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PALABRA DE MUJER

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EDITORIAL

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La prioridad de una empresaria exitosa Cumplir primero como madre, meta de la primera presidenta de Coparmex-Cozumel

María del Carmen Joaquín Hernández puede llevar el título que se le antoje, puede ser: hija, nieta, biznieta de empresarios. En el apellido lleva el linaje y, por consiguiente, también lleva el título de empresaria, y no sólo como alguien que dirige una empresa, sino como la primera mujer en ser presidenta de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), delegación Cozumel, y consejera nacional de la agrupación.

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Sin embargo, a pesar de todo eso, para ella lo más importante es ser mujer, un ser humano y, sobre todo, madre.

La empresaria tiene un enfoque muy claro de quién es: “Primero que cualquier cosa soy mamá, hay tres seres humanos que depende de mí para su formación, su educación, para quienes soy su guía y es mi responsabilidad más grande”.

Sí se puede tener todo

No tiene conflictos al definirse como madre, ni señalarlo como el rol más importante de su vida.

En un momento de la historia en el que las madres están sometidas a grandes presiones y viven conflictos emocionales, María del Carmen hace referencia a las ideas de una de las mujeres que más admira, la jueza de la Corte Suprema de Estados Unidos, Ruth Bader, quien falleció en septiembre pasado.

Comenta que, para la jueza, las mujeres nunca van a lograr una verdadera equidad, a menos que logren compartir el rol de la crianza con los hombres y que ellos se den cuenta, se involucren, en lo importante que es criar a la siguiente generación.

La empresaria considera que vivió, de alguna forma, este ideal que promovía Ruth Bader.

“Yo veía a mi mamá realizada, haciendo mancuerna con mi papá, no sólo como pareja, sino como socia, como empresaria, viajando, en un negocio además muy bonito. Me enamoré de ese estilo de vida, si mi mamá puede hacerlo, si estoy viendo una mujer que puede tener hijos, llevar una casa, tener un negocio, tener una relación de pareja, ser su propia persona, estar en constante educación, eso es lo que quiero, no me lo planteo de ninguna otra manera”.

Rechazo, rechazo, rechazo… resiliencia

María del Carmen valora ser una mujer que se puede valer

por sí misma. “En el momento que me separo del papá de mis hijos no se me cierra el mundo, tengo mucho con qué seguir. La verdad, creo que el ejemplo de mi madre permeó en mí y espero que el ejemplo que doy a mis hijos también permee en ellos”.

Sin embargo, reconoce que hay mujeres que han ido por la vida recibiendo “rechazo, rechazo, rechazo y les han dicho: ‘no, porque eres mujer; no, porque te vas a casar y a tener hijos y no vas a poder hacerlo igual que un hombre. Llega un momento en el que uno se va dando por vencido”, reconoce.

En su carácter propositivo, optimista y resiliente, la lideresa de los empresarios cozumeleños asegura que es el momento de las mujeres, de retomar la confianza y empoderarse unas a otras. “Si yo estoy en una situación en donde puedo ayudar a otras mujeres a hacer algo, lo hago, a veces es tan sencillo como decirle a otra mujer ‘felicidades por tal cosa que hiciste, ¡qué bien lo hiciste hoy!’ No tienes más que verbalizarlo”.

“Es responsabilidad nuestra que se creen más espacios para que más mujeres puedan empoderarse, creo que al final del día sólo nosotras podemos entenderlo al 100%. Yo voy a educar a mis dos hijos para que sean hombres que le den el mismo valor a lo que hacen sus parejas, que sean comprometidos y compartan las responsabilidades”.

La segunda y la tercera

La primera responsabilidad de Joaquín Hernández es ser mamá, la segunda es mayor: “trabajar todos los días para dejar a mis hijos un México mejor que en el que yo viví”, una tarea que hoy es un enorme reto.

El tercer reto es ser ejemplo como ser humano, como empresaria, como mujer, como líder de los empresarios, prosigue. De ahí parte todo lo demás, esa es mi base, esa soy yo. Primero que cualquier otra cosa, soy mamá y todo gira en torno a eso.

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