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Instrumentos
¡Cómo suenan los tambores cuando esperan el comienzo!, cuando acaban un redoble, cuando rugen en silencio. Toques que son oración, soledad, recogimiento, toques que embriagan el aire mezclados con el incienso.
No tocamos por tocar, nosotros no hacemos eso. Es la forma de rezar que aprendimos de pequeños. Herencia de nuestros padres y también de los abuelos. La cultura de una tierra que hace que se rasgue el cielo.
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Este año no se oirá en las calles de Zaragoza las marchas que, con esfuerzo, se ensayan hora tras hora. Los ensayos con amigos han quedado aplazados. Lo aceptamos, lo entendemos y aun así, los añoramos.
Ni el redoble de un tambor, ni el tañer de una campana, ni el sonido de las pieles al golpear nuestras mazas. No sonarán las cornetas, no sonarán las carracas. Solo se oirán oraciones, desde la iglesia o la casa. Este año no saldrán los bombos de Prendimiento, los timbales de Piedad o los de Descendimiento. Viernes Santo en la mañana sin imágenes subiendo. El redoble de Columna de tan bajo es un recuerdo.
No sonarán los tambores bajando de Miralbueno, la Llegada en Oliver permanecerá en silencio. Ni la Cena, ni Humildad, andarán de madrugada, ni sus tambores y bombos anunciarán su llegada.
Exaltación no traerá esos ritmos sincopados, y aguardará en Santa Gema, mientras aquí la esperamos. La Iglesia de San Felipe no tendrá cierre el domingo. No habrá un redoble que deje la Amargura en su destino.
En Torrero, San Antonio, no contará el Jueves Santo con los toques que, con Fe, resuenan año tras año. El redoble mantenido y las carracas de Entrada, no sacarán a La Burra con el sol de la mañana.
Las cornetas no se oirán cuando cierre el Nazareno, ni al salir Coronación en un Jueves Santo pleno. No herirá el aire una jota, una saeta, un lamento, Campanas amortajadas que no tañerán a muerto.
Calla el Huerto en el Portillo y en el Carmen, Abrazado Y en San Juan de los Panetes calla Cristo Despojado. Desde el Gancho no saldrá, el Silencio de San Pablo, este año sus cornetas llevan su nombre grabado.
Las matracas de Ecce Homo no atravesarán el Ebro, ni se unirán al redoble en la plaza de La Seo. Silencioso está el Pilar. Este año, no hay Encuentro, No hay secciones que se unan al unísono un momento.
Este año la ciudad no escuchará con estruendo como Cristo Resucitado sale a su Madre al encuentro, Como se bailan las jotas en un domingo glorioso, Como se toca y celebra en un domingo gozoso.
Llegarán las procesiones, los boatos y ornamentos, el vibrar de nuestras calles, el estruendo hecho Misterio. Sobresalto en las aceras que desgarra el silencio, que retumban a Oración, a Piedad, a Santo Entierro.
Zaragoza no tendrá en los días que nos tratan los tambores por las calles tocando con fuerza y alma. Pero tendrá a los cofrades, de paisano si hace falta Testimoniando con Fe, que Sí hay Semana Santa.
¡Cómo suenan los tambores cuando esperan el comienzo!, ¿Cuándo acabó el redoble? ¿Cuándo empieza otro de nuevo? Toques que son oración, soledad, recogimiento, ¡Cómo suenan los tambores! Ahora es tiempo, de Silencio.
Comisión de pregón y concurso