avutardas de todo el continente europeo, que además comparten este espacio con otras especies como el ánade real, las avefrías, las cigüeñas blancas, las garzas reales, la grulla común, los ánsares o las cigüeñas blancas

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