Saludo del Arzobispo

+ CARLOS MANUEL ESCRIBANO SUBÍAS

Arzobispo de Zaragoza

en Zaragoza

Saludo

Tengo la satisfacción de poder saludaros de nuevo, con motivo de la próxima celebración de la Semana Santa. En nuestro recuerdo y oración, tantos hermanos y hermanas que han sufrido con dolor la crudeza de esta pandemia, que tanto ha afectado a nuestra sociedad.

Estoy convencido, de que la esperanza que todos albergamos es que, en esta ocasión, después de dos años sin poder hacerlo, podamos celebrar la fiesta grande de los cristianos con toda solemnidad. Es cierto, que en los años pasados pudimos vivir la Semana Santa con gran intensidad espiritual, en las celebraciones litúrgicas desarrolladas en nuestros templos, y con las distintas iniciativas que, de forma muy creativa, pusisteis en marcha las Cofradías y Hermandades de Zaragoza, conforme a la normativa sanitaria. Pero también es verdad, que nos faltaba esa magnifica expresión pública de nuestra fe, que son las procesiones de nuestras Cofradías y Hermandades por las calles de la ciudad.

Volver a una celebración más normalizada de la Semana Santa, estoy convencido de que os ilusiona a todos los cofrades. Y eso, os hará prepararla con singular entusiasmo. Os agradezco los muchos esfuerzos que estáis haciendo, y os animo a vivir la preparación y la celebración de la Semana Santa con renovada ilusión.

Se que os sentís parte importante de nuestra Iglesia diocesana. Y lo sois. Por ello, seguro que estáis viviendo con intensidad la fase diocesana del Sínodo de los Obispos. Me consta que muchos de vosotros, estáis participando en los grupos que se han creado a tal efecto en la diócesis. El camino sinodal, nos enseña a caminar juntos para construir una Iglesia “distinta”, en expresión del Papa Francisco, que sea capaz de afrontar los retos que se nos presentan en este momento, en el que el contexto social ha cambiado tanto. Ello, nos impulsa a buscar unidos nuevos caminos para anunciar el Evangelio. Sí, caminar juntos. Como hacéis vosotros en vuestras procesiones particulares, y en la general del Viernes Santo, convirtiéndoos en elocuente representación de lo que significa esa expresión de comunión en la Iglesia. Igual que el portar las imágenes del Señor y de María, muestran a todos los que os ven, un misterio profundo y rico donde podemos descubrir la salvación que Cristo nos trae, sería deseable que también vuestro caminar juntos como Cofradías y como cofrades en las distintas procesiones, nos ayudase a profundizar en ese anhelo de comunión y unidad.

Deseo que estos días previos a la Semana Santa, nos ayuden a vivir con fe, alegría y esperanza los misterios centrales de la fe de los cristianos. Y que, del encuentro con Jesús, muerto y resucitado por nuestra salvación, salgamos renovados para poder seguir viviendo con pasión nuestra experiencia cofrade. Y que también como cristianos, podamos vivamos la experiencia que Cristo nos propone: Amar a todos hasta el extremo (Cfr. Jn, 13) especialmente a los más necesitados.

Con mi bendición.