10 minute read

Funciones del ATV: del dicho al hecho

Hoy en día nuestra profesión es conocida por un mayor número de personas. Ya no somos el acompañante del veterinario, tenemos nombre y apellidos: auxiliares técnicos veterinarios (ATV). Debemos estar orgullosos de este gran paso que hemos conseguido dar pero, ¿realmente saben los demás en qué consiste nuestro trabajo en las clínicas veterinarias?

Alba Jiménez Iglesias

Hospital Veterinario Madrid Norte Imagen cedida por la autora Muchas personas creen que nuestro día a día consiste en limpiar a sus mascotas cuando hacen sus necesidades o estar sentados frente a las jaulas velando individualmente por su salud. Otras simplemente piensan que pasamos las horas abrazando y dando besos a los animales que vienen al centro. Pero puedo aseguraros que esto no ocupa ni el 1 % de las tareas que conlleva nuestro puesto de trabajo. La cantidad de funciones desempeñadas por los ATV depende de diferentes factores como por ejemplo el tipo de centro veterinario en el que se encuentre trabajando, la confianza depositada por el veterinario, las aptitudes y experiencia adquiridas a lo largo de los años y, lo más importante, la actitud presentada. Ahí está la clave fundamental de nuestro trabajo, la actitud. Sin una buena actitud sería imposible realizar las innumerables tareas que debemos llevar a cabo durante la jornada laboral. Ser ATV conlleva responsabilidades de peso que requieren tomarse el tiempo necesario para ejecutarlas de la forma más adecuada. A lo largo de un día de trabajo, un ATV puede realizar tareas de todos los departamentos existentes en el hospital o clínica: laboratorio, quirófano, diagnóstico por imagen, consulta, rehabilitación, hospitalización e incluso recepción en caso de ser necesario. A todo esto, se le debe sumar el control de los diferentes medicamentos, alimentos, transfusiones, orden y reposición de los diferentes departamentos y el mantenimiento de las zonas comunes. En conclusión: hacemos de todo. Ser ATV es un trabajo multitarea. A continuación se describen las funciones desempeñadas en los departamentos más importantes para la figura del ATV o, al menos, las que requieren mayor formación y desempeño.

Hospitalización

El área de hospitalización se puede considerar la más importante de nuestro día a día. Normalmente se puede llegar a dedicar el 80 % del turno en este departamento, incluso a veces el 100 %. El trabajo en hospitalización es muy exigente. Debes intentar conocer a tus pacientes en el menor tiempo posible y ser capaz de cubrir sus necesidades de forma eficaz. Por otro lado, se debe tener una formación mínima de las patologías más frecuentes, así como de los posibles casos más graves para poder actuar de forma eficiente en el menor tiempo posible. Nuestra labor comienza en una vigilancia continuada de los pacientes hospitalizados, comprobando que todo esté en orden, manteniendo la higiene en todo momento, así como la limpieza y el orden de las salas de hospitalización.

Ser ATV conlleva responsabilidades de peso que requieren tomarse el tiempo necesario para ejecutarlas de la forma más adecuada.

Monkey Business Images/shutterstock.com

Además, llevamos a cabo las exploraciones de los animales hospitalizados, en función de las pautas dadas en cada centro (cada 2-8 horas), siendo de gran importancia en pacientes en estado crítico. Los pacientes hospitalizados, a su vez, tendrán sus pautas de medicación correspondientes, junto con paseos y comidas. Podemos añadir también la realización de las pruebas complementarias de los pacientes hospitalizados y de los pacientes de consulta cuando así se requiera. Entre las pruebas podemos encontrar: medición de la presión arterial (PA), electrocardiograma (ECG), medición de la producción urinaria (PU), radiografías, analíticas incluyendo la extracción de la muestra, etc. Debido a la afluencia de pacientes (internos y externos) y las necesidades fisiológicas de los mismos, es necesaria la utilización constante de la lavadora y secadora. Así, podemos mantener limpias las pertenencias, mantas o camas que se emplean para el bienestar y comodidad de nuestros pacientes. Por último, en este departamento, cabe mencionar la atención a los propietarios en caso de ingreso, visita o alta de un paciente. Siempre debemos hacerles sentir lo más cómodos posible. Para ellos su mascota es lo más importante, y así debemos hacérselo llegar por nuestra parte.

Quirófano

Las funciones desempeñadas en este departamento también deben considerarse de gran importancia. Nos encontramos en un área que precisa de una elevada atención y concentración en las tareas que se llevarán a cabo. En el quirófano lo más importante será una correcta asistencia al cirujano. Abrir material de manera estéril, colocarle la bata o incluso ayudar en el proceso quirúrgico pueden ser algunas de las necesidades del veterinario. También será fundamental conocer el material quirúrgico y los diferentes procedimientos de limpieza, empaquetado y esterilización de todo el material para que esté listo para futuros usos. Como en todas las áreas, debe mantenerse el orden y la higiene. En este caso, es imprescindible obtener la máxima esterilidad posible, limpiando y desinfectando el quirófano después de cada cirugía. Debemos prestar especial atención en la reposición y control de stock de todos los materiales, no puede faltar nada. Finalmente, hay que destacar que tener unas nociones de monitorización anestésica básicas puede ser muy útil, así como conocer el correcto funcionamiento de la máquina de anestesia. Junto a esto, debemos tener la capacidad de asistir al veterinario ante una parada cardiorrespiratoria (PCR) y en caso de urgencia.

Juice Flair/shutterstock.com

El trabajo en hospitalización es muy exigente. Debes intentar conocer a tus pacientes en el menor tiempo posible y ser capaz de cubrir sus necesidades de forma eficaz.

Laboratorio

Por último, cabe mencionar algunas de las funciones frecuentes llevadas a cabo en el laboratorio por los ATV y que tienen gran relevancia en el correcto funcionamiento del día a día. Las diferentes máquinas de análisis que podemos encontrar en un centro veterinario tienen un papel muy importante. Por supuesto, debemos conocer el funcionamiento de todas ellas, el tipo de muestra que se requiere para cada parámetro, cómo debemos llevar a cabo su limpieza y cuáles son los diferentes materiales que se emplean con cada una de ellas. Son equipos muy costosos y deben utilizarse de forma apropiada para evitar cualquier problema. Junto con la realización de las diferentes analíticas, debemos tener en cuenta que hay determinadas pruebas que no pueden realizarse en el laboratorio interno y que deben enviarse a un laboratorio externo. Por ello, debemos conocer los diferentes procedimientos de etiquetado, empaquetado y envío en función de la empresa y la prueba solicitada. El mantenimiento del orden e higiene, así como el control de stock de los materiales necesarios en el laboratorio también es una labor fundamental llevada a cabo diariamente por el ATV. Estas son algunas de las funciones más importantes que un ATV puede desempeñar en su día a día, y no son pocas. Pero es cierto que dejo otras sin mencionar en profundidad. Tal es el caso de la asistencia al veterinario en consulta, la atención al público o el traspaso de información entre compañeros. Para finalizar, me gustaría mencionar una función delicada y especial que desempeñamos. Hago referencia a estar junto a algunos de los pacientes en sus últimos momentos de vida, cuando sus propietarios por cualquier motivo no pueden. Nadie te enseña cómo afrontar estos momentos, pero por desgracia forman parte de nuestro trabajo diario.

Conclusiones

Esta profesión es un regalo y, como no podía ser de otra manera, es vocacional. Ha evolucionado mucho a lo largo de estos últimos años. Todas nuestras funciones eran llevadas a cabo por veterinarios o incluso estudiantes en prácticas. Poco a poco nos estamos haciendo un hueco y los veterinarios van delegando nuevas funciones en nosotros. Por todo lo anteriormente mencionado, debería darse a conocer más sobre los ATV y su papel real dentro de los centros veterinarios. Sería fundamental para esta profesión la inmediata homologación de nuestra titulación, al igual que en otros países. De esta manera, podremos lograr una mayor valoración de este colectivo. Siempre buscaremos el bienestar y la felicidad de nuestros pacientes, porque un paciente feliz es un trabajo bien hecho.

Roscón, Asociación Nacional Amigos de los Animales (ANAA)

“Muchos animales sufren

experiencias negativas”

Es primordial que el ATV esté formado en etología, en las bases del comportamiento normal y alterado y en la teoría del aprendizaje para asegurar una buena experiencia en consulta.

¿Cuáles son los factores que más afectan al bienestar de los perros y gatos en consulta?

Básicamente se podría resumir en todo lo que le cause estrés, miedo y dolor. Y esto en la clínica veterinaria es frecuente, lamentablemente. La mayoría de los animales sufren experiencias negativas que los condicionan para las siguientes visitas, hasta el punto de tener animales que tienen que entrar siendo arrastrados debido al miedo intenso, incluso pánico, o clientes que ya no llevarán a sus animales a la clínica para tratamientos necesarios, como ocurre en el caso de los gatos. Esto debería cambiar y eso es lo que intentamos con los métodos de reducción del estrés, que son una nueva y diferente forma de trabajo integral, que implica a todos los procesos integrantes de la atención clínica, y comprenden desde que el animal sale de su casa hasta que vuelve.

¿Qué signos deben ponernos en alerta?

Se debe observar al animal desde que entra en la clínica, es más, desde la obtención de una cita se debería interrogar al tutor o tutora sobre el estado emocional que tiene su animal cuando va a la clínica. Hay que fijarse muy bien en la actitud y en el lenguaje corporal desde que accede a la sala de espera, cuando se acerca el personal y cuando entra a la consulta. Posturas de miedo, comportamientos ansiosos, intentos de huir, señales de apaciguamiento, agresividad, reticencia a la manipulación. Algunos signos son muy sutiles o pueden ser desconocidos. Por eso, conocer el comportamiento normal de la especie y sus alteraciones, así como la teoría del aprendizaje para poder modificarlo es fundamental.

¿Cuáles son los procedimientos que peor toleran y qué medidas podríamos tomar para mejorar su bienestar en consulta?

La sala de espera es un punto conflictivo por naturaleza, donde confluyen animales de diferentes especies, personas, tanto que esperan como que entran y salen. La báscula, aunque parezca mentira, es uno de los puntos calientes. Normalmente se fuerza al animal a subir y comienzan o continúan pasando miedo. Los acercamientos del personal y de otros animales suelen resultar amenazantes. En consulta se aborda al animal directamente, sin darle tiempo. Se le sube a la mesa y se le explora y pone el termómetro. Todos son procedimientos que causan inseguridad, miedo y que habitualmente culminan en una inyección que causa dolor. Es un suma y sigue donde se van acumulando experiencias negativas que el animal recordará. Lo básico para conseguir que esto no se produzca o lo haga en menor medida es asociar todos los procedimientos con estímulos positivos para el animal, ya sea comida, juego o caricias, proporcionados antes, durante y después de cada acción, desde que el animal llega a la clínica hasta que se va. Además, hay muchos protocolos que se pueden modificar, así como la estructura del centro, los horarios y la comunicación con el cliente y entre el equipo.

¿Cómo pueden los ATV marcar la diferencia para que pacientes y tutores tengan una buena experiencia en consulta?

El ATV es la primera línea de batalla contra el estrés ya que es el encargado de comunicarse con el cliente antes, durante y después del procedimiento clínico y el que está en contacto desde que el cliente y el paciente entran en el centro, pudiendo observar e identificar el comportamiento del animal antes de que sea un problema mayor y comunicándose con él, con el tutor y con el veterinario para que esa situación pueda ser mejorada o bien planeada para otro día. Por ello, es primordial su formación en etología, en las bases del comportamiento normal y alterado y en la teoría del aprendizaje.

Rosana Álvarez Bueno

Veterinaria Acredit. AVEPA en Medicina del comportamiento Etolia. Etología Veterinaria

Sara Palasí Ateuves

This article is from: