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GERTRUD HIRSCHI
MUDRAS PA R A E L C U E R P O , L A M E N T E Y EL ESPร RITU
Manual para un curso de yoga
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Índice
Estimado lector ...........................................................
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Lo esencial ...................................................................
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Oráculo .........................................................................
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Cómo utilizar los mudras ...........................................
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Meditación con mudras .............................................
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Respiración ..................................................................
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¡Piensa en positivo! ....................................................
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Afirmaciones e imaginaciones ..................................
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Efectos ..........................................................................
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Handology ....................................................................
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Mi deseo para ti ..........................................................
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Cómo encontrar rápidamente el mudra más adecuado ........................................................
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Agradecimientos ......................................................... 160 Gertrud Hirschi ............................................................ 160
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Estimado lector ¿Qué mejor destino puede tocarle en suerte a un apasionado lector de cartas que recibir el encargo de crear un mazo que cubra todas sus necesidades y se convierta en una fuente de sorpresas y aventuras en su propia vida? Me puse manos a la obra con presteza y entusiasmo, escogiendo los mudras 1, meditando sobre ellos y escribiendo los textos. Espero que esta actitud positiva y mis pensamientos constructivos te colmen también a ti, estimado lector; que te animen, estimulen, acompañen y ayuden a afrontar enfermedades, momentos difíciles, tristezas, miedos y decepciones, para que nuevamente seas capaz de encontrar gozo y satisfacción en los incontables aconteceres buenos —pequeños y no tan pequeños— de la vida. Sólo así es posible dar buen uso a las piedras que se cruzan en nuestro camino: construir mejores senderos, puentes, escalones, torres, un refugio que nos brinde protección y seguridad. O quizá incluso un palacio en el que nuestra riqueza interior pueda ponerse de manifiesto, y nuestra fuerza y poder consigan desarrollarse y florecer por el bien de todos. Muchos de los retos que debemos afrontar exigen toda nuestra fortaleza y coraje: queremos recuperar la salud, o, a pesar de nuestros padecimientos, llevar una buena vida; tenemos que tomar decisiones cruciales o encontrar soluciones escondidas. Con la actitud interior adecuada TODO ESTO es posible. Los mudras nos ayudan, a veces como si fuesen anclas, o un puente, o una puerta hacia nuestro núcleo, morada de nuestra fortaleza, capaz de dominar cualquier dificultad. Existen muchas maneras de abordar una montaña de problemas: podemos utilizar la roca para construir algo nuevo; escalarla hasta la cima para alcanzar una nueva perspectiva; rodearla («El camino en sí mismo es el objetivo»), o bien cavar un túnel en su base 1 Cincuenta y seis de estos mudras provienen de los dos libros que he escrito sobre el tema, y además he incluido doce nuevos. A la hora de elegir me decanté por los más conocidos y aquellos cuya efectividad ha sido más rigurosamente investigada.
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~ gertrud hirschi ~ y llegar al fondo de las cosas. Los mudras y sus símbolos nos muestran soluciones y caminos a seguir. Por tanto, te deseo sólo lo mejor, alegría y mucho éxito. Cordiales saludos,
Lo esencial «Un sello que aporta alegría»: esa podría ser la traducción libre del antiguo término sánscrito «mudra». Poco sabemos sobre el origen exacto de los gestos que ahora describe esta palabra. Pero sí estamos seguros de que, durante siglos, los mudras han sido utilizados con fines sanadores en las culturas orientales, y que aún en la actualidad siguen formando parte de diversas plegarias y rituales en todo el mundo. Tanto la tradición hindú como la budista aseguran que las posturas y los gestos corporales de las deidades —como símbolos de aspectos específicos de su poder divino— son trasladados a las personas que rezan y meditan frente a ellas. El más conocido de estos signos es el gesto de la bendición, que también incorpora el mudra del valor. Una persona que reza frente a un dios o diosa pierde el miedo y la ansiedad, y esta confianza renovada le permite volver a afrontar la vida con seguridad. Sin lugar a dudas, el mismo proceso tiene lugar cuando practicamos mudras para centrar nuestra atención en nuestra fuerza interior. ¡Pruébalo y lo comprobarás!
Oráculo Si lo deseas, puedes emplear este mazo de cartas —o cualquier otro— como oráculo. Mezcla las cartas, cierra los ojos y elige una.
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~ mudras ~ Las cartas revelarán tus carencias y te enseñarán a remediarlas; o indicarán tus excesos y el mejor modo de recuperar el equilibrio. Te ayudarán a tomar decisiones, y te explicarán de qué manera encontrar el camino de regreso cuando te hayas perdido. Por supuesto que todo esto funciona únicamente si actúas en concordancia con lo que has descubierto, sin «peros» ni cálculos a medias. Haz exactamente lo que las cartas te indican y no te equivocarás. ¡Pero no hagas trampas! Puedes elegir cartas a diario, semanalmente o en ocasiones específicas. Para que tu subconsciente capte mejor las señales, es conveniente convertir estas sesiones en un ritual. Guarda las cartas envueltas en un pañuelo de seda que sólo uses con este fin; y cuando quieras consultarlas, despliega el mazo sobre la seda, cierra los ojos y elige una. Si lo deseas, puedes actuar como los balineses, que piden ayuda a los cuatro elementos colocando una vela encendida (fuego), un vaso con agua, una piedra o un cristal que te guste (tierra) y un cuenco vacío (aire) alrededor de las cartas. Una vez finalizada la sesión introduce la vela en el cuenco, espera a que se apague por completo y bébete el agua. De vez en cuando yo uso las cartas de esa forma, aunque con extremo cuidado. Rara vez pregunto lo que me depara el futuro; me limito a indagar qué me puede enseñar una situación en particular, cuál puede ser la mejor solución y dónde encontrarla, y sobre todo en qué puedo contribuir yo a resolver el problema, ya sea modificando mis actitudes internas o bien cambiando mis acciones externas (o incluso evitando entrar en acción).
Cómo utilizar los mudras Realmente es muy sencillo. Trabaja en una postura relajada, y une las manos o únicamente los dedos.
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~ gertrud hirschi ~ Sentirás que una atracción magnética mantiene las manos —o los dedos— unidos. Si al principio te vales de los dedos de una mano para colocar los de la otra, no tiene importancia; y si un ejercicio te resulta agotador, descansa. Puedes bajar los brazos y relajar manos y dedos. Dependiendo de la situación, puedes practicar los mudras en diferentes posiciones: De pie: separa los pies hasta alinearlos con las caderas y flexiona ligeramente las rodillas. Mientras caminas: por ejemplo, en el trayecto hacia la parada del autobús, o dando un paseo por el bosque. Intenta mantener un ritmo regular y suave. Sentado: adopta tu postura habitual de meditación o siéntate en el borde de una silla con la espalda recta y ambos pies firmemente apoyados en el suelo. (Esta postura ayuda a mantener el flujo de la fortalecedora y calmante energía de la tierra.) Tumbado boca arriba (por la noche, la mañana o cuando debas permanecer en cama): la energía fluye mejor si colocas un cojín debajo de la cabeza y las rodillas. Si no puedes recostarte boca arriba, también puedes trabajar de lado. La frecuencia más indicada para practicar los ejercicios de mudras y la duración que deben tener las respectivas posiciones para surtir efecto depende de cada persona. Por eso notarás que en las cartas no aparecen recomendaciones concretas.
Consejos para principiantes: • cuando te tomes un minuto para un «mudra reconfortante», mantén la posición durante 7, 14 o 21 ciclos respiratorios; • cuando sufras síntomas agudos, mantén la posición durante el tiempo que necesites para alcanzar el efecto deseado; • en casos crónicos, practica el mudra apropiado durante alrededor de 15 minutos, tres o cuatro veces al día y por la mañana, a mediodía y por la noche. Si padeces síntomas crónicos es importante que practiques el
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~ mudras ~ mudra regularmente durante un período de tiempo prolongado, siempre en el mismo momento del día y en sesiones de duración equivalente. El amanecer es un momento muy especial para practicar mudras. Los maestros de yoga aseguran que aquellos ejercicios que se efectúan antes de la salida del sol son los más poderosos y eficaces. ¡Y, además, se convierten en una buena manera de aprovechar los períodos de insomnio! Es posible que desees provocar un cambio en la esfera espiritual-mental, como por ejemplo favorecer el desarrollo de un particular rasgo de carácter o actitud mental. A este fin deberías practicar el mudra durante más de 21 días, tres veces diarias durante 7-21 minutos. Lo mismo es aplicable a los mudras creados para mejorar la habilidad de aprendizaje (tal como la investigación médica ha demostrado posible). En este caso el cerebro tiene que desarrollar nuevas estructuras, y el proceso lleva unas tres semanas. Por otro lado, durante los períodos de depresión el cerebro reduce su capacidad, pero la buena noticia es que consigue recuperarse y restablecer su condición natural. Este proceso se extiende también durante unas tres semanas. Merece la pena recordar que un cerebro activo no sólo es sinónimo de más concentración y capacidad de aprendizaje, sino también de una mayor producción hormonal que provoca una sensación de bienestar. ¡Así que ya sabes!
Consejos de «veterana»: • El efecto de los mudras será más intenso si respiras aire fresco y bebes un gran vaso con agua antes de empezar. • Masajea tus manos exhaustivamente: cada dedo, los dorsos, las palmas y las muñecas. Sólo entonces estarás en condiciones de formar el mudra.
¿Qué tipo de procesos mentales son los más beneficiosos? • Primero, concéntrate por completo en el masaje de manos. • Después, forma el mudra y a continuación céntrate en aquellas
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